Está en la página 1de 3

RIOS DE AGUA VIVA

Génesis 2.10-14

 Pisón En la región de Javilá, donde hay oro, bedelio y ónice.

El oro representa a Dios por ser único, 100% puro; el bedelio es una perla que sale de
un árbol y representa a Cristo porque es vida; el ónice es una piedra preciosa con franjas
de diversas tonalidades y representa el Espíritu Santo.

 Guijón En la región de Cus.

En la región de Egipto, de donde salió Moisés con Israel.

 Tigris (Hidekel) Asiria

En la región de Nínive, a donde fue enviado Jonás.

 Éufrates De Caldea, de donde salió Abraham.

Estos cuatro ríos son la derivación de uno más grande, que sale del trono de Dios
(Apocalipsis 22.1) que quiere rescatarnos de la religión (Caldea, Babilonia), del pecado
(Nínive), y de nosotros mismos, de nuestro ego (Egipto).

Está claro que al decir rescatarnos del pecado y la religión, se refiere a las influencias
externas que Satanás pone en nuestro camino, pero ¿Cómo rescatarnos de nosotros
mismos? Si es una influencia que Satanás pone en nuestro interior, y no podemos verlo.

La respuesta es sencilla, pero creo yo que es lo más difícil a veces para un cristiano:

NEGARSE A UNO MISMO

Este tema está relacionado con los ríos de agua de vida. En Ezequiel 47.1-5 así como el
hombre midió el río para saber cuánta agua crecía, se nos mide a nosotros para saber
qué tanto tenemos a Dios en nuestras vidas. Fíjese que si la cantidad que el agua de un
río nos cubre es poca, podremos movernos con toda la libertad (versículo 3), y
asimismo si Dios está muy poco en nuestras vidas podemos cometer pecados con toda
libertad; si el agua de un río nos cubre hasta la cintura nos movemos con algo de
dificultad (v. 4), esto representa a un cristiano, conoce la palabra de Dios y se siente un
poco incómodo al hacer algo malo de hecho hasta llega a sentirse mal, pero igual
termina haciéndolo; en cambio, si el agua de un río nos cubre totalmente, no hay esa
libertad de movimiento, sino que el río nos lleva, incluso a donde no queremos ir.

Cuando estamos llenos de Dios, ya no hacemos nuestra voluntad sino la voluntad de


Dios como Jesús le dijo a Pedro en Juan 21.18 y que es lo que El nos enseñó (Mateo
6.10).

¿Y qué cree que pasa cuando nos “dejamos llevar por el río de agua viva”? Pues “Todo
tipo de árbol frutal crecerá en ambos lados del río. Nunca se marchitarán sus hojas ni se
acabarán sus frutos. Cada mes producirán fruto nuevo gracias al agua que fluye del
santuario. Su fruto produce alimento y sus hojas proporcionan medicamentos” Ezequiel
47.12

Fíjese que el agua se relaciona directamente con los árboles, los cuales darán buen fruto,
incluso hasta buenas hojas; pues nosotros somos los árboles que se benefician con el río
y así como lo dijo nuestro Señor Jesús, tenemos que dar buen fruto. “De la misma
manera, un árbol bueno da fruto bueno pero un árbol malo da fruto malo” Mateo 7.17

Debemos saber que:

Juan 4.14 Jesús da agua.

Juan 6.35 Jesús es pan de vida.

Juan 20.22 Jesús sopló Espíritu Santo.

En otras palabras; Jesús es bebible, comestible y respirable: Comer, beber y respirar son
las tres cosas esenciales para la vida y si tenemos a Jesús que nos da esto. ¿Por qué nos
preocupamos por cuestiones vanas en lugar de agradar a Dios que puede sustentarnos?
Jesús le dijo a nuestro Padre “Ellos no son de este mundo, así como yo tampoco
pertenezco al mundo” Juan 17.16 Entonces no debemos dejarnos llevar por las cosas de
este mundo.

“Ningún soldado pierde su tiempo pensando en asuntos de la vida civil, porque lo único
que le preocupa es agradar a su capitán” 2Timoteo 2.4 Esos soldados tenemos que ser
cada uno de nosotros y el capitán será nuestro Dios; y no debemos pensar en otra cosa
que en agradar a nuestro creador y Padre.

“A través de Cristo el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo” Gálatas


6.14b; Al decir que el mundo ha sido crucificado para mí; el apóstol Pablo se refería a
“Sabemos que nuestra vida de antes murió con Cristo en la cruz para que fuera
destruido lo que desea pecar dentro de nosotros y dejáramos de ser esclavos del pecado”
Romanos 6.6 Es decir que ya no hacemos lo que al mundo le agrada, ni siquiera lo
que a mí me agrada ya que “Todos vivimos para el Señor y ninguno vive o muere para
sí mismo” Romanos 14.7

¿Cuántos somos capaces de decir? “Si vivimos, para el Señor vivimos y si morimos,
para el Señor morimos. Así que vivos o muertos pertenecemos al Señor” Romanos 14.8

También podría gustarte