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Literatura del Siglo XVIII

La Ilustración es el movimiento cultural que define el siglo XVIII; con ella empieza la
verdadera Edad Moderna. Los tres principios básicos de la Ilustración son
la tolerancia, confianza en la razón y el sentimiento de humanidad. TOLERANCIA que
nos lleva a respetar la fe del prójimo, puesto que queda más allá de cualquier principio
de razón. Confianza en la RAZÓN, es decir, en la capacidad del hombre para resolver
todo mediante el estudio y el razonamiento; los ilustrados pretenden imponer la razón
frente a la fe y acabar con la ignorancia, el fanatismo y las supersticiones. Y como la
 

razón se ha dado a todos, todos tenemos el mismo valor, la


misma DIGNIDAD HUMANA: toda persona, encuanto ser humano y dotado de razón,
 

posee derechos que nadie puede ni debe arrebatarle.

El NEOCLASICISMO será el movimiento artístico y literario donde se expresen las ideas


ilustradas.

ENSAYO
El   se configura como tal en el siglo XVIII y, sobre todo, en el
Romanticismo con el desarrollo del periodismo.
Son textos en prosa, de extensión variable en los que el autor expresa sus ideas y
valoraciones sobre los más variados temas; su forma discursiva es la exposición y la
argumentación.
El ensayo es el género predilecto para la divulgación de los principios de la Ilustración.
En el XVIII adopta diversas formas: cartas, memorias, informes, libros de viajes...

FEIJOO (1680-1768). El padre Feijoo con sus textos pretendía educar al pueblo.
 

Escribió “Teatro crítico universal” y “Cartas eruditas y curiosas”. Arremete contra las
supersticiones y las opiniones infundadas y postula la razón y la experiencia como
bases de la ciencia.

CADALSO (1741-1782). Escribió “Cartas marruecas” obra en la que tres personajes


 

(dos marroquíes –Gazel y Ben Beley- y un nativo -Nuño) se cartean y permiten al autor
mostrar la realidad española desde análisis crítico.

JOVELLANOS (1744-1811). Sus ensayos tienen como destinatarios a los grupos


dirigentes y no al pueblo.
Escribió “Informe en el expediente de la ley agraria”, sobre el atraso del campo la
concentración de la propiedad en manos de los nobles y de la Iglesia; 
“Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas”, donde defiende la existencia
de diversiones para el pueblo; 
TEATRO: en la 1ª mitad de siglo acentúa los rasgos del siglo anterior,
barroquismo del lenguaje y búsqueda del efectismo escenográfico. A partir
del Neoclasicismo en las obras teatrales va a predominar la intención didáctica.
La obra tiene que servir para propagar ideas reformistas y educar a los espectadores.
Las principales normas que deben cumplir las obras son:
> Respetar la regla de las 3 unidades (acción, espacio,tiempo)
> Ofrecer un argumento verosímil: acontecimientos inventados pero que podían haber
ocurrido en la realidad.
>Mantener el decoro en los personajes, que deben actuar de acuerdo con su condición
social.
>Atenerse claramente a un género y no mezclar tragedia con comedia.

El dramaturgo más importante es Leandro Fernández de Moratín (1760-1828) cuya


producción está formada exclusivamente por comedias.
Sus obras tienen clara intención didáctica y moral y responden previamente al código
neoclásico.
Los temas que desarrolló en ellos son dos: la libertad de elección en el matrimonio, la
igualdad de los cónyuges, tanto en posición social como en edad. Este es el tema que
desarrolló en El viejo y la niña y El sí de las niñas. En La comedia nueva o El café satiriza
el teatro contemporáneo caracterizado por el exceso del tono melodramático.
El madrileño Ramón de la Cruz representa la línea tradicional del teatro. Sus sainetes
recogen el costumbrismo y el sabor popular del Madrid de la época.

En la POESÍA podemos distinguir tres grandes tendencias:

a) Poesía rococó o posbarroca en la que predomina el refinamiento y cuyos temas


dominantes son, además de la naturaleza, los del amor y belleza femenina, pero en un
marco de fiestas y rico vestuario, con un fondo de paisajes delicados y artificiosos.

b) Poesía ilustrada o neoclásica-> Triunfará en la segunda mitad del XVIII, y en la que podemos distinguir: 
1.- poesía filosófica y utilitaria que busca sobre todo educar e ilustrar. Los temas son
la exaltación de las bellas artes, las novedades científicas, las ideas de reforma social, la
ponderación de la amistad, los ideales de virtud y fraternidad, desprecio de la guerra,
odio a los tiranos y condena de la tortura, rechazo de la ociosidad y la ignorancia, fe en
el progreso mediante la educación. Ejemplos serían la poesía de Nicolás Fernández
Moratín y José Cadalso; y la poesía filosófico-doctrinal de Meléndez Valdés. También
las fábulas de Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego.

2.- Poesía sensual cuya composición característica es la anacreóntica, de metro corto y


estrofas breves, de tono festivo y alegre, que exalta el amor y los goces sensuales; su
máximo representante fue Meléndez Valdés.

c) Poesía prerromántica

Plasmada en poemas amorosos, de exaltación de la naturaleza, etc. Es el caso de


Nicasio Álvarez Cienfuegos y Manuel José Quintana.
El sí de las niñas

Argumento: doña Irene ha concertado el matrimonio de su hija doña Paquita, de solo dieciséis
años, con el sesentón don Diego. La chica está enamorada del joven militar don Carlos, que no
es otro que el sobrino de don Diego. Enterado de la situación, don Diego renuncia a sus
pretensiones y permite casarse a los jóvenes.

La obra: combina elementos cómicos y sentimentales y reúne los temas favoritos del autor: el
matrimonio desigual, la opresión de los padres insensatos sobre sus hijos, la autoridad paterna
mal ejercida… En la obra se brinda el modelo de una organización social y una actitud basadas
en la razón.

El sí de las niñas se ajusta a las normas neoclásicas, ya que, además de su clara finalidad
didáctica, respeta las tres unidades dramática.

Sobresale la maestría en la caracterización de los personajes, incluidos los criados. Destacan la


egoísta, empecinada y locuaz doña Irene, y don Diego, ridículo en su pretensión. Pero también
digno, comprensivo y generoso.
Estilo: la prosa es natural y sencilla, y en los diálogos prima la agilidad. Los momentos serios y
sentimentales no llegan a la exageración, y los cómicos no caen en lo chabacano, lo que
contribuye a la sobriedad y mesura de la comedia.

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