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Biografía de Un Siervo de Dios
Biografía de Un Siervo de Dios
2 Samuel 23:1-4
Introducción: Estas son las palabras de un hombre ante la eternidad. Se trata de David, el segundo
rey de Israel. Desde el v. 8 hasta el v. 39, el describe hombres extraordinarios que fueron sus
seguidores más aventajados y que en sus vidas hicieron grandes hazañas dignas de resaltar en la
Biblia. David menciona 37 de estos hombres llamados valientes. Pero David, ante tales proezas, se
refiere a sí mismo enfatizando antes que a sus logros y victorias humanas lo que Dios hizo en él y
por él, y nos resume su experiencia espiritual y ante nuestra sorpresa allí no nos habla de la batalla
contra Goliat ni ninguna de sus múltiples victorias sobre sus enemigos.
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b) “ Y Su palabra ha estado en mi lengua”. v.2.b. Palabra. ¿Qué hay en tu lengua? ¿Qué ha
habido en tu lengua predominantemente a lo largo de tu vida? Ver Santiago 1.21.
c) Los valientes de David, cada cosa que hicieron lo hicieron por fe. V.8-39.
Ejemplos de los 3 primeros:
1. Adino Eznita. V. 8: Mató a 800 hombres en una ocasión”.
2. Eleazar. v.9-10. : Se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cans ó, y los de
Israel lo único que tuvieron que hacer fue recoger el botín.
3. Sama. V. 11-12. Defendió un pequeño cultivo de lentejas, solo para que los filisteos
no lo poseyeran.
Estos valientes lo que hicieron lo hicieron por la fe, pero lo que David hizo lo hizo por la
Palabra de Dios en su propia boca y el Espíritu Santo dirigiendo su vida para propósitos de
significados eternos.
III. La transcendencia de su vida. V.3.
a) V.3.a “El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel”. No solo David habló la
Palabra de Dios sino que Dios le hablo a Él. La realidad es que no podemos llegar muy
lejos en la vida cristiana sino tenemos la experiencia de escuchar la voz de Dios en este
mundo.
b) Su confianza: La “Roca de Israel” es decir El Inconmovible. Pablo dijo que la Roca era
Cristo. (1 Corintios 10:4).
c) Su esperanza: “Gobernará un justo”. David era un buen rey, de hecho fue el mejor rey de
Israel, pero quiso establecer que el Mesías, es decir Jesús, lo haría infinitamente mejor
que Él. Y por sobre todo sería conocido como un justo. “Verdaderamente este hombre era
justo”. Nadie puede negar su santidad. No hay justo, ni aun uno sino solo Dios.
Cuando David se refiere a Cristo se le dificulta encontrar palabras apropiadas para describirlo. En
el v. 4 trata de hacerlo y solo puede compararlo: Él es como “ la luz de la mañana”, “el resplandor
del sol”, “como la lluvia que hace brotar la lluvia de la tierra”. Pero Cristo es más que eso porque
sin Él nada de lo que existe ha sido creado. (Juan 1:3).