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Orfeo

Deslizndose hacia la parte ms hermosa, patinando sobre terciopelo desnudos los dedos buscarn en ti del regreso a la taca, ciegamente, ansiosa, la refinada sensacin.

A cada paso la trmula pasin la razn arde - tornasol llama en espiral rguese en deseos de corromper, lo intenta, mas conseguirlo prohibido ha de ser.

Potico alivio el cuerpo pide, en el alma pauprrimamente perdida y libremente cayendo abismo infinito - en el averno, afiladas garras de piedra burlescos ecos hacen turbia oscuridad y el sonoro desgarro del mar.

Metrnomo, torturadores harpa y trombn. Fanfarrias de tortura, de aniquilacin, deseosas de la piel, scubos, en coros cantan. Alegre cancin y, de sangre, sed.

"Del manaco egosmo, recelo del puro cristal en tu nictacin, slvame, como siempre, sin quererlo, con el tacto divino: brillante, como plumas en destellante descenso, lluvia o la caricia del dorado rey junto a nuestro nido de brazos.

Cercana mi congoja es al zumbar del alma, que con nostalgia en tu piel oigo, la horrible tristeza de para siempre, como un alarido que destie, perderte"

Los ojos Eurdice cerrados lleva, sesmo esos labios sujetan: en el sin par lucero de las flechas de Amor la esperanza aferrada.

Un sueo, amor navegando por la bveda es. Angustia, el fro suelo - sombras entre relmpagos espinosas ren - cruelmente en su faz roca.

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