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** Erika Simanca
** Adolberto Torres
* Docente
**Alumnos
Introducción:
Con el proyecto genoma humano asistimos a una trascendental carrera donde miles de biólogos,
de instituciones públicas y privadas de diversos países, persiguen un objetivo común: descifrar
nuestro ADN, identificar los genes en él contenidos y conocer la forma en que se expresan.
Esta terapia consiste en modificar genéticamente las células para producir un efecto terapéutico.
Esto se refiere a una copia normal de genes con desordenes genéticos. Se ha sugerido el uso de
terapia génica que podría involucrar la modificación genética de las células para producir efectos
terapéuticos en enfermedades de difícil manejo asociadas con base genética.[ii]
Las modificaciones pueden ser realizadas fuera de las células cultivadas y luego administradas al
paciente mediante un vector (procedimientos “ex vivo”) o pueden ser involucradas como
modificaciones en las células del individuo directamente (procedimientos “in vivo”)[iii].
La terapia génica fundamentalmente va dirigida a reparar los errores básicos que se encuentran en
la estructura genética de un individuo; es decir va encaminada a reemplazar aquellos genes
mutados o imperfectos, por genes que poseen la secuencia correcta de nucleótidos y con la cual es
posible la trascripción de ese gen para expresar una proteína determinada. [vii]
Se realiza por supresión dirigida de células específicas. Se insertan genes suicidas que
destruyen a la propia célula que los aloja o genes estimuladores de la respuesta inmune.
También se puede introducir una copia de un gen normal para sustituir la función de un
gen mutante que no fabrica una proteína correcta.[ix]
El desarrollo de métodos para la transferencia de genes a las células de los mamíferos ha brindado
la posibilidad de tratar las enfermedades por medio de la terapia génica. Hoy en día se conocen
más de 4000 enfermedades genéticas en el humano causadas por alteraciones en diferentes
genes. Algunas pocas de estas enfermedades reciben algún tipo de tratamiento, pero ninguna de
ellas se cura de forma definitiva. La curación se lograría, al corregir el defecto en la estructura del
ADN responsable de la enfermedad o por la transferencia del gen celular normal a las células
defectuosas.
Los métodos de ingeniería genética utilizados para corregir estos trastornos involucran la
participación de un equipo científico multidisciplinario; hay que caracterizar, purificar y amplificar
in vitro el gen deseado mediante su clonación en bacterias, y luego diseñar un método de
transferencia apropiado para su introducción en las células.
Una vez transferido el gen es necesario verificar que éste se integre en el sitio específico del
genoma celular por recombinación homóloga, que se transcriba a mRNA y se traduzca por último a
una proteína funcional, la cual debe participar en el control de un proceso biológico particular.
Los procedimientos de terapia génica se basan en la integración de una secuencia exógena de DNA
modificado en sus regiones cromosómicas homólogas por medio de la recombinación.
Según los propósitos y tipos de células blanco se distinguen 4 categorías de terapia génica:
Los tipos III y IV de terapia génica involucran el uso tanto de células somáticas, como de
células germinales, con el fin de seleccionar una o varias características fenotípicas
particulares. El propósito de este tipo de terapia es hacer mejoramiento genético. Estas
terapias están dirigidas a personas normales en quienes no hay evidencia de alteración
genética alguna.
Los procedimientos necesarios para la terapia génica de células somáticas se pueden hacer en
forma directa sobre el paciente (in vivo) o sobre algunas células progenitoras (ex vivo) y su
posterior infusión al paciente. Se utilizan células somáticas progenitoras con el fin de asegurar su
replicación posterior al transplante.
3. Métodos físicos:
La terapia génica pretende curar enfermedades hereditarias (que, en la mayoría de los casos, se
deben a genes defectuosos) mediante la introducción de genes sanos. Es aplicable también al
tratamiento del cáncer, de patologías infecciosas (hepatitis, sida); de enfermedades
cardiovasculares (hipercolesterolemia y aterosclerosis), neurodegenerativas (enfermedades de
Parkinson y de Alzheimer) y crónicas (artritis reumatoide). Todas las enfermedades humanas,
excepto el trauma, tienen un componente genético.
Uno de los campos de la odontología que puede beneficiarse directamente de este tipo de
terapias lo constituye las alteraciones craneofaciales y dentales. El 5% de todos los nacidos en
Estados unidos cada año tiene algún defecto congénito y por lo menos 1/800 presenta una
malformación que afecta la cabeza, la cara o el cuello. De las cerca de 5.500 patologías heredadas
que presentan malformaciones, cerca de 700 involucran la región craneofacial y alrededor de 300
se manifiestan con labio y/o paladar fisurado[x]. El odontopediatra y el ortodoncista
frecuentemente deben prestar atención a los pacientes que padecen este tipo de patologías.
Algunas cráneosinostosis como los síndromes de Appert, Pfeiffer y Crouzon, que afectan el
crecimiento craneofacial normal, debido al cierre prematuro de las suturas, son producidos por
una mutación en el gen FGFRII (receptor tipo II del factor de crecimiento fibroblástico)[xi]. La
investigación actual en biología de las suturas, está dirigida a conocer las funciones de los genes
que se expresan en este tejido, los mecanismos de señalización celular, las actividades de los
factores de transcripción específicos y las interacciones celulares. Cuando se conozcan estos
procesos será posible prevenir o intervenir tempranamente mediante terapia génica perinatal las
patologías relacionadas con cráneosinostosis o con otros síndromes que afectan el crecimiento
craneofacial. Al respecto Kyrkanydes y Millar (2002)[xii], vienen desarrollando una modalidad de
terapia génica para la transferencia de genes terapéuticos a animales y pacientes utilizando un
virus de pseudotipo de inmunodeficencia felina (VSV-G) y han demostrado niveles de expresión
génica estable en varios órganos y estructuras examinadas.
Otra área de la odontología que podría beneficiarse con la terapia génica está relacionada con las
enfermedades que afectan las glándulas salivares. Sin embargo la mayor limitación para el uso de
la terapia génica en este campo, radica en la elección del vector utilizado para transferir los genes,
ya que actualmente los vectores disponibles inducen reacciones inmunes y otros efectos
indeseables que impiden establecer con seguridad este tipo de terapias. [xiii]
La terapia génica puede ser utilizada también para el tratamiento del dolor crónico severo.
Numerosos estudios han demostrado que los genes pueden ser transferidos a células del sistema
nervioso central de los modelos animales. Por ejemplo la transferencia del gen b-endorfina
produce analgesia efectiva en ratas. Este procedimiento podría ser de gran utilidad en un futuro
para el tratamiento de la “neuralgia del trigémino”.
En un estudio reciente, se tomaron fibroblastos que codificaban para BMP7, y se transplantaron
en ratas que tenían grandes defectos óseos a nivel mandibular. Las lesiones tratadas con BMP7
demostraron condrogénesis, osteogenesis, y cementogénesis en la reparación de defectos óseos
periodontales.
BMP 4 recombinante codifica para heparan sulfato, heparina, colágeno tipo I y IV de la matriz
extracelular. Los componentes de la matriz extracelular activan morfógenos para permitir
funciones proteolíticas. Las BMP4 en estado soluble, al entrar a ser componente de la matriz
extracelular, se convierte en un estado sólido, en el cual puede iniciar sus funciones. La interacción
entre la señal inducida por morfógenos y la respuesta celular es modulada por la matriz
extracelular.
Las BMPs 2, 4, 7 pueden iniciar la cascada de osteogénesis y por esta razón tienen posibilidades
terapéuticas en defectos craneofaciales, en trauma de cabeza y cuello y en defectos causados por
neoplasias. Las BMPs 2 y 4, logran corregir defectos de 100 ug/g, mientras que las BMPs 7 corrigen
defectos de 1.000 ug/g.[xiv]
La utilización de BMP junto con implantes metálicos pueden estimular el crecimiento óseo
alrededor de los implantes, para lograr una integración optima del implante.[xv]
Sin embargo se requieren altas concentraciones para inducir regeneración tisular con BMP. La
producción de morfógenos en la transducción de tejidos, aplicados directamente a la proteína
podría ser más efectiva. Algunos estudios realizados en células mesenquimales de roedores y de
humanos, utilizan el gen BMP 2 ó BMP 7 para formación de hueso nuevo in vivo e in vitro. Los
ligandos también han sido incorporados dentro de la superficie de los vectores virales para
permitir procesos celulares específicos, los cuales son menos riesgosos que otros métodos
(inyección directa). [xvi]
La accesibilidad y observación visual de la cavidad oral, hace que estos tejidos sean más
favorables para la transferencia de genes que los órganos y tejidos viscerales. [xvii], [xviii].
Métodos como la electroporación o sonoporación han sido usados para transferir el gen Gdf11
(que codifica para la proteína BMP11) en la pulpa dental amputada, y estimula la formación y
reparación de dentina. En estos métodos se aíslan las células madres de la pulpa dental con genes
que codifican para las BMP, y luego se implantan las células dentro de la pulpa injuriada. Este
procedimiento ex vivo para transferir genes, que podrían estimular la reparación y formación de
dentina más rápidamente.
Sin embargo uno de los mayores campos de acción de la terapia génica en odontología, lo
constituyen las técnicas usadas para la transferencia de genes en el tratamiento primario, o como
terapia adjunta en los pacientes que presentan cáncer de cabeza y cuello.
Podhajcer reportó la inmunización de ratones contra distintos tipos de cáncer (colon, mama y
sarcoma) mediante terapia génica. Este experimento abre un nuevo camino hacia una vacuna
contra el cáncer.[xix]
Uno de los tratamientos para el cáncer utilizados hoy en día, consiste en marcar genéticamente a
las células tumorales de un cáncer para que el organismo las reconozca como extrañas y pueda
luchar contra ellas, estimulando la respuesta inmune. Otras estrategias que se siguen en la
actualidad contra el cáncer son: inactivar oncogenes,
introducir genes supresores de tumores, introducir genes suicidas, e introducir genes que
aumenten la sensibilidad a los fármacos[xx].
En un estudio reciente, Wang y col (2001)[xxi], sugieren que la terapia génica con IL-12
combinada con la inmunización de la mucosa oral, puede inducir inmunidad sistémica antitumoral.
Por otra parte Fukui y col (2001)[xxii], proponen que la sensibilización de las células tumorales con
“ganciclovir”, utilizando como vector el virus asociado al adenovirus, podría ser utilizado con éxito
en la terapia génica para el carcinoma oral escamo-celular.
Estos procedimientos permiten cambiar el gen defectuoso por un gen normal en etapas
tempranas del desarrollo embrionario, o en otras etapas de la vida del individuo, impidiendo en
esta forma que se desarrolle la enfermedad. Sin embargo este tipo de tratamientos al igual que
todos los tratamientos generados a partir del proyecto genoma humano generan una serie de
implicaciones de tipo ético y legal que no son objeto de estudio en esta revisión.
Bibliografía
[i] http://www.unav.es/cdb/uncib2a.html
[ii] Kaji E. Leiden J. Gene and Stem Cell Therpies. JAMA February 7, 2001; vol. 285, N- 5
[iii] Kaji E, Leiden J. Gene and stem cell therapies. JAMA. 2.001;285: 545-550
[iv] http://www.monografias.com/trabajos/tergenetica/tergenetica.shtml
[v] Monahan Pe, Samulski Rj. AAV Vectors : is clinical success on the horizon? Gene Ther. 2.000;
7:24-30.
[vi] VILE RG, RUSSELL SJ, LEMOINE NR. Cancer gene therapy: hard lessons and new courses. Gene
Ther. 2.000; 7: 2-8.
[vii] http://www.buenasalud.com/lib/ShowDoc.cfm_LibDocID=3317&ReturnCatID=1894
[viii] http://www.medspain.com/ant/n1_oct98/genetica.htm
[ix] www.public-cmaps.coginst.uwf.edu/ cmaps/Ingenieria
[x] WANG E. FAMILY: Craniofacial research. Anew day has arrived in genetic research.
www.Forsyth Institute.com. 2000
[xi] THESLEFF I. The genetic basis of normal and abnormal craniofacial development. Acta Odontol
Scand. 1.998; 56: 321-325.
[xii] KYRKANIDES S. MILLER JH. Perinatal gene therapy for craneofacial dysplasia. Simposio San
Diego(USA).2002.
[xiii] AREUS-JONES C. Teeth We´re going to grow them back! www.healtnewsdigest.com. 2.001.
[xiv] Nakashima M. et al. The application of bone morphogenetic proteins to dental tissue
engineering. Nature Biotechnology vol. 21 Núm. 9 Setp. 2003.
[xv] Carinci F. et al. Analysis of MG6 3 osteoblastic-cell response to new manoporus implant
surface by means of a microarray technology. Clin.Otal. Impl. Res. 15, 2004/ 180-186.
[xvi] Chia-Ning Chang S. et al. Ex Vivo Gene Therapy in Autologous Critical- Size Craneofacial Bone
Regeneration. Plast. Reconstr. Surg. 112:1841, 2003.
[xvii] Nakashima M. et al. The application of bone morphogenetic proteins to dental tissue
engineering. Nature Biotechnology vol. 21 Núm. 9 Setp. 2003.
[xviii] Patrick W. et al. Deciphering gene expression profiles generated from DNA microarrays and
their applications in oral medicine. Oral Surgery Medicine pathology. Vol. 97. num. 5.
[xix] http://europa.eu.int/comm/enterprise/library/enterprise-
europe/issue11/articles/es/enterprise21_es.htm
[xxi] Wang J, Murakami T, Hakamata Y et al. Gene gun-mediated oral mucosal transfer of
interleukin 12 cDNA coupled with an irradiated melanoma vaccine in a hamster model: successful
treatment of oral melanoma and distant skin lesion. Cancer Gene Ther 2001.8(10):705-12.
[xxii] Fukui T, Hayashi Y, Kagami H, Yamamoto et al. Suicide gene therapy for human oral
squamous cell carcinoma cell lines with adeno-associated virus vector. Oral Oncol 2001. 37(3):211-
5