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Movimientos
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literarios
••• José María Valverde
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••• Indice 1 Sentido de los movimientos literarios 29 El «boom» de la narrativa
hispano-americana
••
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2 Grecia, primer movimiento literario
occidental
3 La literatura en Roma
30 La situación actual y los movimientos
literarios
•••• 4 La narrativa medieval: de la epopeya ala Bibliografía
••• novela
•••• 5 El movimiento trovadoresco
•••• 6 Del «dulce estilo nuevo» al humanismo
•••• 7 El movimiento renacentista: sentido
general
•••• 8 Expansión del movimiento renacentista
•••• 9 El Barroco y la poesía
••• 10 El Barroco en el teatro y la novela
•••• 11 El clasicismo francés
•• 12 El ilustracionismo en literatura
•• 13 El movimiento romántico: sentido general
•••••• ,14 El movimiento romántico alemán
15 El movimiento romántico en otros países
••••
•••
•••
* • Las palabras señaladas con asterisco (0) se
explican al final del texto de cada unidad de
información, que llamamos módulo,
16
17
18
Post-Romanticismo
El realismo narrativo en el siglo XIX (1)
El realismo narrativo en el siglo XIX (2)
••• • Las flechas intercaladas en el texto (~)
indican que el tema en cuestión se desarrolla con
19 Simbolismo
••• mayor detalle en otro módulo del libro, que se 20 Modernismo
••• señala mediante el número que aparece sobre la
flecha (~)
21 La generación española del «98»
•••
••••
• En algunos módulos aparecen textos
recuadrados, que explican o completan puntos de
22 Renovación de la narrativa europea a
comienzos del siglo xx
especial interés con rslactón a los desarrollados
•••
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en el texto,
• En la bibliografia se ha renunciado,
23 Otra narrativa de este siglo
24 La renovación del teatro en el siglo xx
generalmente, a señalar obras muy espeCializadas 25 La poesía post-simbolista
••• o extensas. Las que se reseñan poseen.un nive'l
26 El vanguardismo en poesía
••• muy adecuado para adentrarse en los diversos
temas abordados en este libro y en otros de la
27 Un vanguardismo: el surrealismo
•••• Colección Salvat TC Temas Clave,
28 La generación española de 1927
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1. k
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•••
••• Todo movimiento
literario es-obre
••• de un grupo o de
••• una generación:
nunca de un
••• individuo solo, por
•• genial que sea .
(Esquivel,
••• Los poetas
contemporáneos .
••• Casón del Buen
••• Retiro, Madrid.)
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~
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"'" «Una obra de arte surgirá como un valor
••• positivo cuando reordene la estructura
del periodo precedente: surgirá como
••• un valor negativo si se apropia de.la es-.
tructura sin camblarla»
••• (J, MUKAROVSKY)
•••
•••
••• za» resulte un tanto parcial y forma- cada en su «movimiento», no la ve- un resumen o un informe de segunda
••• lista: además de la necesidad intrínse- mos en absoluto como «literaria», y mano. Incluso, ya hace mucho que se
ca de «renovarse o perecer» que hay tanto valdría Aue nos dieran de ella sugirió que la mejor historia de la lite-
•• en el estilo literario, cambian también ratura sería una «historia sin nom-
.•.• los temas, los problemas, las formas bres», es decir, una historia de los es-
Sistema literario y sincronía tilos y los movimientos, corno la cam-
•.• sociales. económicas, religiosas, etc.,
•.• exigiendo desde fuera al escritor la re- «La idea de un sistema puramente sin- ,biante base formal sobre la que surgen
novación de su repertorio expresivo crónico es una ilusión. Cada sistema las grandes obras en su concreción.
.•• para hacerse cargo de ellas. Algunas
sincrónico tiene su pasado ysu futuro Algo así, en miniatura, hemos inten-
como porciones inseparables del siste- tado .esbozar en las páginas que si-
.•• veces, la relación es clara y explica- ma. [...] El concepto de un sistema lite-
.•• ble: así, el hecho de que la novela rario no coincide con el concepto de un guen, aunque sin dejar de dar los
•.•• -Iibro narrativo- encaje bien en un periodo cronológico, como se piensa nombres importantes, pues los movi-
ámbito doméstico de lectura, ha con-
comúnmente, ya que se compone no mientos literarios no son unos impul-
sólo de obras literarias, cronológica- sos imperativos y objetivos que arras-
.•• tribuido a hacerla florecer con la vida mente cercanas, sino también de obras
••• burguesa: pero es más difícil justificar literarias extranjeras, que han sido asi- tren a los escritores en cada época,
••• por qué la naciente burguesía italiana miladas y de obras de periodos más an- sino también, y aún más, los resulta-
••• usó para la poesía el endecasílabo -lo
tiguos. Por tanto, resulta insuficiente un dos de los esfuerzos creativos, perso-
catálogo indiscriminado de obras cae- nales aunque nunca solitarios, de
que sí salta a la vista es que no que- xistentes. La jerarquia de las obras en
••• rían ya hacer versos como el clero' ni una época dada es declsiva.» quienes libraron esas grandes batallas
••• como los trovadores-o En todo caso, (Y. TYNYANOV y R. JAKOBSON)'
revolucionarias en el fluir de la litera-
tura. 5
••• si no vemos una obra literaria enmar- I '
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solo ni aun que existiera. Estos poe- forma de poema épico se aplicaría de
2/Grecia, primer mas (del siglo VIII a. de C.) tenían
como tema unos hechos acontecidos
modo más instructivo y moral por
parte de Hesíodo, quien, si por un
movimiento un par de siglos antes, en otra situa-
ción social, y llegarían a tomarse
lado explica las genealogías de los
dioses, por otro presenta un conflicto
literario como canon para la cultura griega
otro par de siglos después. Es decir,
de justicia social, en el mundo del tra-
bajo agrícola. Luego, la poesía lírica,
desde Arquíloco y Mimnermo a Pín-
desde el principio forma parte del he-
occidental chizo de la literatura el alejamiento y
la mitificación glorificadora, en cuan-
daro -sin olvidar algún tono más pla-
centero en Anacreonte, o más apasio-
to propone modelos heroicos y en nado en Safo- continúa una lírica
cuanto da títulos de legitimación para educativa para el carácter y el temple
posteriores generaciones en dificulta- de las clases aristocráticas. Como es
Los primeros pasos de la tradición li- des. Además, la base homérica otor- sabido, la evolución social de Atenas
teraria occidental tienen lugar en ga, desde el principio, a la literatura lleva luego a un tenso equilibrio entre
Grecia, de tal modo que sirven de re- occidental la posibilidad de un realis- la nobleza tradicional y la nueva clase
ferencia -más en forma que en conte- mo nítido, luminoso, sin trasfondos media, comercial y agrícola, al princi-
nido- para todos los desarrollos pos- de sombra. Poco después, la misma pio con el poder en manos de una
Todas las imágenes
de Homero son
piadosas invenciones:
en el/as, el ciego
cantor parece mirar
las escenas de su
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imaginación.
(Arte Helenístico,
Hornero. Museo
Arqueológico, Nápoles.)
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teriores, aunque en buena medida a La nitidez del
dibujo en la
través del latín. Señalemos algunos cerámica subraya
aspectos de su movimiento: ante el creciente realismo
todo, el adoptar un modelo para su humano del teatro
arranque, un «clásico», en Hornero, o griego, a pesar de
su inicial arranque
mejor dicho, en los grandes poemas religioso.
homéricos -/liada y Odisea-, ya que (Museo Nacional,
6 no es seguro que el autor fuera uno Nápoles.)
l
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••• r -~-_.~~---~.~.-.-, mas dioses, y que destruye a quien no ta se expone en diálogos vivaces y rea-
••• . Dos visiones morales la siga, aunque sea por ignorancia o listas, en tono cotidiano, a menudo
••• I en Grecia por azar. Se comprende que incluso humorístico. Mientras tanto, con He.
••• I «Oh reyes, observad bien este castigo, ródoto (484-425 a. de C.), Tucídides
~Itambién vosotros: pues los dioses in- se subvencionara al pueblo para que
••• i¡mortales están muy cerca, entre los no dejara de asistir a la larga fiesta (471-402 antes de C.) y Jenofonte
(434-355 a. de C.) empieza a escribir-
••• ~ hombres, y señalan a los que se des- anual de varias piezas teatrales en se-
••••• truyen unos a otros con juicios torcidos,
desdeñando la venganza de los dioses.
Pues sobre la tierra que alimenta a tan-
cuencia: ahí estaba la glorificación de
las raíces de su sociedad. El tercer
se una historia digna de tal nombre,
empeñada en dar cuenta de la reali-
dad, incluso psicológica, de los perso-
tos, hay treinta mil observadores pues- gran trágico, Eurípides (480-406 a. de
••• tos por Zeus para vigilar a los mortales
hombres: ellos vigilan los juicios y las
C.), en cambio, resulta demasiado hu- najes. Parece, pues, que en la época
áurea de la literatura griega se ha
••• malas acciones mientras caminan, en-
.mano y racionalista y poco creyente
dado el paso decisivo para el porve-
en la mitología y el Hado -de ahí su
••• vueltosen niebla, por toda la tierra.»
(HESIODO: Trabajos y días) relativo fracaso-o Los tiempos madu- nir: cultivar formas y tonos que no es-
"""
ran, mientras, para la comedia de tén vinculados servil mente a los inte-
«Iqual que las hojas que trae la florida
•••• estación primaveral cuando crecen de- Aristófanes (445-386 a. de C.), de reses dominantes, ni aun de los mis-
mos que escriben. Después viene la
••• prisa a la luz del sol, igual que ellas, dis-
frutamos las flores de nuestra juventud
gran fantasía de montaje, pero muy
directa en sus ataques, que hacían reír época «alejandrina»: queda atrás la
•••• durante un breve plazo de tiempo, sin Ciudad-Estado y se establece una
al mismo pueblo contra el que políti-
••• saber si los dioses nos reservan algo
bueno o malo. Pero los negros Hadas
••• se yerguen ante nosotros dándonos
como destiño una vejez llena de sufri-
••• miento, la otra muerte. El fruto de la ju-
••• ventud es efímero, tan corto como el
tiempo en que el sol se extiende por la
••• tierra. Pero cuando pasa el tiempo de la
••• madurez, en seguida es mejor la muerte
que la vida. Pues un gran sufrimiento in-
••• vade el corazón. A veces queda asola-
•• do el hogar, y viene el doloroso trabajo
••• I
otro es presa de enfermedad asoladora.
No hay mortal a quien Zeus no dé mu- I
I de los teatros
griegos permitía no
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•••
••••• El sentido imperial
y político es
elemento esencial de
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mundo se va acabar
cuando pierda del
••• todo su brillo áureo?
(Marco Aurelio,
••• Roma.)
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10 sión, encuentra una metamorfosis li- cuenta y riesgo. Chrétien de Troyes
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•• «La epopeya histórica es, efectivamen-
••• te, historia, al menos en cuanto que
-4
••• verso, hasta encontrar sus grandes . l'! '> .' • • • •. ,.f .t ~."\,.: v. ;',I¡(\
•••••• obras maestras en el Libro de Buen
Amor del Arcipreste de Hita y los
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4Iir.\' .
Cuentos de Canterbury de Chaucer 1
.I ~. "''''í;\·¡''ll.l'I''''"':.!l!lf''''~''''Ik/l", .
•••• -ambos en el siglo XIV-, cuyo mayor l\~ i,a!'M ~i,·H~i~"~;'. ~1'~.~""'¡~\ \; .' .' '
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Juan Manuel (1282-1348) ha elevado '1 "f1t·1i~,\,"-: t", V;:•.h,~:r:nt\t~ t'\:,'''J.''~ ~1'..
{f;~.nlt<~';"~
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el breve «sucedido» en prosa a la ca- ,i'" ,~th".~~,t~('í{!91',fn\\ "::'"-,~,~&y{.f\. ~ ~'''':'':~:..
1
••• tegoría de arte, consciente y delibera- i
'l't{~!~J!i'M~·~~,.j.~',
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••• do en su sencillez: poco después, Boc-
caccio en el Decamerón, ya en el pre-
r;
•••
•••••
bienhumorado, en
que se puede jugar
-caballerías y sentimentalidades cor-
tesanas- que con la continuación de
(Botticellí, Historia
de Nastaglio.
(Fragmento del
Libro de Buen Amor,
Biblioteca Nacional,'
aún con lo eclesia/. Museo del Prado,
••••• (Miniatura en Cuentos esa línea realista. Madrid.) Madrid.) 11
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- '-"--'."-'-'-"::"':"r:'!~;I'!I •.•...•
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trovadoresco tarea de la
interpretación,
reservándose la
creación.
(Alfonso X, Cantigas.
«Juglares ante
damas y caballeros».
Siglo XIII. Monasterio
El primer movimiento que prepara el de El Escorial.)
desarrollo de la lírica occidental hasta
nuestros tiempos es el de unos poetas
que florecen en el tránsito del siglo XII
al XIII, los «trovadores» (troubadours,
en su lengua básica, que suele llamar-
se «provenzal», aunque era un habla
del Languedoc; trouvéres, en su deri-
vación francesa; Minnesiinger en sus
paralelos alemanes; también hay poe-
tas en galaico-portugués, afines, aun-
que a medias, a esta tendencia). So-
cialmente, esta innovación en la vida
poética -ya no centrada en lo clerical ".,.~;~fi:,,;A,.~:¡¡¡~.~~"'~~~"':~~~~~~"!·:H;;~~~:!,r.~~
ni en lo popular, sino en un nuevo
tipo de profesionales seculares, asisti- compartir su lenguaje con el pueblo. dons, «mi señor», mia senhor, en ga-
dos por intérpretes, los «juglares»-, se Los «caballeros», sobre todo, quieren llego-o Quizá contribuyera a eso el
enmarca en el ambiente de la «caba- distinguirse de la aún incipiente bur- que las señoras de los castillos de esa
llería». En efecto: los señores feudales guesía de la naciente ciudad región, en la frecuente ausencia de los
se habían rodeado de la nueva fuerza, ~«burgo»-, contraponiendo su estilo maridos en guerras o cruzadas, as u-
a que aludíamos en el apartado ante- y su código de honor al dinero, aún ' mían sus poderes;en todo caso, como
rior, los «caballeros», dueños de caba- escaso, de 'los primeros negociantes.' preceptúa el código del que se llama
llos, armaduras y escuderos, al princi- Se toma entonces como nuevo motivo por antonomasia «amor cortés»,
pio servidores del castillo, pero luego, central para la poesía el de la «seño- amor cortesano, del capellán André,
al recibir propiedades y hacerse here- ra»: hasta entonces, la lírica amorosa sólo la señora casada sirve para este
ditarios e independientes, sólo vincu- había consistido, sobre todo, en que la juego poético, probablemente acepta-
lados ya por un pacto que podían muchacha suspiraba por el hombre do a menudo por el marido noble, ;
romper para cambiar de señor. Esta que vendría o no vendría; desde aho- como quien hoy da propina al cantor
nueva clase trae un nuevo tono ala ra, y hasta nuestro siglo, es el hombre de trattoria italiana para que entone
I
vida social, incluso en la poesía; un quien se arrodilla ante la mujer -la una trova a su señora. Pero, formal-
tono más formalista y excluyente que «señora»- pidiéndole su amor, como mente, en este cortejamiento presun- I
el de los propios grandes señores,
l
un vasallo ante .su señor -al principio, .tamente adulterino, el marido es 'lla-
12 quienes, seguros de sí mismos, podían se la llama incluso en masculino, mi- mado el «celoso» (gelós), azuzado por
••
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••• delatores maliciosos, y hay que desig- que el primer gran trovador sea el no-
nar a la señora sin decir su nombre, veno Duque de Aquitania, Guilhem
••• bajo una senhal, todo lo cual contri- de Peitieu (1086-1126), indica que la
••• buye a la frecuente obscuridad del es- actitud de «vasallo» ante la amada
••• tilo, trobar clus (cerrado), que, sin «señora» no tiene por qué responder
••• embargo, tiene su raíz más honda en a la realidad. En francés los trouvéres
otra cosa, en la voluntad de distin- . y en alemán los Minnesiinger -o di-
••••
guirse de la mayoría (plebe, clero y cho a la antigua, Minnesinger- siguen
•••• apenas naciente burguesía). Claro que menos las convenciones provenzales
""'.., ese tema amoroso, aunque sea cen- -los galaico-portugueses incluso con-
tral, y aunque falsee durante siglos la .servan mucho de la vieja lírica popu-
.., poesía occidental -como si todo de- lar, a menudo en boca de mucha-
..., pendiera de la libre voluntad de la chas-. Los trovadores del «amor cor-
amada-, no es el único: los cantos de tés» esbozan la primera pauta de la lí-
•••• los trovadores tienen también temas rica europea sucesiva, no tanto por el
•••• satíricos y políticos (en el sirventési, valor sentimental de su tema, cuanto
•••• fúnebres (planh), motivos eróticos en por el riguroso sistema formal a que
el «derecho de pernada» con las ple- sujetan el lenguaje poético .
•••• boyas (pastorelas), o describiendo se- Los caballeros, al (Miniatura napolitana .
•••• paraciones amorosas (albas), y duelos principio hombres Caballero. Siglo XIV.
•••• verbales (la tensó, si es en contraposi- bien armados al Biblioteca Nacional,
ción; el partimen, si es en desafío de servicio de los Florencia.)
•••• grandes señores:
•••• ingenio, dejando a elegir al rival entre poco a poco, se
una alternativa); o incluso el puro hacen una nueva clase
••• juego verbal sin tef!1a. El hecho de auxiliar .
••
••• "Haré una nueva canción
.••• antes que sople el viento y llueva y hiele.
•••• Mi señora me pone a prueba -
para ver cómo la amo.
••• Bien, haga lo que haga con ese motivo
••• no me soltará de su vínculo.
Al contrario, me hago su siervo, me entrego a ella.
••• y ella puede escribir mi nombre en su registro.
••• No creáis que estoy borracho
(La ofrenda del si amo a mi virtuosa señora,
•••• corazón, tapiz, . pues sin ella no tengo vida;
•••• talleres de Arrás. tan gran hambre tengo de su amor.
Siglo XV. Museo Que eres más blanca que el marfil,
••• de Cluny.) Empieza por lo que no adoro a otra.
••• entonces la ficción Si no recibo pronto ayuda
secular de la poesía y mi señora no me da amor,
•••• amorosa: que el moriré, por la cabeza de San Gregario,
•••• ,hombre se declare si no me besa en un cuarto o bajo un árbol. ..»
I, .
s,er~o dee te mui
a muter (G MO IX DE AOUITANIA)
•••• ,a ouien ama. UILLER
, I 13
~J ___~_
6/Del «dulce meros poetas del que adopta el título proclama Guido Guinizelli (1230-
de dolce stil nava pertenecen al am- 1276) en su poema Al cor gentil, au-
biente de los abogados y los notarios-o téntico manifiesto revolucionario
estilo nuevo» El tema amoroso sigue siendo central, bajo aspecto de disertación sobre el
como para los trovadores, pero sufre amor: el. «corazón gentil» es lo que
al humanismo un cambio decisivo: la «señora» se pone al nuevo hombre -precursor ya
eleva y se idealiza, hasta volverse una del Renacimiento- por encima del
figura casi abstracta y simbólica, tal «hombre altanero» que presume solo
vez inexistente en la realidad -en de su linaje. Ese corazón gentil se ex-
todo caso, añorada sin esperanza, presa amando, de un modo absoluto y
porque ha desdeñado al poeta para' casi místico, a la señora, la madonna,
El impulso poético introducido por casarse con otro, o, más típicamente, a la que el poeta ve situada incluso
los trovadores cambia de sentido al porque ha muerto-o La capacidad por encima de los ángeles del Paraíso,
ser recogido, poco después, por las para tal amor de alcance ideal, meta- ya la cual, por tanto, no cree que sea
nacientes «ciudades-Estado» italianas .físico y religioso, es lo que distingue a . pecado amar.
-Florencia es la más típica de ellas, y la nueva clase ascendente, basada en Dante Alighieri (1265-1321) reúne
la que marca el tono literario y artísti- la excelencia del individuo, frente a la este sentir -el amor a Beatriz, muerta
co-. Allí es la incipiente burguesía la nobleza y sus caballeros =apoyados aún muy joven, pero ya antes trans-
que se hace cargo de la lírica -los pri- en la herencia y en la estima. Así lo formada por él en una sublime enti-
•••
••••
••• dad que iluminaba el mundo entero-, triz, en la «gran rosa» de los biena- nas ideas religiosas para su uso amo-
••••• con la visión del mundo conforme a
la teología y la cosmología de la esco-
lástica medieval. En su Divina Come-
venturados, sobre la cual se eleva una
cruz entre estrellas. El tema de la mu-
roso-, lengua selecta, pero no lejana a
la lengua realmente hablada en un ni-
jer idealizada -la madonna- seguirá vel social de temprana burguesía ...
••• dia, en efecto, recorre los círculos del siendo central en la evolución de esta Pero dentro de la época del huma-
••• Infierno, los del Purgatorio -hasta corriente literaria que, sin embargo, nismo -hasta alrededor de 1500-, la
••••• aquí, acompañado por Virgilio-, y los
del Paraíso, donde encuentra a Bea-
va tomando un nuevo cariz, al aban- poesía lírica viene a ser en cierto
donar la referencia a la teología esco- modo una derivación del mundo del
lástica, para empaparse cada vez más pensamiento, de la cultura intelec-
•••
••••
de los clásicos paganos -sobre todo tual, que vuelve la mirada a la Anti-
los Iatinos-, incluso esforzándose por güedad como a su punto ideal de par-
•••• usar un elegante latín más puro que el tida -es una época en que el platonis-
•••• de los teólogos y más exquisito que la· . mo se ha mezclado con el cristianis-
nueva lengua románica -en esta área mo, para prevalecer intelectualmente
•••• geográfica, el toscano, o sea, el italia- sobre éste-, de camino a la esfera de
•••• no-o Estamos ya entrando en el «hu- las Ideas eternas de las que nuestro
•••• manismo», cuyo arquetipo es Petrar- mundo real no sería más que una tor-
•••• ea (1304-1374), quien creyó que su pe copla .
obra en latín perduraría más que sus
•••• versos en italiano -principalmente, el
•••• vasto Canzoniere que reúne alrede-
•••• dor de cuatrocientas exquisitas poe-
•••• sías con un solo tema en dos varian-
tes: Laura, amada en vano a lo largo
••••
de veinte años, y Laura después de su
•••• muerte (no está claro quién pudo ser
•••• realmente Laura, ni si existió real-
•••• mente o fue l'aura, «el aura»), Petrar-
ea establece el lenguaje y el sistema
•••••
formal a que se atiene la poesía euro-
••••• pea sucesiva -sobre todo hasta el siglo
••••• XVII, pero sin desaparecer en lo suce-
••••• sivo-: fina psicología en el análisis de
••••• los sentimientos, fuerte carga de con-
ceptos teóricos -secularizando algu-
••••
•••• Dijo el poeta, Capilla Sassetti, iglesia La pietas del héroe (Dante y Virgilio
Florencia, «sobria . de Santa Trinidad, virgiliano, Eneas, entran en los
•••• y púdica", «estaba Florencia.) hacia su padre, Infiernos.)
•••• en paz dentro del tiene eco en la
cerco antiguo» (de devoción de Dante
sus murallas): la hacia Virgilío,
realidad fue de tomándole como guía
luchas y agitaciones. en la ultratumba.
••••• (D. Ghirlandaio, Fresco
de la vida florentina . 15
•••••
.•..•
~ - - ~
7/EI
movimiento
renacentista:
sentido general
•••
•••
•••
••• (microcosmos), o bien -siguiendo a facetismo resulte a la larga imposible, ------------~--_·------l
Ufanía renacentísta
••• Pico della Mirandola- como un ser
aparte, capaz de identificarse con
el hombre renacentista reconoce -la
exigencia dé la perfección técnica: en
,
••• todo; «como un camaleón», y, si se la poesía, y en general, en la literatu-
" ... En los últimos doscientos años he-
mos recuperado la excelencia de las
••• esfuerza, de ser tan luminoso como ra, todo está medido y controlado buenas letras y hemos restablecido el
••• los ángeles, y aun de poseer al mismo hasta el detalle, con arreglo a cánones estudio de las disciplinas después que
llevaban mucho tiempo casi extingui-
••• Dios en el fondo de su espíritu. Esta
segunda visión es más moderna y está
que se consideran tan ideales y uni-
versales como las matemáticas, y que,
das. La constante diligencia de muchos
••• IllÚS de acuerdo con la idea del uni- a la vez, reflejan respetuosamente las
hombres doctos ha llevado a tal éxito
que hoy día nuestra época puede com-
••• verso que introduce entonces Copér- formas heredadas de los clásicos de la pararse con los tiempos más doctos
que haya habido. Pues ahora no sólo
•••• nico, en que la tierra, morada del Antigüedad. Como movimiento lite- vemos restauradas las lenguas, y los
••• hombre, ya no es lo que está en -el
centro, sino el sol, «farol y ojo de
rario, cabe decir que el Renacimiento
es la puesta en marcha de un proceso
hechos y escritos de los antiguos vuel-
tos a la luz, sino también muchas cosas
"1 hermosas descubiertas por primera
Dios», mientras que el hombre lleva que acabará, en definitiva, en nuestro
••• consigo el verdadero centro del mun- tiempo, sin ruptura, pero \legando
vez. En este período, la gramática, la
poesía, la historia, la retórica y la dia-
••• do, el espíritu. Por eso, el hombre re- hoya resultados diametralmente
••• naccntista -y en especial el escritor-,
pudiendo serio y poseerlo todo, no
opuestos a ese arranque, intentando
en vano agotar y negar el gran sistema
••• quiere renunciar a nada ni especiali- de formas que estableció el Renaci-
••• zarse: su ideal es ser, a la vez, poeta, miento y que todavía no sabemos
••• artista, músico, guerrero, galán, eru- cuándo -ni si- podrá ser olvidado y
••• dito, latinista, científico ... Pero, a la
vez, y esto contribuirá a que tal poli-
sustituido por otro.
•••
••••
••••
••• La letra cursiva
(itálica) que
••• empleamos
••• aquí, en
contraste léctica se han iluminado con comenta-
••• con la
"redonda",
rios, anotaciones, correcciones e innu-
merables traducciones. Nunca se ha-
~
fue creación bían conocido tan bien las matemáti-
••• del impresor cas; ni la astrología, la cosmologia y la
••• _veneciano
Aldo Manucio.
navegación se habían entendido tan
bien. La físíca y la medicina no tenían
••• mayor estado de perfección entre los
antiguos griegos y árabes que ahora.
••• Se veía una conexión
mágica entre el
Por fin, el hombre
. no sólo investiga el Las armas y los instrumentos militares
••• cuerpo humano, interior de su cuerpo, nunca fueron tan destructivos, ni hubo
tanto arte en su manejo. La pintura, la
••• incluso en sus
proporciones, y la
sino que convierte en
obra de arte la escultura, el modelado y la arquitectura
••• configuración del
universo, y la
exploración anatómica.
(Imagen en recuadro,
se han restaurado casi por completo. Y
no cabria haber hecho más en elocuen-
-t grabado de Vesalio. cia y jurisprudencia ...»
geometría más ideal.
••• (Dibujo de Leonardo.) De humani corpori
fabrica, 1555. Museo
y Archivo Historico-
médicos, Valencia.)
,(LoysLE Roy, 1575)
-'-' 17
..,
·~~:r~v".·
1
8/ExpanSión El mismo rey parece
iniciar la gran
retirada del
lb..-
••
•••
•••
••••• La lejanía no es solo ~!
La armonía renacentísta . apertura a la .
••• dominación de nuevas
••• "El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
tierras, sino valor
añadido a las
••• Salinas, cuando suena mercancías.
••• la música extremada
por vuestra sabia mano gobernada.
transportadas .
•••
.•• lo bastante asimilada como para in-
El crédito, la
contabilidad, la
.•• emparar temas nuevos: así, ante todo previsión, los
en Aldana, vemos una reflexión reli- intercambios a larga
distancia, el riesgo,
.•• giosa en la línea de la efímera philo- y, sobre todo, la
••• sophia Christi que hubo entonces, ya usura: bases del
••• no tradicional, pero tampoco protes- mundo moderno.
.•• tantc ni contrarreforrnádora: o, más (Van Raemerswaele,
Contadores.
.•.• cxcelsamente, en Fray Luis de León, • Museo Bellas
el anhelo de un mundo celeste, puro e Artes. Amberes.)
.•• ideal, a donde huir de esta baja y do-
.•• lorosa vida, llega a ser la cima de su- ción popularista, de raíz medieval: quizá con Santa Teresa, cuya espon-
.•.• blimidad y. perfección en la poesía esto se echaba de ver ya en la Celesti- taneidad aparentemente descuidada
.•.• castellana -en parte, gracias a una na (1499), donde los amantes hablan apenas oculta una formación de lec-
forma italiana, la «lira», aclimatada con retórica renacentista, mientras turas humanísticas-. Pero la gran sin-
.•• por Garcilaso, y que sirve también al que la vieja medianera -.la gran prota- tesis de tradicionalismo y renacentis-
.•• gran místico San Juan de la Cruz para gonista de la obra- tiene todavía el mo tendrá lugar, sobre todo, en el tea-
.•• su poesía de simbolismo derivado de habla vivaz y directa de la tradición tro, también porque su público reúne
.•• la Biblia. En general, en España -y popular. Luego, el anónimo Lazarillo ambas mentalidades. Así es como, a
eso contribuye a la fecundidad de los. (1554), más maliciosamente, finge un finales del siglo XVI, lo organiza Lope
.•• resultados literarios- el Renacimien- estilo incorrecto e ignorante para de Vega; pero el desarrollo de esta
.•.• to, aunque queda plenamente natura- amortiguar su sátira social y eclesial, dramaturgia entrará en el tiempo del
••• lizado, no se conserva en su pureza, disimulando su base de cultura rena- post-renacentismo, que solemos lla-
••• sino que se simultanea con la tradi- centista -algo de eso mismo ocurre mar Barroco -4. 19
y la poesía convierte en
espectáculo
de cardenales. '
••• voz poética a cada naje verdadero, etc. ¿Es esto barroco
pareció una broma
'".I" i" .
«clasicismo» de que tratamos en el
•••• próximo módulo. 'l),.~>,¡.
J.
"';~ ',~\_}
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••• Los decorados, las Primero los ingleses, W"'" " ,\,
~~:;.~&\..,. '. '"~'. \i,. '),~,:. p..
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• I
•••
••••
tramoyas y
maquinarias,
empiezan a ser
y luego los
franceses, sacaron
pleno partido
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'W~íI! ' "'''C .¡>"*J ~
•••• recurso importante
para ciertas líneas
literario del Quijote,
antes que en su
~:i~~1~~;~~~-.:_
~-"
\\i;'lL::~;,~".:.r .
•••
••••
de teatro, en el
Barroco .
propia patria.
(Daumier.) \':':'-.-:-
--:-'tt.
23
•••• ...l,
••••••
'!I!::
ll/EI clasicismo "El Estado soy
francés yo», dijo el Rey
Sol, Luis XIV, y
con e! Estado,
también la '
literatura, a
través de la
A partir del Renacimiento hemos in- Académie
Franc,;aise.
dicado cómo se desplegaba la literatu- (Palacio de
ra barroca, pero también hemos suge- Versalles,
rido que la creencia renacentista en la grabado
del siglo XIX)
ordenación armónica del mundo se
convertiría en un auténtico culto a la
razón, como referencia segura entre
las incertidumbres de la época. Lite-
rariamente, esto empieza a manifes-
tarse en las Academias, que, en el si-
glo XVI, ya transformaron el platonis- inexorable de la literatura, respalda- aceptados por los escritores sólo por
mo, un tanto místico, de las Acade- das además por la autoridad del «Rey orden ,del rey, sino porque responden
mias florentinas del Renacimiento, Sol» -Luis XIV-, a través de la Aca- a la mentalidad general de la época,'
en un seco intelectualismo, con pre- derniaFrancesa, que juzgaba y dicta- que ve en lo matemático el modelo de
ceptos y prohibiciones, canonizados minaba sobre el mayor o menor ajus- todo lo espiritual, incluído lo estético.
en «reglas del arte». Incluso, se en- te a las reglas en las obras de los pri n- Y, en la literatura y en las artes visua-
contró entonces un texto clásico que cipales dramaturgos. Pero claro' está les, se intensifica la referencia a la
sirvió de base para esa mentalidad que esos estrechos dogmas no son Antigüedad -de donde el nombre de
dogmática: la Poética entonces reco-
nocida como de Aristóteles; de hecho.
un fragmento de tratado sobre la tra-
gedia griega, del que se toman, con-
virtiéndolas en mandatos absolutos.
las llamadas tres «unidades», de lu-
gar, de tiempo -doce horas- y de ac-
ción, a lo que se añaden otras reglas Este teatro, por
para mayor verosimilitud y orden ló- su modestia
gico. Esta doctrina, elaborada porco- cómica y realista,
mentado res italianos, es discutida a ha resultado ser a
la larga, entre el
finales del siglo XVI y principios del teatro de
XVII: en España algunos dramaturgos entonces, el de
la siguen, pero sin éxito, lo que sirve mayor difusión y
de excusa a otros -como Lope de permanencia en
el mundo
Vega- para no aplicarlas. En Francia. (Representación
sin embargo, en el siglo XVII, esas teo- de El enfermo
24 rías se convierten en el reglamento imaginario, de'
Moliére.t
,1
j
...-
••••
•••• «clasicismo- dado al estilo de esta dilucida conflictos éticos en forma lu-
•••• ~poca-, ahora como rígida falsilla que
hay que imitar. Las consecuencias de
toda esta teorización, pretendidamen-
minosamente racional -siempre den-
tro de la convención de que todo pase
en el mismo sitio y en doce horas: un
La razón
y su modelo matemático
«Las largas cadenas de razones per-
••• te científica, en la creación literaria, personaje de otro autor se admira in- fectamente sencillas y fáciles que
acostumbran a emplear los geómetras
••• son diversas según los géneros: la pro- genuamente de que cierto emperador
«ve, ama y se casa en un día», sin re-
para llegar a sus más dificiles demos-
••• atractivo para nuestro gusto cuando Moliére, porque, dado su tono cómi-
se suceden del mismo modo, y que, con
tal que nos abstengamos de recibir por
••• se escribe en breves aforismos -bien verdaderas las opiniones, que no lo
sean, y observemos siempre el orden
••• sean sobre la conducta, como en La
Rochefoucauld y La Bruyére; bien necesario al deducir una cosa de otra,
••• tengan alcance religioso, más allá de
no puede haber nada tan remoto que no
se alcance, ni tan escondido que no se
•••• lo racional, como en el caso del mate- descubra. [ ...] y considerando que, de
todos los que hasta ahora han buscado
•••• mático y místico Pascal-. En cambio,
la verdad en las ciencias, solo los mate-
se comprende que para la poesía líri-
•••• ca las consecuencias de estas doctri-
máticos han sido capaces de encontrar
demostraciones, es decir, razones cla-
••••
nas racionalistas no fueran muy su- ras y seguras, no dudé que debia em-
•••• gestivas: Boileau (1636-1711) en su pezar con las mismas cosas que ellos
•••
••••
sía había de ser expresión métrica de
la moralidad oficial sin ninguna au- co, la preceptiva resulta en él más lle-
dacia ni novedad, en lenguaje claro y vadera en su aplicación. El clasicismo
•••• casi impersonal-de ahí que sea de es- seguirá relativamente vigente en el si-
••• timar la modesta gracia de las fábulas glo XVIII en Francia, aunque dando
paso gradualmente al ambiente del
••• de Lafontaine-. El terreno más im-
portante para esta literatura es el del «ilustracionismo». Con todo, la Re-
•••• teatro: Corneille (1606-1684) todavía
Hay algo de
desarrollo de un
volución Francesa aún guillotinará al
•••• tiene cierto influjo del teatro barroco teorema moral en más puro de los poetas neoclásicos,
•••• español, y, si defiende la preceptiva el teatro de Racine, incluso neogriego en su temática: An-
que mal podría dré Chénier.
••• de las «tres unidades», 10 hace por responder al sentir
••• mera conveniencia práctica, no por
creer que se trate de axiomas eternos
de la Corte en que se
representaba. ...".
•••
""
•••
••• "'-_ ..-..._
••• -'-~"""""'-----------------~--"",,",-''''----'-~'''''''''''''''----''-''~-~' ., , . ~
••••
j;
El ánimo confiado de la Ilustración
I1
••• 11
••••• ideas»,
(Friedrich,
El caminante
No faltó, sobre
todo en España, la
rechifla popular y
sobre el mar
burguesa ante el
•••• de niebla.)
nuevo espíritu
•••• romántico, aquí.
caricaturizado por
••• un pintor-buen
•••• romántico a su vez
(Alenza, Suicidio
••• romántico, Museo
••• Romántico, Madrid)
.,
••• ..L
•
--' -.-.--'----~~_.,.'_.,.,.-_ .. ,.._ ... _. __ .• _-_._, ~I ¡
rencias entre los escritores, en medio
14/EI de la estabilidad nada revolucionaria "El mundo debe hacerse romántico. En- 1
movimiento
del país. Por lo que toca a la religión,
los desengaños políticos fomentan la
tonces volveremos a descubrir su signi-
ficado original. Hacer romántico algo no
es sino una potenciación cualitativa. En
1
1
~
I
tendencia a refugiarse en tina imagen, tal operación, el yo inferior se identifica 1
romántico más estética que creyente, de la Igle- con el yo superior. Nosotros mismos I
sia católica en sentido medieval, y no somos esa serie de potenciaciones
cualitativas [ ...] En cuanto doy un signi-' l
i I
solo entre escritores franceses.: sino I
J
30 la literatura inglesa, con grandes dife- blada de teoría abstracta. El idealismo
••
•••
•••• .'
•• es, en efecto, la filosofía del Romanti-
••••••
cismo, con Fichte, Schelling y Hegel,
y, por cierto, no sin valor literario
propio. Es significativo que estos dos
últimos se educaran junto al más
•• puro lírico, Holderlin, y bailaran con
••
•••
él en torno al «árbol de la libertad»
Iestcjando la Revolución francesa .
l lolderlin -nacido en 1770, caído en
••• locura en 1802, para sobrevivir hasta
•••• IR41-, en efecto, lleva sus comunes
•••• , anhelos a la más alta expresión poéti-
ea, a veces soñando una Grecia pura,
••• '1
••
•••
'no sólo los literarios-
señalar en Hegel,filósofo
la podríamos
ocasional-
fecha primaveral y
se convierte en
símbolo político de
Al más puro e
intenso poeta
romántico, "la
mismo, aún en plena
juventud (Holderlin,
por H. K. Hiemer.)
ser universal en su
desarrollo, con su
sentido divino,
mente también de recia garra de escri-
••• tor. El presenta la enorme sistemati-
••• zación total de lamarcha del Espíritu
••• divino a través de naturaleza, historia
••• y conciencia teórica, con lo cual la li-
teratura -por un, lado- adquiere un
••• _alto sentido de expresión del Ser mis-
••• mo, pero, por otro lado, su forma
••• concreta de palabras resulta desvalo-
••• rada, y sus obras' mismas, una por
una, quedan reducidas a ejemplos y
••• síntomas de la marcha del espíritu,
••• histórico; una manera de ver que, cre-
••• ciente hasta hoy día, amenaza dejar
••• por muerta la.literatura al reducirla a
su sentido abstracto e histórico. 31
•••
•••
., ..L
•• -------, -- --
11
¡J'
••
•••• ,
\
••
•• Musset, y, en especial, Victor Hugo, Romanticismo europeo en un solo li-
•• "No estoy seguro de nada más que de
la santidad de los afectos del Corazón y
de larguísima vida. bro, podríamos elegir la novela de
•• pues tengo la misma Idea sobre todas Siglo de Oro, por más que lo glorifi-
•• nuestras Pasiones Que sobre el Amor:
Que son todas de esencial Belleza ... La que, junto con la Edad Media, pero
•••
•••
•••
imaginación puede compararse al sue-
ño de Adán: despertó y encontró que
era verdad. Me importa más este asun-
to porque todavía no he sido nunca ca-
paz de percibir cómo puede conocerse
sale de la atonía lírica del siglo XVIII
con un prosista como Larra y un poe-
ta como Espronceda -sin duda supe-
rado por el cubano Heredia-. Aparte
*Españolada: Victor Hugo sitúa la acción
de Hernani en España, donde él mismo
vivió durante algunos años cuando
de un tardío romanticismo norteame- era niño, concretamente en Madrid. Tanto
••• nada como verdad por parte del razona-
miento coherente: y sin embargo debe ricano -Poe y Melville ya son de la los personajes como la ambientación de la
••• ser así... iAh una vida de Sensaciones, segunda mitad del siglo ~- es impor-
novela no son más Que una exageración
de la realidad española de la época,
••• en vez de una vida de Pensamientos!
Es "una Visión en forma de Juventud", tante aludir al romanticismo ruso, y con la que buscaba acentuar el
••• una Sombra de la realidad venidera -y no sólo por la byroniana poesía de pintoresquismo y exotismo que varios autores
románticos, no sólo él, vieron en este país.
••• esa consideración me ha convencido Puchkin: si hubiera que condensar el
•••
aún rnás-, pues ha venido en ayuda de
otra Especulación favorita mia: que dis-
frutaremos después, teniendo lo que
;. ••• ~ •..••...•t:...·
7
_. .•. ~;.A-: ",,-:;'~<r~~--
••• llamamos felicidad en la Tierra, repetida .~~
.~;:-~
:"~~;:;:~~~t:ir~"~'
.....,~.
••• en tono más hermoso ...••
-,,' ~~__ r'yl~
•• ;:/;..~~.~~-~~.~,~~,?-~~~
.
•••• sar de que en la prosa, por ejemplo,
Chateaubriand aporta, con el co-
4.. ".. '
~J ';-:~::;;?d;:J
/ /"".",.;:«~0..r",4
.' '"
-;. _,~ -~.•..'.•.
.::::e:~~:=.f';,,:;:~'.~.'::<,:::: ~~"
. ?
'x- -: que la imagen correspondería
parar nuevas expresiones artísticas
••• que llevarán al simbolismo. Por aho-
:, ",<,~~~ r
mejor a la palabra si ambas
salían de la misma mano. Así,
••• ra, Lamartine, con sus Meditaciones " /.-;.";'~.:~ '_'/te4<!;,;;: ~
.••..• " ••• " / -
r1.•..~:
7.
'..:,.. -, trazó las mejores ilustraciones
••• posibles a su propia obra
/Ó, ", ,
.•.
.,"/' ./ _ .'.
A~~"
,
/vl'f'\ ,.~.'
..::::.-~";::'~~~:-~::'
:::_~~.~~.
A \.>...c'; ~:
" ,l •• J
(Carta de Victor Hugo a M.
La etiqueta de «post-Romanticismo»
es, seguramente, la de menor impacto
entre todas las usadas en estas pági-
nas, y, sin embargo, nos resulta indis-
pensable, en parte para que no apa-
rezca sola la novela realista .!4desde
el Romanticismo hasta el cambio de
siglo, y en parte, porque, en efecto,
hay un interesante desarrollo de la ac-
tividad poética y reflexiva que, pro-
longando las premisas del Romanti-
cismo, se hace cargo de la nueva so-
ciedad industrializada y financiera.
En algunos casos, Ciertamente, ese
post-Romanticismo es, en su mayor
parte, un Romanticismo tardío o re-
zagado, pero aun entonces hay siem-
El viejo navío movido es arrastrado a su ciencia y la técnica, aquéllos que
pre algo nuevo: aS1,en Portugal es el a vela, que evoca destrucción por un todas sus añoraban un mundo
momento. de sus más destacados poe- gloriosas victorias oscuro, pero aspiraciones y sus en el que todavía
tas, como Antera de. Quental del pasado, eleva su indudablemente formas de vida. podía hallarse el
(1842-1891), y se nota que respiran pálida y altiva silueta eficaz, remolcador a Pocas imágenes misterio y la poesía.
a la luz del sol. vapor, símbolo de la podrían expresar (Turner, El
ya la atmósfera internacional del posi- poniente, como un nueva época que mejor el tránsito Temerario.
tivismo. Y en España, G. A. Bécquer fantasma de tiempos basaba en el . entre dos épocas, Natíonal
(1836-1870) consigue su depuración ya muertos, mientras progreso, en la contemplado por Gallery, Londres.)
popularista de la lírica, no sólo a par-
tir de la impura materia romántica, zagado, salvo por la gran obra poética nemos en lengua inglesa -en francés
sino también de la aún más impura de esa época, surgida, en génesis de todo se orienta ya, en poesía, a lo que
materia de la poesía de la burguesía humor y protesta social, dentro del será el simbolismo-: no sólo en Ingla-
de esa época tan prosaica -Campoa- «género gauchesco»: el Martín Fierro terra, sino en Norteamérica, donde,
mor-o Y por lo que toca a las lenguas (1872) de José Hernández; y no está bajo el influjo intelectual de Emer-
minoritarias, animadas como ya se mal este caso para recordar que se son, que funde la herencia del pensa-
dijo por el Romanticismo, en el últi- puede dar un gran acierto en un pe- miento occidental con efluvios de la
mo cuarto de siglo es cuando llegan a queño movimiento literario, margi- mente oriental, está el gran Walt
su madurez la catalana y la gallega. nal y casi a contrapelo de las gran- Whitman (1819-1892), quien, a mu-
En cuanto a Hispanoamérica, cabría des tendencias. Sin embargo, el post- chos efectos, es ya un poeta del siglo
34 ver también allá un romanticismo re- romanticismo por antonomasia lo te- xx, exaltando, por ejemplo, la belleza
•• .. _---------------_._----_._ .. _--~-
••
••
••
•• de una locomotora y rechazando el Pero, en lo propiamente poético,
•• :II~
•• '111
'!
•••
que todavía se le ad-
juiciamiento de los individuos, que herían. Fue la edad
muestran su carácter en la lucha por del nacionalismo y
•• guramente el movimiento literario pico de este movimiento, con su gran con fría sensibilidad estetizante que
le convierte en precursor del «arte
•••• de mayor uniformidad internacional
.existente hasta entonces, no deja de .
tener cierta variedad por países. Y es
mole de novelas reunidas bajo el títu-
lo La Comedia Humana -frente a la
Divina, de Dante-, la mayor parte so-
por el arte» en literatura.