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LAS T.I.C.

EN LA EDUCACIÓN DE ADULTOS:
NUEVOS ENFOQUES DE ORIENTACIÓN,
NUEVAS RESPUESTAS EDUCATIVAS.
De: Antonino Castañer Llinares

Por: Jorge Esquerre Verástegui


RESUMEN:
Los nuevos espacios de aprendizaje que se van abriendo exi-
gen innovaciones inminentes en el planteamiento pedagógico
de las acciones formativas que tenemos hasta estos momentos.
A partir de su experiencia y motivación por la innovación do-
cente, se plantea la necesidad de enriquecer los entornos de
aprendizaje actuales, poniendo en marcha estrategias que pro-
porcionen y fomenten la adquisición de competencias genéri-
cas en TIC.
INTRODUCCIÓN.
El impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha
llegado a todas las esferas de nuestras vidas, pero el acceso a las mismas y su
utilización no se ha producido de forma igualitaria. Ello supone para las per-
sonas que no pueden acceder a las TIC un incremento de las desigualdades y
una causa de exclusión social y cultural, produciéndose lo que se ha llamado
"Brecha digital". Ayuste y otros (1994) han estudiado la aparición de unas fu-
entes de desigualdad social con una estratificación social en tres sectores:
1. Personas que están incluidas en la sociedad, con un trabajo estable y una
educación que les permite acceder a la información y procesarla.
2. Personas con una baja cualificación y ocupaciones precarias.
3. Personas excluidas de la sociedad, con un bajo nivel de estudios y en situa-
ción de paro o en prácticas de economía delictiva.
ALFABETIZACIÓN INFORMÁTICA: REFLEXIONES
Los ciudadanos han modificado en un corto espacio de tiempo su forma
de relacionarse con las TIC. En el margen de poco más de dos décadas,
acompañando la aparición de lo que en aquel entonces se denominaron
ordenadores personales, y condicionada por un conjunto de políticas, se
ha hecho necesaria al conjunto de la población lo que desde principios de
los ochenta se ha denominado alfabetización informática, concepto sobre
el que paradójicamente no hay acuerdo sobre qué significa.
está más extendida la idea de que lo importante en relación con los orde-
nadores es saber de los artefactos y sus programas, y primero poseerlos.
FORMACIÓN DEL ALUMNADO EN LOS
CENTROS DE ADULTOS
La formación en tecnologías de la información dentro de la oferta de los
Centros de Formación de Personas Adultas se integra fundamentalmente en
tres categorías o niveles:
en la Formación Básica en sus distintos tramos, en las Enseñanzas para el
Desarrollo Personal y en la Enseñanza a Distancia. Formación con dos mo-
dalidades, una específica en TIC y otra que podríamos denominar como in-
tegración de estas tecnologías en el proceso de enseñanza Aprendizaje. La
evolución del alumnado de los centros que demanda una formación en TIC
no ha dejado de crecer en los últimos años, convirtiéndose en la estrella de
las denominadas Enseñanzas para el Desarrollo Personal y la Participación
o, lo que más comúnmente conocemos como, Enseñanzas Abiertas.
RESPUESTAS EDUCATIVAS.
En general la actualidad existente en los Centros de Formación de Personas
Adultas en cuanto a formación en TIC consiste mayoritariamente en la oferta de
una serie de cursos monográficos donde se ofrece formación variada que va
desde la iniciación a la informática, pasando por las distintas aplicaciones
ofimáticas, hasta el conocimiento de las diferentes posibilidades que posee
internet. Sin duda existen otras actuaciones más específicas e incluso
globalizadoras como ciertos talleres ocupacionales, pero son minoritarias. Es
éste un planteamiento válido de acercamiento a las TIC que debe estar presente
en los centros y que debe ser accesible a todo tipo de personas adultas, debe ser
publicitado de la forma más efectiva y ejecutado con las mayores garantías de
eficiencia.
ORIENTACIÓN, PROGRAMAS EDUCATIVOS
Y DESARROLLO CURRICULAR
Existen dos perspectivas para justificar la educación tanto de adultos como de
jóvenes en las TIC. Una se apoya en argumentos de tipo económico y otra en
argumentos de tipo social o moral. La meta educativa para los centros debe ser
la formación de las personas adultas como usuarios conscientes y críticos de las
nuevas tecnologías y de la cultura que en torno a ellas se produce. Lo relevante
será el desarrollo de procesos formativos dirigidos a que cualquier persona
aprenda a aprender; a que adquiera las habilidades para el autoaprendizaje de
modo permanente a lo largo de su vida; que sepa enfrentarse a la información
(buscar, seleccionar y elaborar la necesaria y útil); que se cualifique laboral-
mente para el uso de las TIC y que tome conciencia de las implicaciones
que lleva consigo la tecnología en nuestra sociedad.
CREAR CONDICIONES PARA EL APRENDIZAJE
Se sabe que la disposición de un entorno de aprendizaje es fundamental
para generar confianza en las propias posibilidades de cada principiante
en el manejo y conocimiento de las TIC.
Al tratar de caracterizar estos entornos de aprendizaje, Pavón (2000)
analiza dos modalidades de aprendizaje de adultos que se sirven de
ordenadores, que utilizan multimedia e Internet: el de una lengua
extranjera (como el inglés) y el de personas adultas que necesitan
comunicarse e informarse mejor.
Con respecto a la primera de las modalidades, que queda cruzada con el
uso de ordenadores, identifica como seña la “motivación integradora” del
adulto en el plano personal en un contexto donde aprender supone una
inversión de tiempo y dinero. En su trabajo plantea que hay un mercado
potencial ya objeto de pro-puestas comerciales. De la segunda modalidad,
unas vez identificado al menos un 25% de la población jubilada como
activos socialmente, propone como finalidad del trabajo con TIC la
integración social. la interacción con iguales, las relaciones
intergeneracionales, la participación y la necesidad y derecho a seguir
aprendiendo, formándose, expresándose y siendo creativos.
EL PROFESORADO: PERFIL Y FORMACIÓN
¿Cómo debe ser el profesor que afronte con garantías el cambio de paradigma
con el que nos encontramos? Nos invade la tentación de apuntar una larga lista
de competencias que diferentes trabajos y estudios consideran imprescindibles
para la idoneidad docente en esta época tecnológica (Medina y cols., 2004)
(Domínguez, 2006). Sólo vamos a enfatizar en tres de ellas que a su vez
sintetizan otras muchas:
1. El profesor debe de tener una actitud positiva ante la necesidad de la
utilización de los medios tecnológicos en la práctica docente.
2. Debe de estar predispuesto a la innovación y a la investigación en el empleo
de dichos medios, valorando especialmente el trabajo colaborativo.
3. Debe concebirlos no como elementos aislados, sino como unos elementos
curriculares más que deben estar en estrecha relación con el resto.
CONCLUSIONES
1. Los Centros de EPA tienen entre sus objetivos la formación integral de sus alumnos,
formación que ayude a superar situaciones de desigualdad educativa y social; el conoci-
miento y uso de las T.I.C. deben figurar de forma prioritaria en los proyectos educati-
vos.
2. Las T.I.C. son un instrumento, y como tal, no pueden cambiar la educación por sí
mismas. No obstante ello, sí pueden ayudar a repensar, rediseñar, o reinventar la acti-
vidad docente.
3. Los resultados del uso de las T.I.C dependen de la pedagogía que las sustente.
Para que las T.I.C. desarrollen su potencial de transformación deben integrarse en el
aula y convertirse en un instrumento de conocimiento que potencie la investigación.
4. Para que la utilización de las T.I.C. en la enseñanza de adultos sea una realidad
es necesaria la implicación institucional, el convencimiento y planificación del
equipo directivo, la aceptación de los profesores y una formación de los

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