Lectura: Filipenses 3:1-16 Una meta trascendental.

Muchos de nosotros hemos hecho de nuestras vidas un camino con muchas metas. Solo al llegar a los ltimos meses del ao nos damos cuenta que cuando lo iniciamos habamos elaborado un gran nmero de ellas. Una persona sin metas es como un muerto viviente, sin esperanza, sin ganas, sin un futuro prximo. Es por eso que se hace importante en nuestras vidas el tenerlas. Hay metas de todo tipo. Que si estudio este ao, que me compro algo, que viajo al tal parte, que logro esto o aquello. El apstol Pablo cuya vida fue marcada por el Seor. Era un hombre de Dios con proyectos en su vida. Queria ir a Roma, pasar por Espaa, a veces visitaba las iglesias. Siempre se mostr como un hombre de proyectos. Pero el tenia una meta que trascenda todos esos proyectos de corto o largo plazo. En esta carta enviada a la Iglesia de estaba en la ciudad romana de Filipos lo coloca as: prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jess. El quera conocer a Dios en Cristo. No hay mayor meta que esta, no hay plan en este mundo que se compare a esto. Conocer a Cristo. Vivir para EL. Parecerse a El, en su vida, en su muerte, en su resurreccin. Tenemos muchas metas, pero todas ellas se quedan aqu en este mundo. Trazarse la meta de conocerlo mas, no solo es bueno para esta vida sino que trasciende mucho masalla. Se traza en la eternidad. Y es lo mejor que le puede suceder a nuestro ser. Que a partir de hoy te pongas la meta mas trascendental!!! Conocer a Dios en Cristo.

No Paz