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07/04/2011

LOS NIÑOS GRANDES MAESTROS.

Niños que nos sorprenden con su sabiduría tan natural y original, es una
combinación entre inocencia e imprudencia que sale siempre a la luz para dejar al
descubierto lo más recóndito de lo que menos esperamos ver y oír.

Niños que siempre se admiran hasta de las cosas más sencillas y sorprenden con
sus preguntas tan Espontaneas, que dejan a la vista cuan complicados y ocupados
solemos estar los adultos que muchas veces no nos damos el tiempo para
detenernos a admirar lo hermoso de la vida y mucho menos preguntarnos de esa
manera tan espontanea y peculiar con que ustedes suelen hacerlo del porque de las
cosas y mucho menos de la belleza de la vida. ¡Ay niños cuanto nos enseñan!

Niños que con solo una mirada profunda pueden conquistar el mundo, porque no
hay quien se resista a su tierna mirada, ni a su perspicaz sonrisa, ellos nos van
sondeando y encuentran la manera de ganarse nuestros corazones, bien sea con
una palabra, con una pregunta, con una sonrisa, con una mirada. Ellos siempre
buscan la manera de escabullirse y entrar para conquistarte de la manera que sea.

Niños muchas veces queremos ser sus maestros y nosotros los adultos acabamos
siendo sus alumnos, ya que al final nosotros somos los que más terminamos
aprendiendo de ustedes, muchas veces se nos olvida que una vez fuimos niños y
gracias a ustedes vienen a nuestras mentes tan hermoso recuerdos de la niñez,
gracias por permitirnos aprender de ustedes, la inocencia, la transparencia y sobre
todo la sencillez, la espontaneidad, y lo más importante de la vida, el ver las cosas
sin complicaciones.

Niños ustedes son como flechas en manos de nosotros los adultos, sí, es cierto que
llegaran tan lejos como nosotros los lancemos, hoy nosotros como padres, amigos,
hermanos y maestros queremos verlos llegar muy lejos, pero no todo depende de
nosotros, también depende mucho de su constancia, de sus ganas y de sus
esfuerzos, si por nosotros fuera quisiéramos protegerlos para que el mundo no los
contamine con todo lo malo que lo está dañando. Pero ustedes crecerán y les tocara
ir decidiendo.
Mil gracias por permitirnos no solo enseñar; sino también haber aprendido a ser
nuevamente niños de verdad. Siempre los llevamos presente en nuestras oraciones
y en nuestros corazones han dejado una huella imborrable que siempre se verá
reflejada en cada niño que se cruce en nuestro caminar.

Joel Zerpa sm.

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