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Mª D. Fernández, F. Orgaz, E. Fereres, J. C.

López
A. Céspedes, J. Pérez, S. Bonachela, M. Gallardo.
© Autores:
Mª D. Fernández, F. Orgaz, E. Fereres, J. C. López
A. Céspedes, J. Pérez, S. Bonachela, M. Gallardo.

Reservados todos los derechos

Edita:
CAJA MAR (Caja Rural de Almería y Málaga)
Plaza de Barcelona, 5
04006 ALMERÍA
http://www.cajamar.es

I.S.B.N.: 84-95531-02-X
Depósito legal: AL - 22 - 2001

Imprime: Escobar Impresores, S.L. - El Ejido (Almería).


ÍNDICE

ÍNDICE ....................................................................................................... 4
LISTA DE AUTORES ................................................................................ 6

CAPÍTULO I
LAS NECESIDADES DE AGUA DE LOS CULTIVOS BAJO INVERNA-
DERO ................................................................................................... 7
1. FACTORES CLIMÁTICOS QUE INFLUYEN EN EL CONSUMO
DE AGUA BAJO INVERNADERO. .............................................. 8

CAPÍTULO II
MÉTODOS DE PROGRAMACIÓN DEL RIEGO .................................. 10
1. MÉTODOS BASADOS EN LA MEDIDA DEL CONTENIDO DE
AGUA EN EL SUELO .................................................................... 10
2. MÉTODOS BASADOS EN LA MEDIDA DEL ESTADO HÍDRICO
DEL CULTIVO ............................................................................... 16
3. MÉTODOS BASADOS EN PARÁMETROS CLIMÁTICOS ....... 19
4. MODELOS PARA DETERMINAR LA ETo. CASO DE UN INVER-
NADERO. ....................................................................................... 21
4.1. EL MODELO DEL TANQUE EVAPORIMÉTRICO CLASE A. . 24
4.2. EL MODELO DE RADIACIÓN ............................................... 26
5. COEFICIENTES DE CULTIVO. .................................................... 28
5.1. VALORES DE Kc EN INVERNADERO. ................................. 28
5.2. VARIACIÓN EN LA FECHA DE PLANTACIÓN Y SU EFEC-
TO EN Kc. ................................................................................... 32
5.3. MÉTODO DE CÁLCULO DEL Kc A PARTIR DEL TIEMPO
TÉRMICO. ................................................................................... 33
5.3.1.Modelo Kc-IAF .................................................................... 33
5.3.2.Modelo Kc-Tiempo térmico ................................................... 35
CAPITULO III
PROGRAMAS DE RIEGO DE CULTIVOS HORTÍCOLAS EN INVER-
NADERO Y RIEGO LOCALIZADO .................................................. 37
1. PROGRAMACIÓN DE LOS RIEGOS EN INVERNADERO BAJO
RIEGO LOCALIZADO. EL BALANCE DE AGUA. ..................... 37
1.1. PROGRAMACIÓN EN TIEMPO REAL. ................................. 39
1.2.USO DE UN PROGRAMA MEDIO O FIJO. ............................ 40
1.2.1.Variabilidad interanual de la ETo dentro de invernadero .......... 40
1.2.2.Programación en tiempo medio o fijo. ..................................... 41
1.2.3.Encalado ................................................................................ 43
1.2.4.Consideraciones a tener en cuenta en el uso del programa en
tiempo medio. ............................................................................. 44
2. NECESIDADES DE RIEGO BRUTAS ........................................... 45
2.1.Eficiencia del sistema de riego ....................................................... 45
2.2. Necesidades de lavado de sales .................................................. 46
3. EJEMPLO DE CALCULO .............................................................. 48

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ...................................................... 50

ANEXO 1
EXPRESIONES DE CALCULO DE LA ETo .......................................... 54
1.1. Expresión combinada: Penman-FAO .............................................. 54
1.2. Expresión de radiación: Radiación-FAO ......................................... 54
1.3. Expresión de temperatura: Hargreaves ........................................... 55
1.4. Expresión de evaporación en tanque: FAO-Tanque ........................ 55

ANEXO 2
EXPRESIONES PARA EL CALCULO DEL TTA Y MODELOS DE Kc... 56
1.1. Expresiones para el cálculo del TTA ............................................... 56
1.2. Modelos de Kc .............................................................................. 57
1.2.1.Modelo Kc-IAF .................................................................... 57
1.2.2.Modelo Kc-TTA .................................................................... 58

ANEXO 3
CONSUMOS MEDIOS ........................................................................... 62
LISTA DE AUTORES

Mª D. FERNÁNDEZ
Estación Experimental Las Palmerillas de Cajamar.
Autovía del Mediterráneo, Km 419.
04710 El Ejido (Almería)

F. ORGAZ
Instituto de Agricultura Sostenible (CSIC) y
Universidad de Córdoba.
Alameda del Obispo s/n.
1480 Córdoba

E. FERERES
Instituto de Agricultura Sostenible (CSIC) y
Universidad de Córdoba.
Alameda del Obispo s/n.
1480 Córdoba

J.C. LÓPEZ
Estación Experimental Las Palmerillas de Cajamar.
Autovía del Mediterráneo, Km 419.
04710 El Ejido (Almería)

A. CÉSPEDES
Estación Experimental Las Palmerillas de Cajamar.
Autovía del Mediterráneo, Km 419.
04710 El Ejido (Almería)

J. PÉREZ
Estación Experimental Las Palmerillas de Cajamar.
Autovía del Mediterráneo, Km 419.
04710 El Ejido (Almería)

S. BONACHELA
Dpto. Producción Vegetal.
Universidad de Almería.
04120 Almería

M. GALLARDO
Dpto. Producción Vegetal.
Universidad de Almería.
04120 Almería
Las necesidades de agua de los cultivos bajo invernadero

CAPÍTULO I

LAS NECESIDADES DE AGUA DE LOS


CULTIVOS BAJO INVERNADERO

El cultivo utiliza la radiación solar, el CO2 de la atmósfera, agua y nutrientes


para producir biomasa (frutos, hojas, tallos y raíces) mediante el proceso de la
fotosíntesis. Cuando los estomas de las hojas están abiertos, para permitir la
entrada de CO2 , se produce la emisión de agua en forma de vapor desde la
planta a la atmósfera mediante el proceso de la transpiración. Esta pérdida de
agua es un coste que debe pagar el cultivo para producir, y debe ser repuesta
por la planta mediante la extracción de agua del suelo por las raíces. Esta canti-
dad de agua, unida a la que se pierde por evaporación desde la superficie del
suelo, constituye lo que se conoce como evapotranspiración del cultivo (ETc);
y debe ser satisfecha mediante riego.
Con el riego se debe aplicar la cantidad justa para cubrir el consumo de
agua del cultivo ó ETc. Un exceso de agua de riego supone el lavado de fertili-
zantes, lo que puede acarrear problemas medioambientales por la contamina-
ción de las aguas subterráneas. Además, en suelos pesados es corriente la apa-
rición de problemas de encharcamiento y asfixia radicular. Ciertos cultivos, como
el pimiento, son muy sensibles al exceso de agua y en algunos casos puede llegar
a producir la muerte de la planta. Una aportación de agua inferior a la ETc puede
llegar a provocar déficit hídrico y por tanto una reducción de la producción
(Hsiao, 1973; Fernández, 2000). En la siguiente tabla se muestra como la apli-
cación de dosis de riego inferiores al consumo del cultivo o ETc redujo la pro-
ducción de los cultivos de melón (Criado, 2000) y calabacín (Montes, 2000).
Estos datos provienen de ensayos llevados a cabo en la Estación Experimental
de “Las Palmerillas” de Cajamar entre los años 1998 a 1999. Los cultivos se
sometieron a tres dosis de riego, un tratamiento control, en el cual se aplicó el
100 % de las necesidades de agua del cultivo, y otros dos tratamientos deficitarios.

7
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Tabla 1: Agua de riego aplicada (mm), producción total (Kg m-2) y comercial
(Kg m-2) de un cultivo de calabacín y melón bajo tres tratamientos de riego.
Valores relativos (%) entre paréntesis.
Cultivo Riego Producción total Producción comercial
135 (100) 5,9 4,8
Calabacín 90 (66) 5,6 4,5

54 (40) 4,9 3,4

168 (100) 6,5 6,3


Melón 115 (62) 5,8 5,4

78 (46) 4,5 4,2

1. FACTORES CLIMÁTICOS QUE INFLUYEN EN EL CONSUMO


DE AGUA BAJO INVERNADERO

La evapotranspiración ó ETc es un fenómeno que tiene como base el


paso de agua del estado líquido a gaseoso, por lo que se requiere una fuente de
energía que es proporcionada por la radiación. Además, es necesario que haya
una diferencia de presión de vapor (déficit de presión de vapor, DPV) entre la
superficie evaporante y el aire que la rodea. El viento actúa mezclando las capas
con mayor contenido de agua con otras de menor contenido, evitando de esta
forma que las capas próximas a la superficie evaporante se saturen, y por tanto
se detenga el proceso de la ETc. Bajo invernadero, el viento no tiene un efecto
directo sobre el consumo de agua, pero sí en la ventilación del invernadero. Sin
embargo, en la mayoría de los invernaderos de Almería la superficie de ventana
es baja, así como las tasas de ventilación (Baeza, 2000). Por tanto, el efecto del
viento sobre el consumo de agua de los cultivos puede considerarse casi des-
preciable.
La temperatura no afecta directamente a la ETc, pero sí es un indicador
de la cantidad de radiación, de tal modo que en los meses en los cuales la radia-
ción es mayor la temperatura también es más alta.
La temperatura y humedad influyen en el DPV. Humedades altas, próxi-
mas a saturación, pueden disminuir la ETc e inhibir la absorción de nutrientes,
particularmente el calcio, así como acarrear problemas de enfermedades (Garzoli,
1989).
La Figura 1 muestra la evolución diaria de la radiación y la transpiración
de un cultivo de melón entutorado bajo invernadero en Almería durante un día

8
Las necesidades de agua de los cultivos bajo invernadero

soleado y un día nublado. Los sensores de flujo de savia se instalaron en la parte


inferior del tallo principal para cuantificar la transpiración de toda la planta. Como
se puede observar la transpiración dependió de la radiación, reduciéndose
drásticamente en un día nublado respecto a un día soleado (Figura 1). También
se puede observar la alta sensibilidad de la transpiración a las variaciones de
radiación (Figura 1).
800 800
Radiac ión s olar
700 700
d-1-1 )

T R A N S P IR A C IÓ N (g h -1 cm -2 )
Trans pirac ión
R A D IA C IÓ N S O L AR (w m -2 s

600 600
s oleado

500 500

400 400
nublado
300 300

200 200

100 100

0 0
0:00 4:00 8:00 12:00 16:00 20:00 0:00 4:00 8:0 0 12:00 16:00 20:00

H O R A D EL D IA

Figura 1: Evolución a lo largo de un día nublado y un día soleado de la


radiación solar y la transpiración de un cultivo de melón entutorado bajo
invernadero (Datos cedidos por la Estación Experimental de Zonas Aridas,
EEZA, CSIC).

9
Métodos de programación del riego

CAPÍTULO II

MÉTODOS DE PROGRAMACIÓN DEL


RIEGO

La programación del riego es un conjunto de procedimientos técnicos


desarrollados para predecir cuánto y cuándo regar. Los métodos de progra-
mación del riego se basan en:

• Medida del contenido de agua en el suelo


• Medida del estado hídrico de la planta
• Medida de parámetros climáticos

1. MÉTODOS BASADOS EN LA MEDIDA DEL CONTENIDO DE


AGUA EN EL SUELO

El agua de riego se almacena en el suelo, que actúa como un depósito,


para luego ser usada por las plantas. El agua almacenada en el suelo y que puede
ser utilizada por el cultivo (agua total disponible), es la diferencia entre la
cantidad de agua almacenada a capacidad de campo (CC; contenido de agua a
una tensión de humedad del suelo de 1/3 atm) y punto de marchitez permanente
(PMP; contenido de agua a una tensión de humedad en el suelo de 15 atm)
(Allen et al., 1998). CC es el contenido de agua de un suelo cuando ha sido
mojado abundantemente por riego y después se ha dejado drenar libremente
hasta que éste sea despreciable, y PMP es el contenido de agua que hay en un
suelo cuando la planta se marchita de forma permanente.
Sí se parte de un suelo con un contenido de humedad próximo a su CC el
cultivo va extrayendo agua sin que se reduzca la ETc, sin embargo, el valor de la
ETc empieza a disminuir antes de alcanzar PMP. La reducción de la ETc por
debajo de su valor máximo se suele traducir en una reducción de la producción.
La fracción del agua total disponible que un cultivo puede extraer del suelo sin
que sufra estrés es el agua realmente disponible (Allen et al., 1998).

10
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Los sensores que miden el contenido de agua en el suelo permiten cono-


cer cómo el cultivo va extrayendo el agua del suelo, de forma que el riego puede
programarse para mantener un contenido de agua en el suelo entre dos niveles
de humedad. El límite superior es fijado para evitar drenajes, y por tanto lavado
de fertilizantes, y el límite inferior representaría el punto a partir del cual el cultivo
sufre estrés hídrico.
Los sensores más utilizados para la medida del contenido de agua en el
suelo son:

• Tensiómetros

Un tensiómetro se compone de una cápsula de cerámica porosa llena de


agua, que se entierra en el suelo a la profundidad de medición deseada, y que
está conectada a un manómetro o indicador de vacío (vacuómetro) por un tubo
lleno de agua. El suelo ejerce una tensión (tensión matricial) sobre el agua de la
columna, que hace que la altura del agua en ella descienda, pasando al suelo y
provocando por tanto una presión negativa. El tensiómetro mide directamente
energía (indicada en el vacuómetro en centíbares, cb) es decir, el esfuerzo que
las raíces deben realizar para extraer la humedad del suelo. Lecturas inferiores a
10 cb son indicativas de un suelo saturado, mientras que lecturas altas indican
que el agua almacenada en el suelo ha disminuido y puede producirse estrés
hídrico.

Ventajas:
1. muy rápido para medida de potenciales mátricos del suelo in situ.
2. bajo coste.
3. son fáciles de instalar y de mantener.
4. miden directamente la succión de agua.
5. no están influidos por el contenido de sales del agua del suelo.

Inconvenientes:
1. no miden directamente el contenido de agua del suelo.
2. la relación entre el contenido de agua y el potencial matricial difiere para
cada tipo de suelo.
3. el tiempo de reacción es bajo.
4. requieren un mantenimiento periódico.
5. en su instalación se disturba el suelo y puede permitir la infiltración de
agua.

11
Métodos de programación del riego

Tensiómetro

• Watermark

Consiste en dos electrodos envueltos en una matriz de yeso. La matriz a


su vez está rodeada por una membrana sintética para evitar que se deteriore, y
de esta forma queda protegida contra la salinidad. Para obtener una buena me-
dida, los sensores deben emplazarse en el bulbo húmedo y en la zona de las
raíces.

Ventajas:
1. permite realizar medidas continuas de la humedad del suelo.
2. son baratos.
3. son fáciles de instalar.

Inconvenientes:
1. no miden directamente el contenido de agua del suelo, sino el potencial
matricial.
2. se deterioran con el tiempo.
3. no está indicado su uso en suelos con alta porosidad.
4. la temperatura del suelo interfiere en la medida en un 2 % por cada grado.

12
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Watermark

• TDR (Time Domain Reflectometry)

La técnica de reflectometría en el tiempo es un método que mide la cons-


tante dieléctrica del suelo por medio del tiempo de recorrido de un pulso elec-
tromagnético que se introduce en el suelo a través de dos varillas de acero
inoxidable. El tiempo de recorrido es proporcional a la constante dieléctrica del
suelo y únicamente varía con el contenido de agua del mismo.

Ventajas:
1. es muy preciso.
2. no necesita calibración.
3. las medidas no están afectadas por la salinidad.
4. miden directamente el contenido de agua del suelo.

Inconvenientes:
1. alto coste
2. requiere tiempo para realizar las medidas
3. presenta problemas en suelos con alto contenido en materia orgánica y
suelos de textura fina (Hanson y Peters, 1999).

13
Métodos de programación del riego

TDR (Time Domain Reflectometry)

• EnviroScan

El EnviroScan utiliza la capacitancia para medir la humedad del suelo.


Alrededor de cada sensor se crea un campo eléctrico de alta frecuencia, y la
frecuencia medida es función del contenido de agua del suelo. Un equipo está
compuesto por varias sondas conectadas por cable a un datalogger donde se
almacenan las lecturas. Cada sonda está compuesta de varios sensores coloca-
dos a distintas profundidades dentro de un tubo de PVC. El EnviroScan pro-
porciona un gráfico continuo del movimiento del agua en la zona radicular, así
como el uso de agua por el cultivo. En este gráfico se registra la evolución del
contenido de agua en el suelo entre dos límites, permitiendo tomar la decisión de
cuando regar y cuanta agua aplicar (Figura 2). El límite superior se fija cuando en
el sensor más profundo, colocado debajo de la zona radicular, se observa un
aumento de humedad lo cual indica que existe drenaje. El límite inferior se fija
cuando los sensores instalados en la zona radicular indican una disminución en la
tasa de absorción de agua, momento a partir del cual el cultivo puede sufrir
estrés. La cantidad de agua de riego a aplicar queda definida por la diferencia
entre estos dos límites (Figura 2). Cuándo regar, se determina cuando el conte-
nido de agua en el suelo es igual al límite inferior.

Ventajas:
1. permite colocar sensores en distintas profundidades en el mismo tubo de
acceso y realizar medidas en todas las profundidades.

14
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

2. permite realizar medidas continuas del contenido de agua en el suelo.

Inconvenientes:
1. la instalación no es fácil, ya que es crítico mantener un buen contacto entre
el tubo de PVC y el suelo.
2. alto coste.
3. baja precisión en suelos de textura fina (Hanson y Peters, 1999).

EnviroScan
71
H U M E D AD D E L S U E L O (m m )

70

69 drenaje
68

67

66

65

64
riego
63

62 estrés
61
4 /1 0 5 /1 0 6 /1 0 7 /1 0 8 /1 0 9 /1 0 1 0 /1 0 1 1 /1 0 1 2 /1 0

FECHA
Figura 2: Evolución del contenido de agua del suelo tras varios ciclos de
riego.

15
Métodos de programación del riego

• Sbib (Self Balanced Impedance Bridge)

Desde el año 1992 se está desarrollando en la Estación Experimental de


Zonas Aridas (EEZA) del CSIC un sensor de bajo costo de constante dieléctrica
compleja del suelo para la determinación del contenido volumétrico de agua y
conductividad eléctrica. Las pruebas de laboratorio de los prototipos del nuevo
sensor han dado resultados muy satisfactorios con distintos tipos de suelo, fun-
cionando correctamente incluso con conductividades eléctricas del orden de 8
dS/m, manteniéndose estable en un amplio rango de temperaturas.
El sensor es enterrable a distintas profundidades, de pequeño tamaño, y
dispone de salidas analógicas para la medida simultánea de humedad,
conductividad eléctrica y temperatura del suelo, conectables a un sistema con-
vencional de adquisición de datos, permitiendo una lectura continua de las tres
medidas.

Sbib (Self Balanced Impedance Bridge)

2. MÉTODOS BASADOS EN LA MEDIDA DEL ESTADO


HÍDRICO DEL CULTIVO

Estos métodos incluyen técnicas que miden directamente las pérdidas de


agua de una parte de la planta, de la planta entera o de un grupo de plantas, o
miden características relevantes de las plantas que facilitan la estimación de la
transpiración. Los avances en electrónica han hecho que el uso de sensores que
monitorizan en continuo el estado hídrico de la planta facilite la toma de decisio-
nes en la programación del riego.
El estado hídrico del cultivo puede determinarse mediante la utilización de
sensores como:

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Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

• Sensores de medida del diámetro de los órganos de la planta

Son sensores que miden microvariaciones del diámetro de tallos y frutos.


La evolución del diámetro de un órgano presenta dos componentes, una asocia-
da con el crecimiento del órgano y otra con la pérdida de agua. El diámetro de
los órganos vegetales presenta una evolución típica a lo largo del día, con un
valor máximo, que se alcanza al final de la noche (período en el que la hidratación
de los órganos es máxima) y un valor mínimo, que se alcanza hacia medio día. La
diferencia entre ambos valores representa la pérdida máxima de agua que expe-
rimenta la planta a través de la transpiración. Una contracción diurna anormal
indica la presencia de estrés hídrico en la planta, y esto puede usarse para fijar el
límite inferior del contenido de humedad en el suelo permitido (Goldhamer et al.,
1999).

Ventajas:
1. son medidas no destructivas de plantas.
2. da información continua y en tiempo real del estado hídrico de la planta.

Inconvenientes
1. en la información que proporcionan estos sensores, para cada especie y
estado de desarrollo, hay que identificar el componente asociado al creci-
miento del órgano y el componente asociado a la pérdida de agua.
2. un déficit de oxígeno, niveles térmicos inadecuados en sustrato y salinidad
muestran contracciones diurnas similares a las asociadas a una falta de
agua.
3. su alto coste, además la instalación y mantenimiento de los componentes
electrónicos requiere de personal especializado.
4. no proporcionan información sobre la dosis y frecuencia de riego.

Sensor de diámetro de fruto Sensor de diámetro de tallo

17
Métodos de programación del riego

• Sensores de flujo de savia

La base de estos sensores es aplicar una fuente de calor constante en la


corriente de savia bruta o en su proximidad. La temperatura en las proximidades
de esta fuente se ve perturbada más o menos, según la importancia del flujo de
savia, y la pérdida de calor es directamente proporcional a este flujo. El flujo de
savia es una medida directa de la transpiración y presenta una evolución típica a
lo largo del día, alcanzando el valor máximo al medio día, cuando la radiación es
máxima, y un mínimo durante la noche. Una evolución anormal durante el día,
por ejemplo una caída en el flujo de savia cuando los valores de radiación son
máximos, indica una situación de estrés hídrico.

Ventajas:
1. medida directa de la transpiración.
2. medidas continuas y en tiempo real.

Inconvenientes:
1. alto coste.
2. la radiación solar y DPV influyen directamente en la tasa de transpiración,
por tanto para un buen uso de estos sensores es necesario contar con
información de estos dos parámetros climáticos.
3. no proporcionan información sobre la dosis y frecuencia de riego.

Sensor de flujo de savia

18
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

3. MÉTODOS BASADOS EN PARÁMETROS CLIMÁTICOS

Estos métodos se basan en la utilización de parámetros climáticos, que a


partir de expresiones matemáticas permiten estimar el volumen de agua consu-
mido por el cultivo. La información que proporcionan los sensores climáticos no
puede utilizarse directamente en la gestión del riego y exige que previamente se
establezcan relaciones entre el consumo de agua del cultivo, los parámetros
climáticos y el estado de desarrollo del cultivo.
El método más utilizado para estimar el consumo de agua de los cultivos o
ETc es el recomendado por la FAO (Doorenbos y Pruitt, 1977), en el que la
ETc se calcula como el producto de dos términos:

ETc = ETo ∗ Kc (1)

Kc es el coeficiente de cultivo y representa la disponibilidad del cultivo y


suelo para atender la demanda evaporativa de la atmósfera, y depende del cul-
tivo en cuestión, su estado de desarrollo y disponibilidad de agua en el suelo.
Los valores de Kc deben determinarse experimentalmente.
ETo es la evapotranspiración de referencia y cuantifica la demanda
evaporativa de la atmósfera, y representa la evapotranspiración de una pradera
de gramíneas con una altura entre 8 a 10 cm que crece sin limitaciones de agua
y nutrientes en el suelo y sin incidencia de plagas y/o enfermedades. La estima-
ción de la ETo en una determinada zona se realiza a partir de datos climáticos
empleando fórmulas empíricas.

Piranómetro (Radiación solar) Aspirosicrómetro (temperatura y


humedad relativa)

19
Métodos de programación del riego

En cultivos en suelo, dónde la frecuencia de riego es diaria y el suelo


mantiene una reserva de agua, las estimaciones de la ETc que proporciona la
Ecuación 1 son bastante precisas. Sin embargo, en cultivos sin suelo con fre-
cuencias de riego horarias o inferiores se requieren estimaciones de la transpira-
ción mucho más precisas. En invernaderos del norte de Europa, equipados con
sistemas de control climático y cultivo sin suelo, se han desarrollado modelos
para estimar la transpiración en cultivos de tomate (Stanghellini, 1987; Boulard y
Jemaa, 1993) y ornamentales (Bailey et al., 1993; Baille et al., 1994), basados
en parámetros climáticos (radiación solar, DPV) y propios del cultivo (índice de
área foliar). La aplicación de estos modelos en otras zonas requiere que se con-
trasten las estimaciones, y en algunos casos será necesario realizar ajustes para
adaptarlos a las nuevas condiciones climáticas. Medrano (1999) evaluó y adap-
tó el modelo desarrollado por Boulard y Jemaa (1993) a un cultivo de pepino en
sustrato de perlita e invernadero de plástico en Almería.
La gestión óptima del riego sería aquella en la que se pudiese medir con
precisión el consumo de agua del cultivo. Sin embargo, a pesar de los avances
en electrónica, tanto los sensores de medida del contenido de agua en el suelo,
como los de medida del estado hídrico del cultivo presentan un alto coste y
requieren de personal especializado para su mantenimiento. Por ello, su difusión
a los agricultores puede verse limitada teniendo en cuenta que el agua de riego
tiene un bajo coste en relación a otros insumos agrícolas (aproximadamente el 4
% de los costes de cultivo; Caja Rural de Almería, 1997). Sin embargo, los
sensores de medida del estado hídrico del cultivo tienen una doble utilidad en la
gestión del clima del invernadero (calefacción, aporte de CO2, ventilación, etc.),
por lo que su implantación en invernaderos con cierto grado de tecnificación
podría llevarse a cabo en un futuro inmediato. Además, la utilización de estos
sensores en la gestión del riego requiere que previamente se haya comprobado
su adaptación al sistema de cultivo y elaborado un protocolo y recomendacio-
nes de uso como, número de sensores que se deben instalar, cual es la localiza-
ción más idónea dentro del invernadero, que sensores se deben utilizar, cuales
son los umbrales para la gestión del riego, etc. Por ejemplo, el empleo de siste-
mas de riego por goteo puede limitar la programación del riego basada en la
medida del contenido de agua en suelo. Ya que, la variabilidad espacial de las
propiedades físicas del suelo y la distribución de las raíces dificulta la obtención
de datos representativos del contenido hídrico del suelo (Hanson et al., 1997).
Por ello, a corto plazo estos sensores no son fáciles de implantar como
medida de rutina en la gestión del riego de una mayoría de invernaderos. Por

20
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

tanto, la programación de riego basada en parámetros climáticos podría ser


adoptada más fácilmente por un gran número de agricultores. Aunque, la situa-
ción ideal sería aquella en la que se combine esta programación con algún sensor
que nos indique la tendencia en el contenido de agua en el suelo o del estado
hídrico del cultivo.
En los últimos años, con el desarrollo de los ordenadores personales se
han elaborado varios software para calcular las necesidades de riego de los
cultivos a partir de datos climáticos, como el del USDA (Jensen, 1969), CIMIS
(Snyder, 1985), CROPWAT (Smith, 1992). Estos software no sólo permiten
predecir las fechas y las dosis de riego a lo largo de la campaña, pueden ser muy
útiles para evaluar el manejo del riego y para planificar las actividades de finca
desde el inicio de la campaña (Fereres et al., 1981). En los invernaderos de
Almería existe una tendencia a la sustitución de los antiguos sistemas de
fertirrigación por programadores mucho más sofisticados que permiten un ma-
yor control sobre la nutrición del cultivo. Sin embargo, aunque estos programa-
dores u ordenadores permiten automatizar la operación del riego, no incorporan
un software que permita conocer las necesidades de agua de los cultivos (ETc)
o dosis riego (tiempo de riego o volumen de riego). Por tanto, es necesario
generar un software que permita estimar la ETc bajo invernadero a partir de
datos climáticos y su difusión a técnicos y agricultores, así como la posibilidad
de incorporarlo a los ordenadores de riego.

4. MODELOS PARA DETERMINAR LA ETo. CASO DE UN


INVERNADERO

En los últimos años se han desarrollado numerosas expresiones matemá-


ticas o modelos para estimar la ETo a partir de datos climáticos. Suele diferen-
ciarse entre modelos de temperatura, radiación, combinadas, etc., en función de
los datos climáticos necesarios. La elección de uno u otro modelo depende de la
disponibilidad de datos climáticos y de la precisión de estos modelos en la zona
donde se pretenda utilizarlos. Las expresiones combinadas son las más precisas
pero requieren datos de temperatura, humedad relativa, radiación y velocidad
del viento, los cuales no están disponibles en muchas zonas.
A menudo, es preciso aplicar estos modelos en condiciones climáticas y
agronómicas muy distintas de aquellas para las que fueron inicialmente desarro-
lladas. Por tanto, es muy importante evaluar estos modelos, y en algún caso
puede ser necesaria la calibración. La evaluación necesita de datos medidos de
ETo con los que comparar las estimaciones de los distintos modelos.

21
Métodos de programación del riego

En la Estación Experimental “Las Palmerillas” de Cajamar se evaluaron


bajo condiciones de invernadero distintos modelos para estimar la ETo. Para
ello, se contó con un invernadero tipo parral con cubierta simétrica a dos aguas
y cerramiento de polietileno, con ventilación pasiva por ventanas laterales,
recubiertas de malla mosquitera. La superficie del invernadero estaba sembrada
con una pradera de gramíneas perennes (Cynodon dactilon L. y Festuca rubra
L.). En el interior del invernadero se instalaron dos lisímetros de drenaje para la
medida de la ETo. Los lisímetros, de 4x2 m2 de superficie y 0,6 m de profundi-
dad, se construyeron con una lámina flexible de caucho butilo de 6 mm de espe-
sor. En el fondo del lisímetro, de pendientes convergentes, se colocó un tubo de
drenaje y posteriormente se rellenó la parte inferior con una capa de grava grue-
sa hasta enrasar horizontalmente su fondo. Sobre la grava se reprodujeron los
horizontes del suelo circundante, capa de 0,4 m de suelo original con gran can-
tidad de elementos gruesos y una capa de 0,2 m de tierra de “cañada”, de
textura franca.
La ETo en el interior del invernadero se midió en los lisímetros de drenaje
mediante balance de agua:

ET = (W to - W t1 ) + R - L (2)

El riego (R) se aplicó con una frecuencia semanal, la cantidad de agua


aplicada en cada riego fue la equivalente a la evaporación medida en tanque
evaporimétrico acumulada desde el riego anterior. El lixiviado (L) se midió dia-
riamente. (Wt0-Wt1) es la variación en el contenido de agua en el lisímetro entre
los tiempos t0 y t1 , y se midió con un equipo TDR (Time Domain Reflectometry)
Trase Model 6005x1 (SoilMoisture Equipment Corp., Santa Barbara, CA.,
U.S.A.).
Este invernadero, también estaba equipado con una estación
agrometeorológica automática (AWOS 7700, Adolf Thies GMBH & CO. KG,
Göttingen, Germany) para la medida de las variables climáticas, necesarias para
la estimación de la ETo. Se midieron las siguientes variables climáticas: Radia-
ción solar (Rs) en plano horizontal a 1,5 m de altura con piranómetro; Velocidad
del viento (U) a 0,5 m de altura mediante transmisor de viento combinado, Tem-
peratura (T) y Humedad Relativa (HR) a 1,5 m de altura utilizando
aspirosicrómetro. También se dispuso de un Tanque evaporimétrico Clase A en
el que se midió diariamente la evaporación (Eo).
Se estudió la precisión de los modelos Penman-FAO, Radiación-FAO,
Hargreaves y FAO-Tanque. Más detalle sobre estos modelos se encuentra en el

22
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Anexo 1. En la Figura 3 se comparan los valores medidos de ETo, valores


medios diarios de períodos semanales, con la media para los mismos períodos
de los valores diarios estimados durante el año 1993. Se observa la existencia
de una fuerte relación lineal entre los valores medidos y estimados (coeficiente
de determinación, r2). En todos los casos, la ordenada en el origen no fue
significativamente distinta de cero, por lo que se presentan las rectas de regre-
sión forzadas por el origen.
En la Tabla 2 se presentan los resultados de los análisis de regresión entre
los valores de ETo medida y la estimada por los modelos propuestos. Es de
resaltar la importante sobrestimación que proporciona el modelo de Hargreaves,
un 77 %, frente al resto de los modelos que estiman satisfactoriamente la ETo.
Las escasas diferencias en las pendientes de la recta de regresión, exceptuando
el modelo de Hargreaves, indican que cualquiera de ellos puede ser usado con la
misma confianza para estimaciones a largo plazo.
El modelo FAO-Tanque resultó la expresión más precisa para estimar la
ETo a corto plazo bajo invernadero de plástico (EEE=0,34 mm día-1). De una
precisión similar resultaron los modelos de Penman-FAO y Radiación-FAO.
Debido a la escasa importancia de la velocidad del viento dentro de invernadero
(Fernández et al., 1995) la expresión de Penman-FAO, que incorpora un térmi-
no aerodinámico, no mejoró las estimaciones de la ETo respecto al modelo de
radiación (Tabla 2, valores de EEE). Por tanto, se aconseja la utilización de éste
preferentemente al modelo de Penman-FAO por requerir menos datos climáticos
y su mayor facilidad operacional. El modelo de Hargreaves, basado exclusiva-
mente en la temperatura, proporcionó las peores estimaciones (EEE=2,05 mm
día-1), ya que el salto térmico que se produce en el interior de un invernadero es
muy superior al que se produce al aire libre, condiciones para las que se ajusta-
ron los coeficientes de ésta expresión.

Tabla 2: Análisis de regresión entre los valores de ETo medidos y los estima-
dos mediante diversos métodos evaluados. Estación Experimental “Las
Palmerillas” de Cajamar. Período: 1993.

ETo(estimada)=b*ETo(medida)
MODELO B R2 EEE
FAO-TANQUE CLASE A 0,94 0,98 0,34
PENMAN-FAO 1,03 0,98 0,43
RADIACIÓN-FAO 0,96 0,97 0,47
HARGREAVES 1,77 0,98 2,05

EEE: Error estándar de las estimaciones respecto de la línea 1:1, en mm día-1.

23
Métodos de programación del riego

H AR G R E AV E S P E N M AN -F AO
8,0 5,0

E T o e s tim a d a (m m d ía )
E T o e s tim a d a (m m d ía )

-1
-1

7,0
4,0
6,0

5,0 3,0
4,0

3,0 2,0

2,0
E T o e s t = 1,77xE T o m e d 1,0 E T o e s t = 1,03xE T o m e d
1,0 2
2
r = 0,98
r = 0,98
0,0 0,0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7 ,0 8,0 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0
-1 -1
E T o m e d id a (m m d ía ) E T o m e d id a (m m d ía )

F AO -R AD IAC IÓ N F AO -T AN Q U E C L AS E A
5,0 5,0
E T o e s tim a d a (m m d ía )

E T o e s tim a d a (m m d ía )
-1

-1

4,0 4,0

3,0 3,0

2,0 2,0

1,0 E T o e s t = 0,96xE T o m e d 1,0 E T o e s t = 0,94xE T o m e d


2 2
r = 0,97 r = 0,98
0,0 0,0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0
-1 -1
E T o m e d id a (m m d ía ) E T o m e d id a (m m d ía )

Figura 3: Comparación entre los valores de ETo medidos en invernadero y


los estimados mediante el modelo Hargreaves, Penman-FAO, FAO-Radia-
ción, FAO-Tanque. La línea discontinua representa la línea 1:1 y la línea
continua la recta de ajuste.

4.1. EL MODELO DEL TANQUE EVAPORIMÉTRICO CLASE A

El modelo FAO-Tanque resultó la expresión más precisa para estimar la


ETo a corto plazo (períodos semanales, Tabla 2 valores de EEE) bajo condicio-
nes de invernadero, aún sin calibración. Sin embargo, su aplicación presenta dos
inconvenientes: por un lado se requieren datos de humedad relativa, velocidad
del viento y fetch (distancia a barlovento de la cubierta verde) en el interior del
invernadero para poder calcular los valores correspondientes de Kp (coeficien-
te de Tanque). Por otro lado, el fetch, que está perfectamente definido para
condiciones al aire libre (Doorenbos y Pruitt, 1977), es mucho más difícil de
definir para condiciones de invernadero, donde las paredes del mismo suponen
un aislamiento del exterior.

24
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Por ello, se calibró esta expresión para condiciones bajo invernadero en


Almería. La Figura 4 muestra la relación entre los valores medidos de ETo,
valores medios diarios de períodos semanales, con la media para los mismos
períodos de los valores diarios medidos de Eo durante los años 1993 y 1994. El
valor de Kp fue constante para toda la estación (Kp=0,79) debido a la escasa
variabilidad estacional de la humedad relativa y velocidad del viento en el interior
del invernadero.

ETo = 0,79 ∗ Eo (3)

5,0

4,0
E T o (m m d ía )
-1

3,0

2,0

1,0
E T o = 0 ,7 9 x E o
0,0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0
-1
E o (m m d ía )
Figura 4: Relación entre la evapotranspiración de referencia (ETo) y la eva-
poración desde un tanque Clase A (Eo) medidas en invernadero durante los
años 1993 y 1994.

La Figura 5 muestra la comparación de la ETo estimada a partir de los


datos de Eo (Ecuación 3) con los datos medidos de ETo en invernadero durante
el año 1995. Puede observarse que la utilización de un único valor de Kp cons-
tante permite estimar con precisión la ETo en los invernaderos de Almería, elimi-
nando los problemas asociados al modelo.

25
Métodos de programación del riego

6,0
E T o e s tim a d a (m m d ía )
5,0
-1

4,0

3,0

2,0

1,0

0,0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0
-1
E T o m e d id a (m m d ía )

Figura 5: Comparación entre la ETo estimada por la Ecuación 3 y la ETo


medida en los lisímetros de drenaje durante el año 1995. La línea discontinua
representa la línea 1:1.

4.2. EL MODELO DE RADIACIÓN

Como se vio en el capítulo 1, la transpiración de un cultivo bajo inverna-


dero en Almería está estrechamente asociada a la radiación solar. Por ello, el
modelo de FAO-Radiación mostró una alta precisión en nuestras condiciones
de cultivo. Sin embargo, este modelo requiere datos medidos dentro de inverna-
dero de temperatura y radiación solar. Una simplificación consistiría en ajustar
una relación lineal del tipo ETo=bxRs, sin embargo, el valor del coeficiente b
varía a lo largo del año (Fernández, 1993). La Figura 6 muestra la evolución
estacional de la ETo y radiación solar medidas bajo invernadero en Almería.
Como se puede observar, la evolución de la ETo fue similar a la evolución de la
radiación solar, pero la relación entre ambas varió a lo largo del año y estuvo
relacionado con la evolución estacional de la temperatura.
Por ello, se estableció una relación lineal entre la ETo y la radiación solar
con el día del año, eliminando así el efecto de la temperatura y simplificando de
esta forma el modelo FAO-Radiación (Orgaz, comunicación personal). El mo-
delo propuesto es:

26
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

• Si DDA < 220


ETo = (0,288 + 0,0019 × DDA) × Rs inv (4)

• Si DDA > 220


ETo = (1,339 − 0,00288 × DDA) × Rs inv (5)

donde, DDA es el día del año, siendo el 1 de enero el día 1 y el 31 de diciembre


el día 365, Rsinv es la radiación solar dentro de invernadero expresada en mm
día-1. En caso de no disponer de sensor de radiación, los valores de radiación
dentro de invernadero pueden estimarse a partir de datos medidos en exterior y
un valor de transmisividad, que es función del material de cubierta, tipo de cu-
bierta, encalado, etc.

Rs inv = Rs ext ∗ τ (6)

donde, Rsext es la radiación solar medida en exterior y τ es la transmisividad de


la cubierta.
Este modelo presenta la ventaja sobre el modelo del Tanque, de su adap-
tación a cualquier tipo de invernaderos y condiciones de cultivo sí se conoce τ.
Dado que la mayoría de los invernadero no dispone de sensores climáticos , con
este modelo es posible utilizar datos de radiación exterior medidos en estaciones
meteorológicas próximas, ya que para una misma latitud la radiación que recibe
una región es similar (Allen et al., 1998).
7,0
Radia c ión
6,0
E To
R a d ia ció n -ET o (m m )

5,0

4,0

3,0

2,0

1,0

0,0
0 9 18 27 36 45 54

S EM A N A D EL A Ñ O

Figura 6: Evolución estacional de los valores diarios medios semanales de la


evapotranspiración (ETo) y la radiación solar dentro de invernadero en
Almería durante el año 1994.

27
Métodos de programación del riego

5. COEFICIENTES DE CULTIVO

El coeficiente de cultivo (Kc) integra los efectos de tres características


primarias que diferencian un cultivo de una pradera de gramíneas: altura de cul-
tivo, resistencia y albedo de la superficie suelo-cultivo (Jensen et al., 1990). Es
decir, los valores de Kc dependen, sobre todo, del cultivo y su manejo. Los
valores de Kc han sido determinados para numerosos cultivos herbáceos al aire
libre (Doorenbos y Pruitt, 1977; Pruitt et al., 1987; Wright, 1982; Grattan et al.,
1998). Sin embargo, en cultivos hortícolas bajo invernadero de plástico, el ma-
nejo (deshojado, destallado, entutorado, altura del cultivo, densidad de planta-
ción, etc.) es muy distinto al realizado en los mismos cultivos al aire libre. Por
tanto, para conocer con precisión las necesidades hídricas de los cultivos hortícolas
bajo invernadero del litoral almeriense, es necesario conocer los valores de Kc
en nuestras condiciones de cultivo.

5.1. VALORES DE Kc EN INVERNADERO

En la E.E. “Las Palmerillas” de Cajamar se han determinado experimen-


talmente mediante lisímetro de drenaje los coeficientes de cultivo de judía de
enrame, melón de porte rastrero, tomate, pimiento, calabacín, sandía, pepino,
berenjena y melón entutorado. En la siguiente tabla se presenta la fecha de siem-
bra o transplante, fecha de finalización y duración del ciclo de cultivo. La ETo y
ETc se midieron mediante balance de agua (Ecuación 2) en lisímetros ubicados
en dos invernaderos, uno sembrado de gramíneas perennes, donde se midió la
ETo, y otro con suelo enarenado, donde se midió la ETc. El suelo del invernade-
ro donde se establecieron los cultivos era un enarenado típico de la zona. El
sistema de riego utilizado fue goteo, con ramales portagoteros a un metro y
emisores a 0,5 m, con caudal unitario de descarga de 2 l h-1 a la presión nominal
de 1 Kg cm-2. El agua utilizada fue de buena calidad (C2-S1) siendo el contenido
en nitrógeno inapreciable.
Los valores de Kc a lo largo del ciclo de cultivo se determinaron como:

ETc (7)
Kc =
ETo

28
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Tabla 3: Fecha de siembra o transplante, final y duración de cada uno de los


ciclos de cultivo durante cada campaña agrícola.
CAMPAÑA CULTIVO Siembra ó Final del Duración del
Transplante cultivo ciclo
92/93 Melón rastrero 8-Mar 5-Jul 119
93/94 Judía 20-Ago 12-Dic 114
Melón rastrero 10-Ene 25-Jun 135
95/96 Tomate 14-Sep 19-Mar 187
96/97 Pimiento 9-Sep 25-May 258
97/98 Pimiento 15-Sep 19-May 247
Calabacín 25-Sep 8-Mar 164
98/99 Sandía 17-Mar 8-Jun 83
Melón entutorado 17-Mar 14-Jun 89
Pepino 11-Sep 15-Feb 150
99/00 Berenjena 20-Ago 10-Abr 234

Se obtuvieron valores y patrones de Kc distintos entre grupos de cultivo.


Así, los cultivos de porte bajo mostraron valores de Kc máximo inferiores a los
cultivos de porte alto (Tabla 4), y los cultivos cuyo ciclo abarca desde verano a
primavera mostraron un patrón singular de Kc, con una caída en los valores de
Kc en el período invernal.

• Cultivos de porte bajo

En este grupo se incluyen los cultivos de melón rastrero, calabacín y san-


día. La Figura 7 muestra la evolución de los valores medios de Kc de melón de
porte rastrero (a) y calabacín (b). En general, la evolución del Kc en estos culti-
vos fue similar. Durante la fase de establecimiento del cultivo los valores de Kc
se situaron entorno a 0,2, después aumentaron rápidamente con el crecimiento
del cultivo, hasta alcanzar su valor máximo de 1,1 a los 90 días desde siembra
(dds) y 60 días desde transplante (ddt) en melón y calabacín, respectivamente.
Una vez que el cultivo alcanzó el 70-80 % de la cubierta vegetal (cobertura
completa), el valor de Kc se mantuvo en su valor medio máximo de 1,1 hasta el
final del ciclo. Las temperaturas más favorables al inicio del ciclo en calabacín
(siembra: 25-Septiembre) provocaron que el desarrollo del cultivo fuese más
rápido que el de melón (trasplante: 10-Enero), y por tanto la evolución del Kc.

29
Métodos de programación del riego

E NE FE B MAR ABR MAY O CT NO V DIC E NE FE B


1,2 1,2

1,0 1,0
(a ) (b )
0,8 0,8

florac ión
Kc

Kc
0,6 0,6

0,4 0,4 rec olec c ión


fruc tific ac ión rec o lec c ión
0,2 0,2
M E L Ó N 9 3 /9 4 florac ión C AL AB AC ÍN 9 8 /9 9
0,0 0,0
0 20 40 60 80 100 120 140 0 20 40 60 80 100 120 140 160

D ía s d e s d e tra s p la n te D ía s d e s d e s ie m b ra

Figura 7: Evolución del coeficiente de cultivo (Kc) en un cultivo de melón de


porte rastrero (a) y calabacín (b). Las flechas indican el inicio de los distintos
períodos fenológicos.

• Cultivos de porte alto

Los cultivos de porte alto (judía, pimiento, pepino, tomate, berenjena y


melón entutorado) mostraron valores de Kc mayores que los cultivos de porte
bajo. La Figura 9 presenta la evolución del coeficiente de cultivo de judía (a) y
melón entutorado (b). Los valores iniciales de Kc aumentaron rápidamente con
el crecimiento del cultivo. Una vez alcanzada cobertura completa, el valor de Kc
alcanzó su valor máximo promedio de 1,4 en judía y 1,3 en melón entutorado.
En melón entutorado, podas de formación importantes realizadas a los 55 y 71
ddt hicieron descender los valores de Kc máximo (Figura 9 b).

SEP O CT NO V DIC MAR ABR MAY JUN


1,8 1,4

1,6
1,2
1,4 (a ) (b )
florac ión 1,0
1,2 florac ión

1,0 0,8
Kc
Kc

0,8 0,6 rec o lec c ión


0,6
0,4 fruc tific ac ión
rec olec c ión
0,4
0,2
0,2 J U D ÍA 9 3 /9 4 M E L Ó N E N T U T O R AD O 9 8 /9 9
0,0 0,0
0 20 40 60 80 1 00 120 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

D ía s d e s d e s ie m b ra D ía s d e s d e tra n s p la n te

Figura 8: Evolución del coeficiente de cultivo (Kc) en un cultivo de judía (a)


y melón entutorado (b). Las flechas indican el inicio de los distintos períodos
fenológicos.

30
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

• Cultivos de ciclo largo

En este grupo estarían los cultivos que se transplantan en verano y su ciclo


se prolonga hasta primavera, como son tomate, berenjena y pimiento tardío.
La Figura 9 muestra la evolución del Kc de pimiento (a) y de la tempera-
tura mínima dentro de invernadero (b). El Kc aumentó desde el valor inicial de
0,2 hasta un máximo de 1,4, aproximadamente 90 ddt, debido al rápido creci-
miento del cultivo. Con el descenso de la temperatura en los meses de invierno
(Figura 9 b), el Kc descendió a partir de mediados de enero hasta valores próxi-
mos a 0,9. Esta caída estuvo asociada a una parada del crecimiento y al enveje-
cimiento fisiológico de las hojas existentes por bajas temperaturas. A partir de
marzo, el aumento de las temperaturas dentro de invernadero (Figura 9 b) favo-
reció un nuevo crecimiento de hojas jóvenes (rebrote), que provocaron que los
valores de Kc se mantuviesen en 0,9 hasta el final del ciclo.
SEP OCT NOV DIC ENE FEB MA R ABR MA Y SEP OCT NOV DIC ENE FEB MA R ABR MA Y
1,6 22,0
20,0
1,4 (a ) (b )
18,0
1,2 16,0
T ª m ín im a (ºC )

1,0 14,0
12,0
Kc

0,8
10,0
0,6 8,0

0,4 rec olec c ión 6,0


4,0
0,2
2,0
0,0 0,0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 0 30 60 90 120 150 180 210 240 270

D ía s d e s d e tra n s p la n te D ía s d e s d e tra n s p la n te

Figura 9: Evolución del coeficiente de cultivo (Kc) de pimiento (a) y de la


temperatura mínima diaria dentro de invernadero (b). Las flechas indican el
inicio de los distintos períodos fenológicos.

31
Métodos de programación del riego

Tabla 4: Valores de Kc mínimo (Kcmin) y máximo (Kcmax) obtenidos experi-


mentalmente para los cultivos hortícolas bajo invernadero.

CULTIVO Kcmin Kcmax


Melón rastrero 0,2 1,1
Calabacín 0,2 1,1

Sandía 0,2 1,1

Judía 0,2 1,4

Tomate 0,2 1,6

Pimiento 0,2 1,4

Melón entutorado 0,2 1,3

Pepino 0,2 1,2

Berenjena 0,2 1,2

5.2. VARIACIÓN EN LA FECHA DE PLANTACIÓN Y SU EFECTO EN


Kc

Con el crecimiento del cultivo se produce un aumento de la superficie


foliar, provocando que el Kc incremente durante este período desde valores
bajos, entorno a 0,2, hasta su valor máximo cuando el cultivo alcanza cobertura
completa. La tasa de desarrollo de un cultivo y el tiempo transcurrido entre
plantación y cobertura completa depende de las condiciones climáticas, y en
particular de la temperatura, y de la fecha de plantación (Allen et al., 1998). Así,
cuando se cambia de fecha de siembra o plantación las condiciones climáticas
también cambian, afectando al patrón de crecimiento y desarrollo del cultivo, lo
que a su vez, tendrá repercusión sobre el patrón de Kc. La Figura 10 muestra el
patrón de evolución de los valores de Kc y de desarrollo de un cultivo de melón
rastrero en dos fechas de trasplante diferentes (8-Marzo-93 y 10-Enero-94).
Cuando el trasplante se realizó el 8 de marzo, la temperatura mínima diaria regis-
trada dentro de invernadero desde el inicio del ciclo fue superior a los 10 ºC
(Figura 10 c), mientras que para el trasplante realizado el 10 de enero, durante
los dos primeros meses la temperatura fue inferior a los 10 ºC (Figura 10 d). Por
ello, la velocidad de desarrollo (valores de IAF, índice de área foliar) fue mayor
cuando el trasplante se realizó el 8 de marzo (Figura 10 c,d) y por tanto la
evolución del Kc difirió entre campañas (Figura 10 a,b), aunque los valores
máximos fueron iguales.

32
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Resumiendo, el patrón de Kc de los cultivos hortícolas bajo invernadero


depende de la temperatura, por lo que es necesario relacionar los valores de Kc
con el desarrollo y crecimiento del cultivo.
MAR ABR MAY JUN E NE FE B MAR ABR MAY
1,2 1,2

(a ) (b )
1,0 1,0

0,8 0,8 florac ión

florac ión

Kc
Kc

0,6 rec olec c ión 0,6 rec olec c ión

0,4 0,4
fruc tific ac ión fruc tific ac ión

0,2 0,2
M E L Ó N 9 2 /9 3 M E L Ó N 9 3 /9 4
0,0 0,0
20 5 20 5
Tª Tª
18 (c ) 18 (d )
IA F IA F
16 4 16 4

14 14
T ª m ín im a (ºC )

T ª m ín im a (ºC )
IA F (m 2 m -2 )

IAF (m 2 m -2 )
12 3 12 3

10 10

8 2 8 2

6 6

4 1 4 1

2 M E L Ó N 9 2 /9 3 M E L Ó N 9 3 /9 4
2

0 0 0 0
0 20 40 60 80 100 120 0 20 40 60 80 100 120 140
D ía s d e sd e tra n sp la n te Día s d e sd e tra n sp la n te

Figura 10: Evolución estacional del coeficiente de cultivo (a,b), de la tempe-


ratura mínima diaria dentro de invernadero y del índice de área foliar (IAF)
(c,d) en un cultivo de melón de porte rastrero en dos fechas de trasplante
distintas, 8/3/93 (Melón 92/93) y 10/1/94 (Melón 93/94).

5.3. MÉTODO DE CÁLCULO DEL Kc A PARTIR DEL TIEMPO TÉRMICO

Para abordar el problema del efecto de la fecha de plantación sobre el


patrón de Kc se han desarrollado dos modelos que relacionan el Kc con el
desarrollo del cultivo a través de la temperatura.

5.3.1. Modelo Kc-IAF

Para los cultivos que se manejan sin podas de formación o deshojados,


como judía, melón rastrero, sandía, melón entutorado y calabacín, se desarrolló

33
Métodos de programación del riego

un modelo para estimar el Kct a partir del desarrollo del cultivo. Se consideró
que los valores de Kc incrementan linealmente con el desarrollo del cultivo hasta
que éste alcanza cobertura completa (índice de área foliar, IAF=3) (Ecuación
8). Una vez alcanzada cobertura completa el valor de Kc se mantiene en su
valor máximo hasta el final del ciclo. La fecha de plantación, los efectos de la
temperatura en el desarrollo del cultivo y densidad de plantación se incorporan
en el cálculo del Kc a través del IAF.

(Kc max - Kc min )


Kc t = Kc min + * IAFt (IAFt < 3,0 )
3 (8)
Kc t = Kc max (IAFt ≥ 3,0 )

donde, Kcmin Kcmax son los valores de Kc mínimos y máximos, respectivamente,


obtenidos experimentalmente en la E.E. ‘Las Palmerillas’ de Cajamar (Tabla 4),
e IAFt es el índice de área foliar estimado. Los valores diarios de IAF en cober-
tura parcial (IAF<3,0) se estiman en función de datos diarios de temperatura
máxima y mínima según el modelo propuesto por Ritchie y Johnson (1990) (Ecua-
ción 9). Este modelo se basa en la constancia de la relación entre la tasa de
aparición de hojas y el tiempo térmico, y la dependencia del área foliar del nú-
mero de hojas emergidas. El área foliar por planta (At) se calcula en función del
tiempo térmico acumulado (TTA) desde emergencia o transplante utilizando una
función Gompertz (Ritchie y Johnson, 1990).
-kTTA
A t = Aoe -be (9)

donde, At representa el área foliar (cm2 planta-1) el día t, Ao (cm2 planta-1) es el


área foliar máxima por planta, TTA es el tiempo térmico acumulado, que se
obtiene a partir de valores de temperatura máxima y mínima, b y k son parámetros
empíricos que deben ajustarse para cada especie linealizando la Ecuación 9. No
es necesario fijar los parámetros b y k para cada cultivar de una especie, ya que
los errores que se puedan cometer son siempre relativamente pequeños en valo-
res de IAF bajos. Los valores de Ao deben elegirse suficientemente elevados
para mejorar las estimaciones para valores de IAF inferiores a 3, que son los
que interesan, ya que la ETc depende del IAF para ese rango de valores.
Los valores diarios de IAFt se obtienen:
At * DP
IAFt = (10)
10.000

34
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

donde, IAFt es el índice de área foliar el día t, At es el área foliar estimada por
planta el día t (cm2) y DP es la densidad de plantación (plantas m-2).
Más detalles de este modelo pueden encontrarse en el Anexo 2.
Para comprobar la precisión de este modelo se compararon los valores
de Kc simulados (Ecuación 8) frente a los medidos en melón de porte rastrero y
judía durante la campaña 1993/94 (Figura 11). En general, los valores simulados
de Kc se ajustaron bien a los valores medidos a lo largo de todo el ciclo de
cultivo. En judía, los valores estimados de Kc fueron ligeramente superiores a
los medidos en la fase de rápido crecimiento del cultivo (Figura 11b). En melón,
en cambio, el modelo infraestimó los valores medidos de Kc en la fase de esta-
blecimiento (Figura 11a). En general, puede afirmarse que el modelo Kc-IAF
funciona bien y puede aplicarse con suficiente confianza para la estimación de las
necesidades de riego en los invernaderos de Almería.
1,2 1,8
m edido
m edido 1,6
1,0 s im ulado
s im ulado 1,4

0,8 1,2

1,0
Kc

Kc

0,6
0,8

0,4 0,6

(a ) 0,4 (b )
0,2
ME LON 0,2 J U D ÍA
0,0 0,0
0 20 40 60 80 100 120 1 40 0 20 40 60 80 100 1 20

DDT DDS

Figura 11: Evolución de los valores de Kc medidos y simulados a partir de


IAF en los cultivos de melón (a) y judía(b). DDT: días desde transplante;
DDS: días desde siembra.

5.3.2. Modelo Kc-Tiempo térmico

En los cultivos con podas de formación frecuentes, deshojados y


destallados, como pimiento, tomate, berenjena y pepino, se estableció una rela-
ción empírica entre el Kc y el tiempo térmico, que es función de la temperatura.
La base para establecer esta relación fue la dependencia de la evolución del Kc,
hasta alcanzar cobertura completa, con el desarrollo del cultivo, y éste con la
temperatura. En todos los casos, se consideró que el Kc aumentaba linealmente
con el tiempo térmico desde un valor inicial de Kc de 0,2 hasta el valor máximo
de Kc.

35
Métodos de programación del riego

Más detalles de este modelo pueden encontrarse en el Anexo 2.


La precisión de este modelo se comprobó comparando los valores simu-
lados y medidos en pimiento durante la campaña 1997/98 (Figura 12). Se ob-
serva que los valores simulados se ajustaron muy bien a los medidos durante
todo el ciclo de cultivo, y que el modelo predijo con mucha precisión el momen-
to en el cuál el cultivo alcanza el Kc máximo. Sin embargo, infraestimó ligera-
mente el Kc en la fase de caída, ya que esta fase depende del envejecimiento del
cultivo y manejo (podas) que se realice.

1,6

1,4

1,2

1,0
Kc

0,8

0,6

0,4
m edido
0,2 P IM IE N T O s im ulado
0,0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 2 70

DDT

Figura 12: Coeficiente de cultivo de pimiento (Kc) medido y simulado du-


rante la campaña 1997/98.

36
Programas de riego de cultivos hortícolas en invernadero y riego localizado

CAPÍTULO III
PROGRAMAS DE RIEGO DE CULTIVOS
HORTÍCOLAS EN INVERNADERO Y
RIEGO LOCALIZADO

1. PROGRAMACIÓN DE LOS RIEGOS EN INVERNADERO


BAJO RIEGO LOCALIZADO. EL BALANCE DE AGUA

Las técnicas de programación de riegos permiten decidir cuándo regar y


cuánta agua aplicar para cubrir las necesidades de los cultivos, y su importancia
se pone de manifiesto cuando el agua es un recurso escaso y su coste es eleva-
do. Ante la certeza de obtener una disminución en la producción con un riego
deficitario y unido a la falta de información sobre las necesidades de agua de los
cultivos, esto puede conducir a aplicar riegos excedentarios. Pero el regar en
exceso puede conducir a problemas de asfixia radicular, condición que reduce la
producción y aumenta los costes de agua y fertilizantes (Jensen y Robb, 1970),
y a procesos de contaminación de las aguas subterráneas.
Las técnicas de programación del riego basadas en el balance de agua
son las más extendidas en riego por surco y aspersión (Jensen y Robb, 1970).
Este método considera que la zona enraizada es un depósito de agua donde se
almacena el agua de riego y lluvia para ser usada por el cultivo. Se sigue una
contabilidad de pérdidas (ET del cultivo) y ganancias (riegos y lluvia) de modo
que en todo momento puede conocerse el agua que queda en el suelo a dispo-
sición del cultivo, y el riego se aplica cuando la humedad del suelo baja por
debajo de un cierto nivel.
La Figura 13 muestra el balance de agua en parcela en el caso particular
de un invernadero. En el balance de agua en parcela el caudal total destinado
para riego va a sufrir una serie de pérdidas a nivel de finca o parcela durante y
tras la aplicación del riego. En el transporte del agua hasta la parcela se produ-
cen pérdidas por evaporación, sí es una canalización abierta, y por fugas de la

37
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

conducción. Estas pérdidas pueden ser minimizadas mediante una conservación


adecuada pero, en cualquier caso, son difíciles de eliminar. Una vez que el agua
llega a la parcela ésta sufre otra serie de pérdidas (percolación, escorrentía y
evapotranspiración) y ganancias (lluvia). El balance de agua en la parcela queda
definido por la siguiente expresión:

Rn + P = ETc + D + E ± ∆H (11)

donde, Rn es la dosis de riego neto, P es la precipitación, ETc es la


evapotranspiración del cultivo, D es la percolación o drenaje, E es la escorrentía
y ∆H es la variación en el contenido de agua en el suelo entre dos riegos.
El agua de lluvia que entra en invernadero por las perforaciones del plás-
tico tiene una distribución irregular y concentrada justo debajo de éstas, por lo
que es de difícil cuantificación y específica de cada invernadero. Por tanto, a
efectos de programación del riego no se considera la precipitación en el balance
de agua. Las pérdidas que se producen por escorrentía también suelen ser nulas
al emplearse sistemas de riego por goteo, y un correcto manejo permitirá evitar
las pérdidas por percolación profunda o drenaje. Por tanto, la Ecuación 11 que-
da:

Rn = ETc ± ∆H (12)

El agua de riego (Rn) es almacenada en el suelo (∆H) para que sea utiliza-
da por el cultivo (ETc). El agua almacenada en el suelo puede sufrir variaciones
por la diferencia entre la cantidad de agua añadida y el agua consumida por el
cultivo. Si las ganancias exceden a las pérdidas la variación de humedad es
positiva, y se produce la acumulación de agua en el suelo. En cambio, cuando las
pérdidas exceden a las ganancias la variación de humedad es negativa, y el cul-
tivo extrae agua del suelo para cubrir sus necesidades de agua.
Cuando se utilizan sistemas de riego por goteo, dada la elevada
frecuencia de riegos se suele ignorar el papel del suelo como almacén de agua,
y se considera que el contenido de agua en el suelo no varía con el tiempo
(ecuación 13). Por tanto, bajo invernadero la programación del riego se simpli-
fica, ya que no hay que preocuparse por determinar el momento del riego y el
proceso de programación se enfoca hacia cuanta agua hay que aplicar basándo-
se en estimaciones de la ETc (Fereres, 1996).

38
Programas de riego de cultivos hortícolas en invernadero y riego localizado

Rn = ETc (13)

Figura 13: Balance de agua en parcela en un invernadero.

La programación de riegos puede hacerse en tiempo real o tiempo medio,


según los datos climáticos que se empleen para estimar la ETc (Jensen y Wright,
1978).

1.1. PROGRAMACIÓN EN TIEMPO REAL

En la programación en tiempo real las estimaciones de la ETc se realizan a


partir de los datos climáticos obtenidos el día anterior, y de la situación concreta
del cultivo en ese momento. En este tipo de programación se necesitan buenas
estimaciones diarias de la ETc (ETcr).
Bajo condiciones de invernadero en Almería, las estimaciones diarias de
la ETo se pueden obtener a partir de los datos diarios de Eo medidos dentro de
invernadero o de radiación solar (ver capitulo 2). Los valores diarios de Kc se
estiman a partir de datos de temperatura máxima y mínima del día anterior me-
diante los modelos descritos en el capítulo 2.
Esta programación se adapta a una programación individual, para cada
agricultor y puede llevarla a cabo sí dispone de los datos climáticos necesarios,
que pueden proceder de su invernadero o bien de alguna estación
agrometeorológica bajo invernadero próxima. Esto obligaría al agricultor a dis-
poner de sensores climáticos o algún sistema de comunicación con la estación
agrometeorológica.

39
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

1.2. USO DE UN PROGRAMA MEDIO O FIJO

A pesar de la mayor precisión de un programa en tiempo real, el bajo


coste del agua de riego dificulta que los agricultores adopten programas de riego
complejos que requieran mucha información y tecnología. Por este hecho, un
programa de riego medio puede ser más apropiado, al menos en las etapas
iniciales (Fereres, 1996). En etapas posteriores, el esfuerzo podría centrarse en
aumentar la precisión de estos programas medios y encontrar un indicador ideal
que permita automatizar la programación del riego (Fereres, 1996 a). La aplica-
ción de este tipo de programación requiere que la ETo presente escasa variación
interanual y que las precipitaciones sean muy escasas (Fereres et al., 1981;
Hanson, 1996).

1.2.1. Variabilidad interanual de la ETo dentro de invernadero

La Figura 14 muestra la evolución estacional de los valores medios sema-


nales (1993 a 1999) de la ETo diaria medida en lisímetro bajo invernadero en
Almería, así como sus correspondientes errores estándares. La ETo osciló entre
valores inferiores a 1 mm día-1 durante los meses de diciembre y enero, y valores
próximos a 4 mm día-1 a finales de junio y julio. La variabilidad interanual de la
ETo fue baja, siendo el error estándar medio de 0,14 mm d-1 (Figura 14, error
estándar). La mayor variabilidad en la ETo se produjo en otoño e invierno (co-
eficientes de variación de la ETo medida del 23 % en otoño y del 20 % en
invierno), como consecuencia de los bajos valores de ETo y de la mayor ocu-
rrencia de días lluviosos y nublados. En primavera y verano, los coeficientes de
variación de la ETo fueron del 14%.
Resumiendo, la ETo en los invernaderos de Almería tiene una escasa va-
riabilidad interanual, ya que las variaciones climáticas de año a año dentro de
invernadero quedan amortiguadas por la cubierta de plástico, por lo que a priori
parece factible el uso de programas de riego medios.

40
Programas de riego de cultivos hortícolas en invernadero y riego localizado

E T o (m m d )
-1
4

0
0 6 12 18 24 30 36 42 48 54
S E M AN A

Figura 14: Evolución semanal de los valores diarios medios de períodos se-
manales de la ETo medida bajo invernadero (1993 a 1999). Las barras ver-
ticales representan dos veces el error estándar.

1.2.2. Programación en tiempo medio o fijo.

En la programación en tiempo medio la ETc (ETcm) se estima a partir de


datos climáticos medios y valores estándar de desarrollo del cultivo. Esta pro-
gramación es de fácil uso, el agricultor no requiere el asesoramiento técnico y
son fáciles de difundir (Hill y Allen, 1996), por lo que podría ser fácilmente
adoptado por la mayoría de los agricultores. Además, este tipo de programa-
ción permite prever anticipadamente los volúmenes a emplear durante toda la
campaña.
En la E.E. “Las Palmerillas” de Cajamar se han elaborado programas de
riego medios para los principales cultivos hortícolas bajo invernadero en Almería
a partir de valores medios diarios de radiación solar y temperatura máxima y
mínima. En el Anexo 3 se presentan los valores medios semanales de ETcm para
las fechas de trasplante o siembra más comunes en la zona para los principales
cultivos hortícolas. En todos los casos, las estimaciones de ETcm se han realiza-
do para cultivos en condiciones de no encalado. Los valores de ETo se estima-
ron a partir de datos diarios medios de radiación solar exterior medidos durante
17 años (1983-1999) aplicando las ecuaciones 4 y 5 (ver Capitulo 2). La radia-
ción solar dentro de invernadero se ha estimado a partir de los datos de radia-
ción solar en exterior y la transmisividad media de la cubierta del invernadero

41
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

para cada período (Ecuación 6). La determinación de la curva de Kc para cada


cultivo y su ajuste a cada fecha de siembra o plantación se realizó, según los
procedimientos descritos en el capitulo 2, a partir de datos diarios medios de
temperatura máxima y mínima medidos durante 12 años (1988-1999) en un
invernadero sembrado de gramíneas perennes.
La precisión de los programas de riego en tiempo real (ETcr) y en tiempo
medio (ETcm) se comprobó comparando los valores de ETc simulados con los
medidos en un cultivo de pimiento (Figura 15). En ambos casos, se observa que
las estimaciones mostraron una excelente capacidad de ajuste a la evolución de
los valores medidos de ETc, tanto para valores pequeños (0,5 mm d-1) al inicio
del desarrollo, como para los valores más altos (3,0 mm d-1) al final del ciclo. A
pesar de las pequeñas diferencias que se observan entre los valores de ETc
medidos y estimados (Figura 15), hay que tener en cuenta que el suelo almacena
agua y que está puede ser extraída por el cultivo para compensar o amortiguar
estas diferencias. Se ha medido en un suelo enarenado, compuesto por una capa
de tierra de cañada de 20 cm de espesor colocada sobre una capa de suelo
original de 30 cm de espesor, que un cultivo puede extraer del suelo unos 30-35
mm de agua sin que se produzca déficit hídrico (Fernández, 2000). Por tanto, se
recomienda la utilización de estos programas de riego junto a sensores de medi-
da del agua en el suelo, como pueden ser los tensiómetros o sensores watermark.
Estos sensores, de bajo coste, se emplearían para detectar alguna tendencia en
el incremento o descenso en el contenido de agua del uso a lo largo del ciclo de
cultivo. Sí se observa una disminución relevante en la humedad del suelo indica
que es necesario aplicar más agua, en cambio sí se observa un aumento sería
necesario reducir el volumen de agua.
3,5 3,5
P ro g ra m a e n P ro g ra m a e n
3,0 3,0
tie m p o re a l tie m p o m e d io
2,5 2,5
E T c (m m d )

E T c (m m d )
-1

-1

2,0 2,0

1,5 1,5

1,0 1,0

0,5 m edida 0,5 m edida


s im ulada s im ulada
0,0 0,0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 2 70 0 30 60 90 120 150 180 210 240 270

DDT DDT

Figura 15: Evolución de los valores de ETc medida y simulada en tiempo


real y tiempo medio a lo largo del ciclo del cultivo de pimiento. DDT: días
desde transplante.

42
Programas de riego de cultivos hortícolas en invernadero y riego localizado

Actualmente, se está llevando a cabo en la E.E. “Las Palmerillas” de


Cajamar el proyecto de investigación y desarrollo “Programas de riegos me-
dios para cultivos hortícolas en invernaderos enarenados” en colaboración
con la Universidad de Almería, con el objetivo de evaluar experimentalmente el
comportamiento de los programas de riego medios frente a los programas de
riego a tiempo real. Durante la campaña agrícola 1999/00, se evaluó en campo
el uso de un programa de riego medio frente a un programa de riego en tiempo
real en un cultivo de tomate. No se encontraron diferencias estadísticamente
significativas entre los tratamientos de riego en la producción de materia seca, ni
en la producción de tomate fresco, ni en los parámetros de calidad interna (só-
lidos solubles, acidez, firmeza del fruto y contenido de la materia seca de los
frutos) (González et al., 2001). Sin embargo, el agua de riego aplicada al pro-
grama de riego a tiempo real fue mayor que en el programa de riego medio,
sobre todo durante la primavera (González et al., 2001).

1.2.3. Encalado

El encalado es una técnica habitual en la zona en determinadas épocas del


año, cuya finalidad es reducir la temperatura dentro del invernadero. El encalado
del plástico produce una reducción de la radiación solar, y por tanto, una reduc-
ción del consumo de agua proporcional.
En Almería, con la cubierta del invernadero encalada (dosis empleada: 25
Kg de cal por 100 litros de agua) se ha medido una reducción de la radiación
solar en torno al 30 % (datos propios) respecto a un invernadero no encalado.
Sin embargo, este valor puede variar en función de la cantidad de producto
usada y del aplicador. En el Tabla 5 se dan para distintas concentraciones de
carbonato cálcico (Blanco España) el porcentaje de reducción de la radiación
solar respecto a un invernadero no encalado.

Tabla 5: Efecto de la dosis de carbonato cálcico (Blanco España) sobre la


reducción de la radiación solar en relación a un invernadero no encalado.
Adaptado de Nisen, 1975 (en Baille, 1988. La climatisation des serres en
période estivale. INRA. Seminaire AGROUETP. 1988).
Dosis Reducción de la radiación
(Kg de producto por 100 litros de agua) (%)
17,5 10
25,0 30
40,0 60

100,0 90

43
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

1.2.4. Consideraciones a tener en cuenta en el uso del programa en tiempo


medio.

Las estimaciones de la ETc en tiempo medio (ETcm) es una información


precisa sobre el consumo real de agua de los cultivos bajo invernadero, sin
embargo su manejo requiere tener en cuenta una serie de recomendaciones:

• la ETcm se ha calculado con medias de datos climáticos de varios


años, por lo que el consumo de agua puede variar ligeramente de año
a año.
• la radiación dentro de invernadero se ha estimado a partir de valores de
radiación solar medida en exterior y un valor medio de transmisividad.
Este valor de transmisividad se ha obtenido como el cociente entre la
radiación medida dentro de un invernadero simétrico (aproximadamente
10º de pendiente de la cubierta) y la radiación medida fuera de invernade-
ro durante 9 años. Sin embargo, la transmisividad varía con la inclinación
solar, ángulo de la cubierta, envejecimiento y suciedad del material plásti-
co. Por tanto, se hace necesario el desarrollo o adaptación de un modelo
de transmisividad que tenga en cuenta todos estos factores para mejorar
la precisión de los programas de riegos medios.

La pendiente de la cubierta del invernadero tiene mayor influencia en la


transmisividad de la radiación solar en los meses de invierno, mientras que en
verano y primavera está disminuye (Mallatana y Montero, 1995). En el cuadro 2
se dan valores de corrección de la dosis de riego durante los meses de invierno
en función de la pendiente de la cubierta del invernadero. La información exis-
tente indica que el envejecimiento del plástico provoca aproximadamente un 5
% de pérdida de luz (Montero et al., 2000).

Tabla 6: Factor de corrección de la dosis de riego durante los meses de


invierno en función de la pendiente de la cubierta del invernadero. Adaptado
de Matallana y Montero, 1995 (Invernaderos. Diseño, construcción y
ambientación. 209 pp).
Pendiente de la cubierta (grados)
Plano 5 10 15 20 25
Factor de corrección 0,95 0,98 1,0 1,12 1,13 1,14

44 en
Programas de riego de cultivos hortícolas en invernadero y riego localizado

• las estimaciones ETcm y ETcr son consumos óptimos del cultivo, por lo
que no se tiene en cuenta manejos específicos del cultivo en determinadas
fases como, la reducción del riego para incrementar el contenido de azú-
car del fruto en melón y sandía, aumentar el enraizamiento del cultivo,
regular el crecimiento vegetativo, etc.

2. NECESIDADES BRUTAS DE RIEGO

Las dosis de riego calculadas a partir de ETcm y ETcr son dosis netas, por
lo que hay que tener en cuenta la falta de uniformidad del sistema de riego y las
necesidades de lavado para el cálculo de la dosis bruta de riego.

2.1. EFICIENCIA DEL SISTEMA DE RIEGO

Debido a varias causas los emisores de una instalación de riego por goteo
arrojan caudales que no son exactamente iguales entre sí, lo que ocasiona que
los cultivos reciban dosis de riego diferentes. El coeficiente de uniformidad (CU)
nos permite medir la uniformidad del sistema de riego, y se define como el co-
ciente entre el caudal medio descargado por los emisores de más bajo caudal y
el caudal medio de todos los emisores. En los sistemas de riego por goteo es
necesario contar con coeficientes de uniformidad superiores al 94 %, al estar el
volumen radicular más concentrado en las zonas húmedas y trabajar con bajas
tensiones de humedad del suelo.
El CU puede disminuir de forma considerable con el uso continuado de la
instalación, por tanto, se deberían evaluar todos los años las instalaciones de
riego por goteo, y en función del CU calcular las necesidades brutas de riego.
Por tanto, las dosis brutas de riego (Rb) teniendo en cuenta la eficiencia
del sistema de riego se calculan:
ETc
Rb = ; Rb = ETc ∗ f (14)
CU
En la Tabla 7 se dan los valores del factor de mayoración f .

45
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Tabla 7: Valores del factor de mayoración (f) en función del coeficiente de


uniformidad de la instalación de riego por goteo.

CU f
100 1,00
95 1,05

90 1,11

85 1,18

80 1,25

75 1,33

2.2. NECESIDADES DE LAVADO DE SALES

El agua de buena calidad tiene el potencial para permitir la máxima pro-


ducción sí se siguen prácticas acertadas en su manejo. Un agua de mala calidad
causará problemas relacionados con el suelo y con el cultivo, provocando la
reducción de rendimiento, a menos que se adopten prácticas de cultivo especia-
les como el lavado de sales. Un alto contenido de sales disueltas en el suelo
disminuye el potencial osmótico y exige a las raíces un esfuerzo adicional para
absorber agua. Esta toma reducida de agua por parte de la planta puede dar
como resultado un crecimiento reducido o lento, y la reducción de la produc-
ción. Una vez que la cantidad de sales acumuladas en el suelo sobrepasa un
valor umbral, que depende del cultivo, la producción desciende linealmente con
el aumento de sales en el suelo (Ayers y Westcot, 1976).
La planta toma la mayor parte del agua de la parte más superficial del
suelo, por tanto es de gran importancia evitar la acumulación excesiva de sales
en esta zona. Para disolver y separar las sales se deberá aplicar una cantidad de
agua adecuada que permita la infiltración a través de la totalidad del sistema
radicular. A esta cantidad de agua se la denomina fracción de lavado (FL), y
se define como la fracción del agua que penetra en el suelo y sobrepasa el siste-
ma de raíces.
CEi
FL = (15)
2 ∗ (MaxCEe)
donde, CEi es la conductividad del agua de riego y MaxCEe es la mínima

46
Programas de riego de cultivos hortícolas en invernadero y riego localizado

conductividad eléctrica del extracto de saturación del suelo que reducirá la co-
secha a cero. En la Tabla 8 se dan para los cultivos hortícolas los valores de la
máxima CEi que tolera cada cultivo sin que se reduzcan los rendimientos y de
MaxCEe.

Tabla 8: Valores de la mínima conductividad eléctrica del extracto de satu-


ración del suelo que reducen la cosecha a cero (MaxCEe) y valores de la
máxima conductividad del agua de riego (CEi) que toleran cada cultivo sin
que se reduzcan los rendimientos .

CULTIVO MaxCEe (dS/m) CEi (dS/m)


Judía 6,5 0,7
Melón 16,0 1,5

Tomate 12,5 1,7

Pimiento 8,5 1,0

Pepino 10,0 1,7

Las dosis brutas de riego, teniendo en cuenta las necesidades de lavado,


se calculan mediante la siguiente expresión:
ETc
Rb = ; Rb = ETc ∗ f' (16)
1 - FL
donde, f’ es el factor de mayoración en función de la fracción de lavado según
la conductividad eléctrica del agua de riego. En la Tabla 9 se dan los valores del
factor de mayoración f’ para aguas de riego con distinta CE.
Teniendo en cuenta la uniformidad del sistema de riego y las necesidades de
lavado de sales, las dosis brutas de riego se determinarían:

Rb = Rn ∗ f ∗ f' (17)

Estas dosis brutas de riego asegurarían el control de sales en toda la su-


perficie regada, pero aumentaría mucho las pérdidas medias por drenaje. Por
tanto, se propone que se calcule Rb como el producto de Rn y el mayor de los
valores de f ó f’.

47
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Tabla 9: Valores del factor de mayoración (f’) según la conductividad eléc-


trica del agua de riego (CEi).
Cei Judía Pimiento Pepino Tomate Melón
(dS/m)
0,5 1,04 1,03 1,03 1,02 1,02

1 1,08 1,06 1,05 1,04 1,03

1,5 1,13 1,10 1,08 1,06 1,05

2 1,18 1,13 1,11 1,09 1,07

2,5 1,24 1,17 1,14 1,11 1,08

3 1,30 1,21 1,18 1,14 1,10

3,5 1,37 1,26 1,21 1,16 1,12

4 1,44 1,31 1,25 1,19 1,14

4,5 1,53 1,36 1,29 1,22 1,16

5 1,63 1,42 1,33 1,25 1,19

3. EJEMPLO DE CÁLCULO

Se desea saber la cantidad de agua de riego a aplicar el día 10 de agosto


(2ª semana de agosto), en un invernadero de 5.000 m2, con pimiento trasplanta-
do el 20 de julio.
Miramos en la fecha de trasplante de la 2ª quincena de julio (16 a 31 de
julio), buscamos la semana más próxima al 10 de agosto (del 8 al 15 de agosto)
y encontramos que el consumo diario en condiciones de no encalado o blan-
queo es 2,11 litros/m2 día (anexo 3). La cantidad de agua de riego a aplicar es:

a) Si la instalación de riego del invernadero cuenta con contador

consumo × sup erficie = riego (18)

2,11 litros/m2 día * 5.000 m2 = 10.550 litros/día = 10,55 m3/día

48
Programas de riego de cultivos hortícolas en invernadero y riego localizado

b) Si la instalación de riego del invernadero no posee contador y el riego se


debe programar por tiempo.

consumo
× 60 = riego (19)
caudal × goteros / m 2

Sí el caudal de los goteros es de 3 litros/hora, y hay 2 goteros/m2, el


tiempo de riego sería:
2,11 litros / m 2 dia
∗ 60 minutos / hora = 21 minutos/día
3 litros / hora ∗ 2 goteros / m 2
• Sí el invernadero se encuentra encalado entonces la dosis de riego es
menor porque la radiación se reduce aproximadamente en un 30 %, y la
cantidad de riego sería:

a) con contador
 100 − 30  3
10.550 litros / dia ∗   = 10.550 litros / dia ∗ 0,7 = 7.385 litros / dia = 7,39 m /dia
 100 

b) por tiempo

21 minutos / día ∗ 0,7 = 15 minutos/día

• Si el agua empleada para el riego tiene una conductividad eléctrica de


2 dS/m y el invernadero se encuentra encalado, la dosis de riego debe
incrementarse para evitar la acumulación excesiva de sales en el suelo. En
la Tabla 9 vemos que para el cultivo de pimiento, con una CE del agua de
riego de 2 dS/m, el factor de mayoración (f’) es 1,13, por tanto la dosis
de riego sería:

a) con contador

2,11 litros / m 2 dia ∗ 5.000 m 2 ∗ 0,7 ∗ 1,13 = 8.345 litros / dia = 8,35 m 3 /dia

b) por tiempo

21 minutos / día ∗ 0,7 ∗ 1,13 = 17 minutos/día

49
Referencias bibliográficas

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53
Anexos

ANEXO 1
EXPRESIONES DE CÁLCULO DE LA ETo

1.1. Expresión combinada: Penman-FAO

Esta expresión requiere datos medidos de radiación solar, temperatura,


velocidad del viento y humedad relativa.
 ∆   ∆  
ETo = c ∗   ∗ Rn +   ∗ 2,7 ∗ (1 + 0,01 * U 2 ) ∗ DPV  (20)
 ∆ + γ  ∆+ γ 
donde:Rn es la radiación neta, en mm día-1; U2 es la velocidad del viento a 2 m
de altura, en km día-1; DPV es el déficit de presión del vapor, en kPa; ∆ es la
pendiente de la curva de presión de vapor, en kPa ºC-1; γ es la constante
psicrométrica, en kPa ºC-1; c es un factor de corrección introducido para ajustar
los valores de ETo calculados para condiciones distintas de aquellas para la que
fue generada la expresión originalmente, y es función de la radiación solar, hu-
medad relativa y velocidad del viento.

1.2. Expresión de radiación: Radiación-FAO

Esta expresión requiere datos medidos de radiación solar, temperatura y


un conocimiento general de la humedad relativa y la velocidad del viento.
 ∆ 
ETo = b ∗   ∗ Rs − 0,3 (21)
∆+ γ
donde: Rs es la radiación solar en mm día-1 ; b es un parámetro de ajuste que es
función de la humedad relativa y la velocidad del viento.

54
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

1.3. Expresión de temperatura: Hargreaves

Esta expresión fue seleccionada porque sólo requiere datos de tempera-


tura y ha mostrado una buena correlación con la ETo medida en condiciones al
aire libre en el sur de España (Mantovani, 1993).

ETo = 0,0023 ∗ Ra ∗ (Tmax - Tmin )1/2 ∗ (Tmed + 17,8 ) (22)

donde:Tmed es la temperatura media, en ºC; Ra es la radiación extraterrestre,


expresada en mm día-1, que es función exclusiva de la inclinación solar; Tmax y
Tmin son la temperatura máxima y mínima, respectivamente.

1.4. Expresión de evaporación en tanque: FAO-Tanque

Este método se basa en la relación entre la ETo y la evaporación desde


una superficie libre de agua (Eo) contenida en un tanque evaporimétrico estándar
(Tanque Clase A).

ETo = Kp ∗ Eo (23)

El factor de proporcionalidad o coeficiente de tanque (Kp) es función de


la colocación del tanque y de las condiciones ambientales. Varía con el fecht
(distancia a barlovento de la cubierta verde), humedad relativa y velocidad del
viento.

55
Anexos

ANEXO 2
EXPRESIONES PARA EL CÁLCULO DEL
TTA Y MODELOS DE Kc

1.1. Expresiones para el cálculo del TTA

El tiempo térmico acumulado desde emergencia (TTA) se obtiene a partir


de las temperaturas máxima (Tmax) y mínima (Tmin) diarias y de tres valores de
temperatura, característicos de cada cultivo, y que definen su respuesta a la
temperatura (Tabla 10): Tb (temperatura base), Top (temperatura óptima) y Tus
(temperatura umbral superior).

Tabla 10:Valores de temperatura base, óptima y umbral superior para cada


cultivo.
CULTIVO Tb Top Tus
Solanáceas 10 30 40
Cucurbitáceas 12 32 42

Las expresiones empleadas para calcular el tiempo térmico diario (TT, ºC día)
fueron:
a) Si Tmax<Top y Tmin<Tb:
(Tmax - Tb )2
TT =
[2(Tmax - Tmin )] (24)

b) Si Tmax<Top y Tmin>Tb:

TT = 0,5 ∗ (Tmin + Tmax ) - Tb (25)

c) Si Tmax>Top:
1 (Top− T ) + (T − T ) * (T − T ) + (T − T ) * (T − T ) * 0,5 + 0,5 * (Tus− Tmax)
2
*
min
TT=
(Tmax− Tmin)  2
min b op min  max op op b 
  ( ) 
Tus − Top

(26)

56
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

Finalmente:

t (27)
TTA t = ∑ TT
0

donde: el día 0 corresponde a la fecha de emergencia, considerando que la


emergencia se produce cuando se alcanzan los 80 ºC día o al día del transplante,
y t es el día actual.

1.2. Modelos de Kc

1.2.1. Modelo Kc-IAF

El paso previo para la utilización del modelo Kc-IAF es la obtención de


los parámetros b y k del modelo de Ritchie y Johnson (1990) mediante ajuste
lineal de los datos de área foliar por planta (ln(ln(Ao/A))) y el tiempo térmico
acumulado (TTA). La evolución estacional del área foliar de los cultivos se ca-
racterizó cosechando periódicamente 2 muestras de 1 m2 de plantas de judía y 4
muestras de 1 m2 de plantas de melón de porte rastrero, sandía, melón entutorado
y calabacín. Las medidas de área foliar se realizaron con un planímetro electró-
nico (modelo, Delta-T Devices LTD, Cambridge, England). En la Tabla 11 se
muestran los valores de área foliar máxima (Ao), densidad de plantación (DP) y
de los parámetros b y k del modelo de Ritchie y Johnson (1990) para cada
cultivo.

Tabla 11: Valores de área foliar máxima (Ao,), densidad de plantación (DP),
y los valores de los parámetros b y k.

CULTIVO Ao DP b k

Judía 15.000 6 6,52 0,0035


Melón rastrero 40.000 1 13,99 0,0075

Sandía 180.000 0,25 8,471 0,0055


Melón entutorado 50.000 1 53,08 0,0148

Calabacín 75.000 0,66 8,21 0,0067

57
Anexos

La verificación del modelo de IAF (Ritchie y Johnson, 1990) se realizó


comparando valores medidos de IAF, diferentes a los empleados para la obten-
ción de los parámetros b y k, con los estimados por el modelo en los cultivos de
melón (Figura 16 a) y judía (Figura 16 b). En general, los valores estimados se
ajustaron bien a los observados para valores de IAF inferiores a 3 (Figura 16).
Este modelo ha demostrado una gran robustez simulando muy bien la fase de
establecimiento, de duración variable cuando se cambia de fecha de siembra.
Como se esperaba, para valores superiores a 3, el modelo sobreestimó los va-
lores de IAF, en respuesta a los valores de Ao elegidos, que son superiores a los
medidos. Sin embargo, esta sobreestimación no afecta a la estima de la ETc, ya
que una vez alcanzada cobertura completa el Kc es independiente del IAF.

4 8
m edido m edido
7
s im ulado s im ulado
3 6
IAF (m m )

IAF (m m )
-2

-2

5
2

2 4

1 2
(a ) (b )
ME LÓN 1 J U D ÍA
0 0
0 20 40 60 80 100 120 140 0 20 40 60 80 100 120

DDT DDS

Figura 16: Comparación de los valores medidos y simulados del índice de


área foliar (IAF) en los cultivos de melón (a) y judía (b). DDT: días desde
transplante; DDS: días desde siembra.

1.2.2. Modelo Kc-TTA

A continuación se detalla el modelo de Kc-TTA para los cultivos de pi-


miento, tomate, berenjena y pepino. Se consideró, que el cultivo después del
transplante tiene una pequeña fase de establecimiento, en la cual el valor de Kc
se mantiene en 0,2 hasta que el TTA es superior a 180 ºC día en pepino, y 200
ºC día en el resto. Una vez superada la fase de establecimiento, el valor de Kc
aumenta linealmente hasta un valor máximo cuando el TTA es de 880 ºC día en
pimiento, 722 ºC día en tomate, 850 ºC día en berenjena y 460 ºC día en pepi-
no.
En pepino, el valor de Kc máximo se mantiene constante hasta el final del

58
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

ciclo de cultivo. Sin embargo, en aquellos cultivos de ciclo largo, tomate, beren-
jena o pimiento tardío, muestran una evolución distinta de los valores de Kc.
Después de alcanzar el Kc máximo, suelen sufrir una parada vegetativa y un
envejecimiento fisiológico con la llegada del período más frío invernal, ello pro-
voca una caída del Kc. Normalmente, el período más frío dentro de los inverna-
deros en Almería, cuando las temperaturas mínimas están claramente por deba-
jo de la Tb de crecimiento de la mayoría de los cultivos (Tª min<10-12 ºC) es el
comprendido desde principios de enero a final de febrero. Para modelizar la
caída del Kc se consideró que los valores máximos de Kc se mantienen hasta el
1 de enero. A partir de esa fecha, el Kc disminuye linealmente hasta alcanzar
valores de 0,9 en pimiento y berenjena, y 1,0 en tomate. A partir de marzo, las
temperaturas mínimas comienzan a aumentar, y se produce nuevo crecimiento
que mantiene los valores de Kc aproximadamente constantes hasta el final del
ciclo de cultivo.
El modelo Kc-TTA para los cultivos de pimiento, tomate, berenjena y
pepino es:

Pimiento
• Si TTA < 200

Kc = 0,2

• Si 200 < TTA > 880

Kc = Kc min + 0,00176 ∗ (TTA − 200)

donde, Kcmin es el Kc mínimo

• Si TTA > 880 hasta el 1 de enero

Kc = Kc max

donde, Kcmax es el Kc máximo

• Desde 1 de enero a 1 de marzo

Kc = Kc t −1 − 0,008
donde, Kct-1 es el Kc del día anterior

59
Anexos

• A partir del 1 de marzo

Kc = 0,9

Tomate

• Si TTA < 200

Kc = 0,2

• Si 200 < TTA > 722

Kc = Kc min + 0,00268 ∗ (TTA − 200)

donde, Kcmin es el Kc mínimo

• Si TTA > 722 hasta el 1 de enero

Kc = Kc max

donde, Kcmax es el Kc máximo

• Desde 1 de enero a 1 de marzo

Kc = Kc t −1 − 0,01

donde, Kct-1 es el Kc del día anterior

• A partir del 1 de marzo

Kc = 1,0

Berenjena

• Si TTA < 200

Kc = 0,2

60
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

• Si 200 < TTA > 850

Kc = Kc min + 0,00154 ∗ (TTA − 200)

donde, Kcmin es el Kc mínimo

• Si TTA > 850 hasta el 1 de enero

Kc = Kc max

donde, Kcmax es el Kc máximo

• Desde 1 de enero a 1 de marzo

Kc = Kc t −1 − 0,005

donde, Kct-1 es el Kc del día anterior

• A partir del 1 de marzo

Kc = 0,9

Pepino

• Si TTA < 180

Kc = 0,2

• Si 180 < TTA > 460

Kc = Kc min + 0,0036 ∗ (TTA − 180)

donde, Kcmin es el Kc mínimo

• Si TTA > 880 hasta el 1 de enero

Kc = Kc max
donde, Kcmax es el Kc máximo

61
Anexos

ANEXO 3
CONSUMOS MEDIOS

62
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

63
Anexos

64
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

65
Anexos

66
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

67
Anexos

68
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

69
Anexos

70
Programación del riego de cultivos hortícolas bajo invernadero en el sudeste español

71

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