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Universidad

Panamericana

Sede: Atenas

Curso: Reacción social


Teoría del etiquetamiento y reacción social.

Estudiante: Kimberly Céspedes C.

Fecha: 10-04-2010

Prologo
Buenos días compañeras y compañeros aquí presentes, este documento a sido
creado con el fin de poder explicar la muy famosa teoría del etiquetamiento la
cual es puesta en practica continuamente en la sociedad.

Tal ves se preguntaran el por que de dicha situación y la respuesta mas simple es
el desapruebo de varias conductas desviadas o no permitidas por la sociedad,
también se expondrá la reacción de la misma sociedad hacia dichas conductas
antes y después del etiquetamiento primario por hacia decirlo de los órganos
estatales, entre otros conceptos importantes de estas dos llamativas teorías.

Introducción
En los años 1960 se empieza a estudiar la desviación desde la perspectiva del
Interaccionismo simbólico. Estos autores centran sus estudios no tanto en las
posibles causas de la conducta desviada, sino en las formas de control e
interacción social por las que se definen a ciertos individuos como desviados. La
principal aportación teórica de esta escuela es la Teoría del Etiquetaje, que
podría sintetizarse así:
Los grupos sociales crean la desviación estableciendo reglas cuya infracción
constituye una desviación, y aplicando estas reglas a personas particulares, que
etiquetan como outsiders [...]

La desviación no es una cualidad de la acción cometida sino la


consecuencia de la aplicación-por parte de otros- de reglas y sanciones. El
desviado es alguien al que la etiqueta le ha sido puesta con éxito; el
comportamiento desviado es el comportamiento etiquetado así por la gente.
Howard Becker.

Aportaciones fundamentales de esta


teoría.
Las aportaciones de esta teoría es la distinción entre desviación primaria y
desviación secundaria realizada por Edwin Lemert.

Desviación primaria: Dentro de dicha desviación se encuadrarían los


incumplimientos de las normas que no hacen sentirse desviado a quien lo comete,
ni es visto así por los demás.

Desviación secundaria: Dentro de la secundaria estarían por el contrario los


incumplimientos que hacen cambiar la concepción que los demás tienen del autor,
etiquetándolo como desviado. Este etiquetamiento provocará que el autor
reorganice la percepción de sí mismo asumiendo la nueva definición que los
demás dan de él.

La base de esta distinción está en el hecho de que, en realidad, prácticamente todo


el mundo ha cometido actos desviados. Es difícil encontrar a alguien que no haya
mentido, cometido algún pequeño robo o consumido alguna droga ilegal, pero
pocas de estas personas son catalogadas -o autocatalogadas- como mentirosos,
ladrones o drogadictos. La desviación secundaria está muy relacionada con el
concepto de estigma desarrollado por Erving Goffman, definido como una
marca social negativa usada para definir a una persona. El estigma se convierte
en un rol dominante del individuo y todos los actos pasados empiezan a
reinterpretarse bajo la perspectiva del nuevo estigma, en un proceso de distorsión
biográfica conocido como etiquetaje retrospectivo. Goffman desarrolló la
posibilidad de que al estigmatizar a alguien -con mayor o menor motivo- se
activasen una serie de mecanismos, como el rechazo social, que le impulsaran a
buscar compañía entre quienes no le censuran -otros estigmatizados- reforzando
así la identidad desviada e impulsándolo a continuar su carrera delictiva. De
este modo la desviación podría ser una de esas profecías autorealizadas que
Robert K. Merton elaboró basándose en el Teorema de Thomas.

¿Que es lo que lleva a un individuo a delinquir?


Pues en ciencia cierta no se sabría explicar pero lo que si tiene un poco de
explicación es el porque el individuo incide en el factor delictivo y el por que de la
reincidencia de dichos actos. Tal vez sea por necesidad aunque eso no sea un
factor benevolente a la situación o tal vez sea que el individuo acepta el papel de
desviante y el etiquetamiento social no de abasto con la estigmatización del
individuo.

Los autores de la teoría del etiquetamiento dicen que (lo que es desviado para
unos no lo es para otros).

Se tiene en cuenta la consecuencia del proceso de definición para la persona que


resulta etiquetada como desviada, es decir, la imagen que la persona etiquetada
tiene de si misma, se forma en función de su interacción con los demás y
finalmente, los comportamientos que esta persona realiza están directamente
relacionados con la imagen que tienen de ellos mismos.

El paradigma del control: el "Labelling


Approach".
Surge en EE.UU. Un nuevo paradigma criminológico conocido indistintamente
como Teoría de la Reacción Social, modelo del etiquetamiento, labelling
approach, Paradigma del Control, etc.

Representantes del labelling approach (LEMERT, CHAPMAN, BECKER Y


PAYNE)

La determinación causal del delito se configura como un proceso problemático y


relativo, pues afirmaban que tal fenómeno se construye socialmente a partir de
procesos de definición y selección. La teoría del etiquetamiento o labelling
approach asegura que el control social crea la criminalidad.

"El control social sus agentes y mecanismos no se limitan a detectar la


criminalidad y a identificar al infractor, sino que crean o configuran la
criminalidad: realizan una función constitutiva".

El interés del Paradigma del Control se centró en los procesos de criminalización


interpretados como creadores de la criminalidad, reconociendo dentro de ellos
dos variantes fundamentales:

El estadio de definición legislativa, de creación de la Ley Penal conocido como


proceso de criminalización primaria y los mecanismos de selección actuantes en
el período de aplicación de la norma que derivan en la asignación a determinada
persona de la etiqueta de criminal, estadio identificado comúnmente como
proceso de criminalización secundaria.

La criminalización primaria:

Es interpretada como un proceso de definición, posición que niega la naturaleza


ontológica del crimen, sustentándose en el criterio de que el delito es un fenómeno
eminentemente normativo. Esta selección definitoria se realiza en el nivel de los
comportamientos criminalizables, a partir de la decantación político-criminal de
los bienes jurídicos necesitados de protección. Efectos el poder legislativo del
Estado se arroga la definición legal del comportamiento lesivo que será
merecedor de una respuesta punitiva. De hecho la criminalización primaria es un
proceso de selección de los actos penalmente proseguibles.

La criminalización secundaria:

Es el proceso caracterizado por la asignación criminalízate a un individuo


concreto de una conducta prevista como tipo penal en la Ley. Para el "Labelling
Approach" la selección de cuál individuo específico debe ser procesado
(etiquetamiento) no se rige por criterios técnico-jurídicos, sino según estereotipos
criminales que se estructuran en el imaginario de los operadores del Derecho Penal.

"El mandato abstracto de la norma se desvía sustancialmente al pasar por el


tamiz de ciertos filtros altamente selectivos y discriminatorios que actúan
guiados por el criterio del estatus social del infractor".

Por tanto, si en le proceso definitorio de la criminalización primaria se escogen


conductas, en la criminalización secundaria se concretiza individualmente la
secuencia selectiva, definiéndose a las personas delincuentes….

Dentro de las posiciones del Paradigma de la Reacción Social se prestó especial


atención a los efectos criminógenos de la atribución del status de delincuente
(criminalización secundaria), racionalizándose que el etiquetamiento del
individuo y su consecuente estigmatización producían un fenómeno identificado
como "desviación secundaria", consistente en la potenciación de la desviación
caracterizada porque la persona etiquetada rompe definitivamente su nexo con el
orden social normativo, reforzando su "fidelidad" a la desviación y produciendo
un cambio de identidad o "reconstrucción" adaptativa de la personalidad (ajuste
de imagen), en la que el individuo asume coherentemente las estereotipadas
expectativas sociales que le asignan y se comporta de manera correspondiente.
GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, cuando afirma que este significativo paradigma
ha destacado tres elementos básicos del Control Social Penal: su comportamiento
selectivo y discriminador, su función creadora de la criminalidad y la secuela
dañosa y estigmatizante que se deriva de la acción del Sistema Penal.

Características de la Teoría del


“etiquetado”
1. Consiste en un cambio de enfoque dentro de las teorías del proceso social, no se
interesa por las causas del delito sino que analiza las situaciones postdelictivas, es
decir, cuando el delincuente es castigado y “etiquetado” como criminal.

2. La actividad criminal no existe como tal, ningún comportamiento humano, por


desviado que sea, se convierte en delito sino en virtud de la actividad de las
instancias de control formal (si alguien roba y no es detenido no puede ser
calificado de ladrón).

3. No existe una distribución uniforme de la delincuencia entre la población y la


realidad carcelaria, tampoco es representativa de la objetiva medida de la
criminalidad. El estatus social es el filtro que selecciona discriminatoriamente el
adjetivo de “delincuente”.

4. Proceso de estigmatización: el individuo interioriza el rol de delincuente como


consecuencia del “etiquetado”, lo cual le aboca hacia la carrera criminal. Es la
denominada desviación secundaria.

Esta teoría se denomina también de la reacción social ya que, atendiendo a la


estigmatización o efecto criminógeno, la sanción se base en dos conceptos:

-La calificación de una conducta como desviada la hace la propia sociedad cuando una
conducta se aparta de lo socialmente establecido.

-La reacción social es el proceso generado tras el etiquetado. Es una estigmatización que
aumenta cuando el individuo, además de haber delinquido, ingresa en prisión. Es
apartado de su contexto social y sometido a otro que va a influir en él.

Tras ser etiquetado, el individuo ingresa en el grupo penitenciario, asume nuevos roles
que le provocan cambios de distinta naturaleza, ese nuevo entorno acentúa su
estigmatización.

El etiquetado de delincuente aboca al sujeto a la carrera delictiva.

Críticas a la teoría del etiquetamiento

"Las teorías de la reacción social proponen de manera positiva la necesidad de situar al


delito o al comportamiento desviado en su contexto de interacciones sociales. Difícil
resulta, por el contrario, aceptar sus propuestas de abandonar las investigaciones
realizadas por la criminología tradicional y renunciar al sistema penal", esta es una
valoración en cierta medida generalizada respecto a dicha teoría, que es asumida con
bastante escepticismo por no pocos criminólogos.

Esta no brinda solución alguna al problema de la desviación misma, ni los fenómenos de


control y prevención del delito, además entre sus omisiones está el estudio de la
víctima. Se le toma como una teoría que se centra solo en criticar la acción del control
penal y de sus instancias criminalizadoras, desatendiendo toda referencia calificativa.

Encontrando también fuertes críticas en lo tocante al momento anterior a la comisión del


delito, donde por el hecho de no hallarse descubierto, los actores desconocidos no tienen
porque haber sido etiquetados; refutando entonces que

"La concepción de la estigmatización tiende a anular el argumento crítico que ella misma
expresó contra las teorías biológicas, psicológicas y sociológicas, consistente en denunciar la
ausencia de un objeto preciso de análisis.

Los estudios criminológicos deben comprender, con el apoyo del método comparativo,
todos los aspectos de la delincuencia. Es decir, tanto las circunstancias sociales y
personales que condicionan su surgimiento, como los medios penales utilizados para
combatirla y los efectos de la utilización de estos medios sobre el sistema penal". Se le
objeta que no se expresen respecto a la explicación y presencia de una conducta
socialmente no deseada pero no institucionalizada como delito, y por tanto fuera del
alcance de Derecho Penal.

Nuestra conclusión es que si bien es cierto que la teoría de la estigmatización no tiene un


alcance íntegro sobre los fenómenos de la delincuencia y el delincuente , los que por su
propia naturaleza no permiten una delimitación absoluta mediante discernimientos
unívocos, no podemos ignorar que el efecto estigmatizante del derecho penal, sin ser el
único y determinante elemento a tomar en cuenta, sí influye sobre estos procesos.
Señalamos que es imprescindible acotar temporalmente dicha tesis, de modo que solo se
puede apreciar una vez que interviene el derecho penal en la vida del individuo.

Aportaciones de la teoría del


etiquetamiento.

"...El labeling approach ofrece una serie de nuevos conceptos y promueve el estudio de un
ámbito, cuyo objeto se ha tomado poco en cuenta tradicionalmente. Por la forma en que
agudiza la visión respecto al proceso penal, la aplicación del Derecho, así como en lo
relativo a las consecuencias sociales de selección y reacción, resulta significativo ante
todo como principio de investigación" , así reflexiona al respecto el eminente profesor
Núñez Paz, quien a su vez condensa las bases de dicha teoría en:

• Objetar la escala de valores de la sociedad y presuponer la normalidad del


delito.
• Criticar la realidad del delito que se da a conocer. Por estar marcadamente
dominada por los criterios de la clase dominante –generalmente sinónimo
de la burguesía enriquecida- a través de la construcción del delito y de
selección del delincuente.
• Denunciar como los procesos penales están caracterizados por lo que el
autor denomina adscripción estigmatizante.
• Analizar las implicaciones político criminal de la descriminalización y
alternativas a la pena privativa de libertad.
Siguiendo el análisis de dicho autor y en contraposición a las particularidades el control
social, tenemos que la teoría del etiquetamiento lo corrige en:

• Su manifestación selectiva y discriminatoria.


• Su función constitutiva y generadora del delito, en vista de que las
agencias de control social actúan previas a la infracción, etiquetando al
individuo y con ello generando el delito.
• Su efecto estigmatizante, al pasar el sujeto por las agencias del control
social formal queda señalado y con ello se generan la desviación
secundaria y de las carreras delictivas.

Luego que se extingue la sanción


penal...

Conforme a lo ya dicho analizamos como el sancionado previendo que luego de su


estancia en el universo carcelario lo que exige una adecuación a los difíciles cánones de
esta subcultura y con la que inevitablemente se sostienen las relaciones sociales sui
generis ,es decir , que "Son relaciones sociales basadas en el egoísmo y en la violencia
ilegal, en cuyo seno los individuos socialmente más débiles se ven constreñidos a
funciones de sumisión y explotación" -destacamos que el individuo en su afán de
conservar de su estatus tiende a perpetuar dichas conductas, que lógicamente no son
admitida en la sociedad. Mientras que la sociedad reacciona con el rechazo, "Una
profecía autocumplida es aquella que desata una cadena de acontecimientos que hacen
que ella se verifique", se trata de un fenómeno psíquico comúnmente verificable, y trae
relevancia a nuestro tema si pensamos como las constante manifestaciones
estigmatizantes pueden contribuir en gran medida a que se confirme la conducta
delictiva.

El sancionado determinando que su único recurso ante este repudio social y realzado en
parte por el instinto humano de defensa, responde con otra agresión que toma forma en
el acto delictivo, y así se repite la secuencia multiplicadora del delito.

• Referido esto, está además el fenómeno de autoestigmatización, en la que no está


ausente la sociedad porque en ella es que el individuo se educa en esta concepción
pero que en este caso en concreto, con esta persona precisa y en tal momento, no
actúa con rechazo, sino que es el sancionado quien no reacciona positivamente.
Hay que apuntar que la personalidad es algo bien complejo, así que las reacciones
de cada individuo pueden estar determinadas por múltiples motivos; esta
resistencia a la socialización puede darse en personas retraídas, tímidas,
flemáticas, aisladas, con reacciones pacíficas y en otras muy agresivas,
impulsivas, impetuosas, tendientes a exteriorizar su estados anímicos. Nuestra
propuesta al respecto es el tratamiento terapéutico, promovido por el estado y las
organizaciones sociales, en vista que se trata de un asunto particular de cada
sujeto.

Por tener dicho efecto un fundamento básicamente social es imposible atraparlo en los
marcos de la temporalidad, así que se convierte en una carga a acarrear por toda la vida
del sancionado. Efectivamente esto se escapa de lo deseado por el Derecho penal al
sancionar, pero no por ello deja de estar este comprometido. El Estado, como órgano
rector de la Sociedad, tiene que ocuparse de atenuar dicha situación.

Haciendo un necesario aparte en lo concerniente a menores y jóvenes, en los


cuales este efecto produce secuelas trágicas y aun más preocupantes si
reflexionamos acerca de su intemporalidad. "Siempre se regresa al mismo lugar
de partida que es la pena, y aunque se identifique como un mal que debe
atenuarse o reconsiderarse para su puesta a prueba desde otras variantes que no
impliquen el estigmatizador internamiento, se reinicia la misma variante, y sobre
esta, se hacen todo tipo de deducciones sin otra salida que no sea el punto de
partida que puede motivar en un momento inicial el estudio de dicho fenómeno,
que en realidad, no ofrece expectativas cuando se observa a claras luces que no
existe otra cosa que seguir aplicando el Derecho Penal".

Como bien define Ríos Ferrer la problemática parece tonarse un laberinto de


Dédalo donde no se puede escapar del efecto estigmatizante. Hay que extremar
las medidas contrarrestantes de este efecto, evitar en lo posible las sanciones
herméticas y darle un tratamiento particularizado a los jóvenes (prisiones
independientes, asesoramiento psicológico... etc.), tal vez este sea el hilo de Teseo
que los haga salirse del delictivo laberinto.

Conclusión

En este trabajo aprendimos como se siente el criminal al ser señalado, y al


sentirse separado de la sociedad, nos damos cuenta que no es fácil convivir en
una sociedad después de haber delinquido. Porque por ejemplo si el individuo
delinquió la sociedad inmediatamente lo etiqueta aunque haiga sido por una
necesidad y después de haber cometido el hecho delictivo aunque el individuo no
vuelva a delinquir la sociedad lo seguirá etiquetando continuamente.

La incertidumbre laboral y económica, la falta de conciencia del tema, la violencia, la


incultura, la proyección individualista del hombre, la inseguridad pública, agravado por
la difusión y sobredimensionamiento de la información sobre casos de delincuencia
brindada por los medios de comunicación masiva, hace que cada día la sociedad se aleje
más de la ansiada reinserción del penado. Mientras que por su parte el Estado y su
andamiaje punitivo no se encarga de atenuar este efecto, llegando incluso en casos
extremos a buscar en él precisamente la pena. Este es un conflicto primordial en los días
de hoy, puesto que como hemos analizado el efecto estigmatizante puede actuar como
multiplicador de la delincuencia, y es responsabilidad de Estado y la Sociedad
solucionarlo, así lo reclamamos nosotros.

La conciliación entre el delincuente y la sociedad debe ser alcanzada con la intervención


del Derecho Penal y la consecuente extinción de la pena, mientras que lo que realmente
ha provocado es agudizar el antagonismo.

Nuestras recomendaciones son:

• Mantener el principio de última ratio del derecho penal, "la más rigurosa
reducción posible del sistema penal”, es decir, convertirlo en el último
medio de control social. Respetando lo que la doctrina gusta de denominar
ámbito libre, donde el ordenamiento jurídico no debe intervenir porque
puede generar más daño que el realmente causado.
• Que los órganos legislativos se hagan eco de los estudios de eminentes
criminólogos que defiende la teoría del etiquetamiento, y que sobre la base
de un examen profundo de esta, se arriben a conclusiones legales
consecuentes.
• Impedir que se establezcan relaciones sociales de violencia y fomento de la
actividad delictiva en los establecimientos penitenciarios. Hay que poner
fin a las "carreras delictivas" que allí se avivan. Sobre la base de que la
ejecución de la sanción tiene preestablecido un límite temporal, se tiene que
preparar al sancionado para su reinserción y no acentuar su exclusión
permitiendo que en la cárcel mantenga conductas contrarias a las
admitidas socialmente.
• Aumentar la gama de sanciones no privativas de libertad y alternativas a
la de privación de libertad (realizables). Nos parece conveniente la idea del
trabajo con la comunidad, como ya se viene haciendo en algunos países
europeos de tradición jurídica continental y en los de influencia
anglosajona, sin perjuicio de lo que la mayoría de las legislaciones
consignan acerca de la prohibición del trabajo forzado. Ciertamente debe
reflexionarse acerca de las preeminencias de evitar el internamiento y la
institucionalización del sancionado.
• Extraer a los menores del alcance del Derecho Penal y extremar las
medidas neutralizadoras de este efecto para los jóvenes.
• Evitar el establecimiento de sanciones estigmatizantes, porque genera
irremediable y patentemente diferenciación entre el sancionado y los no
sancionados, ambos ser sociales dependientes de esta interacción.
• Que el juez, el instructor policial, las organizaciones sociales y de masa u
otro organismo que la administración determine, se encargue oficialmente
de asesorar con efectividad al sancionado y su círculo de relaciones
primarias para afrontar la resocialización.
• Sobre la base de que la reacción social respecto al penado sea satisfactoria
pero él se manifieste con hostilidad, es necesario promover el tratamiento
terapéutico, por parte de las organizaciones sociales y estatales, así como
el determinante papel de la familia y demás componentes del grupo
primario.
• Como ya dijimos en otro momento, promover programas sociales para que
se asuman posturas pacificadoras, conciliadoras, de respeto a la dignidad
humana.

Bibliográfica

Http://www.ascolcrim.es/articulos/cuaderno04.htm

Http://www.monografias.com/trabajos13/estigma/estigma.shtml
Http://criminologiausco.blogspot.com/2005/08/anlisis-del-control-social-desde-
una.html

Http://elmundodewandesa.blogspot.com/2009/05/teoria-del-
etiquetamiento.html
¡Muchas gracias!

Reflexión:

"Constantemente se nos presenta en la vida el sentimiento de abrazar una


ilusión, la cual llega a brillar en nuestras mentes a través de dudas y
temores, pero no hay por que preocuparse, todos hemos pasado momentos de
incertidumbre.

El seguir con nuestros planes y esperanzas hará que esas ilusiones logren
convertirse en realidad. Solo nosotros mismos sabemos cuales son realmente,
por lo que debemos tener fe y confianza en nosotros mismos para lograr
llegar al camino correcto, el que nos conducirá a la realización de esas
ilusiones."

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