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Sungazing (también conocido como sun gazing, curación solar, observación solar, Sun
Yoga, Surya Yoga y Solar Yoga) es el nombre que recibe la práctica de miras
directamente al sol en su ocaso o salida durante unos minutos con la creencia de que
ello permite recibir su luz, energía, y complementar, mejorar o reemplazar la
alimentación con comida.
Similar a la teoría de la alimentación a partir del aire, no hay evidencia científica que
avale esta práctica.
Contenido
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1 Peligros
2 Reivindicaciones de los observadores solares
3 Proceso
4 Estudios científicos
5 Críticas
6 Defensas
7 Observadores famosos
8 Referencias
9 Véase también
10 Enlaces externos
[editar] Peligros
La práctica de mirar al sol es peligrosa, ya que mirar directamente al sol, incluso por
períodos breves de tiempo, puede causar daños graves a los ojos e incluso ceguera.[1] La
retinopatía solar es una patología del ojo debida a la radiación solar[2] que se produce
frecuentemente por mirar al sol durante los eclipses solares.[3] Aunque la pérdida de
visión que resulta de este daño es generalmente reversible, se han producido informes
de daño o pérdida de visión permanentes,[4] por lo que la mayoría de oftalmólogos
aconsejan a sus pacientes no mirar directamente al sol[5] durante los eclipses solares.
También hay evidencia de que la exposición al sol puede producir cáncer de piel.
Mirar al sol se ha utilizado con otras técnicas como el Método Bates para mejorar la
vista, pero muchos practicantes creen que basta con la luz solar para mejorar o
recuperarse completamente de los defectos visuales.
Manek y otros muchos observadores solares han informado de haber tenido un amplio
rango de experiencias espirituales como resultado de su práctica, algunas veces
incluyendo, pero no necesariamente limitadas a:
sentimientos de bienestar,
conexión con la naturaleza,
sentimiento de iluminación espiritual, y
firme convicción acerca de la práctica de mirar al sol
[editar] Proceso
La práctica de observar al sol se realiza a menudo descalzo en contacto directo con la
tierra desnuda, y para la mayoría, durante las "horas seguras": la hora siguiente al
amanecer y la hora anterior a la puesta del sol[8] , especialmente cuando estos procesos
ocurren al nivel del horizonte (es peligroso cuando ocurren sobre una montaña o colina
y el sol está alto sobre el horizonte). Otras personas sienten que se puede practicar en
otros momentos del día y han propuesto que hay muchos factores que influyen en este
proceso[cita requerida], como cambios que se producen durante su transcurso que son capaces
de alterar la fisiología humana de tal forma que se puede mirar al sol durante periodos
más largos de tiempo, o en horas no necesariamente "seguras"[cita requerida].
Las autoridades de esta práctica, como Manek, suguieren que los que quieran realizar
esta práctica lo hagan con precaución. Su centro de sanación solar[9] recomienda a los
practicantes que miren al sol durante 10 segundos el primer día, 20 el segundo, 30 el
tercero y así sucesivamente hasta alcanzar los 44 minutos, durante el transcurso de unos
nueve meses.
Debido a la forma en que trabajan los ojos, mirar al sol durante un eclipse solar puede
ser especialmente dañino, y por esta razón la idea es criticada por los observadores.
[cita requerida]
Además, los observadores no recomiendan ayunar por uno mismo, aunque sugieren que
podría en última instancia trascender la necesidad de alimentarse mediante la
observación.[cita requerida]
Algunos practicantes, impacientes por los resultados, han practicado durante una hora o
más, con la esperanza de conseguir algún tipo de cambio notable. Desafortunadamente,
el único cambio que resulta típicamente es la retinopatía o la formación de moscas
oculares. Este tipo de discapacidad puede incluir un punto brillante, típicamente del
tamaño angular del sol, justo en el centro del campo de visión de nuestro ojo, lo cual
puede dificultar la visión en esa parte del ojo. Esta incidencia, de acuerdo con las
mismas fuentes, se puede evitar ejercitando la paciencia y la precaución, mirando al sol
solo unos pocos segundos al principio y aumentar el tiempo de exposición
posteriormente.
Manek ha creado un sitio web que ofrece más ayuda y estudios sobre esta materia.
Hira Ratan Manek, de hecho, ha afirmado en su sitio web [1] que ha sido testeado en
varias ocasiones bajo condiciones de ayuno extensas: primero en Calicut, India bajo la
dirección del Dr. C.K. Ramachandran; después en Ahmedabad, India bajo un equipo
internacional de 21 médicos y científicos dirigidos por el Dr. Sudhir Shah y el Dr. K. K.
Shah[2], el Presidente de la Asociación Médica India en aquel momento; y
posteriormente, en la Universidad Thomas Jefferson y en la Universidad de
Pennsylvania. Otras fuentes [3] [4] han indicado que la NASA también ha observado a
Manek, sin embargo, la NASA lo niega[5].
Aunque estas fuentes sugieren que se ha realizado un trabajo científico sobre esta
práctica, los resultados no se han publicado extensamente y ni las comunidades médica
ni la científica han reconocido abiertamente su validez. La comunidad de observadores
todavía espera un estudio riguroso y definitivo para resolver el asunto.
[editar] Críticas
Las ideas de sobrevivir sin comida, o inedia, y mirar al sol tienen muchos oponentes y
críticas[6][7][8] [9]. Estas prácticas se han tachado de curandería, pseudociencia y no
científicas en muchas ocasiones. Médicos, científicos y otros han condenado la práctica
de mirar al sol:
1. La mayor parte de las críticas se centran en la idea de que mirar al sol es una práctica
no saludable que podría provocar daño en los ojos e incluso ceguera, antes que
favorecer la salud. Se sabe que la retinopatía solar se produce de esta forma y los
eclipses solares dejan a menudo a los observadores con ceguera de diversos grados y
persistencia.[12]
2. Los críticos contraponen que el cuerpo humano no tiene ningún órgano para convertir
la luz solar en una forma de energía que pueda utilizarse como combustible. Los
animales normalmente utilizan amplios sistemas digestivos para desmenuzar la comida
sólida en nutrientes y energía. Los observadores afirman que sus ojos pueden convertir
la luz solar en energía para sus cuerpos. Sin embargo, mientras que las plantas poseen
clorofila para facilitar la fotosíntesis, los seres humanos no poseen clorofila en sus ojos.
2a. Incluso si un ser humano pudiese de alguna manera aprovechar la energía del sol a
través de sus ojos y convertirla en energía y nutrientes, los ojos proporcionan un area
demasiado pequeña, especialmente en comparación con las hojas de las plantas verdes.
Además, los humanos requieren una mayor cantidad de energía para su sustento que las
plantas. Mirar al sol tendría que ser decenas o centenas de veces más eficiente que la
fotosíntesis para producir suficiente energía como para mantener a un ser humano
mínimamente funcional.
3. Unido al posible daño a los ojos, algunos estudios han mostrado que la exposición al
sol puede incrementar el riesgo de cáncer de piel.
[editar] Defensas
Los observadores aducen que algunas de esas críticas utilizan técnicas populares de
amedrentamiento contra esta práctica en un intento de asociarle connotaciones
emocionales con una base científica relativamente pobre:
1. Los partidarios creen que actuando con precaución y siguiendo el proceso indicado
por Hira Ratan Manek pueden evitar la retinopatía, la ceguera y otros defectos de los
ojos potencialmente dañinos. Esto significa mirar al sol solo cuando sus rayos son
débiles, alrededor del amanecer y el atardecer y acondicionado los ojos a niveles
crecientes de luz, de una forma similar a unejercicio mental o físico. No recomiendan
mirar al sol durante los eclipses solares.
2. Aunque es verdad que los ojos humanos no poseen clorofila, hay otras formas de
convertir la luz en energía. Las células fotovoltaicas, es decir, los paneles solares,
pueden también aprovechar y convertir la luz solar en energía. Para que funcione la
fotosíntesis, todo lo que se necesita, en teoría, es una manera de aprovechar el efecto
fotoeléctrico para alimentar una cadena de transporte de electrones. Los observadores
del sol mantienen que el ojo humano posee realmente algún tipo de células fotovoltaicas
y que este podría ser el medio por el cual los humanos pueden sobrevivir con energía
solar.
2a. Los practicantes creen que aún hace falta experimentar y analizar mucho más su
práctica. Hay algunas teorías que podrían explicar cómo una superficie tan pequeña
como la de un ojo podría absorber la luz solar y convertirla en la misma energía que la
comida.[cita requerida] Es posible que las células fotovoltaicas que se supone que existen
sean altamente eficientes para convertir energía. Sin embargo, otra posibilidad es que la
energía solar actúe más como catalizador o disparador que estimule la producción de
energía de alguna otra fuente.
Mientras que se admite que no hay pruebas científicas actualmente para esta actividad,
también se sugiere que casi no hay evidencias que la falseen tampoco. La comunidad de
observadores está esperanzada en que en el futuro el tema reciba un tratamiento amplio
y completo por la ciencia y la medicina.
Si deseas continuar, hazlo durante otros tres meses más, aumentando 10 segundos cada
día. Cuando lleves ya seis meses practicando, estarás alrededor de los 30 minutos. En
ese momento, todos tu malestar y tus dolencias físicas habrán desaparecido. Si éste es tu
objetivo, puedes abandonar la práctica en ese momento y comenzar con la "práctica
pos-mirar al sol". Sin embargo, si deseas continuar, hazlo durante otros tres meses más,
aumentando de nuevo 10 segundos más cada día. Cuando ya hayas llegado a los nueve
meses de práctica, estarás alrededor de los 44 minutos. Este es el máximo. NO
SUPERES los 44 minutos. Notarás que en este periodo la sensación de hambre va a ir
disminuyendo hasta que finalmente desaparezca y ya no necesites la comida nunca más.
La práctica de mirar al sol debe abandonarse en ese momento, pues ya no será necesario
continuar con ella. Según Shri Manek, durante los primeros tres meses la glándula
pineal se está activando, y el hipotálamo (o el camino del ojo al cerebro) se está
cargando. Tras este periodo, la energía solar comienza a almacenarse en cada una de las
células del cuerpo. Cuando todas ellas están cargadas ya no es necesario continuar
"mirando al sol". Solamente es necesario realizar la práctica "pos-mirar al sol" para que
el cuerpo se recargue. Shri Manek explica que nuestro cuerpo necesita grandes
cantidades de energía para digerir alimentos y para que nuestro cerebro/mente se ocupe
de todos los problemas mentales, depresión, sentimientos negativos, etc. que sufrimos.
Sri Manek asegura que, ya que la práctica de "Mirar al sol" ha acabado con todos estos
problemas mentales, él se siente calmado y tranquilo, así que no utiliza/pierde energía.
Puesto que ya no come, tampoco requiere energía para la digestión. ¡Así, sus
necesidades energéticas se reducen enormemente y puede hacerles frente sin necesidad
de comida!
Conclusiones: No hay necesidad de "Mirar al sol" durante nueve meses ni llegar a los
44 minutos. La práctica puede interrumpirse cuando se quiera - a los tres, seis meses,
etc. Notarás los beneficios según el tiempo de práctica.