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Ana Ferrández Martínez.

Trabajo práctico sobre el Tema 7:

1. Indicar las principales consecuencias para Castilla del descubrimiento de América.

Los nuevos territorios supusieron una importante fuente de ingresos para Castilla, y
especialmente para la Corona, que controlaba el tráfico comercial y se reservaba la
quinta parte de todos los productos importados: quinto real. El oro y la plata fueron las
mayores riquezas que se extrajeron de América. Las minas más importantes se situaban
en Perú y en México (Zacatecas), aunque su plena explotación tuvo que esperar al
descubrimiento de la de mercurio de Huancavelica, al ser imprescindible para refinar la
plata. Los colonizadores que se asentaron en los nuevos territorios, buscaron fuentes de
recursos en la explotación de suelo y de las minas con la ayuda del trabajo de los
nativos. Exigieron a la Corona la concesión de tierras para cultivar y de minas para
explotar. Las minas eran propiedad real y ésta concedió su explotación a particulares a
cambio de la entrega de la quinta parte de todo el mineral extraído. Las tierras fueron
repartidas entre los colonizadores, a los que se les entregaba un terreno junto a un grupo
de indios. En ambos casos, el trabajo se basó en la explotación de la mano de obra
indígena. El descubrimiento de América supuso el prestigio internacional de la
monarquía española, consolidándose como primera potencia económica e imperio más
grande de la época. Los españoles introdujeron en Europa multitud de productos nuevos
procedentes de América: los tomates, el maíz, la patata, el cacao, el tabaco, el café, etc.

2. Indicar las principales características de los reinados de los Austrias mayores:


Sobre Carlos I recayó una doble herencia. Por un lado, el reino de Castilla, Navarra, la
Corona de Aragón, las posesiones americanas y los territorios italianos. Por otro, los
Países Bajos, Luxemburgo, el Franco Condado y las posesiones de los Habsburgo.
Además, fue nombrado emperador. El título imperial le proporcionó autoridad moral
para dirigir Europa en defensa de la cristiandad.
Carlos I llegó a la península en 1517 muy joven y rodeado de nobles flamencos y
borgoñones, que le ayudaron a gobernar. Como protesta, muchas ciudades de Castilla se
unieron e iniciaron la Guerra de las Comunidades. Carlos V, enterado de los hechos,
prescindió de los extranjeros y ofreció cargos a los nobles españoles. Por las mismas
fechas se produjo en Valencia y Mallorca la revuelta de las Germanías que enfrentó a la
burguesía de las ciudades con la alta nobleza. El conflicto finalizó con la victoria de esta
y del Emperador. El ideal de cruzada empujó a Carlos V a unir todos los reyes cristianos
contra los turcos y los protestantes alemanes. La difusión del protestantismo por los
territorios alemanes rompió la unidad religiosa del Imperio. Finalmente la paz de
Augsburgo estableció la paz entre católicos y protestantes. Enfermó y agotado, Carlos V
entregó los territorios austriacos a su hermano Fernando. Después, el monarca abdicó en
su hijo Felipe II quien recibió los territorios hispánicos y sus colonias. Felipe II
renunció a los territorios austriacos y al título imperial. De este modo, la monarquía
universal de Carlos V dejó paso a la monarquía hispánica de Felipe II. Decidió ocuparse
personalmente de todos los asunto de sus Estados y estableció la corte en Madrid. El
gobierno de Felipe II se extendió por toda la península ibérica al producirse la anexión
de Portugal. De esta manera, se constituyó un imperio gigantesco.
Felipe II se convirtió en un gran defensor de la ortodoxia católica. La Inquisición
persiguió las desviaciones religiosas y se celebraron autos de fe para juzgar a los
sospechosos de herejía. También se impuso la limpieza de sangre. De este modo, el
poder se concentró en un grupo reducido de cristianos viejos. Se dictaron leyes que
prohibían la importación de libros, se impidió a los estudiantes cursar estudios en el
extranjero y se publicó un índice de obras prohibidas. La promulgación de leyes que
impedían a los moriscos andaluces la práctica de su lengua y costumbres, desencadenó
la sublevación de las Alpujarras. Después de tres años, los moriscos fueron dispersados
por Extremadura, Galicia y la Meseta.
La voluntad de Felipe II de mantener la hegemonía política y la ortodoxia católica dio
como resultado guerras, que supusieron muchos gastos y que la Hacienda española
entrara en quiebra.
La monarquía de los Habsburgo era autoritaria. El eje central del gobierno lo constituían
el rey y sus auxiliares. La nobleza dejó de tener un papel determinante en la vida
política. La principal función del rey era la defensa del territorio y, por tanto, la
dirección del ejército y las relaciones con otros Estados. También se encargaba de la
recaudación de impuestos y de la administración de los recursos económicos.
Para el desempeño de las funciones básicas del Estado se fueron creando una serie de
organismos. Este es el caso de los Consejos, que asesoraban al monarca en la toma de
decisiones. El centralismo de los reyes provocó la decadencia de las Cortes.
En el siglo XVI, la población de los reinos hispánicos fue aumentando. El reinado de
Carlos I fue de expansión económica. Andalucía se enriqueció por el comercio con el
Nuevo Mundo, que se organizó desde el puerto de Sevilla. En los puertos del Norte se
seguía exportando la lana de la Mesta. La llegada de elevadas cantidades de oro y plata
enriqueció a una parte de la sociedad española, que pudo vivir ociosamente y con gran
lujo. Puede decirse que la riqueza aumentó en todos los reinos hispánicos. Con Felipe II
se evidenciaron los primeros síntomas de crisis. Los motivos de este declive son el
derroche de dinero en las guerras en Europa, la escasa atención prestada a la agricultura
y a la industria y el ambiente de lujo y ocio de los más ricos.

3. Indicar las principales características de los reinados de los Austrias menores:


Felipe III, Felipe IV y Carlos II.

Durante los reinados de los Austrias menores, se destruye en un siglo todo aquello que
habían conseguido los reyes Felipe II y Carlos V, es decir, pasan de ser la primera
potencia de Europa a ser una segunda potencia después de Francia. A pesar la evidente
decadencia española es inevitable tener en cuenta la crisis general europea.

Se producen levantamientos de Cataluña y Portugal, instigados por los rivales de


España, que a su vez revisten el triple carácter de las guerras civiles, conflictos
internacionales y revoluciones sociales. Las derrotas militares españolas son continuas y
el desmoronamiento del imperio se aligera: Westfalia (1648), Pirineos (1659),
independencia de Portugal (1668). La crisis económica comienza a manifestarse en
España un cuarto de siglo antes que en el resto de Occidente (1605 - 1610). La
depresión, se dio con especial intensidad en Castilla, que experimentó una acusada
despoblación y su moneda estuvo sometida a ininterrumpidas depreciaciones. Con este
problema, se repiten las bancarrotas estatales (1627, 1647, 1656, 1664), y sobre todo las
alteraciones monetarias. Durante la segunda mitad del siglo XVII, se da en la economía
española y sobre todo en la castellana, la fase más aguda de la depresión, con una
coyuntura enmascarada por nuevas oleadas inflacionistas y deflacionistas. El gran
periodo de inflación de 1664 - 1680, arruina lo poco que quedaba en pie de la economía
española y castellana.

En el siglo XVII, la población, además de estancarse demográficamente, se va


corrompiendo, a causa de las crisis que sufre España: la aristocracia es pobre y se vale
de los más indefensos para enriquecerse y propician levantamientos para quitar poder al
rey. El clero pierde aumenta en cantidad y es el recurso para salir de la pobreza aun sin
ninguna vocación. La clase media continúa agrupándose en gremios y las clases
burguesas sufren más la crisis.

BIBLIOGRAFIA

aportesdeldescubrimientodeamerica.blogspot.com/

www.escueladigital.com.uy/.../descubrimiento/descubrimiento.htm

www.priceminister.es/.../Fernández-Álvarez-Manuel-Los-Austrias-Mayores-Y -La-
Culminacion-Del-Imperio-1516-1598-T-8-Libro.html

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