UN RETO, HECHO REALIDAD

Realmente no sabía cómo decirlo, sé cómo soy y conozco mis limitaciones, ella las
conoce, sabe cómo actúo, en poco tiempo nos hemos conocido mucho, demasiado, la
quiero. Ella es distinta, es… especial. Si nadie hasta ahora había conseguido hacerme
sonreír por que sí, ella lo ha hecho, soy feliz y no me importa demostrarlo, por primera
vez en 14 años de mi vida… soy así.

 ¿Me quieres?
 Oh, no sé qué decir… no me lo esperaba… pensaba que eras más tímido…
nunca me imaginé que me lo fueras a decir… y mucho menos tan
directamente… me has dejado sin palabras…
 Sencillamente di lo que el corazón te dicte.
 Sí, te quiero.

La sonrisa que se le escapó me hizo recordar por qué me gustaba, por qué la
quería, su sonrisa inocente, entrecortada, con la lengua asomando por fuera…

 Venga nene, ya es hora de despertarse, ¡que es tarde!

 Ya va mamá…

¿Y ahora cómo le digo yo eso a Clara? En el sueño parecía tan fácil… Bueno,
todavía tengo para pensármelo, no llegará hasta mañana, eso sí, ¡de mañana no pasa!
No puede pasar, o si no me ocurrirá como con todas, seremos “amigos para siempre”
y no, no me hace gracia, a diferencia del resto, ella es de mi edad, es guapa y me cae
fenomenal, no la puedo perder, debo de dejar a un lado todos mis complejos y ser un
poco más valiente… por una vez.

Pero no es tan sencillo, muchos de mis amigos lo hacen a diario prácticamente, lo

sé, a mí eso me cuesta muchísimo. O a ellos la vida les venía con un paquete de
instrucciones para ser más lanzados o… no se me ocurre solución posible, pidiendo
ayuda a esas personas puede que sea más fácil.

Dicen que a la tercera va la vencida, y Clara es la tercera chica que me gusta, la

tercera desconocida a la que le hablo por que sí, porque no tenía nada mejor que
hacer. No la puedo dejar marchar y esta vez, no quiero que nadie me ayude, lo voy a
conseguir yo solo, al final, esas personas que supuestamente te guían solo fastidian,
todo el mundo se entera (que en el fondo me da igual), no tengo nada que ocultar, sí,
me gusta Clara, pero hay un problema y es que por una vez, por una jodida vez, me
gustaría que ella se enterase por mí y no por esos buenos amigos que tengo.

Solo yo… no quiero ni fingir ser otra persona ni nada parecido, si le he caído bien
¿por qué no le podría gustar, sin presiones por otros lados ni nada?

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  Yo: Paula te tengo que contar una cosa! =P
 Pauula: ¡Diime!(=
 Yo: Mira… me gusta una niña, se llama Clara^^ la que te dije el otro dia, no se,
creo que le gusto a ella, porque cuando hablamos siempre está muy cariñosa
conmigo :3 pro no estoy seguro de si es xk me quiere como un buen amigo o
como algo mas… =S
 Pauula: Jajaj ya sabes como somos las niiñas… nunca iintentes entendernos
x) tiienes que ser valiiente ¿t gusta Clara realment?
 Yo: Si… pero tú ya sabes como soy =S
 Pauula: Puees deejate de tonteriias y se un poquito mas valiente ya veras
como lo consiigues de verdad^^
 Yo: bueno te hare caso… gracias(=

No tardé en contárselo a Paula (es lo que tiene tuenti, que al final te rindes), es sin
duda la persona en la que más confío, nunca me ha dado motivos para que no lo haga
y además siempre me ayuda. Aunque… ya se sabe, si se lo dices a uno… tienes que
ser equitativo, pronto también lo supieron muchos más, hasta las amigas de José
Antonio que se empeñaron en darme consejos, no las conocía de nada y sigo sin
conocerlas de nada, pero él me comentó lo que le dijeron, son chicas… ellas se
entienden, yo… no.

Pues bien, una vez lo sabe todo el mundo, es hora de que ella también, tiene
derecho, se supone que debo de confiar en ella, si de verdad es mi amiga, aunque no
le guste, no dejaremos de ser amigos, pero ¡y la vergüenza que yo paso! ¡Eso como
se devuelve! Más charlas con Paula y pronto todo quedó en su sitio, debo ser valiente,
esa niña, Clara, esos pelos rizados, lisos a veces, castaños; esos grandes ojos
marrones, su mirada fija, penetrante; ese cuerpo alto, delgado, perfecto; merecía la
pena pelear por él.

Pues sí, así he pasado el día, pensando en mañana, los estudios ya tendrán su
hueco otro momento, ahora, es mi momento, su momento, nuestro momento. Todo un
día pensando en cómo actuar al siguiente, parece una tontería, con lo fácil que es
decir te quiero, ¡si se lo digo todos los días! Ah, eso sí, hay un detalle, unas palabras
que hay que añadir… te quiero, pero de otra forma. ¿Cómo puedo saber si ella lo hace
de esa misma forma? Diciéndoselo, preguntándoselo, no queda otra, voy a luchar, si,
es la misma conclusión a la que llegué esta mañana, puede ser… necesito decírmelo
mucho, soy como soy y realmente no estoy convencido del todo. En serio… si esto lo
tienen que hacer todos esos niños que cambian más de novia que de calzoncillos…
por primera vez, no me gustaría ser como ellos. Bien pensado, algunos de esos chicos
no se ha cambiado en su vida de calzoncillos, aunque la regularidad con la que
cambian de novia es sorprendente.

Falta poco, muy poco, puede llamarme en cualquier instante, tendré que ir, dos
besos y… no puedo, solo de pensar en esos ojos… cómo me va a mirar… no puedo,
que no…

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  Que no Pau… que no me atevo! =S
 Venga ya! No me seas asii jo! Que si que tu puedes^^
 Pero… ffff… es… ella es infinitamente superior a mi! Va a pasar de mi!
 Pero como diices eso tonto! Como no s lo diigas a mii no me ables e!=P
 Bueno va… si te pones asi…

Media hora más de conversación con Paula y de nuevo… no sé cómo lo hace,

pero me lleno de valor cada vez que hablo con ella, espero que me dure al menos la
hora que voy a tardar en ver a Clara. Al menos hay que intentarlo…

Llueve, todo mojado, esto parece bastante oscuro, huele a humedad… no me está
gustando la cosa… ahora realmente no sé dónde ir con ella. Improvisaré algo.

Es bonita hasta de lejos… allí está, sola, no parece muy preocupada por estar aquí
tan apartada de los demás, probablemente acabe de llegar.

 ¡Clarita!
 ¡Hola! Llevaba ya un rato esperándote, me iba a enfadar ya – de nuevo esa
sonrisa… esa sonrisa que tanto me atrae – la próxima vez me vas a esperar tú,
verás que gracia – su forma de levantar las cejas me hizo entrar en confianza,
creo que sabe lo que voy a hacer y no le importa, eso es una señal.
 Bueno, ¿Dónde vamos?
 Donde tú quieras, eras el que quería decirme algo importante, ¿no? – su guiño
me hizo temblar, se lo tengo que decir hoy y no está del todo claro su reacción.

Se dio la vuelta con toda naturalidad, su pelo suelto, liso, la acompañó un poco
más tarde dando lugar a un movimiento muy… atrayente, sí, esa es una buena
palabra para definirlo, la adelanté y me puse a pensar donde llevarla. No hay duda,
ese será un gran lugar, bueno, como sitio no está muy bien, pero puede que hoy me
ayude bastante.

 Te estás poniendo empapado tonto, ¿por qué no te pones bajo el paraguas?

 Bueno, bueno, si insistes… - realmente no quería estar muy cerca de ella,
principalmente porque se podría dar cuenta de lo nervioso que estoy, bueno,
no pasa nada, me dejo llevar y me pongo a su lado.

Me acerco, me coge alrededor de la cintura, me siento lleno de calor, algo raro…

 ¡Que me estoy mojando el brazo!

 Vale vale…

Me hubiera gustado añadir un: perfecto. Pero… creo que es mejor quedarse
callado y asentir con la cabeza… y disfrutar del momento.

Llegamos, un pequeño giro a la derecha y… en poco estábamos, una calle oscura,

de no más de dos metros de anchura, pero eso sí, para nada sucio.

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  ¿Por qué me traes aquí? Mira que hay sitios…
 Porque quiero que compruebes que tu belleza alumbra a toda esta calle, que
estés donde estés… te quiero, si Clara, me gustas y no sabía cómo decírtelo,
así que te he traído hasta aquí para que no tengas vergüenza si tienes que
salir corriendo, que no te alejas de un lugar bonito, sino de un lugar… más bien
marginal, nadie se extrañará al verte marchar, que si necesitas pegarme una
voz, la des, que si sencillamente quieres reírte, lo hagas… pero yo te seguiré
queriendo igual.

Se humedeció los labios con la lengua… no podía ser, su sonrisa me decía que lo
había conseguido, que le gusto…

 Nunca pensé que me lo fueras a decir… te creía más tímido.

 Hasta yo puedo sacar valor de donde no lo hay…

Se acercó, no me lo podía creer, me iba a besar, la tenía tan cerca…

De repente, se detuvo, me miró fijamente y me dijo:

 ¿En serio crees que te lo voy a poner tan fácil? ¿No eras tú al chico al que le
gustaban los retos?
 Me gustan… me encantan… pero esto para mí no es un reto, es un sueño
hecho realidad, le he dicho a la chica que tanto quiero la verdad, esa niña que
desde el primer momento entro en mi corazón y se llevó un pedazo de él…
para hacer que sin ella niña yo no sea nada… Y esa chica no me ha parado, no
se ha reído, no ha corrido, se ha detenido delante de mí, ¿crees que ahora
correr detrás de ti sería un problema? He superado todos mis miedos y te
tengo tan cerca… jamás permitiré que esa sonrisa que ahora mismo tienes
dibujada en tu cara se borre, me encantas… y sí, ahora mismo podría superar
cualquier reto si tú estás junto a mí.

No me dijo nada, se quedó mirándome, sus ojos… tan cerca… sus labios…
próximos… podría tocar su rostro con tan solo parpadear, me cogió una mano, le
sujeté la otra, sonreímos, cerró los ojos… y sencillamente, me dejé llevar por la
pasión… sueño… cumplido.

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