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EL PARQUE NACIONAL DE RIO ABISEO

Las áreas naturales protegidas – ANP, son espacios continentales y/o marinos del
territorio nacional reconocidos, establecidos y protegidos legalmente por el
Estado, a través del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el
Estado – SINANPE, debido a su importancia para la conservación de la diversidad
biológica y demás valores asociados de interés cultural, paisajístico y científico,
así como por su contribución al desarrollo sostenible del país.
El SINANPE tiene como objetivo contribuir al desarrollo sostenible del país a
través de la gestión eficaz de ANP que conservan muestras representativas de la
diversidad biológica, garantizando el aporte de sus beneficios ambientales,
sociales y económicos a la sociedad. En la actualidad suman 60 ANP y abarca el
14.80% (19 041 078,69 ha) del territorio nacional.
La conducción de la gestión d el SINANPE depende del Instituto Nacional de
Recursos Naturales- INRENA, que es la dependencia del Ministerio de Agricultura.
En nuestro país, una de esas áreas protegidas son, precisamente, los parques
nacionales, los cuales a su vez son áreas que constituyen muestras
representativas de la diversidad natural del país y de sus grandes unidades
ecológicas. En ellos se protege con carácter intangible la integridad ecológica.
Está prohibido todo aprovechamiento directo de los recursos naturales con fines
comerciales, permitiéndose la entrada de visitantes con fines científicos,
educativos, recreativos y culturales.
Los parques nacionales ocupan el 2.27% del territorio nacional, y estos son:
Cutervo, Tingo Maria, Manu, Huascarán, cerros de Amotope, Rio Abiseo,
Yamachaga-Chemillen, Bahuaja-Sonene, Cordillera Azul, Otishi, Alto Purus.
El Parque Nacional del Río Abiseo – PNRA – se encuentra ubicado en la Provincia
de Huicungo, entre las Regiones del Amazonas y San Martín, en Perú. El PNRA,
tiene una extensión superficial de 274 520,00 ha.
El PNRA, tiene como objetivo principal proteger los bosques de la neblina de la
ceja de selva y selva alta, conservando especies de la fauna silvestre en vías de
extinción. Esto se debe a que en el lugar predomina el contraste de los climas y
habitats, como el páramo o puna, los bosques de colinas altas o los de montaña:
provocado por la variedad sucesiva de pisos altitudinales. El PNRA se encuentra
entre 350 – 4350 m.s.n.m. y tiene un clima tropical de 10º C a 35º C de
Temperatura. Cuenta con temperatura seca y de fuertes lluvias, especialmente
en el periodo Octubre - Marzo. Además el PNRA fomenta y apoya la investigación
de los recursos naturales y promueve el desarrollo rural de las poblaciones
vecinas.
El PNRA estableció el 11 de agosto de 1983 una ley cuya finalidad fue la de
conservar y proteger los ecosistemas, la cuenca hidrográfica del río, los recursos
culturales y promover la investigación científica. Luego, el 14 de diciembre de
1990, la UNESCO lo declaro patrimonio cultural y el 12 de diciembre de 1992,
patrimonio cultural de la humanidad.
A pesar de todas estas virtudes se han identificado varias amenazas al PNRA,
tales como la caza furtiva, la cual es realizada en mayor porcentaje por personas
que ingresan ilegalmente, también, la extracción de madera, factor determinante
de la deforestación, y de no ser controlado comprometerá seriamente la
intangibilidad del PNRA.
Otra amenaza que es importante mencionar es la crianza de ganado de manera
indiscriminada, que si bien en los primeros años del manejo del Parque se logro
erradicar el ganado de los sectores Los Chochos, Pampa Hermosa y otras zonas,
esta actividad todavía sigue siendo una amenaza.
La minería es considerada también una amenaza si es que no cumple con las
medidas necesarias, ya que da lugar a la ocurrencia de accidentes y al uso de
insumos altamente contaminantes, como el mercurio con gran incidencia en el
ambiente acuático y salud humana. Finalmente, la pesca como actividad ilegal
también es muy peligrosa pues se abusa indiscriminadamente de los recursos
ictiológicos.
Tenemos que tener muy en cuenta que la importancia del PNRA radica en que
tiene diferentes ecosistemas, un gran numero de acuíferos, pequeños bosques
aislados y bosques típicos de la selva alta; en los cuales habitan gran cantidad de
especies tanto en cuanto a flora como a fauna. Se ha logrado determinar la
presencia de 227 especies de aves, 47 de mamíferos, 17 de anuros, y 4 especies
de reptiles, incluyéndose también especies en peligro de extinción como el
conocido “oso de anteojos”, el “cóndor andino”, el “mono choro de cola
amarilla”, entre otras especies. Y en cuanto a floro se refiere, se han encontrado
en la parte alta del Parque Nacional 13 nuevas especies de plantas, agregándose
a alas 977 especies ya existentes en esta misma área. Pero en toda el área del
PNRA se encuentran aproximadamente 5000 especies de flora. Destacando gran
cantidad de especies de orquídeas y helechos, de las primeras existen más de 60
especies, y de las segundas posee el 17% de las presentes en todo el Perú.
RIQUEZA ARQUEOLÓGICA DEL PNRA
El PNRA presenta una gran riqueza de huellas de ocupación precolombina. Hasta
la fecha se han registrado 36 sitios arqueológicos, 29 de ellos en el Pajonal de
Puna y 7 en el bosque continuo, siendo el de mayor importancia la zona
arqueológica Gran Pajatén. Otros sitios conocidos y de especial interés son: los
Pinchudos, Cerro Central y Apinsuchos.
EL GRAN PAJATÉN
Estas evidencias arqueológicas permanecieron escondidas hasta 1963, que fue
descubierto por los pobladores del distrito de Pataz, en el departamento de La
Libertad. La zona arqueológica se calcula en 4ha. Destacando 3 edificios
circulares adornados por figuras antropomorfas y zoomorfas. Según
investigaciones históricas se piensa que perteneció a la cultura Yaro o Abiseo.
LOS PINCHUDOS
Descubierto en 1976 de modo casual por un campesino de Pataz. Los mausoleos
están ubicados en una cavidad hecha por el hombre en lo alto de un farallón, con
paredes de piedra y barro, pintadas de color rojo ocre, amarillo y negro. Los
ídolos de madera penden de las vigas de un mausoleo, y poseen los genitales
abultados. Son los únicos ídolos de madera, prehispánicos intactos y emplazados
en un lugar original.
Trujillo, abril de 2007.

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