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SER VENDEDOR ES UN ORGULLO Y UNA VERDADERA PROFESIÓN

QUE SOLAMENTE UNOS POCOS LOGRAN DISFRUTAR


Ser y querer serlo es el verdadero secreto del vendedor profesional y para logra
rlo todos debemos ser consientes de la responsabilidad que tenemos al exponer nu
estros argumentos de calidad, confiabilidad y servicio para garantizar el éxito.
En nuestro país, las ventas no son considerados como una profesión y peor aún, si por
casualidad les preguntamos a las personas que se dedican a la difícil, pero extra
ordinaria y lucrativa carrera de las ventas, cómo se encuentran en esta profesión, d
e seguro encontraremos que sólo pocas podrán contestar esta pregunta; el resto conte
stará moviendo dubitativamente la cabeza o poniendo cara de pensativos, que no se
explican ni cómo, ni por qué están en ella. Tal vez, y lo reto a que si en este moment
o usted se hiciera la misma pregunta, le costaría trabajo contestar con sinceridad
.
En el entorno comercial y de servicios, muchos, ignoran y desconocen el profesio
nalismo de las ventas, pensando y creyendo que la palabra vendedor es sinónimo de
mentiroso, charlatán, embaucador y algunos otros calificativos peyorativos más. Pero
, si analizamos con detenimiento todos los calificativos anteriores notaremos qu
e los vendedores los hemos propiciado. Por lo menos alguna vez, en nuestra carre
ra de vendedores, hemos olvidado la ética de nuestra profesión. ¿Quién no pensó que mintie
ndo lograría mejores ventas?, cuántos pseudovendedores, después de cerrar un negocio,
no piensan o gritan abiertamente: éste ya cayo o uno más que atrape…..; cuántos más promet
en cosas que nunca cumplirán o inventan beneficios que no proporciona el producto
o servicio que ofrece. ¿Usted qué opina, será que la malicia es la respuesta?; ¿Será que n
o somos creativos e innovadores para dar una verdadera relación de confiabilidad
con nuestros clientes?; ¿Hemos propiciado o no esta situacion?
Existen también otro grupo de personas para quienes las ventas son el refugio de l
os fracasados, el recurso al cual por necesidad entra el individuo que no ha log
rado el éxito en su profesión, o que por falta de interés o recursos económicos, no ha c
ontinuado sus estudios; por Dios, falso, absolutamente falso; las ventas, apreci
ado lector, son una profesión digna y muy decorosa para el que tenga estas dos cua
lidades: deseos de aprender y ganas de trabajar.
Mi experiencia como asesor, consultor y vendedor ha permitido determinar que un
alto porcentaje de vendedores se avergüenza de serlo. Ninguno de ellos, al llenar
los registros en el hotel, restaurantes, aeropuertos y demás lugares en donde exig
en la profesión, escriben la palabra vendedor (tal vez porque nunca lo han sido);
siempre disfrazan con términos, tales como: representante, distribuidor, agente vi
ajero, ejecutivo de ventas, y otros más que engrosan el diccionario inédito y que de
alguna manera servirían de disculpa para no afrontar la responsabilidad que signi
fica la palabra vendedor, Sí, así con mayúsculas, VENDEDOR. Cuántos de nuestros familiar
es (cónyuge, padres, hermanos o hijos), cuando alguien les pregunta a qué nos dedica
mos, contestan con orgullo: ¡Es vendedor!
Qué tal si el actual presidente de nuestra República no hubiera sabido vender su con
ducta personal, su preparación, su capacidad de trabajo, ¿ustedes creen que con sólo s
u titulo podría haber alcanzado la posición actual?, ¿Cuántos otros profesionales en igu
aldad de condiciones y capacidades están perdidos o fracasados o pasan inadvertido
s dentro de la burocracia o pequeñas empresas, solamente vegetando o viviendo de i
lusiones o lamentándose para que los compadezcan, o criticando que, según ellos, pod
rían haberlo hecho mejor?
Las ventas son la razón de ser del mundo, son una forma de vida, son una pasión; las
ventas obligan al progreso de los seres humanos y de las naciones.
Ser vendedor es un orgullo y una verdadera profesión que solamente unos pocos logr
an disfrutar.
Oscar J. Zambrano Valdivieso
CONSULTOR EMPRESARIAL

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