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El virus de la actitud puede causar muchos daños en la productividad de un equipo en
corto tiempo, podemos hablar de algunos casos específicos de actitud de acuerdo a la
película así:

[c c   2 Hace que todos sus compañeros se enteren de las cosas
haciéndolas parecer más exageradas.
[c c 

 2 esta persona utiliza la palabra calidad como un arma, es


importante luchar para tener calidad y exactitud.
[c c   2 La resistencia al cambio es normal sobre todo en el personal
más antiguo en la organización, pero cuando se hace constante y se enfoca a
cualquier cambio en los procedimientos del trabajo puede impactar seriamente
al desempeño de la productividad.
[c c cccc   3 2cen este caso se ve atacada la visión de la persona
no dejándola ver mas allá de su trabajo y sus funciones.
[c c  
c c 2 en todas las organizaciones sin importar su
naturaleza existe el Dzchismorreodz esto hace parte de la vida, pero para el
esparcidor de rumores lo hace sin fundamento, es incansable y constantemente
negativo.
[c c c
 2 responde a su trabajo pero menos comparado con los
demás, esta actitud lacera el entusiasmo y el compromiso.
[c c  2 la actitud pesimista es una de las que puede infectar a todo un
equipo de trabajo.

La organización, los equipos y las personas pierden productividad de un modo


incalculable cada año como consecuencia de las actitudes negativas, especialmente
frente a los retos de las tecnologías que cambian rápidamente con los cambios en las
prioridades de la organización.

Una actitud saludable hace la diferencia y está estrechamente relacionada con nuestra
motivación, con disfrutar el trabajo que realizamos y con la productividad.

Como toda dificultad hay que empezar a evaluarla y reconocerla, que existe un problema
de actitud, debe ser a manera personal, el reconocimiento personal de nuestros propios
problemas de actitud son siempre la primera línea de defensa para combatir el Dzvirusdz
esto quiere decir que hay que asumir la responsabilidad de su propia actitud y sobre su
impacto en su propia productividad.

En algunos casos puede recaer en un miembro del equipo de trabajo, el tomar la


responsabilidad que un compañero reconozca y diagnostique su actitud. Se debe hacer
ver de la mejor manera y con respeto que esta equivocado y brindarle confianza. Cuando
se discute sobre la actitud es importante no orientarse en la personalidad que es algo
natural de cada personal y muy difícil de cambiar, céntrese en la conducta.
Cuando se es líder de grupo se debe entremeter con la persona, es importante mostrar al
miembro del equipo como su conducta produce un impacto en la productividad y en las
metas del equipo.

Tomar la responsabilidad de nuestros actos es muy importante, cuando reconocemos


ante una situación nos encerramos en un pensamiento de una cosa u otra, perdemos
nuestra creatividad y nuestro sentido del humor, por otra parte cuando tomamos la
responsabilidad estamos eligiendo responder y nos abrimos a una selección más amplia
de acciones.

Muchas veces la actitud responde a problemas personales que están afectando la


productividad en mi trabajo, con frecuencia la causa oculta resulta ser nuestro enojo por
no poder resolver una situación presionante, el negar lo que sentimos con el tiempo nos
hace vulnerables al virus de la actitud, además que se relacionan problemas médicos
con la tensión y la actitud puede llegar a enfermarnos físicamente.

Cuando existe conflicto entre mis metas personales y mis metas laborales, esto se
convierte en un problema se debe ayudar a poner en claro estos valores y el modo en que
se relacionan con las metas del equipo.

Se deben reemplazar las viejas reacciones ineficaces con una nueva respuesta que se
adapte mejor a la situación.

Cuando se da orientación a otro miembro del equipo que tiene un problema de actitud
hay que ayudarle a entender la importancia de modificar su respuesta negativa, hay que
estimular al miembro del equipo poniendo en práctica usando su nueva respuesta en un
ambiente libre de crítica. Con el tiempo las nuevas conductas se arraigaran y crecerán
arrojando resultados positivos.

Para evitar una recaída en la actitud hay que manejar las situaciones que ocasionan
tensión y luego darles seguimiento para que no vuelvan a ocurrir.

Hay que monitorear los signos vitales con el miembro del equipo haciendo seguimiento,
el valor de un refuerzo positivo por las mejoras en la actitud no se puede despreciar.

Las buenas actitudes también son contagiosas al modelar el comportamiento que nos
gustaría ver en los demás estamos haciendo un impacto positivo sobre nosotros y sobre
el equipo.
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