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La Iglesia en La Edad Moderna
La Iglesia en La Edad Moderna
Comenzamos la Edad Moderna, que inicia en 1453 con la caída del imperio de oriente a
manos de los turcos otomanos, y termina con la revolución francesa de 1789 que puso fin al
antiguo régimen.
¿Y la Iglesia? A partir del siglo XVI la historia de la Iglesia reviste algunas características
nuevas. La Iglesia latina y la Iglesia de Oriente seguían ya caminos distintos desde hacía
siglos. Con la reforma protestante, la iglesia latina se divide a su vez en varias confesiones
rivales: luteranismo, calvinismo y anglicanismo. Al mismo tiempo, como consecuencia de los
grandes descubrimientos, el evangelio se anuncia en el mundo entero. En un período en que
los estados se afirman y triunfa el absolutismo, la historia de la Iglesia se convierte a menudo,
incluso en el catolicismo, en la historia de las iglesias nacionales.
Este siglo XVI es muy importante: es el siglo del Renacimiento literario y artístico, el siglo de
la reforma protestante, el siglo del concilio de Trento, de la Compañía de Jesús y la reforma
católica, de los descubrimientos, de la misión en Asia y América, de los avances científicos.
DESARROLLO
La crisis religiosa
Como probaban las herejías urbanas medievales reprimidas por la Inquisición y la Orden
Dominicana, la Iglesia Católica se encuentra en conflicto con la nueva vida urbana, y había
mirado sus transformaciones con reticencia, aunque también demostró una gran capacidad de
asimilación de los elementos disolventes (Orden Franciscana y devotio moderna de Tomás de
Kempis).
Este proceso dividió a la Iglesia entre católicos y protestantes. Las razones que explican la
división del catolicismo son numerosas.
En el ámbito económico, las extensas tierras que estaban en poder de la Iglesia y los impuestos
que cobraba en cada rincón de Europa, fueron motivos suficientes para que los Estados
nacientes buscaran desligarse de estas obligaciones tributarias, y pretendieran anexar al
territorio nacional los dominios eclesiásticos.
Quien inició el proceso de ruptura definitiva con la Iglesia Católica fue el monje alemán
Martín Lutero (1483-1546). Muy molesto por la venta de indulgencias en Wittemberg, pueblo
donde enseñaba en una Universidad. Lutero redactó 95 razones, las 95 tesis, con las que acusó
a la Iglesia de corrupta. El Papa León X lo excomulgó, pues Lutero se negó a arrepentirse de
sus acusaciones.
Los príncipes alemanes apoyaron al monje, puesto que en la lucha del sacerdote, vieron la
posibilidad de desligarse del dominio de la Iglesia. Rápidamente, los seguidores de Lutero
aumentaron, y surgió la nueva doctrina.
El luteranismo eliminó algunos sacramentos, negó la adoración a los santos, suprimió el latín
como idioma oficial de la Iglesia Católica y desconoció la autoridad del Papa como máximo
representante de Dios en la Tierra.
En otros países, las ideas protestantes se difundieron rápidamente; en Suiza, Juan Calvino dio
origen al Calvinismo; y en Inglaterra, el rey Enrique VIII se separó de la Iglesia Católica y
formuló una nueva religión, el Anglicanismo.
Después de este duro golpe, la Iglesia Católica determinó hacer una profunda revisión interna.
Para ello, convocó a un Concilio en la ciudad de Trento, el que se inició en 1545. Estrellas de
esta reforma fueron Ignacio de Loyola y la Compañía de Jesús. Sin embargo, no pudo hacer
regresar a la obediencia católica a numerosas naciones reformadas. La Alemania del norte,
Escandinavia y Gran Bretaña ya no volverían al catolicismo, mientras que Francia se debatiría
durante años de conflictos internos por causa religiosa, hasta que en 1685 Luis XIV revocó el
Edicto de Nantes, que garantizaba la tolerancia católica hacia los hugonotes, y los expulsó. El
triunfo de la Contrarreforma se centró en la Europa danubiana, la Alemania del sur y Polonia.
Irlanda, las penínsulas ibérica e itálica, además de los recién ganados dominios ultramarinos
españoles en América, permanecieron católicos.
Todo esto sucedió en medio de un terrible periodo de guerras de religión: en Alemania, los
príncipes católicos se apoyaron en Carlos V contra los príncipes protestantes, al tiempo que
surgían movimientos sociales como la guerra de los campesinos o los anabaptistas,
perseguidos sangrientamente por ambos bandos, con la bendición expresa tanto del Papa como
de Lutero; en Francia, la no menos violenta Matanza de San Bartolomé (1572) fue sólo un
episodio de su particular y prolongada serie de guerras de religión, en las que los distintos
grupos sociales se encuadran en bandos nobiliarios con opuestas pretensiones políticas,
dinásticas y alianzas exteriores; la Guerra de los Ochenta Años que supone la separación de
los Países Bajos en un norte protestante y un sur católico; en su última fase (tras una Tregua de
los doce años) simultánea a la Guerra de los Treinta Años (1614-1648) en el Sacro Imperio,
que terminó transformándose en un conflicto europeo generalizado.
Tras esta reunión, que duró varios años, la Iglesia definió su doctrina:
La otra gran religión expansiva, el Islam, no tiene una separación de autoridades civiles y
religiosas, lo que no significa necesariamente un mayor fundamentalismo, y la prueba habían
sido los periodos de tolerancia y fértil intercambio cultural de la Edad Media. Los Imperios
Turco, Safávida o Mogol no fueron menos, sino más tolerantes en lo religioso que la
Monarquía Católica o la Ginebra de Juan Calvino, y el Mediterráneo Oriental (Balcanes
incluidos) fue durante toda la Edad Moderna un mosaico étnico y religioso que acogió la
diáspora sefardí de forma equivalente a como lo hizo Ámsterdam. No obstante, en la Europa
cristiana el humanismo renacentista (en principio, la simple reivindicación de los studia
humanitatis frente a la teología) va acentuando la separación de los ámbitos religioso y laico.
El erasmismo o conceptos como la libertad de conciencia no sólo abren el paso a otras
religiones (protestantismo), sino a nuevas actitudes del hombre ante la naturaleza, como la
duda cartesiana, el racionalismo y el empirismo. Muy diferentes entre sí, la indiferencia
religiosa, los libertinos, la masonería, el panteísmo, el agnosticismo y el ateísmo empezarán a
ser consideradas como posturas imaginables -aunque de ninguna manera toleradas- y ganarán
terreno a medida que avancen los siglos de la Edad Moderna. La trayectoria personal e
intelectual de Voltaire significará un referente que quedará fijado en el espíritu enciclopedista.
La descristianización ligada a la Revolución francesa hará posible en un efímero episodio un
culto secular a la Diosa Razón, bajo un calendario revolucionario privado de toda huella
litúrgica.
El tremendo revuelo que habían provocado las acciones de Lutero, Calvino, los Anglicanos y
los Presbiterianos, motivó una reacción de la Iglesia Católica, que tomó una serie de
iniciativas con el propósito de combatir la Reforma.
Nuevas órdenes religiosas: Carmelitas (Santa Teresa de Jesús, 1562), Compañía de Jesús (San
Ignacio de Loyola, 1537), Capuchinos (1525), Hermanos de San Juan de Dios (1550),
Escolapios (San José de Calasanz, 1597). Desarrollo de las ciencias: filosofía y teología
(universidades de Salamanca y Alcalá), que coincide con la edad de oro de la Literatura
española. Evangelización de América (tan criticada hoy en día), de Filipinas, China y Japón
(San Francisco Javier).
La cuestión de la Inquisición
La Inquisición española es para algunos el punto más negro de la Iglesia por su intolerancia
religiosa. Hay que tener en cuenta:
La inquisición fue una institución universal (Gregorio IX, 1231) para juzgar
sobre la herejías. La inquisición juzgaba, el poder civil imponía la pena. Se
entendía que las faltas contra la fe atentaban contra la convivencia.
Sixto IV concedió a los Reyes Católicos (1478) el poder constituir estos
tribunales.
Se cometieron abusos e irregularidades; pero los historiadores antiespañoles y
protestantes hicieron interpretaciones calumniosas.
Los ajusticiados en España eran menos que en otros países. En la época de
mayor rigor (1575 – 1610, en Toledo) de 2.000 sentencias, sólo 15 fueron de
pena capital.
Es una cuestión de su época, que no se puede juzgar desde nuestro tiempo;
aunque es evidente que no pueden aceptarse los errores y los abusos cometidos.
El caso de Galileo:
A comienzos del siglo XVII, Galileo Galilei sostuvo como cierta la doctrina de Copérnico
(1530): La tierra se mueve alrededor del sol (Heliocentrismo). Galileo fue acusado de
contradecir algunos pasajes de la Sagrada Escritura (Libro de Josué 10, 12) que parecen
afirmar que el sol gira alrededor de la tierra. El papa Urbano VIII ridiculizó su teoría. La
Inquisición le detiene por publicar su teoría sin el “imprimatur” y por contradecir la Sagrada
Escritura. Galileo acató la sentencia del Santo Oficio y vivió prisionero en Florencia, donde
murió (1642). Los que le juzgaron se equivocaron; pero no se discutía un dogma de fe. En este
caso los teólogos se inmiscuyeron en el campo de la astronomía y los científicos en el terreno
Galileo Galilei de la teología. Este caso ha sido una bandera para expresar la “incompatibilidad” entre la fe la
ciencia.
El Racionalismo exalta la razón en detrimento de la fe. “La razón humana es el árbitro del bien
y del mal”. “La fe cristiana daña la perfección del hombre”. “Jesucristo es una ficción mítica”.
Pío IX lo condena en 1864 con el “Syllabus”.
El Modernismo es un movimiento teológico que exalta la razón. “La religión es una simple
experiencia subjetiva”. “Jesucristo no es Dios, sólo un hombre
extraordinario”. “Cristo no instituyó la Iglesia”. Pío X lo condenó en
1909 con la encíclica “Pascendi”.
La Contrarreforma
La Reforma Católica o Contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín
Lutero, que había debilitado a la Iglesia. Denota el período de resurgimiento católico desde el
pontificado del Papa Pío IV en 1560 hasta el fin de la Guerra de los Treinta Años, en 1648.
Sus objetivos fueron renovar la Iglesia y evitar el avance de las doctrinas protestantes.
El Papa III convocó a una reunión de todos los obispos de la Iglesia, el Concilio de Trento,
cuyo objetivo era realizar una
La Reforma
A partir del siglo XI en adelante aparecieron voces dentro de la Iglesia Católica que criticaban
su intervención en
asuntos terrenales, actividad que la alejaban de su función espiritual.
En los siglos XV y XVI se dio una serie de fenómenos que mostraron, al mismo tiempo, los
problemas de la Iglesia y la inquietud espiritual de los fieles:
1.Los Papas abandonan la función espiritual en la Iglesia y se enredan en episodios
de política. Su modo de vida se alejo a como debería ser, no respetando los votos,
tales como castidad y pobreza.
2. El clero no estaba preparado para cumplir con sus funciones, ya que recibía una escasa
educación tanto en materias espirituales como intelectuales.
3. Surgieron corrientes que llamaban al ejercicio de una espiritualidad mas intima,
interesándose antes por la relación mística con Dios, que por la ceremonia y el boato
de la liturgia.
4. El humanismo exaltaba la capacidad del propio individuo para buscar la verdad y por ello,
impulsa un retorno a la Biblia y a los escritos de los Padres de la Iglesia, estimulando
la libre interpretación de la escrituras.
5. Brotaron herejías, formas rechazadas por la Iglesia para practicar la religión, practicas que
se oponían a la tradición católica y hacían de la Biblia la única fuente de la verdad.
Factores como la Peste Negra, las hambrunas y las guerras, las transformaciones económicas y
sociales, el fortalecimiento de las monarquías nacionales y la invención de la imprenta, que
permitía el acceso a la Biblia a un menor costo y la traducción de la misma a las lenguas
nacionales, colaboraron con el quiebre de la Iglesia.
7. Reforma Calvinista:
Los rasgos característicos de la reforma calvinista son:
8. Reforma Anglicana:
El rey de Inglaterra, Enrique VIII, convencido por el humanismo cristiano, se integro
por la crisis de la Iglesia. Encargo un trato defendiendo los
sacramentos, por el cual el Papa le otorgo el título de “defensor de
la fe”. Al no poder engendrar un sucesor al trono con su esposa,
Enrique VIII solicitó la anulación de su matrimonio para
posteriormente casarse con la cortesana Ana Bolena.
El Papa se negó a tal anulación por lo que Enrique VIII se separo de
la Iglesia Católica. En 1532 el parlamento ingles lo proclamo
"Protector de la Iglesia de Inglaterra".
En un principio la doctrina anglicana permaneció mas cercana al catolicismo humanista
que al luteranismo. Sin embargo, al morir Enrique VIII la luchas disputadas por el
poder entre sus sucesores, se profundizo la diferencia doctrinal con el catolicismo
romano y el anglicanismo se acerco al calvinismo y al puritanismo.
CONCLUSIÓN
La Iglesia a logrado, a pesar de sus duelos y quebrantos, siempre seguir adelante. Algunos
hombres de la Iglesia se mantuvieron fieles y otros se desviaron de su camino. Por esto el
Concilio Vaticano II ha reconocido:
“Aunque la Iglesia, por virtud de Espíritu Santo, se ha mantenido como fiel esposa de su
Señor y nunca ha cesado de ser signo de salvación en el mundo, sabe, sin embargo, muy bien
que no siempre, a lo largo de su prolongada historia, fueron todos sus miembros, clèrigos o
láicos, fieles al espíritu de Dios. Sabe también la Iglesia que aún hoy día es mucha la
distancia que se da entre el mensaje que ella anuncia y la fragilidad humana de los
mensaeros a quienes está confiado el Evangelio… De igual manera, comprende la Iglesia
cuánto le queda aún por madurar, por su experienca de siglos, en la relación que debe tener
con el mundo” (Gaudium et spes, nº 43).
Fue un siglo, en el cual la Iglesia sufrió mucho. Se habla de la Revolución Francesa por sus
grandes logros, pero se ocultan las violaciones de los derechos fundamentaes de la persona,
hechas precisamente en nombre de la libertd, igualdad y fraternidad. Se quiso abrir la era de
la democracia, de la libertad y del progreso, pero a costa de muchos atropellos, intolerancias y
retrocesos morales.
No obstante, la Iglesia siguió adelante, pues “las puertas del infierno no podrán destruirla”,
porque su fundador es Jesucristo, el Hijo de Dios, y Él ha triunfado y triunfará, y con ella
triunfaremos todos los que estamos con ella.
BIBLIOGRAFÍA
La Iglesia en la Edad Moderna; J. Carlos Vizuete Mendoza, 1 Edición, 2002, Editorial
Síntesis
Historia de la Iglesia. III: Edad Moderna; José García Oro, Biblioteca de Autores
Cristianos; 1era edición, 2005
Historia De La Iglesia : Edad Antigua, Media, Moderna y Contemporanea, y la Iglesia
en España; Juan Maria Laboa Gallego; Ediciones San Pablo; 2005
www.catholic.net
La Historia de La Iglesia, II La Iglesia en la Epoca Moderna; Francisco Martin;
Colección Pelicano; 3 edición; España