Está en la página 1de 2

LKKM KSYffi- PEK&K"T&X'ffi ¿

S
POLA OLOIXARAC Y
I-45 TEORLAS SALVA:IES
PoR ANToNro J. RoonÍcunz
Identifique el elemento erróneo de la serie, en caso de haber- pista se pierde en algun paraje exótico. Lo simpático de
lo: a)Archimboldi, b) Hollenbach, c) García Roxler, d)Van semejantes tramas v personajes es que explican a la per{ec-
Miet. e Oloixarac. ción tal vez en sentido inverso la recepciórr de la autora en
Cuando a Borges, un escritor de culto y letal para la histo- España. Aunque con total seguridad era un gesto sin calcu-
ria dcl siglo pasado. se le ocurre prologar a Evaristo lar y sólo producto de la casualidad, la autoconsciencia aquí
Carriego, un poeta decadentista y claramente menor, no sólo no tiene que ver con el típico texto posmoderno que se reco-
se inventa a éste, en un senúdo casi literal, sino que además noce como tal, y sí con la de un tipo de autor que se reco-
inaugura, de un modo u otto, la literatura de tendencias en noce como tal a trar'és del texto. O al menos también sona-
todas sus variables: periodismo, cútica y edición. "¡Hey, paz- ron fanfarrias y campanas celestiales con el desembat'co cn
guatosl. ¡teníais al mejor cscritor de r,rucstro tiempo delante nuesiro pais. y el posterior encuentro feliz con críticos 1-
cle r,uestras naricesl, ¡¡Y NO LO HABÍAIS MSTO!1", es cl penodistas" de Pola Oloixarac. cuyo nombre. por cierto.
mcnsaje que trae estc mecanismo cle inter.¡ención en las polÍ- resultaba tan extr año como el de los Archimboldi.
ticas literarias. Roberlo Bolaño, quien experimentó en sus Hollenbach. Roxler o Van \-liet: ";Hey. pazglatos. tcnéis a la
propias carnes el paso de un c.critor que concursa en certá- gran esperanza blanca de westra.generarión dclantc dc
menes de prol.incias a uno de los más influventes para las -\'uestras narices!, ¡¡Y NO L{ HABEIS LEIDOIl", oimos. 1'
generaciones venideras. hizo lo suvo. por ejemplo, con luego empezamos a leer.
Nicanor Parra. Tambión en sus dos grancles novelas. fus
detectiua sakojes, armada sobre la búsqueda de Ia madre del Pou Olox¡n¡c, THE NEW GIRL oN T:HE BLocK
inlrarrealismo. y 2666. en donde cualro siniestros crítjcos Para aparecer en los suplementos culturales de nuestro país
quieren dar caza al secreto aspirente al Nobel Benno \bn hace fálta presentarse con el uniforme de escritor de suple-
Archimboldi, se aborda con amplitud el ego del crítico. la mento crliural. Bromas aparle, Oloixarac. en el proi'ecto
búsquecla del rehrente desconocido r el acto cle clesenterrar capitaneado desde hace poco más de un año poi Ana S.
el tesoro. Como ios eriales y las cmzadas en los bestsellers Pareja en los cuarteles de Alpha Decay. significaba con gran
históricos, los grialeJ "inteláctuales" se han conrartido en acierto las estrategias de posicionamiento de los escritores
motir-o de éxito para la litcratura. digamos. independiente. nacidos a partir de los setenta, desapegados del hermetismo
Tiene su lógica. El tema es especialmente suculento en ilues- ,siniestro. iomo los personajes arribi mincionado. de la lite-
tro tiempo, pues no sólo habla de las posibilidades que para rarura, sin por ello desatender un intcresante rrabajo lcxrual.
la liieratura r-,[rece encontrar aulores revu]ucionarios. va Pero 2010 fue un año productivo para los autores nacicios en
hablemos de las influencias de los maestros, ya de autores esa década, todos ellos avalados por enérgicos textos. Pola, en
obüados I soslayados por la critica: también apostilla las cambio. lue probablemente el nombre más sonado: la cuar-
mitologías románticas dei autoq y refiere la obsesión por las ta reimpresión de lz"r leoias saluaju así lo demuesffa. La cucs-
modas. Casos ilustrarivos son el genial comienzo de la pri- tión es, ¿por qué? ¿Será porque sinterizaba la comunión, el
mavera, de P¡rricio Pron, cn donde el Archimboldi de matrimonio new age bajo las estrellas v por tanto tiempo
Bolaño cs su.riruiclo por un lrlósofo coétaneo a Heidegger. ansiado. entre el tema más codiciado de los críticos literarios
Hans Jürgen Hoilenbach, ,v, cómo no, lns teorías sah.tajes, (El l\uevo Autor), y el tema más codiciado de los suplemen-
donde asistimos a personaes como Augusto García Roxler. tos de tendencias (El Nuevo Personaje Qye NIola)? Será,
De él sabemos que "su existencia misma 1...] r. encontraba segnro. Y aquí siguen las paradojas. pues lejos de los mitos
separada dcl pasiJJo sangriento y majesruoso por donde abordados por Pola, Ias t¿orías saluajes vení:a a constatar algo
corrian los srandes hechos de su tiempo. [...] Augusto tenía que todaúa costaba asumir a algunas especies lectoras en
trcinta años, quizás un poco más. cuando terminó el primcr peligro de extinción. O sea, ia literatura ha dejado de ser una
borrador de lo que más tarde se convertiría en la teoría de expresión creativa indir,'idual. Por supuesto, nunca 1o fue. Un
las Tlansmisiones Yoicas." Como Johan Van \1iet. cuya libro, decíamos, es la suma del mismo, más el marco editorial

22 Quimera
en que se inscribe, más las labores de prensa, más el hambre la pregunta, a menudo planteada con \¡oz oligofrénica, sobre
de los cazadores de tendencias, más el trabajo en sí del edi- cómtr hace el autor para ir del Dasein aj. Cuor¿ sin perderse en
tor. Piénsese cómo en las ultimas semanas se üenen discu- el camino, ¿¡eingg!? La nostalgia hacia aquellos I'aletosos
tiendo, con sran disparidad de opiniones al respecto, el tra- estudiantes revolucionarios para los que el socialismo está
bajo de Gordon Lish sobre los relatos de Cannr tras la pubii- bien, pero eh-tu-zorra, mi nor,'io es mío, que erpresala fa de
cación de Principinnus -el libro que, tras el {iltro del editor, la pequeña KamtchowsLy Cierta üolaCión del precepto de
acabaría conúrtiéndose en ¿De qué hablamos cuando habla- Gide segun la cual "con los bellos sentimientos se hace m¿¡la '
mos de amor? ; igual ocurre con las declaraciones de literatura", pues, a pesar de la intención crítica contra casi
Kathrln Sutherland tras la lectura de 1 100 páginas sin publi- todo (la unir,'ersidad, el psicoanálisis, Argentina.. .), de la que
car firmadas porJane Austen: "La refinada puntuación y ia Oloixarac ha hablado en varias entreüstas, Las teorías pro-
prosa breve, precisa y aguda que se ve en Emmay Pernasión, voca una efervescencia de emociones naíf y entrañables,
no aparece en los manuscritos>, sugiriendo así que el Estilo algo que no suele ser habitual en el grueso de la literatura.
Austen sería resultado del trabajo de su editoq William La erótica de la academia y el sentimiento de pertenencia a
Gifford. Aunque el papel que Alpha Decay jugó en la recep- una exclusiva comunidad de intelectuales, los pasillos húme-
ción de Oloixarac en nada tiene que ver con los casos dos en las lacultades de humanidades y los despachos uni-
comentados, semeiante simbiosis benefició enormemente a versitarios, de los que y'a hablaron, por ejemplo, Daüd
ambas partes. y al tiempo sinnó para lcgitimar una dpología Lodge, Daüd Kepesch, David Lurie, Elizabeth Costello,
de autor más o menos desconocida en nuestro contexto, y Kingsley A-ir y 'Iodw ks ahnas. La ternura con la que me.
una tipología de seilo que trató de rebajar así los prejuicios moró e1 imaginario universitario, su ecosistema, y las parafi-
contra la nocién de moda en literatura. Bien hecho. licas relaciones amorosas en dicha época. Etcétera. Con
todo ello, la ma-la noticia que Pola nos dio es que su preciso
c6Pr;ns ru rlonÍa quEDA INCoMPLETA srN Mitt psicoanfisis a los gustos del lector indie (¿eing?) enseñaba los
Algunos temas que compoRen lns Títorías. Eso que Steiner ingredientes para conleccionar el Sestseller Jtlsrd IÍnder-S5'
llamé la relación de osmosis cuando el Maestro aprende del De lorma paralela, que muchos lectores se sintieran identifi-
alumno al impartir sus lecciones (y que de algún modo expli- cados con los exclusivos pasillos de la unirarsidad argentina
ca 1as tesis de los dos puntos anteriores), materializada en la hizo que esos mismos lectores dejáramos de scntirnos tan
relación enlre [a narradora y RoxJer: la libido sciendi. el exclusivos. La buena noticia, en cambio, es que nunca nos
deseo de conocimiento, espoleando nue\?s lormas de deseo. creímos culpables por el1o. Es más, e\ affaire Poia, nos gustó.
Aqueilo que los periodistas culturales siempre resumimos en Mucho. ü

Quimera 2J

También podría gustarte