Artículo publicado en la revista LiberAddictus.

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Damiana
Turnera difusa

Humberto Brocca y Sandra Tovar Kuri

“...Así como la planta forma órganos sexuales para

desposarse con las abejas, celebra también sus nupcias con el
ser humano, y este roce le regala acceso a mundos, sin el
cual permanecerían cerrados. Aquí se oculta también el
misterio de todas las adicciones; quien quiera curarlas
ha de ofrecer un equivalente espiritual.”
Ernst Jünger

Sinónimos. Pastorcita, hierba de la pastora, hierba del venado, miixkok,

misibkok, xmisibkok, misib-escoba.

Localización. Baja California, San Luis Potosí, Coahuila, Chihuahua,

Sinaloa, Nayarit, Tamaulipas, Querétaro, Zacatecas, Guerrero. Crece en
terrenos áridos.

Características. Varía en tamaño de 30 cm a 2 m Posee un tallo con

hojas alternas, de forma casi ovalada, con base angosta, bordes aserrados
y peciolos cortos. La superficie inferior está cubierta de fino vello más o
menos denso. Las flores miden de 8 a 12 mm de largo, constan de cinco
pétalos de color amarillento. El fruto es dehiscente, con varias semillas
reticuladas y encorvadas.

Usos. Los indígenas del norte de México emplean la damiana desde

tiempos inmemoriales contra la debilidad muscular y nerviosa, macerando
las hojas para tomarlas como té. Desde entonces y hasta nuestros días, la
damiana es uno de los afrodisíacos por excelencia, no sólo de los mexicanos,
sino de muchos pueblos del mundo, desde Brasil hasta Holanda. Algunos
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atribuyen este efecto vigorizante de los órganos sexuales a una acción
directa sobre el cerebro, en donde se comporta a la vez como estimulante
y ansiolítico. La variedad más potente procede de Baja California, y es útil
sobre todo en casos de impotencia producida por excesos sexuales.
En la persona que abusa de substancias psicoactivas de la variedad
estimulante, como la cocaína, la piedra o el éxtasis, se observa, en las
etapas iniciales del consumo, un periodo durante el cual la sexualidad se
exacerba hasta el desenfreno. Tras un lapso que varía de tres a seis meses,
la capacidad física decae, la mente se desliza a un pantano de confusión
ansiosa y el sexo sigue llamando arriba, aunque ya nadie responde abajo.
Es el momento de cambiar a coca por damiana; pero la sobriedad es crucial,
pues ni siquiera la damiana es capaz de enderezar al caído o de lubricar lo
reseco si la cocaína persiste en su labor de fundir los circuitos neuronales
asociados con la percepción del placer.

Partes usadas. Las hojas en infusión. La tintura se prepara con 20 g

de hojas para 100 cc de alcohol.
Preparación y dosis. Una cucharadita de hojas para una taza de agua.
No debe hervir más de cinco minutos porque se amarga. Se bebe una taza
en ayunas todos los días hasta que reaparezca la conexión entre imaginación
erótica y respuesta física. La tintura se usa a razón de 5-10 gotas tres veces
al día.

*Advertencia: Al comprar damiana, hay que pedir la variedad californiana,

pues hay varias plantas que tienen el mismo nombre, pero que no comparten
las propiedades afrodisíacas.

Bibliografía
Jünger Ernst, Acercamientos: drogas y ebriedad. Tusquets, 2000.
Martínez Maximino, Plantas medicinales de México. Ed. Botas, 1996
www. Raintree.com

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