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Movimientos
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literarios
••• José María Valverde
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••• Indice 1 Sentido de los movimientos literarios 29 El «boom» de la narrativa
hispano-americana
••
••••
2 Grecia, primer movimiento literario
occidental
3 La literatura en Roma
30 La situación actual y los movimientos
literarios
•••• 4 La narrativa medieval: de la epopeya ala Bibliografía
••• novela
•••• 5 El movimiento trovadoresco
•••• 6 Del «dulce estilo nuevo» al humanismo
•••• 7 El movimiento renacentista: sentido
general
•••• 8 Expansión del movimiento renacentista
•••• 9 El Barroco y la poesía
••• 10 El Barroco en el teatro y la novela
•••• 11 El clasicismo francés
•• 12 El ilustracionismo en literatura
•• 13 El movimiento romántico: sentido general
•••••• ,14 El movimiento romántico alemán
15 El movimiento romántico en otros países
••••
•••
•••
* • Las palabras señaladas con asterisco (0) se
explican al final del texto de cada unidad de
información, que llamamos módulo,
16
17
18
Post-Romanticismo
El realismo narrativo en el siglo XIX (1)
El realismo narrativo en el siglo XIX (2)
••• • Las flechas intercaladas en el texto (~)
indican que el tema en cuestión se desarrolla con
19 Simbolismo
••• mayor detalle en otro módulo del libro, que se 20 Modernismo
••• señala mediante el número que aparece sobre la
flecha (~)
21 La generación española del «98»
•••
••••
• En algunos módulos aparecen textos
recuadrados, que explican o completan puntos de
22 Renovación de la narrativa europea a
comienzos del siglo xx
especial interés con rslactón a los desarrollados
•••
••••
en el texto,
• En la bibliografia se ha renunciado,
23 Otra narrativa de este siglo
24 La renovación del teatro en el siglo xx
generalmente, a señalar obras muy espeCializadas 25 La poesía post-simbolista
••• o extensas. Las que se reseñan poseen.un nive'l
26 El vanguardismo en poesía
••• muy adecuado para adentrarse en los diversos
temas abordados en este libro y en otros de la
27 Un vanguardismo: el surrealismo
•••• Colección Salvat TC Temas Clave,
28 La generación española de 1927
••••
••••
•••• -~!:.;;;:.
; JUJ __ h_._ ...---

-enmascarado por la escritura-, y ter- sión óptica: los especialistas en litera-


l/Sentido minando por el sentido -del que va-
mos a tratar aquí- de «movimientoli-
tura china distinguen también épocas
de diversos estilos, por más lento que
de los terario», como tendencia, más o me-
nos colectiva, de un grupo o de una
fuera el cambio. Y es que la necesidad
de renovación es parte de la literatura
época entera, a hablar de un modo misma, tan esencial como el arrancar
movimientos nuevo, diferente, como «cambiando
la moda». Cierto que en otros tiem-
de una tradición previa que posibilite
la comprensión. En efecto, la obra li-
literarios pos la velocidad del cambio histórico
-en lo literario como en lo demás- no
teraria -quizá digamos mejor «poéti-
ca», para situamos imaginativamente
era tan grande como en nuestro siglo, antes y al margen de.la escritura- pro-
y que, en civilizaciones exteriores a duce su efecto por una especial cuali-
nuestra tradición occidental, pode- dad afortunada de su lenguaje, difícil-
La literatura siempre se ha dado en mosimaginar que reinaba un inrnovi- mente analizable, pero en la cual es
movimiento, en todos los sentidos de lismo ritual, sagrado, que impedía importante lo que el teórico ruso V.
esta palabra, empezando por el del toda modificación en la forma de poe- Shklovski llamó «extrañeza» (ostra-
movimiento del sonido lingüístico mas y canciones. Pero esto es una ilu- nieniey. un cierto tono insólito que
contribuye a que lo..conocido nos pa-
rezca visto y oído por primera vez.
No cabe enumerar qué elementos
producen esa «extrañeza» -en unos
casos, importa el vocabulario sor-
prendente; en otros, cuenta más el rit-
mo; en otros, el original enfoque des-
El tránsito dlf/a escrítuta criptivo-: lo que aquí nos importa es
ideográfica a la escritura
fonética fue un paso decisivo
que esa virtualidad del lenguaje lite-
para que hubiera "literatura" rario puede llegar a perder su fuerza
en su sentido "literal". cuando se generaliza y dura largo
En la imagen, la piedra de tiempo. Entonces nuestra lectura se
Rosetta, cuya inscripción
trilingüe en escritura jeroglifica
hace sólo repaso de lo consabido, y
hierática o sacerdotal, únicamente las grandes obras -los
demótica, o popular, y griega clásicos- continúan valiendo después
permitió al sabio francés J. F. de perdido el efecto de la novedad -o,
Champolion descifrar la clave
de equivalencias entre los
mejor dicho, sólo ellas son capaces de
signos ideográficos de los renovar ese efecto en cada nueva re-
textos egipcios y los lectura-o Es decir, no cabe disfrutar la
conceptos por el/os literatura, pasada y actual, sin perci-
representados, permitiendo
así la lectura de los
bir su «extrañeza», en renovación
numerosos papiros constante, pero, por otro lado, si sólo
encontrados cuyo Significado valoramos las obras literarias en
permanecía oculto, y abriendo cuanto que representen «movimien-
con ello el hasta entonces
extraño y oscuro mundo del
tos» más o menos novedosos, no reci-
Antiguo Egipto al biremos su impacto más hondo.
4 conocimiento occidental. . Pero quizá esta idea de la «extrañe-

1. k
"'"
•••
•••
•••
••• Todo movimiento
literario es-obre
••• de un grupo o de
••• una generación:
nunca de un
••• individuo solo, por
•• genial que sea .
(Esquivel,
••• Los poetas
contemporáneos .
••• Casón del Buen
••• Retiro, Madrid.)

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•••
~
"'"

•••
"'" «Una obra de arte surgirá como un valor
••• positivo cuando reordene la estructura
del periodo precedente: surgirá como
••• un valor negativo si se apropia de.la es-.
tructura sin camblarla»
••• (J, MUKAROVSKY)
•••
•••
••• za» resulte un tanto parcial y forma- cada en su «movimiento», no la ve- un resumen o un informe de segunda
••• lista: además de la necesidad intrínse- mos en absoluto como «literaria», y mano. Incluso, ya hace mucho que se
ca de «renovarse o perecer» que hay tanto valdría Aue nos dieran de ella sugirió que la mejor historia de la lite-
•• en el estilo literario, cambian también ratura sería una «historia sin nom-
.•.• los temas, los problemas, las formas bres», es decir, una historia de los es-
Sistema literario y sincronía tilos y los movimientos, corno la cam-
•.• sociales. económicas, religiosas, etc.,
•.• exigiendo desde fuera al escritor la re- «La idea de un sistema puramente sin- ,biante base formal sobre la que surgen
novación de su repertorio expresivo crónico es una ilusión. Cada sistema las grandes obras en su concreción.
.•• para hacerse cargo de ellas. Algunas
sincrónico tiene su pasado ysu futuro Algo así, en miniatura, hemos inten-
como porciones inseparables del siste- tado .esbozar en las páginas que si-
.•• veces, la relación es clara y explica- ma. [...] El concepto de un sistema lite-
.•• ble: así, el hecho de que la novela rario no coincide con el concepto de un guen, aunque sin dejar de dar los
•.•• -Iibro narrativo- encaje bien en un periodo cronológico, como se piensa nombres importantes, pues los movi-
ámbito doméstico de lectura, ha con-
comúnmente, ya que se compone no mientos literarios no son unos impul-
sólo de obras literarias, cronológica- sos imperativos y objetivos que arras-
.•• tribuido a hacerla florecer con la vida mente cercanas, sino también de obras
••• burguesa: pero es más difícil justificar literarias extranjeras, que han sido asi- tren a los escritores en cada época,
••• por qué la naciente burguesía italiana miladas y de obras de periodos más an- sino también, y aún más, los resulta-
••• usó para la poesía el endecasílabo -lo
tiguos. Por tanto, resulta insuficiente un dos de los esfuerzos creativos, perso-
catálogo indiscriminado de obras cae- nales aunque nunca solitarios, de
que sí salta a la vista es que no que- xistentes. La jerarquia de las obras en
••• rían ya hacer versos como el clero' ni una época dada es declsiva.» quienes libraron esas grandes batallas
••• como los trovadores-o En todo caso, (Y. TYNYANOV y R. JAKOBSON)'
revolucionarias en el fluir de la litera-
tura. 5
••• si no vemos una obra literaria enmar- I '

•••

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solo ni aun que existiera. Estos poe- forma de poema épico se aplicaría de
2/Grecia, primer mas (del siglo VIII a. de C.) tenían
como tema unos hechos acontecidos
modo más instructivo y moral por
parte de Hesíodo, quien, si por un
movimiento un par de siglos antes, en otra situa-
ción social, y llegarían a tomarse
lado explica las genealogías de los
dioses, por otro presenta un conflicto
literario como canon para la cultura griega
otro par de siglos después. Es decir,
de justicia social, en el mundo del tra-
bajo agrícola. Luego, la poesía lírica,
desde Arquíloco y Mimnermo a Pín-
desde el principio forma parte del he-
occidental chizo de la literatura el alejamiento y
la mitificación glorificadora, en cuan-
daro -sin olvidar algún tono más pla-
centero en Anacreonte, o más apasio-
to propone modelos heroicos y en nado en Safo- continúa una lírica
cuanto da títulos de legitimación para educativa para el carácter y el temple
posteriores generaciones en dificulta- de las clases aristocráticas. Como es
Los primeros pasos de la tradición li- des. Además, la base homérica otor- sabido, la evolución social de Atenas
teraria occidental tienen lugar en ga, desde el principio, a la literatura lleva luego a un tenso equilibrio entre
Grecia, de tal modo que sirven de re- occidental la posibilidad de un realis- la nobleza tradicional y la nueva clase
ferencia -más en forma que en conte- mo nítido, luminoso, sin trasfondos media, comercial y agrícola, al princi-
nido- para todos los desarrollos pos- de sombra. Poco después, la misma pio con el poder en manos de una
Todas las imágenes
de Homero son
piadosas invenciones:
en el/as, el ciego
cantor parece mirar
las escenas de su

"'~t1'..:;".
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imaginación.
(Arte Helenístico,
Hornero. Museo
Arqueológico, Nápoles.)

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teriores, aunque en buena medida a La nitidez del
dibujo en la
través del latín. Señalemos algunos cerámica subraya
aspectos de su movimiento: ante el creciente realismo
todo, el adoptar un modelo para su humano del teatro
arranque, un «clásico», en Hornero, o griego, a pesar de
su inicial arranque
mejor dicho, en los grandes poemas religioso.
homéricos -/liada y Odisea-, ya que (Museo Nacional,
6 no es seguro que el autor fuera uno Nápoles.)

l
••
••
•••
••• r -~-_.~~---~.~.-.-, mas dioses, y que destruye a quien no ta se expone en diálogos vivaces y rea-
••• . Dos visiones morales la siga, aunque sea por ignorancia o listas, en tono cotidiano, a menudo
••• I en Grecia por azar. Se comprende que incluso humorístico. Mientras tanto, con He.
••• I «Oh reyes, observad bien este castigo, ródoto (484-425 a. de C.), Tucídides
~Itambién vosotros: pues los dioses in- se subvencionara al pueblo para que
••• i¡mortales están muy cerca, entre los no dejara de asistir a la larga fiesta (471-402 antes de C.) y Jenofonte
(434-355 a. de C.) empieza a escribir-
••• ~ hombres, y señalan a los que se des- anual de varias piezas teatrales en se-
••••• truyen unos a otros con juicios torcidos,
desdeñando la venganza de los dioses.
Pues sobre la tierra que alimenta a tan-
cuencia: ahí estaba la glorificación de
las raíces de su sociedad. El tercer
se una historia digna de tal nombre,
empeñada en dar cuenta de la reali-
dad, incluso psicológica, de los perso-
tos, hay treinta mil observadores pues- gran trágico, Eurípides (480-406 a. de
••• tos por Zeus para vigilar a los mortales
hombres: ellos vigilan los juicios y las
C.), en cambio, resulta demasiado hu- najes. Parece, pues, que en la época
áurea de la literatura griega se ha
••• malas acciones mientras caminan, en-
.mano y racionalista y poco creyente
dado el paso decisivo para el porve-
en la mitología y el Hado -de ahí su
••• vueltosen niebla, por toda la tierra.»
(HESIODO: Trabajos y días) relativo fracaso-o Los tiempos madu- nir: cultivar formas y tonos que no es-
"""
ran, mientras, para la comedia de tén vinculados servil mente a los inte-
«Iqual que las hojas que trae la florida
•••• estación primaveral cuando crecen de- Aristófanes (445-386 a. de C.), de reses dominantes, ni aun de los mis-
mos que escriben. Después viene la
••• prisa a la luz del sol, igual que ellas, dis-
frutamos las flores de nuestra juventud
gran fantasía de montaje, pero muy
directa en sus ataques, que hacían reír época «alejandrina»: queda atrás la
•••• durante un breve plazo de tiempo, sin Ciudad-Estado y se establece una
al mismo pueblo contra el que políti-
••• saber si los dioses nos reservan algo
bueno o malo. Pero los negros Hadas
••• se yerguen ante nosotros dándonos
como destiño una vejez llena de sufri-
••• miento, la otra muerte. El fruto de la ju-
••• ventud es efímero, tan corto como el
tiempo en que el sol se extiende por la
••• tierra. Pero cuando pasa el tiempo de la
••• madurez, en seguida es mejor la muerte
que la vida. Pues un gran sufrimiento in-
••• vade el corazón. A veces queda asola-
•• do el hogar, y viene el doloroso trabajo

••••• de la pobreza: uno no tiene hijos y baja


a la tierra deseándolos más que nada: La perfecta acústica

••• I
otro es presa de enfermedad asoladora.
No hay mortal a quien Zeus no dé mu- I
I de los teatros
griegos permitía no

••• LEi males.»


ChOS
_______________________
(MIMNERMO) .._. .. J.
pf!rder una sílaba de
los versos -en el
.caso' de los coros,
••• suerte de árbitro -tirano-, luego en
cantados e incluso
••• democracia directa. En esa difícil
bailados- .
(Teatro de Epidauro.)
••• competencia de clases asume un pa- mentalidad universalista, que da lu-
••• pel clave la tragedia -sobre todo, en camente estaba ese escritor. Esta pa-
radoja social aumenta con Platón gar al intimismo y la delicadeza
••• los dos primerosde sus tres máximos
(427-347 a. de C.), autor de la más be- - Teócrito- y al gusto por la literatura
••• autores, Esquilo y Sófocles. Es un tea-
.tro que recuerda los grandes mitos en lla prosa griega y padre de la filosofía: como erudición y repaso de lo pasado
•••
••••
que se basa la ciudad, las interaccio- su mente nobiliaria se orienta a una
esfera celestial de ideas puras, de la
-se hacen antologías, surgen los estu-
dios filológicos-. Pero la literatura es-
nes de los dioses patrios, todos ellos crita en griego continúa como parte
•••• bajo el Super-Dios, el Hado, la fatali- cual las cosas de este bajo mundo son
torpes copias, peto esta teoría idea lis- del Imperio romano. 7
•••• dad a que han de someterse los mis-
••••
..., L
de Grecia-, pero que cree en el valor
3/La literatura de la moral humana;' en el equilibrio
y el dominio del ánimo: una actitud
en Roma que, por pesimista que parezca, se
conciliaba muy bien con la energía
activa de aquellos hombres que ani-
maron la expansión y consolidación
del Imperio. Sin duda, es la poesía
En el espacio romano se prolonga la donde más creativa resulta el alma ro-
literatura escrita en griego, no solo mana: los poetas más característicos
porque se hereda como modelo y re- son Virgilio (71-19 a. de C.), quien,
ferencia clásica, sino también porque además de elevar el nivel de la poesía
la ejercen algunos escritores: Plutar- campestre que arrancaba del griego
ea, precisamente, compone sus Vidas Teócrito, escribe un gran poema neo-
paralelas sobre el supuesto que da lu- homérico, la Eneida, que, incluso por
gar a la idea de «clásico», a saber, que su tema, quiere hacer a los romanos
a cada ejemplo griego ha de corres- Sin pretender
ponder otro latino. Pero, aparte de al- ninguna originalidad
gún autor genial y un tanto marginal, ideOlógica, Cicerón
como Luciano, es significativo que establece el modelo
retórico
todo un emperador romano, Marco de exposición
Aurelio, escriba en griego porque ésa y tratamiento
era la lengua más propia de la filoso- !JI··"~·.
r~. '1 ..", de todo tema.
(Cicerón, Museo
fía -en cuya escuela estoica él se in- n.:: .. :1.• _. __
Capitalino, Roma.)
cluye-. El estoicismo, sereno, deses-
peranzado, pero activo en el mundo, "Por toda la literatura latina corre una
de estirpe griega. Más propiamente lí-
domina en la literatura latina: Lucre- vena de oratoria, siempre hay una deli- rico, pero también con mucho de bu-
cio (98-55 a. de C.) expresa en un berada elevación de tono para conse- cólico y agrario es Horacio (65-8 a. de
gran poema la filosofía complementa- guir la atención y la 'slrnpatia de los lec- C.), mientras que Ovidio (43 a. de
tores, o mejor dicho, de los oyentes ... La
ria de la estoica, la epicúrea, y orado- retórica formaba parte de toda educa-
C.-18 d. de C.), con mayor compleji-
res y' moralistas como Cicerón clón'elevada, Pero quizá habia otras ra- dad anímica, alterna las nuevas ver-
(106-43 a. de C.) y el cordobés Séneca zones para el gusto de los romanos por siones de los mitos con elegías de des-
(4 a. de C.-65 d. de C.) dan' voz a la oratoria. Quizá se debiera a su natu- tierro. Hay otras líneas de poesía me-
ral tendencia a moralizar, a presentar
aquella mentalidad, así corno' los modelos morales. No se puede conven- nor, la erótica (con modelo en Catulo,
grandes historiadores Julio César cer a un oyente con argumentos para 87-54 a. de C.) y la satírica de costum-
(100-44 a. de C.), Tito Livio (59 a. de que acepte un ideal moral, pues un bres, con el español Marcial (40-104)
C.-17 d. de C.) y Tácito (55-120). En ideal no es asunto de intelecto ni de ra- y con Juvenal (65-135). Conviene se-
zón. Solo se puede esperar conseguir
todos ellos hay tina cierta unidad de su asentimiento y aprobación presen- ñalar que, al lado de esta línea, más o
estilo, conforme a esa visión del mun- tándolo con habilidad y persuasión, mo- menos elevada en lenguaje, quedaba
do, que no espera nada de lo que pue- viendo sus sentimientos, incluso abru- otra literatura de acento más realista,
da haber de divino en el cosmos +por rnándole en un torrente de emoción incluso coloquial: en. teatro, partien-
desbordada hasta que se rinda a su
más que, para uso del pueblo, se crea apelación.» do del modelo de Menandro, las co-
conveniente' conservar la mitología (BARROW: Los romanos)
medias de Plauto y Terencio; en na-
8 oficial, trasplantada en buena medida rrativa, los relatos -no «novelas» pro- .

¡. L

••
•••
•••
••••• El sentido imperial
y político es
elemento esencial de
i'r.

••• la gran literatura


latina y le da su
••• peculiar acento
••
•••
"público" .
(Foro, Roma.) ,',Ii
Muy curioso l'

••• y muy romano


y muy retórico,
••• San Agustín crea la
•••• "teología de la
historia" al ver
•••• caer el Imperio
•••• romano .
(Miniatura,
•••• Ciudad de Dios,
•••• Siglo XV. Biblioteca
de Santa Genoveva,
•••• París.)
•••• Actual reparación
de esta estatua:
•••• ¿quizá por la
•••• profecía de que el

•• ','1
mundo se va acabar
cuando pierda del
••• todo su brillo áureo?
(Marco Aurelio,
••• Roma.)

•• piamente- de Petronio y de Apuleyo. ma de la posterior cultura de Occi-


•• Pero, dentro de la marcha de conjun- dente.
••• lo de la literatura occidental, hay que Las formas literarias latinas, así, se-
.•• decir que, si la literatura latina se de- rían usadas, casi intactas, por nuevos
.•• sarrolla como variación sobre el gran escritores cristianos, aparte del uso
tema griego, para la posteridad, a su propiamente eclesiástico, centrado en
.•• vez, será adoptada como la referencia la aplicación oficial de la Vulgata, la
.•• clásica más directa y eficaz, no sólo versión latina de la Biblia hecha por
.•• por su valor intrínseco y por lo que San Jerónimo. Esa adaptación dio lu-
.•• tiene de legado helénico, sino por el gar a curiosos efectos de estilo en la
hecho de que el Cristianismo, en su poesía de nueva temática -Ausonio-:
••• área occidental, centrada en Roma, en algún caso, llega a naber una pecu-
.•• adoptara el latín como lengua oficial, liar tensión expresiva, como en las
••• a través de los siglos, aun después que Confesiones de San Agustín, donde el
.••• dejó de ser lengua hablada. Por eso re- autor, escribiendo mientras se hunde
sulta imposible valorar objetivamente Roma, presenta un análisis interior
..•• qué pudo ser la literatura latina en su con penetración muy moderna, pero
..•• valor intrínseco y en su propio tiem- conservando la más formalizada, retó-
..•• po: todo en ella nos resulta base y for- rica tradicional. 9

•••
...., _L __ _ __W._~_.. ::::z;::;a_
e sseco:

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4/La narrativa (1135-1190) introduce un vasto mun-


do de oscuros mitos, sobre todo en
Perceval, o Santo Graal, a lo que se
medieval: suma algún otro tema independiente,
como el de Tristán e Isolda. Todo eso
de la epopeya irá a derivar a las novelas de caballe-
rías -en prosa, con ecos poéticos, lue-
go, en buena parte del Romancero
a la novela castellano- hasta los Amadises y Pal-
merines que llegan al siglo XVI: de
ello también surgirá la novela senti-
mental en el siglo xv. Pero el crecien-
te sentir burgués no se contentaba con
¿Cómo evoluciona el arte de narrar, la literatura caballeresca: poco a poco
desde que las invasiones de los pue- Ollmlr le lntrottuirm- lfla:t surgen, como acumulación de peque-
blos llamados bárbaros derriban el lt6t~ctlt6mm u& muullf ños relatos, otros tipos de narrativa
Imperio romano hasta la irrupción de tU!'lwñtt- (n 'lMnoU"'pua , más realista, alguna vez con animales
la imprenta, a finales del siglo xv? De U!Ihllmn'tftmUlftl1ltte. -Roman de Renart-. Durante algún
aquella «noche de los tiempos» nos .!,¡tf rhiiimtllntt'lft nn fovrtUm(ln'l" tiempo estos géneros, cada vez más
• - • A •.••

lIegan imágenes de poetas-guerreros humorísticos y atrevidos, se dan en


"Los cristianos (Muerte de RoJand,
que cantaban las hazañas de egregios tienen derecho (o Miniatura en Ahora ya el libro es en su impulso de
héroes, pero las primeras epopeyas de razón), los paganos, Grandes Crónicas lo que rige la canto o relato ante
que quedan restos escritos ya son bas- no» (on tort): así de Francia. Biblioteca literatura, en lo oyentes.
tante posteriores a las gestas que exal- de claro estaba Nacional, París.) que piensa el autor (Erec y Enida
todo en esa época. al componer, más que
tan -igual que había ocurrido con las de Chrétien de Troyes.¡
epopeyas hornéricas-: el Teodorico teraria en la sociedad caballeresca, es
godo y el Beowulf sajón, del siglo VI, decir, en los ambientes de los señores
así como los Nibelungos, cuya mate- feudales, apoyados por una nueva
ria data del siglo VIII, tardan siglos en clase armada, los «caballeros», que
convertirse en los poemas conserva- transforman lo épico en un estímulo y
dos. Curioso es el caso del emperador una legitimación ennoblecedora para
CarIomagno, que en el siglo IX manda su propia condición. Esto da lugar a
reunir viejas epopeyas para que no se la «novela cortés», ya material para la
pierdan, y que luego será él mismo
personaje de poemas como la Chan-
lectura -eso sí, en voz alta-, no para
el canto salmodiado, y dirigida en es-
~i:;
tL;
~,•..
son de Roland francesa (hacia 1090).
Por contraste, el castellano Cantar
pecial a las damas, en ricos códices
miniados, y en unos versos ya capaces
~r~T-
;:;, '
:: ..
del Cid (de hacia -1140, según unos; de de sugestiones sentimentales -Ia mu-
hacia 1200, según otros) no está tan jer va a adquirir una nueva dignidad,
lejos de su héroe en el tiempo y mues- con los trovadores-4-: ahora los com-
tra un sobrio realismo insólito. Pero, bates de ejércitos importan menos
con el tiempo, ese mundo épico, leja- que las aventuras mágicas y amoro-
nas ya las grandes guerras de inva- sas, donde el caballero lucha por su

l
10 sión, encuentra una metamorfosis li- cuenta y riesgo. Chrétien de Troyes
••
•••
•••
•••
•••
•• «La epopeya histórica es, efectivamen-
••• te, historia, al menos en cuanto que

•• evoca condiciones históricas reales y


en cuanto que sus personajes siempre

••••• cumplen una función histórico-social.


Este elemento histórico-político
abandona en la novela cortesana, que,
se

por tanto, tiene una relación completa-


••• mente nueva con el mundo objetivo de
••• la realidad ... Excepto hechos de armas
y amores, no puede ocurrir nada en la
••• novela cortesana -e incluso esas dos
••• cosas son de una indole especial-: no
son sucesos ni emociones que puedan
••• estar ausentes durante algún tiempo;
••• están permanentemente conectados
con la persona del caballero perfecto,
••• son parte de su definición, de modo que
él no puede estar ni un momento sin
••• aventura en armas ni sin enredo amoro-
••• so..
-4 (AUERBACH: Mimesis)

-4

••• verso, hasta encontrar sus grandes . l'! '> .' • • • •. ,.f .t ~."\,.: v. ;',I¡(\
•••••• obras maestras en el Libro de Buen
Amor del Arcipreste de Hita y los
:':.'.:'"'i.,~\'}\)1: '~.'..•"."n.h.."..... . 1\o\.t.Wo' b ••.~ . '~'\'~~'\~.'
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4Iir.\' .
Cuentos de Canterbury de Chaucer 1
.I ~. "''''í;\·¡''ll.l'I''''"':.!l!lf''''~''''Ik/l", .
•••• -ambos en el siglo XIV-, cuyo mayor l\~ i,a!'M ~i,·H~i~"~;'. ~1'~.~""'¡~\ \; .' .' '

•• encanto, sobre todo en aquél, está en


A¡1\~\" ,\, ~ ••''t 1\ J;.,."'I,1 iN'tl .~·"I<\,;"
l~~ \1\~\'_,ft ,\!~~f_U~l~'~'~-Jh'"rr \-.11 t·h,.&..'t'~,

•• su estructura abierta de miscelánea,


donde caben también burlonas refle-
\llUí\I~"'·I}\,"e"f(i,h.~,
\'lO ,". . _- ,.,. <,. H'1"¡~
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••• xiones sobre la vida. Mientras, don
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el breve «sucedido» en prosa a la ca- ,i'" ,~th".~~,t~('í{!91',fn\\ "::'"-,~,~&y{.f\. ~ ~'''':'':~:..
1
••• tegoría de arte, consciente y delibera- i
'l't{~!~J!i'M~·~~,.j.~',
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.
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'I',~,H~.pn~.
.,
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"
n.J'f""
••• do en su sencillez: poco después, Boc-
caccio en el Decamerón, ya en el pre-
r;

••• renacimiento italiano, recoge la vena


Arriba,
un relato del
El presunto
Arcipreste de Hita
•••• realista y picante del Arcipreste y Decamerón de parece poco
Boccaccio: la respetuoso con esa
••••
de Canterbury, de
Chaucer en una prosa a la vez elegan- truculencia clase bien
Una incipiente
••• mentalidad secular Chaucer. Siglo XVI. te y simple, en su centenar de cuentos
eróticos. La imprenta, cuando llegue,
sanguinaria se
complementa con lo
establecida que eran
los propios
••• y burguesa permite
un realismo
Museo Británico,
Londres.) tendrá más que hacer con la fantasía erótico. arciprestes.

•••
•••••
bienhumorado, en
que se puede jugar
-caballerías y sentimentalidades cor-
tesanas- que con la continuación de
(Botticellí, Historia
de Nastaglio.
(Fragmento del
Libro de Buen Amor,
Biblioteca Nacional,'
aún con lo eclesia/. Museo del Prado,
••••• (Miniatura en Cuentos esa línea realista. Madrid.) Madrid.) 11
•••••
...,
_"?,,"k L ¡

¡
"';"",,,- -~
- '-"--'."-'-'-"::"':"r:'!~;I'!I •.•...•
'

5/EI Algo más que los


«centeutores- de
hoy eran los

movimiento antiguos «trovadores»:


a menudo dejaban a
los «juglares» la

trovadoresco tarea de la
interpretación,
reservándose la
creación.
(Alfonso X, Cantigas.
«Juglares ante
damas y caballeros».
Siglo XIII. Monasterio
El primer movimiento que prepara el de El Escorial.)
desarrollo de la lírica occidental hasta
nuestros tiempos es el de unos poetas
que florecen en el tránsito del siglo XII
al XIII, los «trovadores» (troubadours,
en su lengua básica, que suele llamar-
se «provenzal», aunque era un habla
del Languedoc; trouvéres, en su deri-
vación francesa; Minnesiinger en sus
paralelos alemanes; también hay poe-
tas en galaico-portugués, afines, aun-
que a medias, a esta tendencia). So-
cialmente, esta innovación en la vida
poética -ya no centrada en lo clerical ".,.~;~fi:,,;A,.~:¡¡¡~.~~"'~~~"':~~~~~~"!·:H;;~~~:!,r.~~
ni en lo popular, sino en un nuevo
tipo de profesionales seculares, asisti- compartir su lenguaje con el pueblo. dons, «mi señor», mia senhor, en ga-
dos por intérpretes, los «juglares»-, se Los «caballeros», sobre todo, quieren llego-o Quizá contribuyera a eso el
enmarca en el ambiente de la «caba- distinguirse de la aún incipiente bur- que las señoras de los castillos de esa
llería». En efecto: los señores feudales guesía de la naciente ciudad región, en la frecuente ausencia de los
se habían rodeado de la nueva fuerza, ~«burgo»-, contraponiendo su estilo maridos en guerras o cruzadas, as u-
a que aludíamos en el apartado ante- y su código de honor al dinero, aún ' mían sus poderes;en todo caso, como
rior, los «caballeros», dueños de caba- escaso, de 'los primeros negociantes.' preceptúa el código del que se llama
llos, armaduras y escuderos, al princi- Se toma entonces como nuevo motivo por antonomasia «amor cortés»,
pio servidores del castillo, pero luego, central para la poesía el de la «seño- amor cortesano, del capellán André,
al recibir propiedades y hacerse here- ra»: hasta entonces, la lírica amorosa sólo la señora casada sirve para este
ditarios e independientes, sólo vincu- había consistido, sobre todo, en que la juego poético, probablemente acepta-
lados ya por un pacto que podían muchacha suspiraba por el hombre do a menudo por el marido noble, ;

romper para cambiar de señor. Esta que vendría o no vendría; desde aho- como quien hoy da propina al cantor
nueva clase trae un nuevo tono ala ra, y hasta nuestro siglo, es el hombre de trattoria italiana para que entone
I
vida social, incluso en la poesía; un quien se arrodilla ante la mujer -la una trova a su señora. Pero, formal-
tono más formalista y excluyente que «señora»- pidiéndole su amor, como mente, en este cortejamiento presun- I
el de los propios grandes señores,

l
un vasallo ante .su señor -al principio, .tamente adulterino, el marido es 'lla-
12 quienes, seguros de sí mismos, podían se la llama incluso en masculino, mi- mado el «celoso» (gelós), azuzado por
••
•••
•••
•••
••• delatores maliciosos, y hay que desig- que el primer gran trovador sea el no-
nar a la señora sin decir su nombre, veno Duque de Aquitania, Guilhem
••• bajo una senhal, todo lo cual contri- de Peitieu (1086-1126), indica que la
••• buye a la frecuente obscuridad del es- actitud de «vasallo» ante la amada
••• tilo, trobar clus (cerrado), que, sin «señora» no tiene por qué responder
••• embargo, tiene su raíz más honda en a la realidad. En francés los trouvéres
otra cosa, en la voluntad de distin- . y en alemán los Minnesiinger -o di-
••••
guirse de la mayoría (plebe, clero y cho a la antigua, Minnesinger- siguen
•••• apenas naciente burguesía). Claro que menos las convenciones provenzales
""'.., ese tema amoroso, aunque sea cen- -los galaico-portugueses incluso con-
tral, y aunque falsee durante siglos la .servan mucho de la vieja lírica popu-
.., poesía occidental -como si todo de- lar, a menudo en boca de mucha-
..., pendiera de la libre voluntad de la chas-. Los trovadores del «amor cor-
amada-, no es el único: los cantos de tés» esbozan la primera pauta de la lí-
•••• los trovadores tienen también temas rica europea sucesiva, no tanto por el
•••• satíricos y políticos (en el sirventési, valor sentimental de su tema, cuanto
•••• fúnebres (planh), motivos eróticos en por el riguroso sistema formal a que
el «derecho de pernada» con las ple- sujetan el lenguaje poético .
•••• boyas (pastorelas), o describiendo se- Los caballeros, al (Miniatura napolitana .
•••• paraciones amorosas (albas), y duelos principio hombres Caballero. Siglo XIV.
•••• verbales (la tensó, si es en contraposi- bien armados al Biblioteca Nacional,
ción; el partimen, si es en desafío de servicio de los Florencia.)
•••• grandes señores:
•••• ingenio, dejando a elegir al rival entre poco a poco, se
una alternativa); o incluso el puro hacen una nueva clase
••• juego verbal sin tef!1a. El hecho de auxiliar .
••
••• "Haré una nueva canción
.••• antes que sople el viento y llueva y hiele.
•••• Mi señora me pone a prueba -
para ver cómo la amo.
••• Bien, haga lo que haga con ese motivo
••• no me soltará de su vínculo.
Al contrario, me hago su siervo, me entrego a ella.
••• y ella puede escribir mi nombre en su registro.
••• No creáis que estoy borracho
(La ofrenda del si amo a mi virtuosa señora,
•••• corazón, tapiz, . pues sin ella no tengo vida;
•••• talleres de Arrás. tan gran hambre tengo de su amor.
Siglo XV. Museo Que eres más blanca que el marfil,
••• de Cluny.) Empieza por lo que no adoro a otra.
••• entonces la ficción Si no recibo pronto ayuda
secular de la poesía y mi señora no me da amor,
•••• amorosa: que el moriré, por la cabeza de San Gregario,
•••• ,hombre se declare si no me besa en un cuarto o bajo un árbol. ..»
I, .
s,er~o dee te mui
a muter (G MO IX DE AOUITANIA)
•••• ,a ouien ama. UILLER
, I 13

~J ___~_
6/Del «dulce meros poetas del que adopta el título proclama Guido Guinizelli (1230-
de dolce stil nava pertenecen al am- 1276) en su poema Al cor gentil, au-
biente de los abogados y los notarios-o téntico manifiesto revolucionario
estilo nuevo» El tema amoroso sigue siendo central, bajo aspecto de disertación sobre el
como para los trovadores, pero sufre amor: el. «corazón gentil» es lo que
al humanismo un cambio decisivo: la «señora» se pone al nuevo hombre -precursor ya
eleva y se idealiza, hasta volverse una del Renacimiento- por encima del
figura casi abstracta y simbólica, tal «hombre altanero» que presume solo
vez inexistente en la realidad -en de su linaje. Ese corazón gentil se ex-
todo caso, añorada sin esperanza, presa amando, de un modo absoluto y
porque ha desdeñado al poeta para' casi místico, a la señora, la madonna,
El impulso poético introducido por casarse con otro, o, más típicamente, a la que el poeta ve situada incluso
los trovadores cambia de sentido al porque ha muerto-o La capacidad por encima de los ángeles del Paraíso,
ser recogido, poco después, por las para tal amor de alcance ideal, meta- ya la cual, por tanto, no cree que sea
nacientes «ciudades-Estado» italianas .físico y religioso, es lo que distingue a . pecado amar.
-Florencia es la más típica de ellas, y la nueva clase ascendente, basada en Dante Alighieri (1265-1321) reúne
la que marca el tono literario y artísti- la excelencia del individuo, frente a la este sentir -el amor a Beatriz, muerta
co-. Allí es la incipiente burguesía la nobleza y sus caballeros =apoyados aún muy joven, pero ya antes trans-
que se hace cargo de la lírica -los pri- en la herencia y en la estima. Así lo formada por él en una sublime enti-

'/ La inspiración poética como


i"
don superior '
(
«Debéis recordar que, aunque los de-
leites de la poesía son muy gustosos,
solo pueden entenderlos del todo los
más raros genios, que no se curan
[(cuidan)] dé la ríqueza y tienen un se-
ñalado desprecio a las cosas de este
mundo, y que están dotados por la na-
turaleza especialmente de una peculiar
elevación y libertad del alma. Por tanto,
segun están de acuerdo la experiencia
y la autoridad de los más doctos, en
ninguna otra rama del arte puede lograr
tan poco la mera dilígencia y la aplica-
ción .••
(PETRARCA)

La pasión política Ya un literato a lo


de Dante, exiliado moderno, dominador
de Florencia, forma e imitador de la
parte de su visión tradición, consciente
cósmica en la Divina de su posición en los
Comedia, síntesis de siglos, Petrarca inicia
la mente medieval. la idea de las
,,",
.
(A. del Castagno, «edades" históricas .
Dante. Galería (A. del Castagno,
14
de los Uffizi, Florencia.) Petrarca.)
IIIIIW

•••
••••
••• dad que iluminaba el mundo entero-, triz, en la «gran rosa» de los biena- nas ideas religiosas para su uso amo-
••••• con la visión del mundo conforme a
la teología y la cosmología de la esco-
lástica medieval. En su Divina Come-
venturados, sobre la cual se eleva una
cruz entre estrellas. El tema de la mu-
roso-, lengua selecta, pero no lejana a
la lengua realmente hablada en un ni-
jer idealizada -la madonna- seguirá vel social de temprana burguesía ...
••• dia, en efecto, recorre los círculos del siendo central en la evolución de esta Pero dentro de la época del huma-
••• Infierno, los del Purgatorio -hasta corriente literaria que, sin embargo, nismo -hasta alrededor de 1500-, la
••••• aquí, acompañado por Virgilio-, y los
del Paraíso, donde encuentra a Bea-
va tomando un nuevo cariz, al aban- poesía lírica viene a ser en cierto
donar la referencia a la teología esco- modo una derivación del mundo del
lástica, para empaparse cada vez más pensamiento, de la cultura intelec-
•••
••••
de los clásicos paganos -sobre todo tual, que vuelve la mirada a la Anti-
los Iatinos-, incluso esforzándose por güedad como a su punto ideal de par-
•••• usar un elegante latín más puro que el tida -es una época en que el platonis-
•••• de los teólogos y más exquisito que la· . mo se ha mezclado con el cristianis-
nueva lengua románica -en esta área mo, para prevalecer intelectualmente
•••• geográfica, el toscano, o sea, el italia- sobre éste-, de camino a la esfera de
•••• no-o Estamos ya entrando en el «hu- las Ideas eternas de las que nuestro
•••• manismo», cuyo arquetipo es Petrar- mundo real no sería más que una tor-
•••• ea (1304-1374), quien creyó que su pe copla .
obra en latín perduraría más que sus
•••• versos en italiano -principalmente, el
•••• vasto Canzoniere que reúne alrede-
•••• dor de cuatrocientas exquisitas poe-
•••• sías con un solo tema en dos varian-
tes: Laura, amada en vano a lo largo
••••
de veinte años, y Laura después de su
•••• muerte (no está claro quién pudo ser
•••• realmente Laura, ni si existió real-
•••• mente o fue l'aura, «el aura»), Petrar-
ea establece el lenguaje y el sistema
•••••
formal a que se atiene la poesía euro-
••••• pea sucesiva -sobre todo hasta el siglo
••••• XVII, pero sin desaparecer en lo suce-
••••• sivo-: fina psicología en el análisis de
••••• los sentimientos, fuerte carga de con-
ceptos teóricos -secularizando algu-
••••
•••• Dijo el poeta, Capilla Sassetti, iglesia La pietas del héroe (Dante y Virgilio
Florencia, «sobria . de Santa Trinidad, virgiliano, Eneas, entran en los
•••• y púdica", «estaba Florencia.) hacia su padre, Infiernos.)
•••• en paz dentro del tiene eco en la
cerco antiguo» (de devoción de Dante
sus murallas): la hacia Virgilío,
realidad fue de tomándole como guía
luchas y agitaciones. en la ultratumba.
••••• (D. Ghirlandaio, Fresco
de la vida florentina . 15
•••••
.•..•
~ - - ~
7/EI
movimiento
renacentista:
sentido general

Iría en contra del sentido mismo del


Renacimiento separar su dimensión
de «movimiento literario» dentro del
conjunto de ese vasto movimiento es-
píritual europeo, con raíz y centro en
Italia. Pues 'precisamente el Renaci-
miento se basó en la creencia en la
unidad de todo, unidad que el hom-
bre puede conquistar y hacer suya, in-
cluso abrazando a Dios en su alma in-
dividual. (Por eso, en el orden religio- Platón eleva la mano Aristóteles señala así se integra el de Atenas. Museo
so, el espíritu pre-renacentista, par- hacia el mundo de las hacia la realidad pensamiento griego. Vaticano.)
tiendo de la mística franciscana y nór- Ideas, mientras concreta de las cosas: (Rafael, Escuela
dica, hará saltar las formas eclesiales,
al preparar la Reforma, a la que se ha das desde Dante y Petrarca, y se ex- muy formalista, y solo lentamente va
llamado el «Renacimiento germáni- tenderán a otras lenguas, mientras ampliando su temática, hasta dejar
co». Sin embargo, literariamente y en que el tema del amor ideal sigue sien- atrás la monotonía de Petrarca, pero
todo, la Reforma no asumió el estilo do central, pero en torno a él surge eso ocurre así por estar centrada y ab-
italiano renacentista: Lutero, en espe- una creciente riqueza de motivos sorta en el estudio del espíritu huma-
cial, tenía a la vez acentos medievales -por ejemplo, el creciente conoci- no, cada vez más consciente de su ri-
y de nuestro propio tiempo.) Volvien- miento de la Antigüedad da lugar a la queza interior y sus vastas posibili-
do a esa fe en la unidad universal, ella aparición de la «fábula mitológica» dades de expansión exterior -des-
da lugar a un lenguaje común para como variación refinada y fantasiosa cubrimientos de nuevos continentes,
toda la vida cultural: el poeta, el eru- sobre un tema clásico-o Pero, por más preparación de una ciencia nueva, re-
dito humanista, ..el filósofo y el cientí- que se cuente con la referencia al ca- finamiento de las artes visuales ...-. El
fico escriben en el mismo tono y no se non de la Antigüedad, el escritor del hombre se admira a sí mismo, bien
consideran separados. La poesía, es- Renacimiento empieza a creerse ca- sea que se vea -siguiendo a Marsilio
pecialmente, se presenta, ante todo, paz de superarlo (así lo dice Fray Luis Ficino- corno vicario de Dios y cen-
como cultura histórica, instrucción y de León: K .. que [a] lo antiguoliguala tro del Universo, en correspondencia
análisis de la naturaleza y del alma: y pasa el nuevo/estilo ..))).La literatu- de los planetas y signos zodiacales
16 sus formas siguen siendo las consagra- ra del Renacimiento, ciertamente, es , (macrocosmos) con su propio cuerpo
•••• ._--_ •.. _---------,

•••
•••
•••
••• (microcosmos), o bien -siguiendo a facetismo resulte a la larga imposible, ------------~--_·------l
Ufanía renacentísta
••• Pico della Mirandola- como un ser
aparte, capaz de identificarse con
el hombre renacentista reconoce -la
exigencia dé la perfección técnica: en
,
••• todo; «como un camaleón», y, si se la poesía, y en general, en la literatu-
" ... En los últimos doscientos años he-
mos recuperado la excelencia de las
••• esfuerza, de ser tan luminoso como ra, todo está medido y controlado buenas letras y hemos restablecido el

••• los ángeles, y aun de poseer al mismo hasta el detalle, con arreglo a cánones estudio de las disciplinas después que
llevaban mucho tiempo casi extingui-
••• Dios en el fondo de su espíritu. Esta
segunda visión es más moderna y está
que se consideran tan ideales y uni-
versales como las matemáticas, y que,
das. La constante diligencia de muchos

••• IllÚS de acuerdo con la idea del uni- a la vez, reflejan respetuosamente las
hombres doctos ha llevado a tal éxito
que hoy día nuestra época puede com-
••• verso que introduce entonces Copér- formas heredadas de los clásicos de la pararse con los tiempos más doctos
que haya habido. Pues ahora no sólo
•••• nico, en que la tierra, morada del Antigüedad. Como movimiento lite- vemos restauradas las lenguas, y los
••• hombre, ya no es lo que está en -el
centro, sino el sol, «farol y ojo de
rario, cabe decir que el Renacimiento
es la puesta en marcha de un proceso
hechos y escritos de los antiguos vuel-
tos a la luz, sino también muchas cosas
"1 hermosas descubiertas por primera
Dios», mientras que el hombre lleva que acabará, en definitiva, en nuestro
••• consigo el verdadero centro del mun- tiempo, sin ruptura, pero \legando
vez. En este período, la gramática, la
poesía, la historia, la retórica y la dia-
••• do, el espíritu. Por eso, el hombre re- hoya resultados diametralmente
••• naccntista -y en especial el escritor-,
pudiendo serio y poseerlo todo, no
opuestos a ese arranque, intentando
en vano agotar y negar el gran sistema
••• quiere renunciar a nada ni especiali- de formas que estableció el Renaci-
••• zarse: su ideal es ser, a la vez, poeta, miento y que todavía no sabemos
••• artista, músico, guerrero, galán, eru- cuándo -ni si- podrá ser olvidado y
••• dito, latinista, científico ... Pero, a la
vez, y esto contribuirá a que tal poli-
sustituido por otro.
•••
••••
••••
••• La letra cursiva
(itálica) que
••• empleamos
••• aquí, en
contraste léctica se han iluminado con comenta-
••• con la
"redonda",
rios, anotaciones, correcciones e innu-
merables traducciones. Nunca se ha-
~
fue creación bían conocido tan bien las matemáti-
••• del impresor cas; ni la astrología, la cosmologia y la

••• _veneciano
Aldo Manucio.
navegación se habían entendido tan
bien. La físíca y la medicina no tenían
••• mayor estado de perfección entre los
antiguos griegos y árabes que ahora.
••• Se veía una conexión
mágica entre el
Por fin, el hombre
. no sólo investiga el Las armas y los instrumentos militares
••• cuerpo humano, interior de su cuerpo, nunca fueron tan destructivos, ni hubo
tanto arte en su manejo. La pintura, la
••• incluso en sus
proporciones, y la
sino que convierte en
obra de arte la escultura, el modelado y la arquitectura
••• configuración del
universo, y la
exploración anatómica.
(Imagen en recuadro,
se han restaurado casi por completo. Y
no cabria haber hecho más en elocuen-
-t grabado de Vesalio. cia y jurisprudencia ...»
geometría más ideal.
••• (Dibujo de Leonardo.) De humani corpori
fabrica, 1555. Museo
y Archivo Historico-
médicos, Valencia.)
,(LoysLE Roy, 1575)

-'-' 17

..,
·~~:r~v".·
1
8/ExpanSión El mismo rey parece
iniciar la gran
retirada del

del movimiento espíritu español a


su interioridad,
incapaz de dominar

renacentista él mundo político y


físico.
(Greca, Sueño
de Felipe 11.
Monasterio de El.
Ya habíamos visto cómo en Italia se Escorial.)
gestaba y maduraba la forma literaria
del Renacimiento mientras que; a
muchos efectos, seguía siendo. Edad
Media: al terminar el siglo xv y coin-
cidiendo, pero no por azar, cap la
irrupción del nuevo «medio masivo»,
la imprenta, la literatura renacentista .
se expande por Europa. En la propia
Italia, en el siglo XVI, sólo quedande-
rivaciones de secundaria importancia
de aquel gran empuje que comenzó
con el dolce stil novo; la ambigua e
irónica versión del mundo caballeres-
co en Ariosto, la personalísima lírica
de Miguel Angel, la prosa funcional
de Castiglione y Aretino, la nueva
épica contrarreformadora en. Tas-
so ... En Francia, podemos elegir dos
+.

nombres peculiarmente significati-


vos: Montaigne, -«el severo señor de
Montaña», como le llamó. Quevedo-,
quien, desarrollando aparentemente meritorios esfuerzos de aclimatación poesía española sólo conseguirá, con
ejercicios retóricas sobre temas de la de la nueva moda literaria que hacían la Araucana, de Ercilla, para benefi-
Antigüedad, introduce, como por res- en Inglaterra poetas como Wyatt, Su- cio de otro futuro país, Chile. Por otra
quicios, rasgos' de escéptico autorre- rrey y Spenser, la verdad es que en parte, en España, pero en catalán, hay
trato, con lo que el título Ensayos, de ninguna parte como en España -o, que incluir aquí a Ausiás March,
sus textos, adquirirá para el porvenir mejor, en la península ibérica- tiene quien conserva un recio sabor medie-
significado de un nuevo género litera- el nuevo estilo literario renacentista val dentro del nueva estilo. En caste-
rio -exposición de ideas individuali- unas consecuencias a la vez tan fieles llano, Garcilaso de la Vega hace una
zadas-: por otro lado, el delicado poe- y tan originales. En la península, de- poesía que parece la quintaesencia de
ta Ronsard, quien se vale de la nueva cimos, para no olvidar a Portugal, toda la tradición italiana previa, tanto
elegancia formal para remozar el vie- que logra aportaciones específicas en sentir amoroso como en lengua
jo tema de la huida de la juventud y -así, el gran poema épico nacional, .-selecta, pero casi impersonal. A par-
18 del tiempo. Pero, sin desconocer los Os Lusiadas, de Camoens, que la . tir de él, la poesía renacentísta queda

lb..-
••
•••
•••
••••• La lejanía no es solo ~!
La armonía renacentísta . apertura a la .
••• dominación de nuevas
••• "El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
tierras, sino valor
añadido a las
••• Salinas, cuando suena mercancías.
••• la música extremada
por vuestra sabia mano gobernada.
transportadas .

••• A cuyo son divino,


el alma, que en olvido está sumida,
••• torna a cobrar el tino
••• y memoria perdida,
de su origen primera esclarecida .
•••• y como se conoce,
•••• en suerte y pensamiento se mejora:
el oro desconoce
•••• que el vulgo vil adora, ..

••• la belleza caduca engañadora .


Traspasa el aire todo
••• hasta llegar a la más alta esfera,

••• y oye allí otro modo


de no perecedera
•••
.,,,,,,
'",~.>.~~"fl!!
música, que es la fuente y la primera ...••

••• (FRAY LUIS DE LEÓN: A Francisco Salinas)

•••
.•• lo bastante asimilada como para in-
El crédito, la
contabilidad, la
.•• emparar temas nuevos: así, ante todo previsión, los
en Aldana, vemos una reflexión reli- intercambios a larga
distancia, el riesgo,
.•• giosa en la línea de la efímera philo- y, sobre todo, la
••• sophia Christi que hubo entonces, ya usura: bases del
••• no tradicional, pero tampoco protes- mundo moderno.
.•• tantc ni contrarreforrnádora: o, más (Van Raemerswaele,
Contadores.
.•.• cxcelsamente, en Fray Luis de León, • Museo Bellas
el anhelo de un mundo celeste, puro e Artes. Amberes.)
.•• ideal, a donde huir de esta baja y do-
.•• lorosa vida, llega a ser la cima de su- ción popularista, de raíz medieval: quizá con Santa Teresa, cuya espon-
.•.• blimidad y. perfección en la poesía esto se echaba de ver ya en la Celesti- taneidad aparentemente descuidada
.•.• castellana -en parte, gracias a una na (1499), donde los amantes hablan apenas oculta una formación de lec-
forma italiana, la «lira», aclimatada con retórica renacentista, mientras turas humanísticas-. Pero la gran sin-
.•• por Garcilaso, y que sirve también al que la vieja medianera -.la gran prota- tesis de tradicionalismo y renacentis-
.•• gran místico San Juan de la Cruz para gonista de la obra- tiene todavía el mo tendrá lugar, sobre todo, en el tea-
.•• su poesía de simbolismo derivado de habla vivaz y directa de la tradición tro, también porque su público reúne
.•• la Biblia. En general, en España -y popular. Luego, el anónimo Lazarillo ambas mentalidades. Así es como, a
eso contribuye a la fecundidad de los. (1554), más maliciosamente, finge un finales del siglo XVI, lo organiza Lope
.•• resultados literarios- el Renacimien- estilo incorrecto e ignorante para de Vega; pero el desarrollo de esta
.•.• to, aunque queda plenamente natura- amortiguar su sátira social y eclesial, dramaturgia entrará en el tiempo del
••• lizado, no se conserva en su pureza, disimulando su base de cultura rena- post-renacentismo, que solemos lla-
••• sino que se simultanea con la tradi- centista -algo de eso mismo ocurre mar Barroco -4. 19

""'_~ _ '.". .. "_._ .._ _.__ ...1


. ~ •..•. ------------------------ ••• J
-_."_._
...~...-'~~-:7;r:-:':."""':"'"-.".-¡¡,~<~,,,

9IEI Barroco El éxtasis de la


Santa de Avila por
obra de Bernini, se
perturbador,
observedo por
estatuas marmóreas

y la poesía convierte en
espectáculo
de cardenales. '

La marcha de la literatura, a finales La literatura barroca se da de modo


del siglo XVI, adquiere caracteres que, más característico en los países católi-
sin hacerla dejar de ser renacentista, cos, dentro de la atmósfera de la Con-
muestran un creciente cambio de sen- trarreforma: incluso los autores que
tido: es lo que se llama el Barroco, no tienen especial intención doctrina-
término éste que, al principio, signifi- ria reciben mucho de las formas de la
caba «extravagante», «deforme», teología, entonces militante y propa-
«exagerado», pero que luego ha llega- gandística, por ejemplo, la tendencia
do a ser la indicación o:eutral de un a usar conceptos metafisicos y religio-
estilo que incluye lTl,4~h.asr,econoci- sos y a desarrollar las frases de modo
das obras maestras,;:y¡t~,mbién el nom- que hacen pensar en silogismos y ra-
bre del período.:eii:'qúe';destaca dicho zonamientos apologéticos. En espe-
estilo -a efectos" literarios, hasta fina- cial, como volviendo a los orígenes
les del sigloxvn-, Conforme se pier- renacentistas, se exagera algo que ya
de el optimismo del Renacimiento y había hecho Petrarca: aplicar las
- surgen nuevos conflictos políticos, ideas de «fe», «esperanza» y «cari-
económicos y religiosos, también la un crecimiento en las pretensiones de dad» al amor humano. Lo más escan-
literatura se va cargando de tensiones aristocratismo minoritario en la lite- daloso, lo más propiamente «barro-
-en el sentir y en la forma- que se ha- ratura: la dificultad del estilo' sirve co» de la literatura de entonces se da
cen evidentes en paradojas de concep- para excluir a los posibles lectores precisamente en la poesía, y en espe-
tos y en sorprendentes extremos ida- que no sean muy cultos; además, en cial en la española -en general, la lite-
des en las imágenes y sensaciones. En las imágenes y comparaciones se to- ' ratura española es la que más realiza
ocasiones, de manera menos evidente man como referencias elementos pre- la idea de «Barroco»-. Dentro de eso
pero más profunda, la novedad está ciosos, lujosos y purísimos. El poeta hay varias corrientes, sobre todo dos
enel modo mismo de situarse el escri- quiere asombrar (Marino dice: e del opuestas o complementarias: el «cul-
tor, vuelto hacia su interior en monó- poeta il fin la meraviglia, «el asombro teranismo» gongorino y el «concep-
logo angustiado, yen el modo de rela- es la finalidad del poeta»): se trata de tismo» que culmina en Quevedo.
cionarse con la realidad, que queda ,crear novedades sorprendentes, remo- Aquél se caracteriza por la intensidad
como una fantasmagoría ilusionista. tas a la vida real. (Conviene anticipar, de las imágenes, de un colorido lleva-
, Se conservan las formas métricas del sin embargo, que, sobre todo en Fran- do a su más brillante y preciosa pure-
Renacimiento y todo el bagaje de re- .cia, la mente reflexiva, .tratando de za (blanco = marfil o nieve, amarillo =
ferencias clásicas -incluso las alusio- hallar salida en aquel atolladero his- oro, rojo = rubí, verde = esmeralda,
nes mito lógicas se hacen más comple- .tórico, va a apelar cada vez más a la azul = zafiro), sobre un fondo de oscu-
jas y eruditas-, pero ahora,' afanosa- razón, incluso lógica y matemática" ridad, también por lo que toca al esti-
mente, se exageran y deforman los re- en busca de alguna seguridad para el lo, dificil y retorcido, tratando el tema
20 cursos expresivos. Socialmente, hay ánimo). como un pretexto casi sin sustancia
••
••••
••
••
•••• propia: El conceptismo, en cambio,
busca choques paradójicos de con-
El que cayó por
querer subir
demasiado con alas
ceptos abstractos, en 'un fraseo simé- de plumas unidas con
•• trico que los contrapone, incluso con «cera y cáñamo»
(Góngora): símbolo
•••
••••
efectos de ingenio verbal. Sin embar-
go, Quevedo va más allá del propio
de la crisis imperial
hispana .
estilo conceptista y, tanto si reflexio- (Gowi, La caída
•••• na hondamente sobre la muerte cuan- de Icaro. Museo
del Prado, Madrid.)
•••• to si hace bromas sucias o indecentes,
•••• se lanza a desmontar el lenguaje mis-
•••• mo, a través de juegos de palabras .
Así, su ironía no se queda en sátira
..,
•••• moralista sino que, de modo sarcásti-
co y despectivo, pone en cuestión al
••••• hombre mismo en cuanto ser basado
••••• en el lenguaje. Pero esa contraposi-
••••• ción entre culteranismo y conceptis-
mo no agota el terreno de la lírica ba-
•••• rroca española, donde hay otros poe- .
••••• tas -así, los llamados «cortesanos»,
••••• como los Condes de Villamediana y
•••• Salinas, que, en soliloquio meditati-
vo, exaltan el amor ideal e imposible:
••••
o también otros que cabría llamar
•••• «rnanieristas», como Bocángel...- .
•••• Pero la poesía barroca encuentra su
•••• forma más típica al usarse en el tea-
tro, de lo que hablaremos en seguida .
••••
••••
•••• La oscuridad culterana
••• « ... si la oscuridad y estilo entrincado de
Ovidio [ ...] da causa a que, vacilando el,
••••
entendimiento en fuerza de discurso,
•••• trabajándole (pues crece con cualquier
acto 'de valor), alcance lo que asl en la
•••• lectura superficial de sus versos no
•••• pudo entender,luego hase de confesar
que tiene utilidad avivar el ingenio, y
••• eso nació de la obscuridad del poeta. El que en Homero fue
••• Eso mismo hallará V. m. en mis Soleda-
des, si tiene capacidad para quitar la .
cruel monstruo de un
solo ojo, en su
••• corteza y descubrir lo misterioso que versión barroca se
••• encubren.» endulza en quejas de
amor por la ninfa
••• (GÓNGORA)
Galatea. 21
•••
•••
..,
10/EI'Barroco mo -una referencia a la historia sa-
grada para exaltar el sacramento de la
Eucaristía, generalmente en represen-
enel teatro tación en la fiesta del Corpus, ofreci-
da por el Ayuntamiento en la Plaza

y la novela Mayor o por el Rey en Palacio-o Se-


tenta y cinco veces, nada menos, fue
capaz Calderón de trenzar variacio-
nes escénicas sobre ese mismo moti-
vo, apelando a variadas referencias
culturales o anécdotas de actualidad,
La literatura más típicamente barro- y aun, en ocasiones, elevando al cua-
ca; decíamos, es la del teatro, y es que, drado la formalización al desarrollar
efectivamente, lo teatral es el signo el «auto» como alusión a otra obra
dominante de la época -desde músi- del mismo autor, que ese año hubiera
.ca,en la ópera, hasta las artes visua- tenido éxito. Esto podía ser relativa-
les, de tanta calidad escenográfica-. mente fácil cuando se trataba de alu-
El teatro español de entonces está dir a una obra filosófica como La vida
todo él en verso y muy formalizado es sueño, pero Calderón-lo hace tam-
El juego escénico anticipa el Ricercar
en su mecanismo, lo. cual no le impi- llega a ser con él de Bach. bién con obras menos apropiadas,
de gustar a un público mezclado de un complejo ajedrez, (Anónimo, Calderón. como El pintor de su 'deshonra, en
nobles y plebeyos. Pero, inicialmente, oun trenzado en Museo Lázaro que un pintor mata de un pistoletazo
no era del todo barroco: lo llega a ser contrapuntos que Galdefmo, Madrid.) a su mujer infiel (y en el «auto», Jesu-
en forma máxima con Calderón cristo es el pintor homicida).
(1600-1681): el lenguaje de sus obras Pero dentro del mundo literario
utiliza todos los recursos del cultera- barroco entran otros hechos que no
nismo y del conceptismo, pero sin in- son tan manifiestamente «barrocos»
r- - ¡
tención poética, sino porque así con- como los que hemos indicado. Por
viene a la atmósfera de la escena. Y es Formalismo en el teatro barroco: ejemplo, en Inglaterra, el teatro de
en la organización de sus obras donde un «auto» al revés Shakespeare (1564-1616) tiene mu-
se alcanza el supremo formalismo ba- chas complejidades de desarrollo -así,
"PLACER ...de qué ha de ser este auto,
rroco: así, en sus famosas comedias de puesto que empezar le veo el contrapunto de la «doble acción»>,
«capa y espada», el honor marital le por donde acaban los otros .: y su lenguaje es insólito y a menudo
sirve como código y reglamento para' PESAR ¿Eso te entristece, necio? difícil: sin embargo, no se llega en él a
la intriga y la complejidad abstracta; PLACER Pues ¿qu,é me ha de entristecer
las paradojas del conceptismo espa-
sino ver un argumento
pero, aparte o además, se establecen ¡ vuelto lo de abajo arriba? . ñol ni a la fantasía exacerbada y la
enredos externos muy bien montados ¡ ¿No estaba en estilo puesto hinchazón metafórica del culteranis-
-una casa con dos puertas, una puerta ¡ que empiece el Hombre pecando, mo. ¿Cabría decir, aprovechando un
secreta en una pared- que sirven para I que acabe Dios redimiendo,
término de la historia de la pintura,
mantener un intenso suspense. Pero
I y en llegando el pan y el vino
que se trata de un «manierismo», más
¡ subirse con él al Cielo,
sin duda donde más brilla el virtuosis- ~ al son de las chirimias? que de un barroco propiamente di-
mo formalista de Calderón es en sus j Pues, ¿cómo hoy no pasa eso?» '" cho? En otro sentido, y regresando al
! '
«autos sacramentales», ya que el ar- ámbito español, no diríamos, a pri-
~CALDER,~: Lo que ~~~~~~~:br~~iO~
22 gumento siempre había de ser el mis- mera vista,que sea «barroco» un li-
••
•••
•••
•••
••• bro de lenguaje tan claro como el
Quijote de Cervantes. Sin embargo, a
••• lo largo de su marcha, y aunque de
••• modo más bien improvisado y azaro-
••• so, la estructura de ese,relato va com-
••••• plicando más y más los supuestos de
su modo de presentar la acción, que,
al final, ha llegado a ser un juego de
••• múltiples reflejos; regresando brusca-
••• mente a la realidad con la muerte del
protagonista. Recuérdese que el Qui-
••••
jote empieza siendo la aventura de un
•••• solitario hidalgo, convencido de vivir
•••• una futura novela de caballerías: lue-
•••• , go se vuelve un diálogo con Sancho,
•••• que, más adelante, se supone ser tra-
ducción de un manuscrito árabe: en
•••• la segunda parte, ya se habla de ha-
•••• berse publicado el libro, y Don Quijo- Nadie, en su tiempo, intrascendente.
••• Enigmático: no
sabemos qué opinaba
te es, para todo el mundo, el persona- habría dicho que el (J. de Jáuregui,

••• ni creía sobre nada, je de una divertida novela: después


-por sorpresa- hay una segunda parte
Quijote iba a ser la
gran obra de toda
supuesto Cervantes.
Real Academia de
••• por su neutralidad
al ir dando plena falsa con la que debe luchar el perso- una cultura: entonces la Lengua, Madrid.)

••• voz poética a cada naje verdadero, etc. ¿Es esto barroco
pareció una broma

••• uno de sus personajes.


(Shakespeare. Galería
(Representación
de La vida es sueño, propiamente? En todo caso, aun sin
•••
••••
Nacional de Retratos.) de Calderón.) V hinchazón aparente, esta compleja y
desorientadora estructura forma parte
de la mentalidad de la época .
•••• Por su parte, los franceses llaman
••• «barroco» también a su teatro del si-
••• glo XVII, que es muy sencillo y sobrio
••• en la presentación de una problemáti-
ca moral, pero nosotros preferimos
••• considerarlo como centro del nuevo
•••
••••
racionalismo, que literariamente es el

'".I" i" .
«clasicismo» de que tratamos en el
•••• próximo módulo. 'l),.~>,¡.
J.
"';~ ',~\_}
\"if.. .
••• Los decorados, las Primero los ingleses, W"'" " ,\,
~~:;.~&\..,. '. '"~'. \i,. '),~,:. p..
.,$', ~"
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'~"!Í
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• I

•••
••••
tramoyas y
maquinarias,
empiezan a ser
y luego los
franceses, sacaron
pleno partido
':'k~ ;. 'o~'
\\"'¡>,>
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, " __,__ •
~ ,
'.~_" .•
'W~íI! ' "'''C .¡>"*J ~
•••• recurso importante
para ciertas líneas
literario del Quijote,
antes que en su
~:i~~1~~;~~~-.:_
~-"
\\i;'lL::~;,~".:.r .
•••
••••
de teatro, en el
Barroco .
propia patria.
(Daumier.) \':':'-.-:-
--:-'tt.
23

•••• ...l,
••••••
'!I!::
ll/EI clasicismo "El Estado soy
francés yo», dijo el Rey
Sol, Luis XIV, y
con e! Estado,
también la '
literatura, a
través de la
A partir del Renacimiento hemos in- Académie
Franc,;aise.
dicado cómo se desplegaba la literatu- (Palacio de
ra barroca, pero también hemos suge- Versalles,
rido que la creencia renacentista en la grabado
del siglo XIX)
ordenación armónica del mundo se
convertiría en un auténtico culto a la
razón, como referencia segura entre
las incertidumbres de la época. Lite-
rariamente, esto empieza a manifes-
tarse en las Academias, que, en el si-
glo XVI, ya transformaron el platonis- inexorable de la literatura, respalda- aceptados por los escritores sólo por
mo, un tanto místico, de las Acade- das además por la autoridad del «Rey orden ,del rey, sino porque responden
mias florentinas del Renacimiento, Sol» -Luis XIV-, a través de la Aca- a la mentalidad general de la época,'
en un seco intelectualismo, con pre- derniaFrancesa, que juzgaba y dicta- que ve en lo matemático el modelo de
ceptos y prohibiciones, canonizados minaba sobre el mayor o menor ajus- todo lo espiritual, incluído lo estético.
en «reglas del arte». Incluso, se en- te a las reglas en las obras de los pri n- Y, en la literatura y en las artes visua-
contró entonces un texto clásico que cipales dramaturgos. Pero claro' está les, se intensifica la referencia a la
sirvió de base para esa mentalidad que esos estrechos dogmas no son Antigüedad -de donde el nombre de
dogmática: la Poética entonces reco-
nocida como de Aristóteles; de hecho.
un fragmento de tratado sobre la tra-
gedia griega, del que se toman, con-
virtiéndolas en mandatos absolutos.
las llamadas tres «unidades», de lu-
gar, de tiempo -doce horas- y de ac-
ción, a lo que se añaden otras reglas Este teatro, por
para mayor verosimilitud y orden ló- su modestia
gico. Esta doctrina, elaborada porco- cómica y realista,
mentado res italianos, es discutida a ha resultado ser a
la larga, entre el
finales del siglo XVI y principios del teatro de
XVII: en España algunos dramaturgos entonces, el de
la siguen, pero sin éxito, lo que sirve mayor difusión y
de excusa a otros -como Lope de permanencia en
el mundo
Vega- para no aplicarlas. En Francia. (Representación
sin embargo, en el siglo XVII, esas teo- de El enfermo
24 rías se convierten en el reglamento imaginario, de'
Moliére.t

,1

j
...-
••••
•••• «clasicismo- dado al estilo de esta dilucida conflictos éticos en forma lu-
•••• ~poca-, ahora como rígida falsilla que
hay que imitar. Las consecuencias de
toda esta teorización, pretendidamen-
minosamente racional -siempre den-
tro de la convención de que todo pase
en el mismo sitio y en doce horas: un
La razón
y su modelo matemático
«Las largas cadenas de razones per-

••• te científica, en la creación literaria, personaje de otro autor se admira in- fectamente sencillas y fáciles que
acostumbran a emplear los geómetras
••• son diversas según los géneros: la pro- genuamente de que cierto emperador
«ve, ama y se casa en un día», sin re-
para llegar a sus más dificiles demos-

••• sa moralista, de reflexión sobre la


vida y las costumbres -incluida la fi- conocer que 10 hace así por ley litera-
traciones, me habían dado motivo para
creer que todas las cosas que pueden
••• losofía- alcanza un alto nivel, más ria. Más actual nos parece la fama de caer bajo el conocimiento del hombre

••• atractivo para nuestro gusto cuando Moliére, porque, dado su tono cómi-
se suceden del mismo modo, y que, con
tal que nos abstengamos de recibir por
••• se escribe en breves aforismos -bien verdaderas las opiniones, que no lo
sean, y observemos siempre el orden
••• sean sobre la conducta, como en La
Rochefoucauld y La Bruyére; bien necesario al deducir una cosa de otra,
••• tengan alcance religioso, más allá de
no puede haber nada tan remoto que no
se alcance, ni tan escondido que no se
•••• lo racional, como en el caso del mate- descubra. [ ...] y considerando que, de
todos los que hasta ahora han buscado
•••• mático y místico Pascal-. En cambio,
la verdad en las ciencias, solo los mate-
se comprende que para la poesía líri-
•••• ca las consecuencias de estas doctri-
máticos han sido capaces de encontrar
demostraciones, es decir, razones cla-
••••
nas racionalistas no fueran muy su- ras y seguras, no dudé que debia em-
•••• gestivas: Boileau (1636-1711) en su pezar con las mismas cosas que ellos

••• ¡Irle poética, desarrolla en verso los


han considerado, aunque no esperaba
de ellas otro provecho sino que acos-
••• preceptos vigentes, señalando como
antecesor a Malherbe (1555-1628),
tumbraran a mi mente a alimentarse de
verdades y a no contentarse con falsas
••• quien «redujo la Musa de las reglas razones [ ...] para aplicarse después a
••• del deber» y «de una palabra puesta cualquier otro tema ..."

••• en su sitio enseñó el poder». La poe- (DESCARTES, 1637)

•••
••••
sía había de ser expresión métrica de
la moralidad oficial sin ninguna au- co, la preceptiva resulta en él más lle-
dacia ni novedad, en lenguaje claro y vadera en su aplicación. El clasicismo
•••• casi impersonal-de ahí que sea de es- seguirá relativamente vigente en el si-
••• timar la modesta gracia de las fábulas glo XVIII en Francia, aunque dando
paso gradualmente al ambiente del
••• de Lafontaine-. El terreno más im-
portante para esta literatura es el del «ilustracionismo». Con todo, la Re-
•••• teatro: Corneille (1606-1684) todavía
Hay algo de
desarrollo de un
volución Francesa aún guillotinará al
•••• tiene cierto influjo del teatro barroco teorema moral en más puro de los poetas neoclásicos,
•••• español, y, si defiende la preceptiva el teatro de Racine, incluso neogriego en su temática: An-
que mal podría dré Chénier.
••• de las «tres unidades», 10 hace por responder al sentir
••• mera conveniencia práctica, no por
creer que se trate de axiomas eternos
de la Corte en que se
representaba. ...".
•••
""

y matemáticos. Por eso, el más carac- (Racine. Grabado.


•••• Bibliotece Nacional,
terístico autor es entonces Racine París.)
•••• (1639-1699), quien, en unas pocas
•••• tragedias de nobles personajes de la
Antigüedad (griega, latina o exótica) 25
••••
••••
..., ~
~~~~7F:r-:··,t"~';'::
12/EI período se cierra, en Francia, con la
revolución -1789-; en Inglaterra, en
ca- al sentir dominante es Alexander
Pope (1688-1744), ejemplo ya de es-
cambio, evoluciona fluidamente ha- critor que vive libremente del merca-
ilustracionismo cia el prerromanticismo sin cortes ni
saltos: en Alemania, típicamente, hay
do editorial. En su Ensayo sobre el
hombre y su Ensayo sobre la crítica
en literatura pasos adelante y atrás, ya que en la
década de 1770 aparece un violento
(literaria), ambos en verso, como in-
dicábamos, expone, en el primero, su
movimiento pre-romántico, Sturm relativo optimismo sobre el mundo y
und Drang, «tempestad y empuje», la vida, que hay que creer que están
desde el cual más bien se retrocederá, regidos por una razón divina, por más
antes de seguir hacia lo romántico. que no lo entendamos del todo; en el
Pero volvamos a Inglaterra, entonces segundo, concilia la idea neoclásica
La literatura, en el siglo XVIII, toma ya formalmente parlamentaria y de- de las «reglas del arte» con la idea de
caracteres de mayor riqueza humana: mocrática -aunque con una Ínfima «naturaleza», afirmando que ésta se
el predominio de la razón no desapa- minoría de electores-: el que más ex- da las reglas a sí misma, no como im-
rece; pero se va conciliando con una plícitamente da forma literaria -en posición externa, reuniendo el saber
visión de la naturaleza más compleja, verso, aun con toda intención didácti- teórico con la habilidad innata. Esa
y, en general, va asumiendo un tono
de mayor tranquilidad y optimismo. Londres, ya la vanguardia del mundo una socieded en el siglo XVIII.
Es la literatura de la Ilustración, del gran ciudad y vitalizadora de flexibilizada. Vista de la Lonja
Siglo de las Luces: una literatura cada progresiva y activa, la literatura, en (Grabado. Londres Real.)
vez más burguesa y menos cortesana.
Aunque durante mucho tiempo se de- ,.-'"'-'''~~.'''':'~'''--'''''
...•_._. _.~_,._,·.·"·,.~"w=~-:--""
, . :_
.•:...
:-~
signó a este siglo como «el siglo de
Voltaire», en este momento, y espe-
cialmente a efectos de caracterizar el
movimiento literario de la época, es ...,
i~ti~
preferible centrar la mirada en Ingla- di!)"
fi¡i¡:'""
terra, mientras que, por lo que toca a ,:¡SI .:
.9$.,1:
.;,' >' ~:(,S
Francia, la figura de Voltaire empieza
a parecemos 'igualada y aun superada
por escritores más complicados, am-
bivalentes y aun pre-románticos,
como Diderot y Rousseau. Los escrito-
res cuentan con un público creciente
y -sobre todo en Inglaterra- tolerante
y deseoso de conversación matizada y
cortésmente bienhurnorada. Cobra
importancia central el análisis psico-
lógico, sobre todo el de sentimientos,
como parte de una creciente atención
al.mundo sensible, cada vez mejor ob-
servado científicamente. La unidad
26 -Iiteraria, política, cultural- de ese
..--~-_.
•••
--,._. __ .- ----------- ._--_._ .... _- .

•••
••• "'-_ ..-..._
••• -'-~"""""'-----------------~--"",,",-''''----'-~'''''''''''''''----''-''~-~' ., , . ~

••••
j;
El ánimo confiado de la Ilustración
I1

•• ~ " ... Puesto que la vida puede ofrecernos poco más


que mirar a nuestro alrededor y morir,
••••• paseemos libremente por toda esta escena humana,
lun gran laberinto! pero no sin un plan ...
Sométete: en ésta o cualquier otra esfera,
••• _ seguro de ser tan bienaventurado como puedas soportar:
a salvo en la mano del único Poderprovidente,
•••• tanto en la hora natal, como en la mortal.
Toda la Naturaleza no es sino Arte desconocido para ti:
•••• todo azar, direccióri que no puedes ver,
•••• toda discordia, armonia no comprendida,

••• todo mal parcial, bien universal:


y, a pesar del orgullo, a pesar del resentimiento de la errante razón,
••• una sola verdad es clara: Todo lo que es, está bien."

••• 11

11 (POPE: Ensayo sobre el hombre, 1734) . .


••••
••• mentalidad se difunde en el naciente La nueva sensibilidad Esta imagen puede bertad» e «igualdad» al dinero, vacila,
•••• yla nueva ocultar el duro
cnsayismo periodístico, que propone sin embargo, entre la confianza en
••• al lector-suscriptor sus ideas con cau-
sentimentalidad:
paisaje, entusiasmo,
hecho de que Diderot
murió dejando que la razón puede corregir mucho en
•••• la y amable ironía -Steele, Addison-. sinceridad, soledad ... inédita la mayor y la sociedad, y la desconfianza sobre la
••• Pero además, después de dos líneas
opuestas de intentos narrativos -la sá-
'todo eso es lenguaje
de Rousseeu.
mejor parte de su
obra, por prudencia
capacidad humana para lo que sea
algo más que «cultivar su jardín»
•••• o miedo a los
lira social y política, en fábula de paí- poderes. -todo ello, luchando contra el absolu--
---- ses exóticos, en el Gulliver de Swift, y
los reportajes que no quieren parecer
tismo-. En otro sentido, marginado y
como trabajador editorial en la famo-
••• novelas, como el Robinson de De-
foe-, la novela encuentra por fin en
':
sa Enciclopedia, y dejando inédito lo
más y mejor de su obra, Diderot
••• Inglaterra su manera típica, valedera (l713-1784) introduce una crítica ra-
••• hasta hoy día, como entretenimiento dical de la moral humana y de la
••• burgués abierto al pueblo, con gran identidad literaria: ni lo bueno y lo
••• dosis de sentimentalismo y de sus-
pense: es la narrativa que, tras el bas-
malo están claros en la vida, ni el es-
critor puede confiar en emocionar al
••• tardo éxito de un Richardson, en- lector por emocionarse él mismo. En
••• cuentra un nivel legítimo en Fielding cuánto a Rousseau (1712-1778), gine--
••• e incluso una refinada sotisficación
en Sterne. De ahí a la novela decimo-
brino, sin clase social, huraño, inau-
gura una literatura realmente moder-
--
••• .nónica no habrá ruptura ni novedad .
En cambio, en Francia todo era más
na, al creer que la autenticidad lo jus-
tifica todo y la «confesión» sincera
••• conflictivo: Voltaire (1694-1778), el vale por sí misma aunque no sea
••• escritor de la «clase ascendente», de ejemplar lo confesado. La época lite-
••• la burguesía que quería acabar con los
privilegios hereditarios para dejar <di-
raria se está volcando ya hacia el RQ-
manticismo, 27
•••
•••
..., ....l.
.<; __--L~:~~~~~~i'.".:.,
... ,
sí misma, ni aun poéticamente. «Mi Juan, un tipo tradicional al que con-
13/EI corazón lo desea todo, lo quiere todo,
lo contiene todo. ¿Qué poner en el lu-
cede un sentido más -profundo: ahora
es un seductor sin ilusión, que sabe
movimiento gar de ese infinito que mi pensamien-
to exige?», dice Oberrnann, el prota-
que no conseguirá la felicidad con
ninguna mujer. Otro tipo que en-
romántico: gonista de la novela del suizo Sénan-
cour. y añade, en otro pasaje predi-
cuentra entonces nueva vida, por
obra de Goethe, en su periodo román-
lecto de Unamuno: «Es posible que tico juvenil, es el legendario Doctor
sentido general nos esté reservada la nada, pero, haga-
mos de modo que eso no sea justo».
Fausto, que, hastiado de sabiduría,
'pacta con el demonio entregarle su
De ahí que el Romanticismo adopte alma, no -como decía la tradición- si
entre sus principales figuras la de Don le consigue el amor de una joven, sino
si logra que alguna vez se dé por feliz
y diga al instante «idetente!». Otra
El Romanticismo no es solo un movi- versión del pacto diabólico es la del
miento literario, sino un movimiento «hombre sin sombra» de Chamisso, el
total del espíritu de Occidente que que vende al demonio su sombra, per-
-eso sí- se vuelca sobre todo a la ex- diendo así su realidad. (Otros tipos,
presión literaria y a la música, dejan- entonces revitalizados son el Judío
do un papel muy secundario a las ar- Errante, Caín ...) Precisamente, la raíz
tes visuales. En él, cabe decir, se rea- de la insatisfacción del espíritu ro-
nuda con más fuerza la ambición del mántico con todo lo concreto está en
ánimo renacentista, pero ahora ya se la contradicción interna por la que el
,prescinde de que la realidad -natural, hombre se siente despegado de su
social- se deje o no conquistar de he- propio «yo», descontento con él, ex-
cho, y se proclama la libertad y la so- traño ante su propia identidad, que se
beranía del empuje que sitúa el espíri- le hace no sólo huidiza y desconocida
tu del individuo creativo por encima a fuerza de cambiante, sino incluso
de los condicionamientos de la cir- amenazadora y hostil. En un relato de
cunstancia. Se ha afirmado que la re- Hoffmann, uno se encuentra con su
ligión secreta del romanticismo fue el «doble» y acaba batiéndose en duelo
panteísrno, la creencia de que todo es con él: en versión menos transcen-
Dios y Dios lo es todo -un Dios que dente de Gautier, alguien consigue un
se manifiesta preferentemente en la cambio de almas y cuerpos con el ma-
mente y el carácter del hombre que se rido de la mujer amada, y acaba cru-
decide a valer más que su mundo in- zando espadas contra su propio cuer-
mediato, asumiendo un papel cons- po, ahora habitado por el alma del
ciente y estimulante en el vasto des- marido en cuestión. A efectos litera-
pliegue de la historia de los pueblos, rios, eso quiere decir que entonces
vista como una nueva «historia sagra- La vieja leyenda del insaciabilidad ante empieza el reino, cada vez más abso-
da» o desarrollo de la Divinidad mis- pacto diabólico toma la vide. luto hasta nuestros días, de la ironía,
ma en el tiempo. El alma del hombre un nuevo giro en (Idilio de Fausto '
manos de Goethe: lo
es decir, de la falta de compromiso
y Margarita según
romántico, así, no puede encontrar que cuenta no es grabado de la época.) con la propia expresión usada en.cada
28 ninguna forma digna y adecuada para Margarita, sino la caso, conservando la conciencia de
..,.
••
••
•• l'
•••• Este famoso cuadro,
símbolo del
idealismo, aparece
••• aquí usado en otro
libro del autor de
••• estas páginas, una
••• «historia de las

••••• ideas»,
(Friedrich,
El caminante
No faltó, sobre
todo en España, la
rechifla popular y
sobre el mar
burguesa ante el
•••• de niebla.)
nuevo espíritu
•••• romántico, aquí.
caricaturizado por
••• un pintor-buen
•••• romántico a su vez
(Alenza, Suicidio
••• romántico, Museo
••• Romántico, Madrid)

••• "La forma romántica del arte aniquila la


•••• unidad de la idea espiritual con su for-
ma sensible: regresa, aunque en un
plano más elevado, a la diferencia y
•••• oposición entre idea y forma, una dife-
rencia que el arte clásico dejó sin resol-
ver, El arte clásico alcanzó el más alto
•• grado de perfección que podía realizar

•••• un proceso sensible del arte, Si el arte


clásico mostraba defectos, eran inna-
tos al arte mismo, y eran las limitacio-

•• nes del arte [ ..,] El arte romántico di-


suelve el ideal del arte clásico, que es
sentido, en el temático, l~ literatura
•• que igualo mejor se podía haber em- la unidad visible de éste. El arte román-
tico ha adquirido un contenido mucho romántica lo mismo se complace en
•• pleado otra forma de expresión, ya
que todas las formas son relativas: in-
más rico que el del arte clásico [ ...] En lo raro y lo exótico que en la transfor-
•• cluso -dice Friedrich Schlegel,princi-
resumen, la esencia del arte romántico
reside en que el objeto artístico es libre,
mación de lo habitual en algo insóli-
•• pal postulador de la ironía- la crea- concreto, y la idea espiritual se da en to. Por eso no hay contradicción en

•• ción literaria romántica es «universal su misma esencia, todo ello revelado a


la mirada interior más bien que a la ex-
que, al buscar referencias, el Roman-
ticismo reúna dos que nos podrían
•••• y progresiva», y, en contraste con la
estable plenitud de la poesía de la An-
tigüedad, «radica siempre en el deve-
terior [...] Ese mundo interior es el con-
tenido del arte romántico: el arte ro-
mántico debe buscar su realización
parecer contradictorias: Grecia y la
Edad Media -sin excluir el hechizo de
•• nir, y aún tiene como carácter propio precisamente en tal vida interior o algún lo oriental y lo exótico-o Pero es una

•••• el estar siempre en evolución, el no


poder quedar nunca completada». El
reflejo de ella. Asi la vida interior triun-
fara sobre el mundo exterior: triunfará
de tal modo que el mismo mundo exte-
Grecia vista, no como canon clásico,
sino como «paraíso perdido» de equi-
librio y armonía ya nunca recupera-
•••• mismo F. Schlegel crea una forma li-
teraria que rehúye la forma, los «frag-
mentos» -a veces firmados entre va-
rior proclamará la victoria de aquél, con
la cual la apariencia exterior se hundirá
en ausencia de, valor ...»
ble, y es una Edad Media mágica
cuyas catedrales prometen una eva-

••••• rios, para borrar incluso la huella de,


la personalidad de cada autor. En otro
(HEGEL, 1829)
sión al más allá al espíritu cansado de
su propia soberbia errabunda. 29

.,
••• ..L

--' -.-.--'----~~_.,.'_.,.,.-_ .. ,.._ ... _. __ .• _-_._, ~I ¡
rencias entre los escritores, en medio
14/EI de la estabilidad nada revolucionaria "El mundo debe hacerse romántico. En- 1

movimiento
del país. Por lo que toca a la religión,
los desengaños políticos fomentan la
tonces volveremos a descubrir su signi-
ficado original. Hacer romántico algo no
es sino una potenciación cualitativa. En
1
1
~
I
tendencia a refugiarse en tina imagen, tal operación, el yo inferior se identifica 1

romántico más estética que creyente, de la Igle- con el yo superior. Nosotros mismos I
sia católica en sentido medieval, y no somos esa serie de potenciaciones
cualitativas [ ...] En cuanto doy un signi-' l
i I
solo entre escritores franceses.: sino I

alemán incluso en Alemania. Por otra parte,


conviene aludir al sentido casi religio-
ficado más elevado a lo ordinario, un
aspecto misterioso a lo acostumbrado,
un aire infinito a lo finito, estoy romanti-
~
j
I
I
I
so y sacramental que asume entonces zando [ ...J No hay nada más romántico \
la Naturaleza en cuanto paisaje, me- que lo que solemos llamar el mundo y el
destíno.»
¡ I
~ I
I

jor si tormentoso y montañoso: en i I


ella ve el poeta la imagen de su propia, (Novxus. .1798) ; ,
-..__ ....._ ..__ . ."_.~ ._....__ ..__ ....J
La literatura romántica -continuando alma, a la vez que se funde en el todo
el terna- no se limita a apelar a dos o del Universo. Al esbozar el desarrollo El Romanticismo
tres mundos pasados o exóticos, sino' de la literatura romántica en algunas sustituye la Antigüedad
quev por primera vez, establece una naciones, hay que notar dos noveda- por la Edad Medía
des: una, que entonces surge el con- -especialmente por el catedral de Colonia
perspectiva de sentido histórico Gótico- en el terreno fue resultado
abierta a todo, y en que, por tanto, cepto goethiano de «literatura univer- de las artes. La , de la nueva valoración
todo se relativiza, en función de los sal», en que no se atiende solo a la de restauración de la de aquel estilo.
propios sentimientos e intereses: Así, la propia lengua y alguna otra afín o
el rescate de lo gótico medieval co- clásica, sino que se admite la posible
rresponde a un sentimiento de desen- paridad de cualquier otra, incluso mi-
gaño en las esperanzas de la Revolu- noritaria -precisamente es entonces
ción francesa. Cierto que en el aspec- cuando cobran conciencia de sí mis-
to político hay que distinguir países: mas ciertas literaturas, como la pola-
'la literatura pre-romántica alemana ca o la húngara, situadas dentro de
se entusiasma con la Revolución' otro Estado. En España ese impulso
francesa, pero luego se vuelve conser- llegará a animar pronto la Renaixen-
vadora y aun reaccionaria: en Fran- {:a catalana y la riueva vida de la lite-
cia, en cambio, la Revolución, aun- ratura en gallego. Pero una aproxima-
que fuera un hecho romántico en sí, ción concreta a la literatura rornánti-.
se hace bajo signo literario clasicista, ea europea debe empezar por el caso
para luego dejar paso a un creciente alemán, no sólo por lo temprano e.in-
liberalismo, estimulado 'por los he- tenso de su primer brote, la «tempes-
chos de 1830, hasta el fracaso de los tad y empuje» #, en la década de
intentos revolucionarios de 1848 (fe- 1770-, sino porque, a pesar de que
cha ésta, por cierto, que puede servir Goethe deserte de ese movimiento y
en Europa para cerrar el período pro- llegue a decir que «lo romántico es lo
piamente romántico, aunque has lle- enfermizo y lo clásico es lo sano», en
gue hasta hoy mucho de lo románti- torno a él surge una atmósfera densa y
co). Más compleja es la situación en coherente de creación literaria,. do-

J
30 la literatura inglesa, con grandes dife- blada de teoría abstracta. El idealismo
••
•••
•••• .'
•• es, en efecto, la filosofía del Romanti-

••••••
cismo, con Fichte, Schelling y Hegel,
y, por cierto, no sin valor literario
propio. Es significativo que estos dos
últimos se educaran junto al más
•• puro lírico, Holderlin, y bailaran con
••
•••
él en torno al «árbol de la libertad»
Iestcjando la Revolución francesa .
l lolderlin -nacido en 1770, caído en
••• locura en 1802, para sobrevivir hasta
•••• IR41-, en efecto, lleva sus comunes
•••• , anhelos a la más alta expresión poéti-
ea, a veces soñando una Grecia pura,
••• '1

, en el tono de la más tensa exaltación


••• I unimica, aunque sin perder la solidez
••• , expresiva. Más en esbozo, en cambio,
•••• queda Novalis (1772-1801); a su lado
I

hay que poner a los teóricos del nue-

•• vo sentir, los hermanos Schlegel, y


, otros complejos personajes.entre hu-
•• I morísticos y trágicos, como Kleist
•• -dramaturgo y narrador- y Hoff-

•• munn, de alucinantes relatos. Pero

•• acaso la culminación, y en cierto


, modo la superación y conclusión del
El antiguo rito de
erección del "palo
levantamiento para
la libertad.
plenitud de razón
se le volvió locura",
Hegel: Expresión
totalizadora de la
•• Romanticismo -a todos los efectos, de mayo» abandona su (Acuarela de Bericourt.) como profetizó él Razón, abarcando el

••
•••
'no sólo los literarios-
señalar en Hegel,filósofo
la podríamos
ocasional-
fecha primaveral y
se convierte en
símbolo político de
Al más puro e
intenso poeta
romántico, "la
mismo, aún en plena
juventud (Holderlin,
por H. K. Hiemer.)
ser universal en su
desarrollo, con su
sentido divino,
mente también de recia garra de escri-
••• tor. El presenta la enorme sistemati-
••• zación total de lamarcha del Espíritu
••• divino a través de naturaleza, historia
••• y conciencia teórica, con lo cual la li-
teratura -por un, lado- adquiere un
••• _alto sentido de expresión del Ser mis-
••• mo, pero, por otro lado, su forma
••• concreta de palabras resulta desvalo-
••• rada, y sus obras' mismas, una por
una, quedan reducidas a ejemplos y
••• síntomas de la marcha del espíritu,
••• histórico; una manera de ver que, cre-
••• ciente hasta hoy día, amenaza dejar
••• por muerta la.literatura al reducirla a
su sentido abstracto e histórico. 31
•••
•••
., ..L
•• -------, -- --
11

no elevado y nobiliario, sino el de la ticos, Shelley se lanza a ensoñaciones


15/EI clase media, con pretensión de valer
para todos, incluso el pueblo-o Ade-
de alto vuelo, y Keats, el 'más puro lí-
rico de todos ellos, se anticipa tam-
movimiento más, superando un sentido fácil del
romanticismo, allí se ve la poesía, no
bién a ideas de nuestro siglo al señalar
que el poeta no canta desde su identi-
como exteriorización inmediata de dad personal, sino desde un personaje
romántico sentimientos, sino como expresión de inventado en cada caso -«El cama-
la «emoción recordada en tranquili- leóntico poeta», llega a decir-o
en otros países dad», al cabo de cierto tiempo, con lo
que el tema primario no es.la emo-
La literatura romántica francesa es
algo más tardía -ya se dijo que la
ción misma, sino la maravilla de la Revolución se hizo bajo signo clasi-
memoria y de la expresión, y, enton- cista-, y arranca en buena medida por
ces, toda poesía empieza por ser estímulo alemán: De Alemania (1810),
Si comparamos la literatura románti- , «poesía sobre la poesía»: .una idea de Madame de Staél, empieza a pre-
ea inglesa con la alemana, en cierto muy del siglo xx. En la segunda gene- parar el cambio de estilo que, en
sentido nos parecerá más moderada e ración hay grandes diferencias: Lord Francia, requiere una dura batalla
incluso 'conservadora, seguramente Byron es arquetipo de héroes román- contra la preceptiva neocIásica. A pe-
por el adelanto social a que había lle-
gado sin rupturas el país, pero en otro
sentido parece ir más allá del propio
espíritu romántico para introducir un
nuevo sentido de la literatura que,
propugnado por algunos escritores
franceses en la segunda mitad del XIX,
llegara a expresarse claramente en la
primera mitad del' xx. Para aclarar
esto, conviene atenerse al terreno
poético, y distinguir, entre sus figuras,
dos grandes generaciones -concepto
éste, el de «generación», introducido
por los románticos alemanes, ante
todo para aplicárselo a ellos mismos,
pero que resulta aún más nítido en
esta perspectiva inglesa. En efecto, la
primera generación tiene, sobre todo,
una importante pareja, Wordsworth El mismo fue quizá
(1770-1850) y Coleridge (1772-1834), su mejor personaje
quienes, caso insólito, firman juntos literario, en su
turbulenta vida yen
un libro de poemas (Baladas líricas, su heroica muerte,
1798) al que el primero de ellos ante- luchando por la
pone un prólogo, a la vez romántico y libertad de Grecia.
ya afín al sentir del siglo XX. Allí, en- (J. Phillips, Lord
Byron. Galería
tre otras cosas, se consagra la demo- Nacional de
32 cratización del lenguaje poético -ya Retratos, Londres.)

¡J'
••
•••• ,
\

••
•• Musset, y, en especial, Victor Hugo, Romanticismo europeo en un solo li-
•• "No estoy seguro de nada más que de
la santidad de los afectos del Corazón y
de larguísima vida. bro, podríamos elegir la novela de

•• la verdad de la Imaginación .. Lo que la Otros países contribuyen al floreci-


miento literario romántico: la verdad
Lérmontov Un héroe de nuestro tiem-

•• Imaginación capta como Belleza debe


ser verdadero -existiera antes o no-, es que España no vuelve al nivel del
po .

•• pues tengo la misma Idea sobre todas Siglo de Oro, por más que lo glorifi-
•• nuestras Pasiones Que sobre el Amor:
Que son todas de esencial Belleza ... La que, junto con la Edad Media, pero

•••
•••
•••
imaginación puede compararse al sue-
ño de Adán: despertó y encontró que
era verdad. Me importa más este asun-
to porque todavía no he sido nunca ca-
paz de percibir cómo puede conocerse
sale de la atonía lírica del siglo XVIII
con un prosista como Larra y un poe-
ta como Espronceda -sin duda supe-
rado por el cubano Heredia-. Aparte
*Españolada: Victor Hugo sitúa la acción
de Hernani en España, donde él mismo
vivió durante algunos años cuando
de un tardío romanticismo norteame- era niño, concretamente en Madrid. Tanto
••• nada como verdad por parte del razona-
miento coherente: y sin embargo debe ricano -Poe y Melville ya son de la los personajes como la ambientación de la
••• ser así... iAh una vida de Sensaciones, segunda mitad del siglo ~- es impor-
novela no son más Que una exageración
de la realidad española de la época,
••• en vez de una vida de Pensamientos!
Es "una Visión en forma de Juventud", tante aludir al romanticismo ruso, y con la que buscaba acentuar el
••• una Sombra de la realidad venidera -y no sólo por la byroniana poesía de pintoresquismo y exotismo que varios autores
románticos, no sólo él, vieron en este país.
••• esa consideración me ha convencido Puchkin: si hubiera que condensar el
•••
aún rnás-, pues ha venido en ayuda de
otra Especulación favorita mia: que dis-
frutaremos después, teniendo lo que
;. ••• ~ •..••...•t:...·
7
_. .•. ~;.A-: ",,-:;'~<r~~--
••• llamamos felicidad en la Tierra, repetida .~~
.~;:-~
:"~~;:;:~~~t:ir~"~'
.....,~.
••• en tono más hermoso ...••
-,,' ~~__ r'yl~

••• (KEATS, 1817) ;",..- '-- ...,.., ..•.._ .•.

•• ;:/;..~~.~~-~~.~,~~,?-~~~
.
•••• sar de que en la prosa, por ejemplo,
Chateaubriand aporta, con el co-
4.. ".. '

~J ';-:~::;;?d;:J
/ /"".",.;:«~0..r",4

•• mienzo del siglo, el mundo de lo me- "".1",. ,.-P.

••••• dieval y lo orientalizante, e incluso lo


indio americano, con inclinaciones
hacia un catolicismo decorativo, por
'''1~

.' '"
-;. _,~ -~.•..'.•.

••• lo que toca al teatro hay que esperar a. 1"

••• la tercera década para que triunfe el


nuevo estilo con Victor Hugo -quien,
f" «.-.-
Hábil aficionado al dibujo
••• por cierto contribuyó a la moda de la
fantástico e improvisado,
Victor Hugo dio cuerpo a los
••• «españolada»* con su decisivo Her-
!~-~ .-. --
sentimientos expresados en
••• nani; con todo, los pintoresquismos,
¿{.;;y..o <=".,1.:
.AT~' '=. 'r'~
¡C.•• "-" ~..../"'~7"--<.
sus novelas mediante el
dibujo, tal vez porque pensaba
••• en el caso de Gautier, sirven para pre- o(

.::::e:~~:=.f';,,:;:~'.~.'::<,:::: ~~"
. ?
'x- -: que la imagen correspondería
parar nuevas expresiones artísticas
••• que llevarán al simbolismo. Por aho-
:, ",<,~~~ r
mejor a la palabra si ambas
salían de la misma mano. Así,
••• ra, Lamartine, con sus Meditaciones " /.-;.";'~.:~ '_'/te4<!;,;;: ~
.••..• " ••• " / -
r1.•..~:
7.
'..:,.. -, trazó las mejores ilustraciones
••• posibles a su propia obra
/Ó, ", ,

;..•• ......~. ',/'.'" 't..... ').. "/0".•••. ~';' "", c/"..•..


poéticas, populariza el soliloquio pa- ,...•• .0:,

.•.
.,"/' ./ _ .'.
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,
/vl'f'\ ,.~.'

-,'~:,-. A·.Á .: "


~ ?-.-..("_-.-...... ~~ A~....
.-:..:-.... '''".. ~
, ~/~
literaria.
••• tético y reflexivo a la vez, en que le ¿...
..,,;.
¿;/'-"/' r.__ .!"~, ,,~ __ 4':-.~,r: ,4 -et.~

..::::.-~";::'~~~:-~::'
:::_~~.~~.
A \.>...c'; ~:
" ,l •• J
(Carta de Victor Hugo a M.

••• superan otros poetas menos popula-


res, como Vigny, el más superficial
~','~ /~:J;.,.~.~ Charlot. Dibujo de su casa,
"Le Sourisv.} 33
•••
•••
., ...L
.,
16/Post-
Romanticismo

La etiqueta de «post-Romanticismo»
es, seguramente, la de menor impacto
entre todas las usadas en estas pági-
nas, y, sin embargo, nos resulta indis-
pensable, en parte para que no apa-
rezca sola la novela realista .!4desde
el Romanticismo hasta el cambio de
siglo, y en parte, porque, en efecto,
hay un interesante desarrollo de la ac-
tividad poética y reflexiva que, pro-
longando las premisas del Romanti-
cismo, se hace cargo de la nueva so-
ciedad industrializada y financiera.
En algunos casos, Ciertamente, ese
post-Romanticismo es, en su mayor
parte, un Romanticismo tardío o re-
zagado, pero aun entonces hay siem-
El viejo navío movido es arrastrado a su ciencia y la técnica, aquéllos que
pre algo nuevo: aS1,en Portugal es el a vela, que evoca destrucción por un todas sus añoraban un mundo
momento. de sus más destacados poe- gloriosas victorias oscuro, pero aspiraciones y sus en el que todavía
tas, como Antera de. Quental del pasado, eleva su indudablemente formas de vida. podía hallarse el
(1842-1891), y se nota que respiran pálida y altiva silueta eficaz, remolcador a Pocas imágenes misterio y la poesía.
a la luz del sol. vapor, símbolo de la podrían expresar (Turner, El
ya la atmósfera internacional del posi- poniente, como un nueva época que mejor el tránsito Temerario.
tivismo. Y en España, G. A. Bécquer fantasma de tiempos basaba en el . entre dos épocas, Natíonal
(1836-1870) consigue su depuración ya muertos, mientras progreso, en la contemplado por Gallery, Londres.)
popularista de la lírica, no sólo a par-
tir de la impura materia romántica, zagado, salvo por la gran obra poética nemos en lengua inglesa -en francés
sino también de la aún más impura de esa época, surgida, en génesis de todo se orienta ya, en poesía, a lo que
materia de la poesía de la burguesía humor y protesta social, dentro del será el simbolismo-: no sólo en Ingla-
de esa época tan prosaica -Campoa- «género gauchesco»: el Martín Fierro terra, sino en Norteamérica, donde,
mor-o Y por lo que toca a las lenguas (1872) de José Hernández; y no está bajo el influjo intelectual de Emer-
minoritarias, animadas como ya se mal este caso para recordar que se son, que funde la herencia del pensa-
dijo por el Romanticismo, en el últi- puede dar un gran acierto en un pe- miento occidental con efluvios de la
mo cuarto de siglo es cuando llegan a queño movimiento literario, margi- mente oriental, está el gran Walt
su madurez la catalana y la gallega. nal y casi a contrapelo de las gran- Whitman (1819-1892), quien, a mu-
En cuanto a Hispanoamérica, cabría des tendencias. Sin embargo, el post- chos efectos, es ya un poeta del siglo
34 ver también allá un romanticismo re- romanticismo por antonomasia lo te- xx, exaltando, por ejemplo, la belleza
•• .. _---------------_._----_._ .. _--~-

••
••
••
•• de una locomotora y rechazando el Pero, en lo propiamente poético,

••••• peso de la tradición para buscar un


lenguaje al día, a la vez callejero y
exaltador. Pero es, naturalmente, en
cuando nuestra época vuelve la mira-
da hacia ese período, elige a un poeta
que sólo fue leído mucho después de
••• la propia Inglaterra donde, sin gran- su muerte -el jesuita G. M. Hopkins-,
••• des nombres excepcionales, mejor se
evidencia el esfuerzo de la literatura,
ya otro poeta, Thomas Hardy, a cuya
descendencia lírica aludiremos luego,
••• no solo novelística, por conservar la
••••• voz en aquella sociedad tan poco poé-
tica, que llega entonces a la cima de
y a quien hoy se sigue leyendo como
novelista. Con todo, aunque Inglate-
rra nos dé mejor el trasfondo general
••• su florecimiento imperial, en el cenit
de la economía liberal. En algunos ca-
típico de esta época del espíritu, su
más hondo sentido de pensamiento lo
••• sos hay una digna adaptación al papel encontramos en lengua alemana, y,
••• de maestros civilizadores -así, el poe- curiosamente, con una fisonomía de
••• ta y crítico M. Arnold-; en otros ca- disentimiento y desgarro que contras-
••• sos, hay una protesta ante la suciedad ta, no sólo con lo aludido en ámbito
inglés, sino con el propio Romanticis-
••• y el dolor de la industrialización
-pensamos en una curiosa línea de es- mo alemán. Esto lo podemos reunir
••• critores que, partiendo de una posi- en tres nombres de admirables prosis-
••• ción nostálgica y retrógrada, termi- tas de ideas, Heine, Schopenhauer y
••• nan siendo precursores de ideas del si-
glo xx: Carlyle, Ruskin , Morris- .
Nietzsche. Reine (1779-1856), en
••• efecto, aunque conserve mucho de

•• poeta romántico, se sale ya sarcástica-


mente de tal imagen, sobre todo en su
••• prosa; Schopenhauer (1788-1860) es « ... Fue una de las grandes transforma-

•• el teórico y esteta del pesimismo para


la época del triunfo de la burguesía, y
ciones de la historia: en menos de cien
años, una Europa de propiedades agri-
••• Nietzsche (1844-1900) es el gran re-
colas, arrendamientos campesinos y

••• movedor de la entera historia intelec-


talleres domésticos se convirtió en una
Europa de ciudades en extensión. Las
••• tual y aun del lenguaje mismo de Oc- herramientas manuales y los artefactos
sencillos fueron reemplazados por má-
••• cidente, creando una nueva situación quinas, el vapor y la electricidad des-
••• mental con su ambigüedad de viden-
te, a la vez esperanzador y apocalíp-
plazaron a las fuentes tradicionales de
energía, el agua, el viento y el músculo .
••• tico. Las gentes del campo, al hacerse su-
••• En recuadro,
perfluas sus anteriores ocupaciones,
emigraron a las ciudades mineras y ma-
••• huelga e intervención
de las mujeres
nufactureras para ser los trabajadores
de la nueva época, mientras una clase
••• en las minas profesional de empresarios, financieros
••• deCreusot. y directivos, de científicos, inventores e

••••• Whitman: un nuevo lenguaje,


extraño para su
En este caso,
a la explotación
económica
ingenieros, se elevaban y se expansio-
naban rápidamente. Esa era la Revolu-
ción IndustriaL ••

••••• tiempo a fuerza de


directo, le hace
seguir pereciendo
propia del proceso
de industrialización,
se unió la
(W. O. HENDERSON: The industrialízation
ofEurope, 1780-1914)
35
contemporáneo nuestro . explotación sexual.
•••
•••
., ...L
,,_ ....
17/EI realismo
'narrativo
en el
siglo XIX (1)

Si cada movimiento literario va prefe-


rentemente vinculado a un género, el
que se llama por antonomasia «realis-
mo» aparece realizado sobre todo en
la gran novelística que llega a su fase
modélica en el segundo tercio del si-
glo XIX -cuyo ejemplo más típico, ya
que no el mejor en calidad, podría ser
Balzac-. No cabe dar su fecha final,
ya que se prolonga, de .un modo o de
otro, hasta hoy, solo que quedando
desplazado de la primera línea de la
creatividad literaria. Una posterior
modalidad del realismo fue el llama- El mundo del trabajo, (Courbet, La Aunque muy ocasional en página siguiente.
do «naturalismo», que se caracterizó sin idealizaciones hilandera dormida, y escasamente, los Meisonnier, La
ni patetismos, Museo Fabre vencidos hacen sus barricada. Museo
por su cientificismo y por su mayor primeras apariciones
empieza a ser Montpellier.) del Louvre, París.)
crudeza en la búsqueda' y presenta- visible para los enla conciencia
ción de los temas -sobre todo, de las pintores y escritores. artística y
miserias de las clases bajas-: para dar literaria. (Imagen
un ejemplo de referencia habría que
tomar a otro francés, Zola. La novela tos quedan sacrificados a los impera- dida que las clases bajas van apren-
realista florece en una sociedad de tivos sociales, especialmente por lo diendo a leer: incluso, prospera la no-
burguesía ya dominante y estabiliza- que toca al papel de la familia dentro vela por entregas, sobre todo mensua-
da -Incluso, cada vez más temerosa del montaje de la sociedad -de ahí la les, aunque no falten las semanales,
de lo que puedan aportar las nuevas importancia de la adúltera, sea la Ma- que facilitan el pago -incluso se for-
clases obreras producidas por la in- dame Bovary de Flaubert, la de El man grupos en que uno lee en voz
dustria-. Su escenario suele ser el de primo Basilio de Eca de Queiroz, la alta, y los demás oyen- y contribuyen
las clases medias o medias-altas, 'en Regenta de «Clarín», la Ana Karéni- al precio. Tal forma lleva a dejar cada
aventura de ascenso o fracaso, dando na de Tolstoi, la Effi Briest de Fonta- entrega en suspense y a ir variando el
un papel especial de contrapunto a la ne ...-. La novela realista se dirige a un desarrollo según las reacciones. del
36 mujer, en cuanto que sus sentimien- público en rápido crecimiento, a me- público ante cada entrega. En París se
• .---,._ ..... ,. , .. .•..
,., _--,-'._._------- _ ..... _- ---_ ...

•• :II~

•• '111

'!

• llega tempranamente al tolletón, la "La Edad del Realis-


mo fue la edad de

• entrega diaria como parte de un pe- los ferrocarriles y el

•• riódico -Balzac escribe una novela al


año para La Presse entre 1837 y
1847. Con eso, va aumentando la dis-
telégrafo y de innu-
merables inventos
mecánicos que, en

• tancia entre literatura de calidad y li-


conjunto, revolucio-
naron la naturaleza.

••• teratura de gran público: es raro que


uno de.los que hoy consideramos clá-
de la sociedad y la
calidad de la vida
humana en poco
sicos figurara entre los de mayor éxi-
•• to. Si Madame Bovary tuvo éxito fue
tiempo. Fue la edad
en que lo que se lla-
•• por el malentendido de un proceso maba "filosofia na-

•• por presunta obscenidad -con absolu- tural" fue rebautiza-


do como "ciencia",
•• ción final-o La novela realista es, qui-
I',Ú, el movimiento literario que ha te-
habiéndose despo-

•• nido más abierta intención de crítica


jado al fin de los po-
cos jirones de idea-
•• moral, en un doble sentido, como en- lismo especulativo

•••
que todavía se le ad-
juiciamiento de los individuos, que herían. Fue la edad
muestran su carácter en la lucha por del nacionalismo y

•• salir adelante en una sociedad cada'


vez más fluida, y como análisis con-
el
pero
comercíalismo,
también la

•• dcnatorio del tejido mismo de la so- edad en que los mo-


vimientos revolucio-
•• cicdad, Este análisis, a la luz de la his- narios internaciona-

•• toriografía económica, puede parecer les empezaron


amenazar la seguri-
a

•• parcial y superficial, pero resultó en


su tiempo algo audaz 'i nuevo, frente
dad de las clases ri-

•• a la milenaria tradición de pasar por


cas en el poder."
(F. W. J. HEMMINGS:
•• alto los hechos materiales de la vida, The Age of Realism)

•• especialmente en lo que se refiere a


•• .las. clases más sufridas. Con todo, los
escritores «de masas» se las arregla-
•• ron para encontrar una línea que,
•• aunque pareciera crítica, respetara,
•• de hecho, las estructuras sociales:
en el siglo XVlIl. Después de Stendhal mente, declarándose partidario del
•• para ello venía muy bien acabar po-
niendo el acento en los sentimientos (1783-1842), precursor que fue poco «trono y el altar» para atacar a la bur-
•• individuales. leído en su tiempo, es H. Balzac guesía. Pero luego Flaubert (1821-
•• La novela realista, aunque sea se- (1799-1850) quien lega el modelo tí- 1880) hace su crítica de costumbres

•• guramente el movimiento literario pico de este movimiento, con su gran con fría sensibilidad estetizante que
le convierte en precursor del «arte
•••• de mayor uniformidad internacional
.existente hasta entonces, no deja de .
tener cierta variedad por países. Y es
mole de novelas reunidas bajo el títu-
lo La Comedia Humana -frente a la
Divina, de Dante-, la mayor parte so-
por el arte» en literatura.

••• obligado observar ante todo el caso


francés, a pesar de que en Inglaterra la
bre temas parisinos aunque también
. la provincia interese a su autor, y por
••• novela realista ya estaba casi madura lo regular de crítica social, curiosa- 37
•••
••• ..t
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