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Las innovaciones curriculares

exigen transformaciones en la
educación
Para transformar la enseñanza de las ciencias exige
superar unos planteamientos puntuales.
Debemos elaborar un modelo coherente que
integre aspectos del proceso enseñanza/aprendizaje pero
sin olvidar la evaluación.
Toda innovación en el currículo no podemos darla
por consolidadas sino innovamos en la evaluación.
La necesidad de innovar en la evaluación son
particularmente necesarias.
En la evaluación es donde mas claramente se manifiestan
las insuficiencias en el proceso de enseñanza/aprendizaje.
La evaluación establece claramente una línea de
confrontación entre profesores y alumnos.
CUESTIONAR LAS
CONCEPCIONES
ESPONTANEAS SOBRE LA
EVALUACION
• Sobre la precisión y objetividad de las pruebas hablaremos de
los estudios Docimológicos que muestran las notables
diferencias entre puntuaciones dadas por distintos profesores.
O el efecto Pigmalión que se traduce en valoraciones netamente
mas altas de aquellos ejercicios atribuidos a alumnos brillantes.

También tenemos que tener en cuenta el clima dentro del aula,


podríamos recordar la investigación realizada por Spears (1984)
que muestra como un mismo ejercicio es valorado
sistemáticamente mas bajo cuando es atribuido a una alumna
que cuando se supone que es de un alumno.
• Efecto Pigmalión:
Esta teoría la entendemos como uno de los factores
que influyen en la motivación de los alumnos en el aula.
Los profesores formulan expectativas acerca del
comportamiento en clase de diferentes alumnos y los van
a tratar de forma distinta de acuerdo con dichas
expectativas. Estos alumnos, al ser tratados de un modo
distinto, responden de manera diferente, confirmando así
las expectativas de los profesores y proporcionando las
respuestas acertadas con más frecuencia. Si esto se hace
de una forma continuada a lo largo de varios meses,
conseguirán mejores resultados escolares y mejores
calificaciones en los exámenes.
•Todos estos resultados cuestionan la supuesta precisión y
objetividad de la evaluación en un doble sentido: por una
parte muestran hasta que punto las valoraciones están
sometidas a amplísimos márgenes de incertidumbre y, por
otra, hacen ver que las evaluaciones constituyen un
instrumento que afecta muy decisivamente a aquello que
pretenden medir.

•Los profesores no solo se equivocan al calificar, sino que


contribuyen a que nuestros perjuicios se conviertan en
realidad.

•La evaluación resulta ser, mas que la medida objetiva y


precisa de unos logros, la expresión de unas expectativas en
gran medida subjetivas pero con una gran influencia sobre el
alumnado.
• Un segundo bloque de preconcepciones subyace, en
realidad, tras esa búsqueda de objetividad, la idea de que
solo una parte de los alumnos esta realmente capacitados
para seguir con éxito estudios científicos, esa es la razón,
por ejemplo, de que una determinada prueba sea
considerada tanto mejor diseñada cuanto mas se ajustan
los resultados a una campana de Gauss ( L) con el 5 en el
centro, lo que supone que el 50% de los alumnos no
alcanzan el aprobado.
• Los resultados mejoran cuando las habituales
expectativas negativas dejan paso a la convicción de que
la mayoría de los alumnos pueden tener éxito si son
debidamente ayudados.
• En ultimo lugar dejamos la consideración del papel de la
evaluación en el proceso enseñanza/aprendizaje. No es
una cuestión que los profesores de ciencias suelen
plantearse explícitamente y cuando se lo plantean es en
relación con el papel selectivo del sistema educativo. La
evaluación en al enseñanza ordinaria suele ajustarse a la
constatación del aprovechamiento del alumno,
asignándole una calificación para que sirva de una base
objetiva para su promoción.
Debemos plantearnos con la máxima atención esta
cuestión clave en las funciones de la evaluación.

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