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Las fibras sintéticas

Las fibras sintéticas se elaboran mediante síntesis químicas, a través de un


proceso denominado polimerización

El proceso de polimerización, aplicado a determinadas materias primas,


permite la obtención de fibras sintéticas. Los polímeros son moléculas
orgánicas complejas, formadas como resultado de la unión de varias moléculas
orgánicas simples, los monómeros. Al constituirse un polímero, los monómeros
forman entre sí una larga cadena lineal, con extraordinarias condiciones de
ligereza, elasticidad y resistencia. Dichas propiedades son fundamentales para
la fabricación de todo tipo de fibras. En este sentido, los polímeros se emplean,
además de para fabricar tejidos, en la elaboración de plásticos, productos
estructurales diseñados para resistir esfuerzos —parachoques de automóviles,
tuberías—, aislantes, filtros, cosméticos, así como en la industria eléctrica,
electromecánica, del mueble o de la construcción. Las fibras sintéticas se
pueden clasificar en: políamidas, poliésteres, poliacrílicas, polivinilos y
polipropilénicas.

Fibras sintéticas en la industria textil

La elaboración de fibras sintéticas textiles se realiza a partir de materias primas


que se encuentran con relativa facilidad y son, en términos generales, poco
costosas: carbón, alquitrán, amoniaco, petróleo, además de subproductos
derivados de procesos industriales. Las operaciones químicas realizadas con
estos materiales permiten obtener resinas sintéticas que, tras su hilado y
solidificación, resultan elásticas, ligeras y muy resistentes tanto al desgaste
como a la presencia de ácidos u otros agentes externos. La incorporación de
un colorante al polímero permite teñir el material antes de su hilado, lo que se
traduce en un óptimo nivel de estabilidad cromática en la fibra, que, además de
no desteñir, elimina la necesidad de recurrir a posteriores operaciones de fijado
del tinte.
El nailon

A comienzos de siglo Wallace H. Carothers inventó el nailon, a partir de la


polimerización de una amida —cada uno de los compuestos orgánicos
nitrogenados que resultan de sustituir uno, dos o los tres hidrógenos del
amoniaco por radicales ácidos— Carothers descubrió que el polímero
resultante presentaba la propiedad de transformarse fácilmente en filamentos.
Fue en la década de los años treinta cuando se inició la fabricación de nailon a
gran escala. El éxito fue muy rápido, lo que favoreció la aparición de otras
fibras. El nailon se emplea, por ejemplo, para confeccionar géneros de punto.
En 1940 la empresa Du Pont comercializó las primeras medias fabricadas con
esta fibra.

Otras poliamidas

- Otros ejemplos de potiamídas son el lilión o el perlón, que, con frecuencia, se


utilizan en copos que se mezclan con lana y algodón en hilados mixtos. El
resultado son fibras más reforzadas. Una de las propiedades características de
las poliamidas es su elevado grado de resistencia a la rotura.

Entre los poliésteres cuyo uso está más extendido en la industria textil, pueden
mencionarse el dacrón y el terital, que derivan del carbón y del petróleo. A su
resistencia añaden cualidades de indeformabilidad; además, no se arrugan.

En la confección de géneros de punto se utilizan habitualmente fibras acrílicas


como el leacril, el dralón o el orión, derivados del carbón, el petróleo y el gas
natural. Su propiedad fundamental es que son muy ligeras.

Fuente de investigación acrochet

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