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Alumna: 18.374.087-3
Sección: Nº 1
Asignatura: Historia de la
Cultura
Introducción
El Reino de Aragón
Castilla, Navarra
La “Amenaza Judía”
Procedimientos
Métodos de Tortura
La censura inquisitorial
Conclusión
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
"La fama de la Santo Oficio española, tal como fue instituida por
Fernando e Isabel, a finales del siglo XV ha tendido a ocultar a los ojos de la
mayoría el hecho de que el Santo Oficio actuaba en muchos otros países
además de en España y de que existió mucho antes del siglo XV."
El reino de Aragón
Los viejos cristianos acusaron a los marranos de seguir con sus antiguas
prácticas. Se pidió una inquisición contra los marranos. Los reyes ante la
situación, obtuvieron del papa Sixto IV una autorización provisional de
estacionamiento por la Bula del 1 de noviembre de 1478. El primer tribunal se
instaló en Sevilla, importante foco de judaizantes. Fernando II el Católico,
solicitó la ayuda de los dominicos y el Santo Oficio funcionó regularmente en
Andalucía a partir de 1481.
Las graves crisis económicas que sacudieron Europa durante los siglos
XIV y XV, a las cuales contribuyeron las pestes y epidemias que originaron una
caída demográfica sin precedentes, condujeron al empobrecimiento masivo de
la población y a restricciones económicas de la corona. En medio de la crisis,
los únicos que consolidaban sus posiciones económicas eran los prestamistas
y los arrendatarios de los tributos reales, oficios virtualmente monopolizados
por los judíos. Estos prácticamente se habían convertido en dueños de las
finanzas hispanas.
Una de las razones de tal situación era el hecho de que los préstamos
con intereses se consideraban moralmente cuestionables por estar incursos en
el pecado de usura, mientras que los judíos los consideraban perfectamente
lícitos. Además, se les cuestionaba por la administración que realizaban del
cobro de los tributos reales -oficio de por sí poco comprendido en todas las
épocas- responsabilizándoseles por su falta de transparencia en el manejo de
las cargas impuestas por los soberanos. Por si fuera poco, los judíos eran
vistos como un Estado dentro del Estado pues, antes que buenos y leales
súbditos de la corona eran, por sobre todo, judíos: una nación sin territorio y,
por ende, en busca de uno propio.
Esta conducta dual hizo que se ganaran las iras de los verdaderos
cristianos que veían a los judeoconversos alcanzar las más altas dignidades y
cargos de la sociedad, el Estado y la propia Iglesia -constituyéndose en una
especie de infiltrados- con la finalidad de conquistar el poder e imponer en
beneficio propio su religión y su organización política, social y económica.
PROCEDIMIENTOS
Los inquisidores se establecían por un periodo definido de semanas o
meses en alguna plaza central, desde donde promulgaban órdenes solicitando
que todo culpable de herejía se presentara por propia iniciativa. Los
inquisidores podían entablar pleito contra cualquier persona sospechosa.
“Un hombre puede salir de la inquisición sin ser quemado pero tiene la
seguridad de que saldrá chamuscado”, Página. 62
Métodos de tortura
Mucho antes de que Galileo enunciara las leyes del péndulo simple, el
Péndulo, era utilizado como método de tortura. Era el aperitivo con el que se
abría una buena sesión de tortura. Las manos de la víctima eran atadas a su
espalda y por ellas, era elevado. Al balancearse se producía la luxación de los
hombros, codos y muñecas. Era habitual añadir peso adicional atando pesas a
los pies del reo.
Relativamente leves podían considerarse las penas de prisión, porque
eran temporales; aun las sentencias de cárcel perpetuas se reducían a unos
pocos años, pues la Inquisición no quería o no podía alimentar indefinidamente
a sus presos. Por la misma razón de economía, los autorizaba muchas veces a
ganarse la vida trabajando en la prisión, e incluso fuera de ella.
Penas más graves eran las de vergüenza pública, azotes y galeras; con
frecuencia iban unidas las tres. La pena de muerte se reservaba a los
impenitentes y relapsos (reincidentes).
LA CENSURA INQUISITORIAL
En esta nueva atmósfera la Santo Oficio tuvo que andar con cautela
tenía que tener en cuenta las críticas contra su arbitrario proceder ni contra sus
inmunidades injustificadas. Algunas causas seguidas ante el Tribunal de
Alicante ocasionaron la propuesta presentada en 1797 y en los dos años
siguientes para la abolición del Santo Oficio pero debido a la Revolución el
Santo Oficio obtuvo un nuevo plazo de vida. Y la Santo Oficio paso a ser una
vez más por un breve periodo el símbolo del tradicional patrimonio de España:
la inmaculada pureza de su fe, el gobierno monárquico y los sagrados
derechos de la propiedad.
CONCLUSIÓN
No tiene sentido, para mitigar los males cometidos por alguien, en este
caso la Inquisición, señalar los males cometidos por otros. Todos los males y
sufrimientos impuestos al ser humano por gobiernos e instituciones son
condenables, en todo momento y en todo país. "El fin no justifica los medios."
Fue una búsqueda de sangre injusta, pues los que la manejaban jamás
eran culpables de algo. La civilización iba para atrás, impidiendo avanzar como
hermanos, con creencias e ideales diferentes. Pensar que todos debían
obedecer y acatarse a una religión simplemente por las ideas de unos cuantos,
al creer que ellos eran los que estaban bien y los demás no, en el fondo tenían
miedo de lo que era diferente a ellos y por supuesto proponían una diversidad
que no les agradaba.
«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los
hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que
encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se
puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal
que puede venir a los hombres»
Miguel de Cervantes
D. Quijote de la Mancha