Está en la página 1de 1

El alguacil de Hudspeth, localidad de Texas limítrofe con Chihuahua, ha hecho reiterados llamados a los

habitantes de su condado para que obtengan armas de fuego y se defiendan de los carteles de la droga
mexicanos.
"Muchos habitantes de México se han trasladado a vivir a nuestros territorios huyendo de la violencia.
Algunos podrían estar relacionados con problemas de drogas, y esto podría generar que la criminalidad
se expanda", ha dicho el alguacil Arvin West a medios.
West, quien ocupa el cargo desde diciembre de 2000, ha pedido especialmente a los rancheros que se
armen."Ellos (los rancheros) están en el campo trabajando, realizando un trabajo honesto para ganar su
sustento. Cuando están afuera, son realmente vulnerables" , advirtió.
Para Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza de Derechos Humanos en El Paso, la
posición del alguacil es contraria a sus funciones, ya que motivar a la ciudadanía a ejercer justicia por sus
propias manos está fuera de la normativa legal.
"El alguacil West es un hombre irresponsable, que se justifica en la seguridad fronteriza para generar odio
racial y atraer a grupos antiinmigrantes para que cometan atropellos e injusticias con la población
desamparada", indicó.
García señaló que la población civil no está entrenada para patrullar la frontera, y que amparados en el
aval del alguacil podrían perpetrar casos extremos de violencia injustificada en contra de grupos
indocumentados.
Hasta el momento, en Hudspeth, el tercer condado más extenso del estado, no ha ocurrido ningún crimen
atribuido a la violencia que se vive al otro lado de la frontera estadounidense.
De la misma manera, Tony Payán, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Texas en El Paso
(UTEP), manifestó su descontento con la visión de West, a quien ve como un oportunista político que
busca acrecentar el sentimiento antiinmigrante en la región.
"Es claro que el alguacil no respeta el Estado de derecho propio de sociedades civilizadas. Ningún
condado fronterizo con México presenta hasta la fecha inconvenientes criminales que se puedan
relacionar con la problemática de violencia que vive el estado de Chihuahua y, en concreto, en Ciudad
Juárez", sostuvo.
Payán reiteró que la actitud del alguacil está creando el ambiente equívoco en muchos pobladores
texanos, quienes están dispuestos a accionar sus armas en contra de indocumentados.
"Cuando incentivas a la sociedad civil para que tome la fuerza pública en sus manos, aumentas las
posibilidades de actos criminales. Es casi como abrir las puertas a un Estado anárquico que va en contra
vía de las leyes por las que nos regimos" , añadió.
Según Arturo Sandoval, vocero de la Fiscalía General de Chihuahua, en lo que va de 2011 se han
cometido en Ciudad Juárez cerca de 350 homicidios, un promedio de 8 personas al día.
Aún así, la situación de violencia que vive México dista de cualquier territorio estadounidense, a pesar de
la cercanía de ambos países
."No es justificable desde ningún punto de vista el llamamiento del alguacil para que su población tome las
armas. Cualquier habitante de allí pensando que lo van a atacar puede asesinar sin motivos a un
indocumentado. ¿Quién va a pagar por tal crimen? ¿El alguacil?" , cuestionó Steven Thompson,
estudiante de criminalística en UTEP.
Pero las palabras de West no dejan lugar a dudas de sus intenciones."Prefiero ser juzgado por doce, que
cargado en hombros por seis" , dijo refiriéndose a ser juzgado por un jurado compuesto por doce
miembros, y no ser llevado en un ataúd por seis personas.
rcr
 

También podría gustarte