Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aproximaciones Teoricas Estudios Lit Cinemat
Aproximaciones Teoricas Estudios Lit Cinemat
Introducció n
Para comenzar a pensar en la relación entre el cine, la literatura y la educación,
partimos de los aportes teóricos del Dr. Lauro Zavala i con el artículo “Cine y
Literatura. Puentes, analogías, extrapolaciones”, publicado en la revista RAZON Y
PALABRA Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en
Comunicación Número 74: “Estudios cinematográficos: revisiones teóricas y
análisis”. Este artículo nos sirve de guía en nuestro inicio de la investigación porque
señala los estudios del cine y la literatura más importantes del siglo XX y XXI.
El artículo la Dra. Silvia Saítta, “Mirar con otros ojos: el cine en la literatura
argentina (1900- 1950)” es fundamental para introducirnos en algunos aspectos de
la relación cine-literatura expresados por Zavala. En este artículo Saítta recorre
medio siglo de la literatura argentina para ejemplificar la relación entre dos
discursos provenientes de ámbitos diferentes: el cine y la literatura.
Enriqueceremos la mirada de Saítta con el pensamiento de narradores y críticos
argentinos quienes verán en la relación de la literatura con otros discursos –en
particular el cine-, el tema de la realidad de la ficción o la representación. Tales
artículos han sido publicados en la revista Narrativa Argentina: Séptimo Encuentro
de Escritores Dr. Roberto Noble, Cuaderno Nº 9, 1995.
2
de tipo plano a plano, por ejemplo la serie de Nau llibres publicados por Paidós en
Valencia.
Las aproximaciones abductivas parten de un conocimiento de las opciones
metodológicas disponibles para el análisis, y con estos antecedentes en mente se
tiene la experiencia de ver la película. A partir de esto serán las categorías y
herramientas de análisis más convenientes para reconocer lo distintivo de esa
experiencia de ver. Es el sistema propuesto por Bazin (años ’60)Bellour (años ’70),
Branigan (años’80) Bordell (años ’90) y Buckland (2002) con el texto Una guía para
el análisis de una película. En esta tradición el analista establece una negociación
entre sus hipótesis preliminares y la experiencia estética de ver una película o leer
una obra literaria. El resultado de este análisis suele tener consecuencias para la
teoría, estableciendo una relación polémica con la crítica. Estas ideas se plasma en
un género formalmente académico, cuyos contenidos –acompañados de un
abundante y necesario aparato crítico- y estrategias de argumentación son
similares al ensayo literario.
Cada una de estas aproximaciones que se han desarrollado en los terrenos
específicos de la teoría y el análisis cinematográfico se han extrapolado de los
estudios literarios a los estudios cinematográficos, por lo que se pueden reconocer
seis áreas que se han nutrido de la tradición de los estudios literarios:
1. La teoría y estética del guión
2. Teoría del cine clásico (géneros narrativos)
3. Narratología audiovisual
4. Estudios de recepción cinematográfica
5. Teoría del cine de autor
6. Escenografía en el cine
La teoría del guión de cine se nutre de las poéticas personales de los escritores, de
herramienta de análisis dramático, mitológico y narratológico. El material más
característico es el estudio panorámico de François Vanoye (1996) donde ofrece
una cartografía de modelos de guión a partir de su naturaleza narratológica y
estructural.
La teoría de los géneros narrativos en el cine clásico se nutre de la tradición
literaria iniciada por Aristóteles. El estudio de Rick Altman (2002) es uno de los
trabajos más importantes.
La narratología audiovisual (narratología cinematográfica) se encuentra en un
estado de permanente expansión a partir del surgimiento de las nuevas
tecnologías. Debido a que la narratología literaria ha tenido una orientación
formalista en sus inicios, la narratología cinematográfica se ha derivado de la
narrativa genettiana, según los trabajos de François Jost (Francia) y André
Gaudrealt (Canadá).
Las teorías de la recepción cinematográfica ha tenido múltiples desarrollos con
las aportaciones de la semiótica de la enunciación (Bettini), la semiopragmática
generativa (Odín), la formulación greimasiana (Casetti), éste último es el más
conocido por sus trabajos ligados a las teorías de la enunciación audiovisual.
La teoría del cine de autor ha sido establecida por los críticos de Cahiers du
Cinèma (Francia) y por Andrew Sarris (USA) en las décadas del 50 y ’60 quienes se
4
Silvia Saítta
La coexistencia del cine como documento de la realidad y del cine como ficció n
provoca desestabilizacó n en el relato realista y le otorga al relato fantá stico
una hipó tesis verosímil. Así encontramos adhesió n de ciertos escritores por la
“espectacularidad narratoló gica del cine” [el entrecomillado es mío]: Fray
Mocho, Horacio Quiroga, Roberto Arlt, y Adolfo Bioy Casares, Jorge Luis Borges
y Julio Cortá zar.
Quiroga inaugura la hipó tesis ficcional que dispara l relato hacia el género
fantá stico o hacia la ciencia ficció n. En cambio Fray Moco concibe al cine como
documento de la realidad.[ver textos Memorias de un vigilante, firmada con
el seudónimo Fabio Carrizo; Viaje al país de los matreros: cinematógrafo criollo]
En ambos textos las nociones de cinemató grafo y realismo y la de “literatura
realista” sostienen su confianza plena en la representació n de la realidad.
Arlt también capta la potencialidad del cine en tanto propaganda política y
adhiere a la idea del cine como documento pero plantea un cuestionamiento
radical con los presupuestos del cine documental, por ejemplo, en Los siete
locos el Astró logo propone la filmació n no de la realidad sino la de un
“simulacro”; es decir, no es la realidad documentada lo que afianza el poder de
las masas sino el “simulacro” de esa realidad. Por otra parte, en sus relatos de
viaje –sobre todo al Á frica y la India- utiliza la noció n de cine como documento
y le otorga una verdad que luego la desmiente. El desencanto irrumpe cuando
la realidad contradice la visió n cinematográ fica. Esta “actitud visual“ lo lleva a
confrontar el escenario al que llega con el escenario representado en las
películas que ya vio en el cine. La realidad desmiente al cine u la desazó n
aumenta.
En cambio en la línea inaugurada por Quiroga se parte de la concepció n de la
imagen como captació n de la vida verdadera pero no para confirmar la
realidad sino para subvertirla. Los cuentos como “El vampiro”, “El puritano”,
hace posible la realizació n de uno de los grandes tó picos de la literatura
fantá stica: el amor después de la muerte En “Miss Dorothy Phillips, mi esposa”
el cine configura un nuevo erotismo cuyo centro –como en las narraciones
sentimentales- está la mirada, el close-up, que reactualiza el có digo de la
mirada de las narraciones sentimentales donde los ojos marcan el comienzo
del “amor a primera vista” y son el centro de la expresividad.
Bioy Casares continú a con la concepció n del cine que torna verosímil la imagen
fantá stica, pero se diferencia de Quiroga porque en su novela La invención de
Morel só lo se conoce la voz del pró fugo quien convertido en imagen queda en
silencio, en cambio Quiroga incorpora la perspectiva del no-muerto (El
puritano, El espectro) en donde los celos de un marido engañ ado pueden
modificar las imá genes filmadas de una película.
Julio Cortá zar invierte y expande la idea de la sala de cine como metonimia de
la ciudad y sinécdoque del comportamiento social (trabajado ya por Arlt en El
Amor brujo) en el relato La banda; en el cine Lucio comprende la nueva
situació n socio-política, descubre que las nociones culturales han cambiado,
identifica a esos otros que invaden el que hasta entonces era su espacio y
decide abandonar el país.
6
Con relación a los paradigmas estéticos en cine y literatura diferencia el clásico, moderno
y posmoderno. El paradigma estético clásico se caracteriza por un inicio catastrófico, un
tiempo secuencial, un narrador omnisciente y un final anafórico. En el moderno (o
vanguardista) el inicio es anafórico, el tiempo es espacializado, el narrador es múltiple y el
final catafórico, decir, se extiende más allá del final hasta el punto de la relectura. Al
yuxtaponerse ambos paradigmas en la estética posmoderna, surge la hibridación
genérica, la intertextualidad irónica, simulacros de intriga y predestinación y de epifanía
resolutiva y diversas formas de polisemia y ambigüedad semántica.
Otra de las analogías entre los estudios literarios y cinematográficos se corresponde con
las tendencias teóricas generales, básicamente diferencia cuatro grandes tendencias
teóricas:
1. La tendencia ideológica (marxismo, realismo, feminismo)
2. La tendencia genética (teoría de autor, sutura, etnografía de audiencias)
3. La tendencia formalista (semiótica estructural, glosémica, narratología, retórica,
genología, neoformalismo).
4. La tendencia pragmática (hermenéutica, fenomeología, dialogismo, sociosemiótica,
post-estructuralismo)
Otro terreno común entre los estudios literarios y cinematográficos es el de los estudios
sobre minificción. Es un género reciente en la historia de literaria que surge a principios
del siglo XX en la lengua española, en la literatura hispanoamericana, aunque haya
comenzado a ser estudiado recién en la década del ’80. En los géneros audiovisuales
tenemos el tráiler cinematográfico, los spots comerciales y políticos, los créditos iniciales,
las secuencias autónomas, las secuencias de baile, los videoclips, los cineminutos, la
animación experimental, etc. Todas estas formas de minificción audiovisual comparten
rasgos con la minificción literaria: la serialidad, la fractalidad, la metaforización, la
estructura anafórica, la elipsis, hibridación genérica e intertextualidad irónica.
Puentes que permiten transitar de un terreno a otro
Los puentes que permiten transitar de un terreno a otro comprenden los estudios sobre
la adaptación literaria al cine y los estudios sobre traducción.
Los estudios sobre la adaptación literaria están más orientados al concepto de fidelidad al
texto literario, pero Zavala opina que deberían estar más orientados a la fidelidad del
producto cinematográfico, al lenguaje cinematográfico y a la visión estética del director,
que al pretexto literario. Con respecto a este tema, Sánchez Noriega (2000) propone una
7
A modo de Síntesis
Para concluir este resumen sobre las relaciones entre los estudios literarios y
cinematográficos (aproximación al análisis, extrapolaciones, analogías y puentes), el autor
reconoce un giro semiótico actual que consiste en olvidarse de la lingüística para estudiar
la especificidad cinematográfica. Con este giro semiótico se reconoce que el lenguaje
cinematográfico está formado por cinco sistemas semióticos simultáneos: la imagen
heredada de la pintura, la fotografía y los medios digitales), el sonido (ligado a la música y
la estética de lo cotidiano), la puesta en escena (derivada de la tradición teatral), la
narrativa (inevitablemente ligada a la narratología literaria) y el montaje, que es el
componente menos estudiado y el más específicamente cinematográfico.
Deja abiertos algunos interrogantes que han surgido con relación a las TIC y que están
orientados hacia la teoría del cine y la teoría literaria: ¿qué consecuencias estéticas e
ideológicas tiene la minificción literaria y audiovisual para la teoría?; ¿qué clase de
literatura o de cine es la cibernarrativa digital?; el nuevo cine digital ¿pertenece todavía a
lo que conocemos como lenguaje cinematográfico?; ¿son el cine y la literatura sistemas
de alusiones?
8
i
Lauro Zavala (zavala38@hotmail.com) es Profesor - Investigador Titular de Tiempo Completo en el
Departamento de Educación y Comunicación de la UAM (Universidad Autónoma Metropolitana),
Unidad Xochimilco, en la Ciudad de México, desde 1984. Es Doctor en Literatura Hispánica por El
Colegio de México y desde 1994 pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II. Autor de más
de treinta libros sobre cine y literatura, y un gran número artículos de investigación publicados en libros y
revistas arbitradas en Estados Unidos, Inglaterra, España, Francia y otros países.