Maters y Johnson realizaron un estudio con ayuda de
600 hombres y mujeres que fueron voluntariamente a un laboratorio para medir sus respuestas fisiológicas e identificaron cuatro etapas en la respuesta sexual, en función de dos procesos fisiológicos fundamentales, la vasodilatación (flujo de sangre a los vasos sanguíneos de una región determinada causado por la dilatación de éstos) y la miotonía (la contracción de los músculos genitales y en todo el cuerpo) Excitación En esta fase inicial la mujer experimenta una lubricación de la vagina, hinchazón de los pechos, endurecimiento de los pezones, hinchazón del glande (punta) del clítoris y una dilatación de la parte superior de la vagina. En el hombre se produce la erección, tensión en el escroto y una elevación de los testículos. Ambos sexos pueden experimentar un enrojecimiento de los genitales, así como un incremento de la velocidad del pulso y un aumento de la tensión arterial. Meseta Cuando la vasodilatación se halla en su nivel máximo, las paredes vaginales se contraen, la abertura se hace más pequeña, permitiendo a la vagina recibir al pene cómodamente, el clítoris se retira hacia el interior, el útero aumenta de tamaño y el color de los labios interiores se escurece. El pene llega a su máximo nivel de erección, los testículos aumentan de tamaño y aparecen unas gotas de fluido (que pueden contener esperma activo) en la punta del pene. La respiración, el pulso y la tensión arterial continúan aumentando en ambos sexos. Orgasmo En ambos sexos el orgasmo consiste en una serie de contracciones musculares rítmicas de los órganos pélvicos realizadas a intervalos de 0.8 segundos. El orgasmo del varón tiene dos etapas: la primera es de “inevitabilidad eyaculatoria”, es decir, la sensación de que la eyaculación está a punto de ocurrir y no se puede parar, y la segunda es la eyaculación misma, durante la cual el semen se expulsa fuertemente del pene. En el orgasmo femenino se contrae el útero. Resolución En esta fase final el cuerpo vuelve al estado de reposo. La reversión de los procesos anteriores normalmente dura de 15 a 30 minutos, pero puede durar hasta una hora en mujeres que han sido excitadas, pero que no han experimentado orgasmo. Los varones entran en un periodo refractario, un tiempo durante el cual son incapaces de conseguir erección u orgasmo. Este periodo puede durar desde unos pocos minutos en algunos varones hasta 24 horas en otros. Es más largo en individuos mayores. Las mujeres no experimentan periodo refractario, lo cual las hace capaces de experimentar varios orgasmos seguidos. Las sensaciones agradables asociadas con el contacto sexual van mucho más allá del simple coito. Existen muchas áreas sexualmente sensibles en nuestro cuerpo. Estos lugares son conocidos como zonas erógenas y las personas pueden sentirse excitadas y llegar al orgasmo al ser acariciadas en estas zonas. El medio más común para alcanzar el orgasmo, aparte del coito, es la estimulación manual u oral de los genitales. Aparte de la región genital ( el clítoris y la vagina, el pene y los testículos), las zonas erógenas incluyen también los pechos, los muslos, los labios y las nalgas y pueden también incluir otras áreas, como las orejas o las axilas, dependiendo esto de cada individuo. Distintas personas son sensibles en diferentes partes del cuerpo; lo que una persona ignora, otra puede encontrarlo altamente erótico. Cuando nos damos cuenta de que nos sentimos sexualmente atraídos por alguien, nuestra primera reacción es la de mantener un contacto visual, la siguiente es llegar a estar físicamente cerca y si el otro se muestra receptivo llegaremos a tocarlo o tocarla, y por fin pasaremos de este roce a un contacto sexual. Como los seres humanos, somos capaces de pensamiento simbólico, podemos excitarnos no sólo al ver una persona de carne y hueso delante de nosotros, sino también imágenes, películas y descripciones de desnudos y conductas sexuales. Tanto hombres como mujeres experimentan esta activación. Se ha demostrado que el estar expuesto a material erótico aumenta la liberación de las hormonas sexuales, las cuales, como sabemos son importantes para la activación sexual.