MAESTRÍA EN GERENCIA DE LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL
INVESTIGACIÓN
ENSAYO
LICDA. CAROLINA E. VARELA N.
C.I.: 11.151.333
Tinaquillo, Diciembre de 2010
PRIMER ENSAYO
No se puede hablar de conocimiento sin antes sistematizar sus
orígenes y establecer un continuo proceso de transformación que ha surgido de la filosofía y pasado por varios estadios. Existen tres periodos con características diferenciadas y particulares que permitieron ver, entender el conocer o el saber. Sin pretender encasillar ninguno de estos estadios en límites de tiempo, ni determinar una cronología rígida o estática; ya que aún hoy podemos distinguir formas de ver y de entender las realidades bajo la lupa de alguna de estas concepciones. Lo que se pretende hacer es establecer las etapas a través de las cuales se ha observado el conocimiento desde el punto de vista histórico-social para luego tratar el aspecto de las formas del conocer.
Desde que el hombre apareció en la historia se puede observar a
través de los hechos que ha mostrado interés en apropiarse del conocimiento, desde la forma más rudimentaria del ser y del pensar; hasta la evolución postmoderna del mismo.
Si debemos significar los hechos históricos para apropiarlos de una
cronología; comenzaríamos que en un primer estadio el hombre observaba su realidad viéndola ajena a sí mismo, cómo si él estuviese fuera de ella y asignándole valor y poder a seres o cosas sobre las que no tenía control. A esta etapa la llamamos la del pensamiento mítico o estadio metafísico; donde las respuestas que el hombre daba a las múltiples inquietudes en las diferentes áreas del hacer humano; para dar orden y sentido a su mundo circundante, las encontraba en lo sobrenatural.
Sin embargo, observamos que este tipo de paradigma no es
excluyente de aquellas épocas pasadas, ya que las sociedades en muchos casos conservan ciertos aspectos del pensar correspondiente a este periodo; asignándole poder y capacidad de transformar sus vidas a fuerzas que están fuera de sí mismos; llámese horóscopo, tarot, brujos, entre otros. Por lo que vemos que el pensamiento mítico o metafísico aún forma parte de nuestras sociedades dependiendo de la cultura de cada individuo. Es paradójico ver cómo en pleno siglo XXI existen individuos que le asignan un valor superior a lo externo, en vez de a su propia razón y capacidad de entender; y apropiarse del conocimiento.
Por otro lado, el pensamiento religioso o estado teológico presente en
forma marcada durante las antiguas culturas monárquicas donde el poder divino emanado de un Dios Todopoderoso le era otorgado al Rey; y éste a su vez se valía de él para establecer un orden, un paradigma en lo social, económico y en lo político. Que le permitía utilizar a los individuos como parte de ese contexto o sociedad creada. Esta figura divina de Poder fue utilizada por muchos para esclavizar, someter y controlar a las sociedades antiguas. El conocimiento estaba limitado a unos pocos y a lo conveniente para sostener las estructuras sociales y políticas del momento. Todo aquel que se atreviera a pensar distinto, a tener ideas en contra del orden establecido era castigado duramente.
Dicho pensamiento no sólo lo abordamos durante los muchos años
que duró la monarquía. Si no que vemos en nuestras sociedades actuales una transformación de ese pensamiento religioso a una derivación del mismo en varias vertientes que agrupan individuos hacia un paradigma unos más o menos radicales, pero con dogmas bien definidos y excluyentes, que de una u otra forma han afectado el conocer.
En último lugar mencionaré, que debido a muchos acontecimientos
históricos, sociales, económicos y políticos la visión del mundo se fue renovando para dar paso a la modernidad; y aplicado a todas las áreas del saber surgieron nuevas formas de explicar los hechos, las realidades y los contextos de los individuos y sus intereses. Surge el método de analizar todas las cosas que nos rodean desde su realidad física, cuantitativa y desde allí el conocer se convierte en una especie de dogma, la ciencia es el nuevo Dios, el cual todo lo puede explicar, todo lo puede producir, todo lo puede sustentar. Lo que permitió muchos avances importantes en la historia humana y desarrollo del mundo moderno y postmoderno. Pero también concentrado en otras formas más sutiles de esclavitud; de producción, de información, de corrientes de pensamiento. La esclavitud de no pensar por sí mismos, donde el conocimiento es exclusivo de los científicos y sus métodos.
Pero acaso, ¿no estamos en un nuevo tiempo? No debemos
preguntarnos: ¿si nuestro contexto y la diversidad nos están planteando otras formas de buscar conocimiento? El conocer es más flexible, más humano, más holístico, más integrador, más cualitativo hoy día, porque tenemos múltiples realidades que debemos observar. Y que lo cualitativo tiene tanta validez como lo cuantitativo. Estamos en una nueva etapa, donde las respuestas que no pueden generarse desde el paradigma cuantitativo se están dando desde lo cualitativo y donde se están dando nuevas formas de conocer. Nos adentramos en una espíteme más holística del saber, para dar respuesta a los diferentes contextos del ser humano y su manera de hacer ciencia.
Debido a que, cada estructura histórico-social da lugar a sus propias
formas de ver, observar y conocer; es decir a su propia espíteme, de allí surgen sus ideas para responder a sus inquietudes. Es por ello que el contexto histórico y social de cada época influye determinantemente en la forma de conocer, en la búsqueda de ese conocimiento y la perspectiva del mismo. Sociológicamente hablando, la construcción del conocimiento estuvo y está ligado al Poder o a la Ideología predominante en un momento determinado. Es por ello que me atrevo a afirmar que la Ciencia y la Ideología están íntimamente ligadas y por ende los Paradigmas están relacionados a lo ideológico y al Poder. Ya que el conocimiento es Poder.
En cuanto a las formas de conocer, tenemos dos posiciones
principales encontradas; lo racional o positivo, llamado de esta forma porque era el tipo de pensamiento mejor aceptado por las sociedades científicas durante muchos años; la razón es la que permitía alcanzar conocimiento y sólo a través de ésta se podía alcanzar el saber. En contraposición a otros pensadores y científicos que sostenían que era el empirismo; los sentidos a través de los cuales se alcanzaba el conocer. La razón versus los sentidos. Todos los descubrimientos, pensamientos, teorías se desprendían de una de estas dos vertientes del modo de conocer.
Entonces, para entender y transformar el conocimiento, para estar en
sintonía con su continuo desarrollo y transformación; debemos considerar que cada sujeto involucrado en este proceso aportará sus propios paradigmas, su propia manera de ver, observar, pensar y conocer; esto dará distintos productos cognoscitivos tan ricos como variados, en la multiplicidad de individuos que la realizan.