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La vida como artista de Chillida comienza a tomar forma cuando se muda a Paris, Francia. Su
gran admiración por las esculturas Griegas que examina en el museo Louvre de Paris lo hace incursionar
en usar el yeso. Chillida se presenta por primera vez en la galería Maeght de Paris en el 1950, año en
que también se casa. La esposa, Pilar Belzunce, es la que le permite a Chillida estar solo la mayoría del
tiempo interpretando el mundo. Chillida a lo largo de su carrera nos presenta obras que no son
solamente objetos sino piezas que le hablan a lo más íntimo del ser humano. Su obra es siempre
caracterizada por llevar un mensaje metafísico y por crear un espacio en donde todo aquel que examine
la pieza se convierta en parte de la escultura.
Chillida-Leku es la máxima expresión de la increíble vocación del artista. Este museo consiste de
más de 12 hectáreas en donde se presente 44 escultores en el exterior y cientos de otros en un museo
que también se encuentra en la propiedad. Lo interesante es que Chillida no le molesta que las personas
toquen sus obras. El museo es un antiguo caserío que Chillida reconstruye como si se tratara de otra
escultura. La inmensidad de los espacios y el detalle utilizado es algo asombroso por sí solo. Además de
esto es increíble la cantidad de obra pequeña que se encuentra aquí. Estas, debido a su delicadeza, el
público no las puedas tocar. Un dato interesante es que el grupo español, La Oreja de Van Gogh, grabo
el video de “Cuéntame al Oído” dentro y en los alrededores del museo.
Chillida-Leku es un sitio impresionante no solo por su inmenso tamaño sin por que las obras que
se encuentran allí Chillida las hizo para su público. Chillida financio todo el museo y por esto la
inmensidad de obras que se encuentran las hizo porque le gustaba hacerlas no por que las necesitabas.
La obra de Chillida es un tesoro para todo quien la pueda ver por qué detrás de esas piezas hay un
mensaje. Chillida trata de que todos miremos al mundo, aunque sea por un momento, y no
simplemente lo veamos.