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Campaña Nacional de Alfabetización en Cuba

La Campaña Nacional de Alfabetización en Cuba fue una campaña de alcance nacional


impulsada en 1961 por el Gobierno cubano para reducir el analfabetismo e incrementar el
porcentaje de población escolarizada. La campaña comenzó a prepararse en 1960 y finalizó
oficialmente el 22 de diciembre de 1961, cuando el Gobierno declaró a Cuba, en la Plaza de la
Revolución José Martí, como Territorio Libre de Analfabetismo. La campaña redujo el
analfabetismo desde un porcentaje superior al 20 por ciento en 1958 al 3.9 por ciento en 1961. Este
año 1961 se proclamó en Cuba como "Año de la Educación".

Antecedentes

Pese al establecimiento de la educación obligatoria para todos los niños en la Constitución de Cuba
de 1940, el sistema educativo se caracterizaba por la existencia de grandes desigualdades en el
acceso a los recursos y oportunidades educativas, por lo que la educación de los sectores más
pobres de la sociedad era casi nula. Las desigualdades se acusaban especialmente en el contraste
entre las zonas urbanas, con un 11% de analfabetismo, y las rurales, con un 47'1%. En 1958, un
millón de personas eran completamente analfabetas y existía más de un otro de semianalfabetos;
además, 600000 niños estaban sin escolarizar. Proporcionalmente, menos niños en edad escolar
acudían al colegio en los años 1950 que en los años 1920.

Antes de alcanzar el poder, ya durante la etapa insurreccional, la guerrilla realizó algunas tareas de
alfabetización para la población de las zonas bajo su control, de diciembre de 1956 a enero de 1959,
en la Sierra Maestra, en la Sierra Cristal y en el Escambray.

Organización

Después del triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, uno de los principales
problemas al que el gobierno revolucionario debía darle seguimiento era el analfabetismo. El 26 de
septiembre de 1960, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz anunció en la Asamblea General de
las Naciones Unidas que Cuba sería el primer país en América que no tendría ni un solo analfabeto.

La Campaña Nacional de Alfabetización estuvo coordinada y controlada desde una estructura


organizativa de dirección única, la Comisión Nacional de Alfabetización y Educación Fundamental,
creada en marzo de 1959 e integrada por organismos gubernamentales y no gubernamentales, a
través de los que la sociedad intervino en el proceso. La Comisión incluía una Sección Técnica,
cuya función fue la organización del trabajo pedagógico y la formación de los alfabetizadores, así
como la realización de labores estadísticas. El censo que se elaboró entre noviembre de 1960 y
agosto de 1961 contabilizó en 985000 los analfabetos existentes en Cuba.

Las tareas concretas de alfabetización, en último término, se descentralizaron al nivel de las


provincias y los municipios, ya que estos tenían la responsabilidad directa en el ámbito de su
jurisdicción.
Durante el desarrollo del plan, además, tuvieron lugar el Congreso Nacional de Alfabetización (2 a
5 de noviembre de 1961) y el Seminario Internacional de Estudiantes sobre el Analfabetismo, que
analizaron las actividades realizadas y los objetivos alcanzados. En la última etapa se potenció un
trabajo basado en las medidas adoptadas en el Congreso.mnjijm

Desarrollo de la campaña

Desde el acceso al poder de los revolucionarios se habían adoptado diversas medidas con el
objetivo de erradicar el analfabetismo. En septiembre de 1959 se crearon aproximadamente diez mil
aulas nuevas y se incrementaron los maestros de las zonas rurales; muchos de estos maestros habían
sido instruidos en San Lorenzo y Sierra Maestra. Asimismo, a lo largo de la campaña se desarrolló
el plan de estudios Ana Betancourt, para muchachas campesinas, con una matrícula de 150000
alumnas, y se crearon Facultades de Obreros y Campesinos, con el objetivo de facilitar una mejor
educación a los adultos que les permitiera optar por la universidad o cursos de nivel medio superior
de calificación técnica, propiciando que se elevaran los conocimientos de los trabajadores para que
pudieran incorporarse al desarrollo del país.

En enero de 1961 se creó el Consejo Nacional de Cultura, actual Ministerio de Cultura de Cuba, al
que se le encargó el desarrollo de una red de bibliotecas que facilitaran el acceso de la población a
los libros que se habían reunido. Posteriormente, en 1962, se creó la Editorial Nacional de Cuba.

En el plano legislativo, el 26 de diciembre de 1960, dos meses después del discurso de Fidel Castro,
se dispuso la primera reforma integral de la enseñanza. El 6 de junio de ese año se dictó la Ley de
Nacionalización General de la enseñanza, que declaró que la enseñanza tenía carácter público y
debía ser prestada por el Estado, como deber intransferible. Era además un derecho que debía
garantizarse a todos los cubanos, sin discriminación y con carácter gratuito.

Brigadas de alfabetización

El núcleo de la campaña se desarrolló principalmente a través de brigadas de voluntarios que se


desplazaron por el país para realizar la labor de alfabetización. Estas brigadas usaban como material
el manual Alfabeticemos y la cartilla Venceremos. El manual estaba destinado a servir de guía al
alfabetizador; la cartilla era un cuaderno de trabajo, con ejercicios para ser realizados por el alumno
y material fotográfico destinado a servir como apoyo a la clase. Estaba formado por quince
lecciones relativas a asuntos de carácter sociopolítico, impregnadas por los contenidos ideológicos
de la Revolución cubana, con títulos como "OEA", "INRA" (Instituto Nacional de Reforma
Agraria), "La Revolución", "Fidel es nuestro líder" o "La tierra es nuestra", entre otros.

A principios de 1960 se constituyó el Contingente de Maestros Voluntarios, formado por tres mil
maestros y jóvenes que realizaron tareas de alfabetización en las zonas montañosas. Con
posterioridad, estos voluntarios la Brigada Frank País, que desarrolló su labor en las montañas de
las provincias de Oriente y de Las Villas y en la Sierra de los Órganos, en Pinar del Río.

También en 1961 se crearon las Brigadas Conrado Benítez, cuyo nombre procede de un voluntario
que fue asesinado. Estas brigadas estaban compuestas por estudiantes, en un total de 105664, con
edades de entre diez y diecinueve años. Para formar parte de ellas necesitaban la autorización de sus
padres. Los estudiantes fueron formados durante varias semanas en el campamento de Varadero, y
se les equipó con un uniforme especial, ropa, una manta y una lámpara de aceite con la que podrían
viajar por el campo de noche: estas lámparas llegaron a conertirse en el símbolo de las Brigadas. La
experiencia no estuvo exenta de riesgos: los jóvenes fueron objetivo de los contrarrevolucionarios y
diez de ellos fueron muertos, entre los que se encontraron el estudiante Manuel Ascunce Domenech
y el hombre en cuya casa se alojaba, Pedro Lantigua.

También se crearon otras brigadas, como las "Brigadas Patria o Muerte", formada por obreros que
recibían su salario ordinario mientras realizaban esta labor de alfabetización. A finales de verano de
1961, las brigadas estaban totalmente en marcha y sumaban, aproximadamente, 178000
alfabetizadores populares, 30000 brigadistas obreros y 100000 brigadistas Conrado Benítez.

Resultados

El 22 de diciembre de 1961, el Gobierno declaró cumplida con éxito de la Campaña Nacional de


Alfabetización y declaró a Cuba, en la Plaza de la Revolución José Martí, como Territorio Libre de
Analfabetismo. Desde entonces ese día se celebra en el país el Día Nacional del Educador.

A lo largo del año se alfabetizaron 707212 personas. El índice de analfabetismo de Cuba descendió
desde un porcentaje superior al 20 por ciento en 1958 al 3.9 por ciento tras la campaña de 1961, un
índice mucho menor al de cualquier otro país latinoamericano en ese momento. Antes de 1959
alrededor del 40% de los niños no estaban escolarizados, porcentaje que descendió al 20% en 1961,
lo que fue posible por el incremento del profesorado en las zonas rurales.

La campaña tuvo además la capacidad de movilizar masivamente a la población cubana. Bhola, en


un estudio de la Unesco sobre ocho campañas de alfabetización de distintos países en todo el
mundo, realizado en 1984, afirma que la campaña cubana de 1961 destaca por su velocidad e
intensidad.

Los críticos de la campaña, no obstante, denuncian la politización de la misma y la ideologización


de los materiales empleados para la alfabetización. También aluden a su carácter militarista, en
razón al lenguaje empleado: "brigadas", "liberación" de las poblaciones del analfabetismo o el
nombre dado a la cartilla empleada en la labor, Venceremos.

Referencias

Notas

1. ↑ Hugh Thomas, Cuba: The pursuit of freedom. 2ª edición, p. 448-49


2. ↑ a b c d e Perspectives on the Cuban National Literacy Campaign: Ruth A. Supko
3. ↑ World Library and Information Congress: The Cuban experience in the Public Library,
Miguel Viciedo Valdés
4. ↑ Hugh Thomas, Cuba: The pursuit of freedom. 2ª edición, p. 748
5. ↑ Richard Gott, Cuba, a new history, p. 189
6. ↑ Jonothan Kozol, pedagogo estadounidense y autor de Children of the Revolution, afirmó
que los ataques terroristas estaban dirigidos a desestabilizar la Campaña de Alfabetización
Cuban Library System A Brief Exploration of the Cuban Library System. Se afirma "The
young teachers were all volunteers, receiving their parent's permission to go, and given a
week's training before setting out. Ten of them were never to return, murdered by counter-
revolutionaries operating in the mountains".
7. ↑ Puede verse aquí el discurso pronunciado por Fidel Castro en tal ocasión.
8. ↑ Hugh Thomas, Cuba: The pursuit of freedom. 2ª edición, p. 908-909

Páginas web

 Cuba, territorio libre de analfabetismo hace más de 40 años, en Somos Jóvenes digital.
 Revolución educacional, en la página del Ministerio de Educación de Cuba
 Cronología de la educación cubana
 Video sobre la Campaña de Alfabetización (1961)

Una campaña de ternura y mucho más

El movimiento de masas de la campaña de alfabetización en la eliminación de este flagelo, y


por ende en la transformación cultural, y enriquecimiento del mundo espiritual de los
ciudadanos y de su conciencia ética, junto a la solidaridad nacional en torno al ideal socialista,
conforman un conjunto de múltiples procesos educativos que al articularse alrededor de la
victoria contra el analfabetismo, el 22 de diciembre de 1961, estaban fraguando el triunfo de la
ideología martiana y socialista de la Revolución Cubana. Ello confirma como en nuestro país
las ideas libraron sus batallas al lado de los acontecimientos.

Felipe Pérez Cruz


Investigador del Centro de Estudios de América de La Habana

Las necesidades de la transformación cualitativa de la sociedad civil prerrevolucionaria, la lucha


contra las fuentes sociales de enajenación del modelo de capitalismo subdesarrollado y neocolonial
heredado, y la creación en Cuba de un ser social revolucionario, precisaban de la apropiación por las
grandes mayorías, de los instrumentos y los valores de la cultura y la ciencia nacional y universal, en
primer lugar de la erradicación del analfabetismo.

Para enfrentar los retos que se abrían ante la Educación cubana al triunfo de la Guerra de Liberación
el 1 de enero de 1959, existían en el país premisas decisivas para pensar y actuar, desde una sólida
experiencia histórico pedagógica:

En los movimientos educacionales de los siglos XVIII, XIX y primera mitad del siglo XX, los temas
de la educación popular y de la lucha contra el analfabetismo se mantienen como temas articuladores
de la dialéctica educativa en su vínculo con las masas y el movimiento nacional liberador.
La presencia de la educación dentro del proyecto mayor de liberación nacional, incluyó prácticas
pedagógicas y formas de permanencia y de cambio, que no necesariamente marcharon al ritmo de
los acontecimientos políticos, pero que sí conformaron una teoría y una práctica educativa de
profunda impronta liberadora.

Con la trascendente incorporación del marxismo y el leninismo a la cultura patria y la recuperación


desde esa perspectiva del proyecto educativo martiano, se crearon a partir de la década tercera del
siglo XX, perspectivas ideoteóricas cualitativamente superiores, para plantearse en el ámbito
histórico, un decisivo proyecto educativo - cultural revolucionario, capaz de poner fin al capitalismo
en Cuba y con ello, crear posibilidades radicalmente nuevas para el desarrollo de la nación y la
construcción de un hombre y una sociedad progresivamente superiores.

Los postulados educacionales progresistas de la Constitución de 1940, la lucha posterior por la


escuela cubana, la conversión del analfabetismo en un tema del debate político cultural nacional, así
como la inclusión prioritaria de estos temas en el Programa del Moncada; demuestran que los actores
de la Revolución, están inmersos en un proceso objetivo, donde el ayer es condición de continuidad
y desarrollo de la de praxis histórica.

El proyecto educativo - cultural revolucionario se caracterizará por fundamentar el rescate del


proyecto educativo martiano y de los principios pedagógicos rectores de la pedagogía revolucionaria
cubana y, sobre esta sólida base, avanzar en la profundización de la misión cultural y patriótica de la
escuela cubana, en su desarrollo científico – pedagógico, organizaciones y pluridimensional.

Para el desarrollo del proyecto educativo - cultural revolucionario, resultaría decisivo la


implementación de una estrategia educacional. Esta estrategia se orientó en la especificidad de la
situación histórica, en la confianza ilimitada en la capacidad de las masas, el conocimiento de sus
anhelos y necesidades más profundas y la audacia de los cuadros.

La estrategia educacional incorporará como elemento decisivo de desarrollo patriótico, ideológico,


ético y sobre todo educacional, la inédita práctica de una masiva participación popular. Con tal
democratización de la gestión educacional, se incluía la historia de decenas de miles de personas, de
sus saberes, de la siembra de amor y patriotismo que había resistido en la escuela pública cubana. La
lucha por la erradicación del analfabetismo, se constituye en tal proyección estratégica, en una
dirección fundamental.

La lucha contra el analfabetismo en Cuba, no puede conceptualizarse sólo como un fenómeno


estatal. La expresión de unidad del Estado y la sociedad civil, fue forjándose desde 1959 y la
Campaña Nacional de Alfabetización en 1961, asumió un significativo carácter nacional popular,
que se expresó, precisamente, en la conformación del movimiento educacional de masas de la
alfabetización, protagonista principal de los acontecimientos.

Las contradicciones antagónicas, dadas entre los objetivos progresistas de la alfabetización y las
influencias de los agentes ambientales contrarios al cambio, manifestaron su carácter irreconciliable
y agudeza, al articularse con la principal contradicción histórica del desarrollo de la nación: la
actividad agresiva del imperialismo norteamericano contra Cuba Libre, y tener su más genocida
manifestación en la organización de un contramovimiento de naturaleza terrorista.

La contradicción principal entre la nación y el imperialismo norteamericano, asumió un rol principal,


e interpenetró todas las esferas sociales y compejizó aún más el panorama nacional. La elevación del
trabajo educacional al plano de la lucha por la defensa de la Revolución, se presentó como una
necesidad y la alfabetización se convirtió en una batalla moral, política e ideológica decisiva para el
triunfo de la alternativa socialista.

Con las formas de realización específicas del movimiento educacional y de la práctica pedagógica,
sus ritmos y resultados propios, el hecho alfabetizado en sí mismo, como acontecimiento
pedagógico, permite construir un espacio de participación y cohesión cultural y política, de
aprendizaje colectivo, de ciencia y conciencia, de articulación definitiva del avanzado pensamiento
martiano con el marxismo y leninismo; donde se despliegan relaciones sociales objetivas de
naturaleza liberadora. Tales procesos ideológicos, entendidos esencialmente como relación
pedagógica para la construcción de hegemonía en el seno de la sociedad civil, serán decisivos en la
educación de las masas, en la asunción de las ideas revolucionarias.

La relación pedagógica que se establece, propició el espacio privilegiado de concreción de la unidad


y la lucha revolucionaria, de la praxis y la teoría. Es la primera gran experiencia educativa de
aplicación de la línea de masas en la solución de un problema que gravitaba sobre todo el país y
estrena el sistema político del socialismo cubano: Será la primera gran tarea nacional que enfrentan
las nacientes organizaciones políticas de masas. Desde el pluripartidista revolucionario, inicia la
labor fundacional de la dirección política del partido único.

La unidad nacional en torno a la solidaridad humana, una campaña de ternura – como definió José
Martí a la alfabetización - fractura a escala social la filosofía individualista que hegemonizaba a la
sociedad burguesa neocolonial, y eleva la eticidad de los cubanos y cubanas a un nivel
cualitativamente superior. Entonces, el movimiento educacional de masas de la alfabetización crea
las condiciones subjetivas de partida, para el tránsito al humanismo socialista y el nacimiento de la
nueva moralidad revolucionaria.

La explosión de inteligencia, amor y sensibilidad artística y literaria que promovió el movimiento


educacional de masas de la alfabetización, la raigal incorporación de la intelectualidad cubana de la
época, y la promoción de los nuevos sujetos del trabajo cultural revolucionario; fueron hechos
históricos demostrativos de los profundos y decisivos procesos de recuperación y construcción de la
cultura democrática y popular cubana y de su intelectualidad orgánica. La multiforme y
pluridimensional eclosión de estos procesos durante la Campaña Nacional de Alfabetización,
convierten este hecho, en el acontecimiento cultural más trascendental de la historia de Cuba
después de la liberación misma de enero de 1959, Acontecimiento que sentó las premisas para el
despliegue de la Revolución Cultural en el socialismo cubano.

Los resultados del movimiento educacional de masas de la alfabetización en la eliminación del


analfabetismo, en la transformación cultural, en el enriquecimiento del mundo espiritual de los
ciudadanos, de la conciencia ética y la solidaridad nacional en torno al ideal socialista; conforman un
conjunto múltiples procesos educativos que al articularse alrededor de la victoria contra el
analfabetismo, el 22 de diciembre de 1961, estaban fraguando el triunfo - la hegemonía en la
sociedad civil -, de la ideología martiana y socialista – marxista y leninista - de la Revolución
Cubana. Ello confirma como en nuestro país las ideas libraron sus batallas al lado de los
acontecimientos.

El movimiento educacional de masas de la alfabetización realizó una contribución al desarrollo de la


educación cubana que trasciende hasta el presente. La movilización de contingentes de maestros
voluntarios, los Consejos Municipales de Educación, las Comisiones de alfabetización, los miles de
brigadistas, repasadores y activistas de las organizaciones de masas; marcaron un momento histórico
en el desarrollo de la democratización de la educación nacional y en el desarrollo de la cultura
política del pueblo cubano.

En general en el período estudiado, como parte del despliegue del movimiento educacional, se
crearon nuevas estructuras y formas de participación, organización y dirección popular de la
enseñanza, que todavía hoy mantienen su valor propositivo.

La vinculación sostenida de los dirigentes y las masas, el hecho revolucionario llevado al espacio de
la intimidad del hogar, sentó las bases del método y el estilo de trabajo, de la gestión cultural y
educacional comunitaria, y la política participativa, democrática, de las masas y sus dirigentes, que
caracteriza al socialismo cubano, y se constituyó en fuente de su permanente vitalidad.

La alfabetización cubana, por su propuesta de ciencia y espiritualidad, conciencia, racionalidad y


audacia, se imbrica en las realidades, anhelos y necesidades de nuestros pueblos latinoamericanos,
caribeños y tercermundistas. Desde tales coordenadas puede plantearse su contribución a lo
universal.

La contribución pedagógica cubana se expresa en cómo la estrategia pedagógica cubana para la


erradicación del analfabetismo, mantiene toda su actualidad:

Planificación, dirección y organización de la educación : escolarización de los niños, alfabetización a


los adultos y la continuación de estudios a los recién alfabetizados y a la población adulta
subescolarizada en general.

Identificar a los analfabetos, conocerlos en el más amplio concepto científico y humano: político,
histórico, étnico, sociológico, psicológico, lingüístico, religioso cosmovisivo, y motivarlos a
incorporarse a la alfabetización.

Definición de los procedimientos, medios y métodos didácticos para la alfabetización y la post


alfabetización

Construir una fuerza alfabetizadora y generalizar la metodología de la educación de adultos -


enseñarlos a enseñar -.

Desplegar un movimiento educacional de masas, capaz de convertir a todos los ciudadanos en


sujetos del proceso de educación y crecimiento moral y cultural.

La gesta educacional y la alfabetización desarrollada por los cubanos entre 1959 y 1961, no sólo
trascienden en sus expresiones históricas - singulares o histórico - particulares. Precisamente, la
principal contribución para el presente cubano, latinoamericano, caribeño y tercermundista; se
devela en la partícula de universalidad que tiene el acontecer estudiado, dada por los principios
pedagógicos generales que permite desentrañar, su aporte para desbrozar desde una perspectiva
histórica nacional, las líneas magistrales por las que debe transitar la denominada educación popular.

La alfabetización como objeto de estudio, acción pedagógica y proceso cultural no es ajena a la


lucha ideopolítica contemporánea, más bien deviene campo de confrontación dada su necesaria
vinculación con la elección de la vía de desarrollo y el proyecto social que defiendan sus
promotores. En esta medida, aunque la elevación del trabajo educacional al plano de lucha
ideológica por la defensa de la Revolución, fue una especificidad del escenario cubano; la
experiencia acumulada, constituye un aporte de interés científico y práctico que enriquece la teoría y
la práctica de las revoluciones de liberación nacional contemporáneas. Permite evaluar formas,
métodos y estilos para hacer avanzar la desenajenación humana en las condiciones de una sociedad
donde aún estaban presentes, como predominantes, las relaciones materiales y espirituales del
capitalismo. En tal dirección la contribución pedagógica cubana puede expresarse en directrices:

Lograr barrer las barreras clasistas que limitan el masivo acceso de todos los ciudadanos a los
servicios educacionales.

Plantearse la educación como un hecho político, forjador de ciudadanía, de participación y


compromiso social

Educación científica, montada desde la historia y cultura autóctonas, orientada a desarrollar y


universalizar, el mundo cosmovisivo de los sujetos participantes.

Propiciar el cambio y la transformación educativa en el sentido de que la escuela supere los


estatismos y tradicionalismos

Lograr una enseñanza desarrolladora que optimice el aprendizaje y enfatice la formación de valores
patrióticos y humanistas.

Concebir la labor escolar en proyección social hacía la familia, la comunidad, la nación.

Conceder una atención constate a la elevación de la preparación pedagógica de los maestros - aún si
son voluntarios movilizados circunstancialmente -, y en general a la elevación integral de la calidad
de los servicios educacionales.
La síntesis de la experiencia histórico pedagógico nacional que se puso de manifiesto en el
movimiento educacional de masas de la alfabetización; puede expresarse en principios generales
para la erradicación del analfabetismo en los pueblos subdesarrollados:

Campaña de ternura.

Campaña de ciencia y conciencia

Campaña de unidad del Estado y la sociedad civil.

El despliegue de estos principios rebasa la experiencia alfabetizadora propiamente dicha, y permite


determinar líneas magistrales por las que debe transitar la educación popular, en su objetivo
fundamental emancipador, de constitución de sujetos políticos comprometidos con el cambio
progresivo y la desenajenación humana:

a) Identificación de necesidades y aspiraciones individuales y colectivas, poniendo acento en la


valoración de la diversidad de las particularidades presentes en los valores locales. Comprender
mejor la complejidad de la vida en términos de identidades personales y sociales, y apoyar la
construcción y reforzamiento de voluntades colectivas.

b) Elaboración de proyectos y estrategias propias. Tales proyectos deben expresar los intereses de
los más diversos sectores populares, sin que se superpongan ni se anulen sus particularidades. A la
vez deben articular sus sentidos radicalmente transformadores con la capacidad de lograr de manera
eficaz mejoras económicas, sociales y culturales.

c) Puesta en práctica de métodos y procedimientos democráticos en las organizaciones sociales y


políticas: para la toma de decisiones, para la gestión e interacción con lo institucional, para la
aplicación y evaluación de acciones.

d) Rescate y recreación de valores que refuercen la identidad y la autodeterminación democrática,


nacional y popular.

e) Trabajar con una metodología integral que articule, entre otras, las dimensiones investigativa,
pedagógica y de comunicación, y esas con una finalidad estratégica.

f) Articular coherentemente la diversidad y la unidad de los aspectos específicos y globales; la


atención cualitativa y el alcance masivo; la capacitación y la formación; el contenido técnico y el
sociopolítico; los métodos y los contenidos; la acción directa y la proyección estratégica de la
práctica de los sujetos sociales.

En el terreno de evaluar la contribución histórica, entendida como aporte teórico a las Ciencias
Pedagógicas y a las Ciencias de la Educación, en general, el estudio realizado también aporta lo
cubano como expresión de universalidad. Confirma el punto de partida de la Pedagogía marxista,
que plantea el rol de la escuela como instrumento clasista de lucha por la hegemonía, y asume esa
lucha como una relación pedagógica.

El trabajo con la categoría movimiento, permite orientar metodológicamente las investigaciones, en


el movimiento real: en la historia de una escuela nacional, de su teoría educativa y de sus
movimientos. Y en tal dirección, confirma como válidos para el análisis de la Historia de la
Educación, los conceptos nucleares propuestos de movimiento educacional y movimiento
educacional de masas. Tal validación también contribuye a precisar las categorías correlativas,
movimiento pedagógico, movimiento magisterial y movimiento estudiantil.

La certeza científica - histórico pedagógica -, de que el movimiento educacional es un sujeto


colectivo trascendental para la construcción y triunfo de la alternativa socialista, constituye una
clave política imprescindibles para relanzar hoy la Revolución Educacional, como parte del gran
movimiento cultural masivo, con el que el pueblo cubano deberá enfrentar los retos del desarrollo
nacional y de la lucha de clases en el siglo XXI. Tal certeza, por demás, constituye una contribución
que también se abre a nuestro entorno caribeño, latinoamericano y tercermundista.

EDUCACION EN LA CUBA DE HOY

Con el triumfo de la revolución surgieron cambios radicales sociales.  Profundos y significativos


cambios sociales se realizaron para priorizar ciertos sectores los cuales en el pasado habían sido
olvidados.    

Una de las prioridades del nuevo gobierno socialista fue la educación, pues la revolución había
heredado una sociedad donde más del 60 porciento eran semi analfabetos, es decir, eran los que en
algunos círculos se definen como analfabetos funcionales, esos que poseen los mínimos
conocimientos para funcionar en una sociedad.  La pobreza de la educación se puede ver en el
porcentaje de analfabetismo urbano de 11.6 mientras que el analfabetismo rural era de 41.7%,
menos de .5% se graduaban.

Para combatir el analfabetismo se siguieron los siguientes pasos:

Se formaron las brigadas educacionales contra el analfabetismo en todos los rincones del país,
dichas brigadas estaban compuestas mayormente de estudiantes de high school y de la universidad. 
Esos estudiantes se conocían como brigadistas, quienes voluntariamente se brindaron para estas
tareas, enseñando a los campesinos en zonas rurales y principalmente en lugares bien remotos a leer
y escribir.  Algunos de estos brigadistas como Conrado Benitez y Manuel Ascunse Domenech, entre
otros fueron brutalmente asesinados juntos a los campesinos por bandidos armados, cuyo propósito
era luchar contra la Revolución, es decir "tumbar" el reciente sistema en la isla, estos bandidos
armados eran financiados y apoyados por la CIA y grupos de extrema derecha de Miami.

El nuevo gobierno formó a grupos en lugares como fábricas, talleres, etc, para ayudar a los
trabajadores a leer y a escribir.  Esto exoltó a los trabajadores a participar en esta meta, además las
escuelas de noche invitaban a los trabajadores a participar de este programa y así combatir el
analfabetismo existente.
Se crearon metas en niveles educacionales, es decir en los primeros años de esta campaña de
alfabetización la meta fundamental era alcanzar el sexto grado y según transcurrían los años se fue
incrementando dicha meta al noveno y últimamente el doce grado. 

En el primer año, es decir entre el 59 y 60 el porciento de analfabetismo fue reducido de un 23.6 a


un 3.8.  En el segundo año fue reducido a 1.9 %.  Durante este tiempo Fidel Castro elogió esta gran
azaña y se  izó una bandera con las siguientes palabras: "Cuba, territorio libre de analfabetismo".

Gracias a esta política los cubanos fueron beneficiados con la oportunidad de estudiar como es el
caso de mi suegra quien solamente con un tercer grado de escolaridad alcanzado antes de la
Revolución hoy cuenta con un sexto grado, ella decidió no continuar con sus estudios para
dedicarse completamente a sus hijos.  Otro ejemplo es mi suegro quien con esta campaña pudo
terminar high school y convertirse en un ingeniero electrónico totalmente gratis.

Además la construcción de nuevas escuelas fueron acciones tomadas por el nuevo gobierno
incluyendo la transformación de estaciones de policia y cuarteles en escuelas.  Aproximadamente
25,000 nuevas escuelas fueron creadas.  Fueron creadas además nuevas escuelas en zonas rurales
donde no existían, aún en las zonas más remotas.  Fue la primera vez en la historia que los
campesinos y sus hijos tenían la oportunidad de asistir a escuelas y recibir educación gratis. 

Todas las escuelas en la isla eran gratis y accesible para todos.

Se establecieron escuelas para discapacitados y con problemas de aprendizajes.

Antes de la Revolución solamente existían 3 o 4 universidades, principalmente en la Habana, sin


embargo a medida que iban pasando los años en esta campaña se incrementaron nuevas
universidades y escuelas técnicas y fueron abiertas para todos totalmente gratis.

A diferencia del pasado donde los círculos infantiles beneficiaban sólo para gentes adineradas, se
crearon nuevos círculos infantiles para todas las familias que lo necesitaran con facilidades de
pagos, es decir pagos basados en sus salarios.

Como han indicado reportes de la ONU, Cuba tiene un sistema de círculos infantiles altamente
desarrollado.  Una manera que indica bien la veracidad de estos reportes es sólo viendo los niños en
Cuba.  Yo he visto niños de muy temprana edad despabilados y con mucha fuidez verbal.  Por
ejemplo mi sobrina a la edad de 7 años cuenta con mucha facilidad de expresión y puede ya recitar
poemas memorizados.  Ella no es una excepción, es sólo un ejemplo de como son los niños en
Cuba.  Es una tremenda experiencia oir a niños pequeños hablar o dar "discursos" en público. 
Como mencioné anteriormente la razón principal de estas maravillosas cualidades de los niños en
Cuba es parte de ese magnífico sistema de círculos infantiles del gobierno que es el primer lugar
donde se relacionan socialmente antes de pasar a las escuelas. 

De todas maneras no solamente la educación es gratis sino que también el estado le facilita
materiales escolares como lápices, libretas y libros a los estudiantes.  Usualmente no hay problemas
en la distribución de estos materiales.  Algunas veces escacean estos materiales pero después
aparecen, lo que quiero decir que en todo curso escolar al menos se le facilita una vez dichos
materiales.  Los uniformes escolares es otra historial, después de el período especial se ha hecho
más difícil la adquisición de los mismos, debido a la carencia de materiales, pero al final los
estudiantes adquieren sus uniformes sin ningún problema.

A pesar del embargo impuesto contra la isla, las estadísticas muestran que el sistema de educación
está funcionando bien.  Hay actualmente 400 000 estudiantes en escuelas, 99 % de los niños asisten
a las escuelas, existe un maestro por cada 13.6 estudiantes, existen aproximadamente 45
universidades e institutos con 250 000 estudiantes matriculados y un total de 24800 profesores.

El porciento de alfabetismo es de 98 con un promedio de nivel escolar de 12 grado.

En la Cuba de ayer la mayor parte de los negros eran excluídos del proceso educacional, ahora ellos
participan de todas las oportunidades que ha brindado la Revolución y tienen el mismo derecho
como cualquier otro a asistir en cualquier institución para superarse educacionalmente, algo que no
ocurría en la Cuba antes de la Revolución.  En otras palabras, los negros fueron beneficiados con el
sistema socialista de educación de la isla, Cuba tiene un porcenteje significativo de negros
profesionales como doctores, maestros, ingenieros, etc. 

Poniendo a un lado la calidad de las escuelas cubanas, algunas de ellas necesitan mantenimiento
como reparaciones y pinturas.  Sin embargo, la condición económica ha hecho esto una tarea muy
difícil, aunque hay señales de mejoramiento, por ejemplo este año el gobierno ha reparado acerca de
1000 escuelas, 386 laboratorios y ha equipado escuelas secundarias, primarias y universidades con
nuevos televisores y computadoras.

Como un maestro quien ha viajado en muchas ocasiones a Cuba y que tomé un sabático educacional
en el 1995 visitando escuelas en República Dominicana y en la isla, puedo hablar con propiedad de
lo maravilloso que es el sistema educacional cubano.  Yo escribí un reporte para mi distrito escolar
diciendo que "(...) Yo he oído que el sistema de educación en Cuba es bueno, pero no lo es, es
fantástico(...)".

Finalmente, estudios de la ONU y la UNICEF confirman que el sistema educacional en Cuba es uno
de los mejores del mundo, y definitivamente en el tercer mundo ninguno se compara.

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