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EDUCACIÓN | Borrador del anteproyecto de Ley de convivencia escolar

La Xunta pretende que los colegios decidan el uso del


uniforme en las clases
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Los profesores tendrán condición de "autoridad pública", de modo que contarán con
"protección jurídica" específica y con la "necesaria" presunción de veracidad para el
mantenimiento de la "disciplina"; mientras que los centros escolares sostenidos con
fondos públicos tendrán la facultad de regular la vestimenta de los alumnos.

Según ha explicado el conselleiro de Educación de la Xuna de Galicia, Jesús Vázquez


Abad, en la presentación del borrador de anteproyecto de Ley de convivencia y
participación de la comunidad escolar, cada centro podrá determinar "qué (ropa) es
o no acorde a su modelo educativo", siempre contando con la aprobación del Consello
Escolar.

De este modo, podrá imponer un uniforme o establecer ciertas "pautas" sobre la


ropa. El uniforme todavía no está implantado en ningún centro público de Galicia, tal y
como ha admitido el propio conselleiro, quien ha aseverado que "muchas familias lo
demandan".

Cuestiones que han suscitado polémica en otras comunidades autónomas, como la


prohibición de utilizar velo islámico, quedan igualmente en manos de los colegios,
sin que la Administración educativa autonómica se pronuncie al respecto.

Entre las facultades que este texto normativo concede a los profesores está también la de
requisar a los alumnos cualquier sustancia u objeto que porten y que no esté permitido
por las normas del centro -como un teléfono móvil- o que sea "peligroso".

'Dignificar' al docente

Tal y como ha explicado el titular de Educación, el citado texto normativo tiene como
objetivo "crear y reforzar" los instrumentos jurídicos que "permitan mantener un clima
de convivencia a través de la restauración de ciertos valores y comportamientos" y
"dignificar" la profesión docente.

Se trata, según ha señalado, de que los docentes vean "debidamente reconocida" su


función, tanto por la sociedad como por los poderes públicos; y de que las aulas
transcurran en "un ambiente de respeto mutuo".

Para trabajar en este ámbito, el borrador legislativo incide en la "corresponsabilidad"


de los padres o tutores regulando su participación en el proceso educativo a través
de "mecanismos de consulta y participación directa", bien a través de medios
telemáticos o de los propios centros escolares.

En todo caso, el objeto de esta "participación", tal y como ha explicado el conselleiro,


será "sobre aspectos concretos de la enseñanza", de modo que queda "garantizada" la
autonomía de los centros en materia curricular y la libertad docente y pedagógica del
profesorado.

Podría volver la fallida consulta a los padres sobre el gallego

En relación con las "dudas de legalidad" que el Consello Consultivo detectó el pasado
mes de mayo en el decreto que regula el uso del idioma en la enseñanza en lo referido a
las consultas a los padres, ahora Vázquez Abad ha considerado que el gallego sí podrá
ser de nuevo "objeto de consulta".

Según ha precisado el secretario xeral de la Consellería de Educación, Jesús Oitavén,


esto se debe a que la legislación básica únicamente se centra en la necesidad de
"promover y defender la lengua". Sobre las consultas, el propio conselleiro ha explicado
que la Constitución "no da derecho a los padres a la opinión, pero tampoco a la no
opinión", por lo que ahora esta legislación les faculta para ello.

Hasta ahora, la consulta a los padres sobre el idioma de la educación de sus hijos está
permitida sólo en el caso de la infantil. El propio dictamen del Consello Consultivo
establecía "falta de cobertura legal" en lo referente a Primaria y Secundaria,

"Ahora se podrían hacer muchos tipos de consultas, de carácter orientativo o más


vinculantes", ha subrayado, para, preguntado si pretende hacer nuevas preguntas sobre
el gallego a las familias, limitarse a sentenciar que en sus planes está "cumplir el
programa del PP".

En la misma línea de "cumplir el programa electoral del PP" ha enmarcado la


presentación de este borrador de anteproyecto de ley, que, a su juicio, "da respuesta a
las demandas tanto de la sociedad como de la comunidad educativa". "Es más ambiciosa
que la de otras comunidades", ha destacado Vázquez Abad.

Incluirá por primera vez el acoso escolar y el ciberacoso

Entre los objetivos de este texto "innovador y actual", en palabras del conselleiro, está el
de generar "un marco jurídico" que permita "una respuesta inmediata y reeducadora"
frente a los comportamientos que "perturban un correcto clima en el aula". Se trata de
garantizar que los plazos de aplicación de las medidas correctoras -que se reducen casi a
la mitad- "no afecten a la convivencia" escolar.

A fin de decidir las sanciones, la norma incluye una clasificación de las conductas en
"leves" y "graves", entre las que se incluyen agresiones; discriminaciones; vacío
social; difusión de imágenes o información que atente contra el derecho al honor, a la
intimidad personal y familiar y a la propia imagen; y, por primera vez en el plano
legislativo español, el acoso escolar y el ciberacoso.
Para luchar contra esta situación, la normativa establece la incorporación de protocolos
para su prevención, detección y tratamiento a los planes de convivencia de los centros.
Además, la dirección del colegio o instituto podrá designar un responsable
"personalizado" de atención a la víctima o la mediación profesional en función de la
gravedad del caso.

Estas situaciones de acoso ya se dan en Galicia, según ha reconocido el conselleiro,


quien ha destacado, no obstante, que el nivel de conflictividad de las aulas gallegas es
"más bajo" que la media estatal. "Pero sólo con que haya un caso ya hay que tratarlo y
prevenirlo para que nunca lleguemos a la situación en que están otros lugares", ha
concluido.

Dentro de los castigos que pueden recibir los alumnos está la realización de tareas en
horario no lectivo, la suspensión de asistencias a determinadas actividades -como visitas
guiadas o excursiones-, la expulsión de cuatro a 15 días y el cambio de centro
escolar.

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