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Didáctica del Pensamiento Crítico Historia Corta Dr.

Nelson Urbina

Yo, Vikram, navegaba raudo por entre los


enhiestos peñascos cubiertos de nieve de los
Himalayas, que yacían quietos a mis pies, como
gigantescos monstruos prehistóricos
encadenados por el avatar del tiempo.

Desde mi astronave solo divisaba tonos azafrán y lila, mientras el sol poniente se sumergía presto
en el Mar Occidental de la Paz. Súbitamente apareció ante mi Mahendra, la ciudad luz del año
2299, resplandeciente como una joya. Descendí suavemente sobre un campo abierto entre un
bosque de banianos.

Era la fiesta del “Puram” y por una senda solitaria me acerqué a la ciudad. De pronto desde los
inmensos ventanales de sus murallas se proyectó un láser sensor que verificó mi identidad.
Percibí luego un clímax de alegría en la ciudad entera, un torrente vibrante de música holográfica
y centellantes luces de colores.

Cuando me aprestaba a ingresar por la puerta de los espejos,


apareció junto a mí “Meena’a”, la bailarina, Su sinuoso cuerpo era
una invitación a los sentidos, y el repicar de las ajorcas de sus pies
era casi una melodía. Se aproximó hacia mí radiante de alegría, me
miró y me sonrió. Su perfume era exquisito y penetrante. Era una
mujer joven exageradamente bella, sus ojos verdes tenían una
profunda y dulce mirada, su abundante cabello rojizo bajaba
formando una trenza hasta su grácil cintura, su sari blanco
cuidadosamente plegado reflejaba en su rostro un tono mármol, era
una hermosa diosa que había bebido ya el agua de la fuente de la
eterna juventud. Ella era ciertamente el mejor premio para cualquier
navegante cansado de la Coordenada Tiempo-Espacio. “Amor” me
dijo, “te he estado esperando desde siempre, para beber juntos el
néctar de la vida”. Y añadió “Tú sabes que te amo más que a la vida,
a ti, solo a ti” y su voz resonó grave y apremiante entre los vibrantes
cristales y su eco murmurante llenó el aire de súplicas. “Regresare
por ti”, le repliqué con un amargo nudo en la garganta, “cuando
cumpla la misión”. Y me trasladé de inmediato al complejo central
de la energía.

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Didáctica del Pensamiento Crítico Historia Corta Dr. Nelson Urbina

Era el mes de la estrella


Vega del año 2399. Los
Himalayas ya no refulgían
a la luz vespertina, todo era
oscuridad abismal.
Difícilmente logré ubicar a
Mahendra, puesto que
estaba desnuda, solo
cubierta con el negro manto
de la noche. “¡Oh
Mahendra realmente te has
transformado en el ocaso de
la vida¡”, suspiré hacia mis
adentros.

Sus murallas de granito estaban derribadas, el aire era maloliente y fétido. Doquiera se veían
piaras funerarias y los ayes de dolor se esparcían en ángulos estéreo hacia el cielo. Busqué,
ofuscado por el dolor, desesperadamente a Meena’a por entre los escombros calcinados, y al fin
la encontré completamente envejecida, cubierta de llagas, arrastrándose lastimosamente como un
reptil.

“¿Quién eres tu hombre de buen corazón?”, articuló con voz


entrecortada y trémula. “Soy Vikram” le dije, “Y tan pronto
como pude he regresado por ti”, y añadí” “!Cuanto lamento
que hayas sufrido los estragos de la catástrofe estelar!”, luego
mi corazón rebozó de expectativas y proseguí “Pero
realmente era necesario que renazca la muerte, pues así tu y
yo podremos hacer renacer la vida una vez más sobre este
planeta” y la tomé suavemente entre mis brazos y la acerqué
tiernamente a mi pecho y al contacto con mi halo corporal,
Meena’a rejuveneció 100 años.

Short Story by Dr. Nelson Urbina


Didáctica del Pensamiento Crítico
Guayaquil - Ecuador
Octubre del 2009

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