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El Camino Que Nos Eleva Al Cielo
El Camino Que Nos Eleva Al Cielo
El Camino Que Nos Eleva Al Cielo
El saber lo que realmente quieres, el sentirte a gusto contigo mismo y el creer en tus
sueños sin imposiciones de los demás es lo que realmente eres.
Dejar de lado las críticas que no te construyen como ser humano y mostrarte al mundo
tal como eres refleja la esencia de tu vida.
Aquí les doy a conocer a una personas que hace lo que le gusta y es simplemente feliz.
“¡Pero no hay nada que yo no pueda hacer en mi silla!. Subo, bajo, entro, salgo, he
atravesado selvas y playas, he viajado por Francia, Italia, Grecia, Alemania, Escocia,
Tailandia, Malasia, Singapur… Acabo de regresar de un viaje de seis meses por toda
Sudamérica… (…) La silla es más ventaja que inconveniente: la gente te pregunta qué
te pasa, de dónde vienes…, y así haces un montón de amigos”
“Fue muy duro para mis padres permitir mi felicidad. Agradezco que se hayan
esforzado tanto en no ayudarme, en no decirme: “Esto no puedes hacerlo porque vas
en silla de ruedas”
“Soy plenamente feliz (…) Viajo con 3 euros al día. ¿POR QUÉ NOS COMPLICAMOS
TANTO LA VIDA? Siempre hay dónde dormir, siempre hay algo que comer. Conoces a
gente, y todo fluye. ¡Qué sencillo es el mundo! Lo he entendido viajando. Bastan cuatro
cosas: dormir, comer, ducharse y hacer amigos”
“¿QUÉ ES MEJOR QUE NO REALIZAR MIS SUEÑOS? (…) Cuando haces lo que de
verdad quieres, el universo entero conspira a tu favor. Mira alrededor y decide: tú
puedes elegir vivir triste o contento. YO ELIJO LA FELICIDAD. No veo entre nosotros
razones para ser infeliz”
Albert Casals
El leer cada una de las palabras del testimonio de este gran joven te deja perplejo con
tata confianza que el tiene en si mismo en las condiciones que se encuentra, mientras
nosotros le tememos al que dirán y al futuro en si. Albert con 20 años saborea la vida
cada instante porque de pequeño estuvo a punto de dejarla en varias ocasiones, ha
viajado por todo el mundo solo desde los 14 años y su filosofía de vida, que él
denomina “Felicismo”, rezuma sabiduría práctica, confianza y optimismo.
Nacido en 1990, a los 5 años sufrió una mononucleosis que desencadenó en leucemia
y cuyo tratamiento provocó una minusvalía como condición para seguir en este lado de
la vida.
Debieron ser unos años muy duros para toda la familia: los numerosos medicamentos,
la estancia hospitalaria, el miedo al futuro de su hijo, … Y seguro que sus padres nunca
hubieran imaginado que con 14 años su hijo querría conocer el mundo viajando
solo, con la silla de ruedas y como único bagaje sus estudios de bachillerato, varios
trucos de magia, una flauta y 20 euros en el bolsillo.
Admirable y grandioso es el esfuerzo que han hecho sus padres ayudándole a
conseguir sus sueños, tratándole no como una persona no minusvalía sino como
cualquier personas normal capaz de lograr lo que él ha hecho.
De ahí que el poeta Khalil Gibran nos dice sobre los hijos.
Vosotros sois los arcos con los que vuestros hijos, como flechas vivientes son lanzados a la Vida.
El Gran Arquero ve la diana en el camino del infinito, y la dobla con su poder y sus flechas pueden ir
rápidas y lejos.
Haced que la forma en que dobleís el arco en vuestra manos sea para alegría.
El también, además a amar la flecha que vuela, ama el arco que es estable.
Nada le turba. Es sabio. Bastan sus ojos para comprender que ha alcanzado todo lo
que se ha propuesto en la vida. No necesita nada. Ha salido de Esparreguera sin un
euro en el bolsillo y se ha tirado en la arena de la playa de la Barceloneta.
Nada le perturba. Todo le sonreirá siempre, puesto que él sonríe siempre a todo. vivir el
presente, fluir, valorar la amistad, no tener miedo al desapego material, VOLUNTAD,
no perder tiempo con victimismos “por qué a mi” en vez de “qué puedo aprender yo de
esto”, generosidad y no traicionar tu corazón con criticas y el qué dirán son parte de la
filosofía de vida de Albert “FELICISMO”.