Un poco de historia El general Jorge Ubico, llevaba ya 13 años y medio de gobernar al país a base de látigo, plomo, tortura y una que otra obra de infraestructura. Fue un grupo de profesionales, estudiantes y obreros los que iniciaron el movimiento para sacudirse del tirano; envalentonados, los estudiantes universitarios desfilaron un sábado de junio pidiendo garantías. Al día siguiente de la iglesia de San Francisco salió una manifestación de aguerridas mujeres protestando en contra de la represión; manifestación que fue disuelta a sablazos y metralla. Varias mujeres heridas y una maestra inmolada: María Chinchilla, fue el resultado de la agresión del ejército. Después de la renuncia de Ubico, dio lugar el 20 de octubre, a la alborada revolucionaria. La libertad, el civismo y la cultura se posesionaron de la patria. Fue en esa época que surgieron las conmemoraciones, resaltando entre todas: el 25 de junio, fecha en que fue ultimada la maestra María Chinchilla, designado así como el Día del maestro. El mejor homenje que pueda hacerse al maestro se resume en cuatro aspectos de la labor que el docente hace día a día. Estas expresiones contienen todo aquello que hace posible cambiar el mundo. Son el punto de apoyo que Arquímides necesitaba para mover el mundo. Primero, lo que todo maestro logra con su enseñanza es hacer desprender a esa persona de sus miedos, de la impotencia que genera el ver que otros alcanzan cosas que para unos parecen tan imposibles y tan distantes. El maestro posee en lo que enseña un enorme potencial económico, político y ético. Es el arco que al tensarse con la flecha permite que ésta llegue más allá de lo que llegaría una generación confiada en sí misma. Segundo, el maestro logra interesar a una familia que ve en cada uno de sus miembros las mejores posibilidades. Sin embargo, la frustración, la resignación y las privaciones que los padres han tenido, levantan un muro de ineficacia hacia el futuro y silencian el éxito de sus miembros. El maestro se yergue sobre ese muro, mudando todo tipo de dudas y conduciendo con pasos firmes los caros anhelos que muchas veces se truncan dentro del seno de las familias. Tercero, el maestro logra el desmoronamiento de las limitantes mentales que como sociedad tenemos. Nos obliga a contemplar lo que puede crearse e impulsa la creación de nuevos fines. Muchas veces políticos, economistas, sociólogos, no saben hacia donde orientar consistentemente las opciones de su vida. El maestro, superando los vacíos de sentido, se aferra a los valores y el respeto por las normas obligando y forzando siempre un cambio de mentalidad que conduzca a la acción. Cuarto, el maestro logra un equilibrio de corrientes ideológicas desde todos los ángulos, las cuales conducirían a un eterno retorno a lo mismo vaciando desesperadamente toda condición de éxito en la vida. En suma, el maestro logra con su cotidianeidad lo que no logran padres, hermanos, amigos, políticos, economistas, sociólogos, estadistas, etcétera. El maestro logra comprometer al estudiante consigo mismo y esa es la fortaleza moral que mantendrá viva a Guatemala. Feliz día del maestro para todos los que se dedican a la maravillosa tarea de enseñar.