revolucionario sistema de “criopreservación de células madre”, extraídas desde la pulpa dentaria. En Latinoamérica, sólo Uruguay y Chile cuentan con esta tecnología.
Trabajamos con el “National Dental Pulp
Laboratory” (NDPL), ubicado en Boston, que es una filial del “New England
Cryogenic Center” (NECC), pionero en el desarrollo de actividades criogénicas en Estados Unidos, con más de 25 años de experiencia (desde el año 1971). El NDPL cuenta con tecnología probada, es decir un 100% de tasa de recuperación de células madre de la muestra y además tiene todas las acreditaciones internacionales (FDA, Pharmastem). SouthGenetics S.A. es el agente comercial para Chile.
Células Madre
Las células madre tienen la habilidad
única de transformarse en otro tipo de células, para crear tejidos y órganos. Son células muy primitivas que al ser implantadas en un tejido enfermo, se diferencian en el tipo de células que ese tejido u órgano requiere para recuperarse.
De esta manera, las células madre
podrían sanar o por lo menos frenar graves enfermedades, que muchas veces provocan la muerte del paciente o el franco deterioro de su salud, enfermedades para las cuales la medicina aún no dispone de fármacos para su curación. Así, la ciencia ofrece una gran oportunidad que permite utilizar un remedio “biológico propio”, convirtiendo las células madre en un actor clave en la medicina regenerativa. A nivel mundial se han realizado unos 8.000 trasplantes desde 1988.
En 1963 se descubrió la presencia de
células madre en la médula ósea y por mucho tiempo fue la única fuente utilizada. Se usaron para sanar la Leucemia o enfermedades de la sangre. En 1968 fue el primer trasplante exitoso entre hermanos.
En 1978 se descubren las células madre
en la sangre del cordón umbilical y en 1988 fue el primer trasplante en Francia. En el mundo esta técnica es cada día más frecuente, en Chile se hacen aproximadamente 50 criopreservaciones al mes.
El 2003 se descubren células madre en
la pulpa dental, que es el tejido interno de las piezas dentarias que contiene fibras nerviosas y vasos sanguíneos. El 2008, la American Academy of Pediatric Dentistry en su sesión anual destacó la gran importancia de la tecnología a partir de las células madre y la promesa que éstas ofrecen en la reparación craneofacial, así como en la regeneración y restauración del tejido de la pulpa dental. El descubrimiento de células madre en la pulpa dental significa que el tema ya no está solamente acotado a los bebés, sino que abre una gran oportunidad al alcance de niños, adolescentes y adultos.
Los avances científicos están enfocados a
descubrir nuevas fuentes de células madre en el organismo, en tejidos que son “desechos médicos”, como lo es el cordón umbilical que se desecha en el nacimiento, o la pulpa dental de una pieza que se extrae y normalmente se bota, o próximamente la grasa obtenida de la liposucción (técnica aún en estudio). De esta manera, son fuentes no controversiales éticamente ya que no consideran la extracción de un tejido que el paciente donante necesita para su vida. Así, un desecho médico, tiene hoy el potencial de transformarse en una herramienta médica fundamental para el futuro.
Dependiendo del tipo de fuente, varía el
tipo de célula madre, que puede ser “Hematopoyética” o “Mesenquimática”. Las Hematopoyéticas forman células sanguíneas, es decir se transforman en glóbulos blancos, glóbulos rojos o plaquetas y en consecuencia se utilizan para enfermedades sanguíneas, como la Leucemia u otras. Las Mesenquimáticas tienen la propiedad de diferenciarse en una variedad de tipos celulares, pudiendo crear nuevos tejidos, órganos y otros sistemas de nuestro organismo. Por ejemplo, pueden transformarse en Cardiomiocitos (reparan el daño causado por un infarto cardíaco), en Miocitos (regeneran tejido muscular), en Osteoblastos (generan tejido óseo), en Condriocitos (regeneran cartílagos), en Neuronas (generan nervios y tejido cerebral), en Adipocitos (generan tejido adiposo). Entre otros, algunos estudios clínicos que se están desarrollando con células madre Mesenquimáticas son la reparación de meniscos, Diabetes Mellitus, enfermedad de Crohn, fallas renales, infarto de miocardio. Y seguramente con el tiempo se descubrirán muchas más.
La médula ósea y el cordón umbilical
poseen células madre Hematopoyéticas. Se está estudiando la posibilidad de extraer células madre de la Jalea de Wharton (envoltura que rodea el cordón umbilical), que posee células Mesenquimáticas.
La pulpa dentaria posee células madre
Mesenquimáticas, pudiendo ultilizarse en una variedad de enfermedades. Por lo tanto, es una oportunidad única para acceder a tecnología de vanguardia. Células madre procedentes de tejidos presentes en muelas del juicio pueden regenerar raíces de nuevos dientes y sustituir algún día a los implantes de titanio. Investigadores de University of Southern California han conseguido generar nuevas raíces dentales en cerdos gracias a células madre procedentes de dientes humanos. El hallazgo se ha reportado a la revista PloS ONE y podría tener aplicaciones clínicas potencialmente impactantes en cirugía dental. Sería por tanto una buena promesa para sustituir los dientes perdidos por piezas más biocompatibles que los actuales implantes metálicos. El equipo internacional está dirigido por Songtao Shi y se centra en el uso de células madre que se pueden encontrar en la papila apical de la raíz dental. Este tejido está conectado a la punta de la raíz del diente y es el responsable del desarrollo del mismo. Anteriormente este equipo ya había conseguido recolectar células madre de la pulpa dental, tejido en el interior del diente y comúnmente denominado “nervio”. Estos investigadores estudiaron el comportamiento de las células madre procedentes de la papila apical tanto en vitro como en modelos animales (ratones). Estas células madre fueron consideradas por los investigadores como “más jóvenes” (menos diferenciadas) que las procedentes de la pulpa dental y por consiguiente más apropiadas para una mejor regeneración de tejidos. Concretamente son capaces de regenerar todos los tejidos de la raíz dental así como dentina y cemento que son respectivamente los principales componentes de la corona y de la raíz dental. Una vez identificadas las células madre apropiadas para crear una nueva raíz. Estos investigadores reemplazaron un incisivo de un cerdo enano (tienen una estructura dental parecida a la humana) por una estructura en forma de raíz dental de material cerámico (hydroxyapatite/tricalcium phosphate o HA/TCP) que hacía de andamio y de vehículo portador de células madre de papilas apicales procedentes de muelas del juicio de humanos jóvenes de entre 18 y 20 años de edad. Tres meses más tarde de implantar estas células los investigadores pudieron encajar en la cuenca del antiguo incisivo una corona sintética de porcelana sobre la nueva raíz remineralizada que contaba con nuevos ligamentos desarrollados allí mismo. Pudieron demostrar además que los nuevos tejidos formados eran humanos. Después de seis meses de la implantación los investigadores comprobaron que, aunque el nuevo diente no era tan resistente como los naturales, tenían la suficiente calidad como para cumplir su función. Este sistema es preferible al sistema habitual del implante de titanio porque la bioraíz tiene una capa de ligamentos entre el hueso de la mandíbula y la raíz misma. Este ligamento, que no está presente en el caso de los implantes de titanio, tiene tanto labores de adherencia del diente a la mandíbula como de amortiguador o almohadilla a la hora de masticar o morder. Los implantes de titanio son susceptibles de aflojarse o de producir infecciones como gingivitis o periodontitis debido a la relación no natural entre el hueso y el implante metálico. Los animales empleados en los experimentos estaban inmudeprimidos para evitar el rechazo al tejido extraño. Las células madre de este tipo pueden también ser una buena fuente para regenerar tanto el tejido de la pulpa dental como nueva dentina que repare la dañada con este tipo de tecnología. Shi espera realizar ensayos clínicos con la nueva técnica en los próximos años. Si tiene éxito significaría una bendición para pacientes que no son candidatos apropiados para la terapia estándar de implantes o que prefieran tejidos derivados de sus propios dientes en lugar de elementos extraños. Un implante convencional no se puede colocar en pacientes sin suficiente hueso en la mandíbula que soporte el tornillo de titanio. Además estas células madre presentan la ventaja de no proceder de tejidos embrionarios de ningún tipo, sino del propio paciente, por lo que los reparos morales no existen. Según Shi en un futuro no muy distante los dientes de leche (y hasta ahora abandonados al ratoncito Pérez) o las muelas del juicio podría tener gran valor como fuente terapéutica. La idea es no sólo desarrollar esta nueva técnica, sino desarrollar otras nuevas utilizando las células madre obtenidas del propio paciente. Ya sabe, no se deshaga de sus dientes de leche o muelas del juicio frívolamente, puede