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JUAN JOSÉ ROCA

ODA AL
GRITO DE
ALCORTA

Comuna de Alcorta

Ilustración: Nelly G. de Galetto


(Escudo Comunal)
Juan José Roca
Reconquista 947 (2117) - Alcorta
(Santa Fe) - Rep. Argentina
Queda hecho el depósito que
previene la ley 11723
I.S.B.N. 950-43-3388-5
Impreso en Argentina
Printed in Argentina
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total o parcial sin la previa
autorización del autor.
RESEÑA HISTÓRICA

ALCORTA, localidad ubicada al Sur de la provincia de Santa Fe, República


Argentina.
Empobrecidos chacareros inmigrantes Italianos y Españoles, en su mayoría
Italianos, ante la desesperante situación en que se encontraban, se
convocan para gestar un movimiento agrario. Para ello, un grupo de
campesinos se llegan hasta la chacra del señor Francisco Bulzani, ubicada
en campo "La Adela". Muchos fueron los encuentros realizados en el
mayor hermetismo. Decidiendo el señor Ángel Bujarrabal, propietario de
un almacén de ramos generales, ubicado en el centro del pueblo;
facilitarles el sótano, para sus reuniones clandestinas. Estos contaban con
el incondicional apoyo de todas las zonas. Base que fortalecía sus
principios en la segura decisión de un total convencimiento > que los
enaltecía en la voz de la justicia, de la razón, y del derecho.
Ninguno de los colonos era dueño de las parcelas de tierra que
trabajaban. Quedando desprotegidos ante la actitud de los que poseían
grandes extensiones de campos y el poder donde acrecentaban un
dominio de indignantes procederes.
La presencia de la mujer en esta causa tuvo notable gravitación
sosteniendo en la actitud Indeclinable de la firme convicción, el bastón de
la fe.
En representación de las mismas, nombraremos a María Robotti de
Bulzani: decidido carácter que sostuvo el brazo indeleble ante la envestida
del enemigo y los alentó en los momentos más difíciles con el coraje
inyectado en la palabra. Levantó los espíritus y les dio fuerza para
sobrellevar la pesada carga de los acontecimientos.
En la Parroquia de Alcorta realizaba oficios religiosos el Presbítero José
Netri; alentándolos, desde el pulpito de la Iglesia. Lo mismo hizo su
hermano Pascual, Sacerdote de Máximo Paz. Estos aconsejaron solicitar
los servicios de su hermano Francisco, abogado, y radicado en la ciudad de
Rosario.
El día veinticinco del mes de Junio y sobre la hora once el doctor Netri
acompañado por la prensa desciende en la estación de Alcorta. Mientras
que en las Instalaciones de la Sociedad Italiana, más de dos mil
agricultores, aguardaban con impaciente expectativa, su llegada. Ante el
difícil momento en que estaban pasando, deciden emprender el único
camino que les quedaba y resuelven declarar una > huelga general por
tiempo indeterminado, hasta encontrar una posible solución que les
permita una existencia digna.
Éste se convirtió en el líder de la causa. Asesinado cuatro años después en
la mencionada ciudad, cuando se dirigía al local de la Federación Agraria
Argentina.
El doctor Netri, visionario y hábil, teniendo en cuenta la importancia que
había alcanzado la huelga en todo el país, inicia los trámites con el fin de
llegar a fundar una Sociedad Sindical, que contemplara el esfuerzo, el
sacrificio y defendiera, los derechos del labrador. Se fija el día quince de
Agosto de mil novecientos doce, para la asamblea constitutiva, de la
nombrada entidad. La cual en su primer manifiesto público, les requería a
sus adherentes, autoridades provinciales, nacionales, terratenientes,
intermediarios y a la prensa en general, intervengan para evitar la pérdida
de la cosecha. Mediante la misma, se insistía en dejar de lado toda
intransigencia, para concertar arreglos justos con los colonos que no
habían conseguido mejoras, pidiéndoles a los que aún se mantenían en
absurda posición negándose a perder los injustos privilegios que se
otorgan a sí mismo, sigan el ejemplo de aquellos que no tuvieron
Inconvenientes en escuchar las reclamaciones de los oprimidos.
ODA AL GRITO DE ALCORTA

Cielo azul, tierra negra,


Solamente algunas casas
y desde un grito renacía
para un pueblo, la esperanza

Cansados de que lo exploten


los cafisos de alas anchas,
cerraron las tranqueras
y nadie trabajó la chacra

Con el cansancio en las manos


y con el sol en la cara,
el silencio se hizo grito
enarbolando una causa
>
Manos de marcadas llagas
marchitos sueños deshechos
calientes astillas de soles
hincándoles en el pecho

Con la bronca masticada entre los dientes


y la palabra disuelta en el silencio
azul de la tarde que se pierde
sobre el polvo de la tierra por el surco abierto

La fija mirada de la profunda tristeza,


agonizaba sobre la hondura gris de la tarde
y en la injusta ceguera que da la pobreza,
dolía el silencio en aquellos umbrales
>
Donde afirmaban sus justas razones,
los claros principios, que abrazan la causa
y sobre el misterio de una fría noche
del campo La Adela se eligió la chacra

Junto a ellos estaba María


con desvelos de madrugadas.
María supo de noches tristes,
en el silencio de la humilde casa.

Y sobre la rústica mesa,


tan vieja de horas largas,
María amasó a la luna
entre la harina de su mano blanca.
>
María fue el sustento
viril que la lucha labra,
cuando el brazo se vence
y dobla la tarde su espalda

Basando en el argumento
del grito que se agigante,
la voz que se multiplica
sobre miles de gargantas

Del miedo, el tiempo gastado


del futuro, la luz apagada
y con el orgullo, del orgullo aferrados
cruzaron la noche estrellada
>
Manos que toman las riendas,
cueros que lisa el pescante
y en el cómplice rumor de la noche,
una luna de plata, visitó al caminante

En el avance del paso constante


vio inmersa una bola de plata,
rodar por los campos distantes
con la luna, blanca de escarcha

Un ruido, al profundo silencio irrumpía


dejando en la huella, otra huella marcada
en la voz protestona, que al rodar se sentía
del eje gastado, como una palabra
>
Y cubriendo largas distancias
atrás quedaba un camino,
por un grito, que ardía en el pecho
y en las manos de aquel campesino

De un sótano en penumbra
ocultos discutían,
las formas y los pasos
que a la par se darían

El Padre José, Sacerdote del pueblo,


junto a su hermano, el Padre Pascual
se abrazaron a su honor
y en la visión de su luz espiritual,
lucharon por la causa sin temor
>
Mientras que la suma de los días, consumía
la ansiada espera de una mañana nueva
con los rayos del tibio sol que caía
entre callosas manos, de calladas penas

Veinticinco de junio de 1912


Sobre el espacio frio
sonaban las campanas…
En un simbólico llamado
sonaban las campanas…
Y en correcta caravana
cruzaron, bajo aquel cielo,
rumbo a la Sociedad Italiana,
los activos y valientes chacareros
>
Ya nadie a nadie temía
sin saber y por quererlo,
nacía con ese día,
la Gesta Heroica “de un pueblo”

En horas del mediodía


y sobre la escalinata de un tren pasajero,
llegaba el doctor Netri,
¡venía a defenderlos!

Francisco Bulzani, lo presentaría


ante una estruendosa ovación
porque entre sus leyes traía:
lucha, justicia y razón
>
Con sencillez, les explicó el modo.
Hablándoles con palabras ciertas
y en la conformidad de todos
se dio la causa, por abierta

Manos levantadas refrendaban la propuesta


aprobando con sus gestos una firma de lealtad.
Abandonaron el surco y a la lucha ya dispuestas
mostraron con grandeza, un ejemplo de unidad

Los hombres de la prensa, hilvanaban


las vivencias de una cierta realidad,
y en la tinta de los gráficos talleres, olvidaban
el abultado manuscrito, que en detalles contaba la verdad
>
Despertaba la mañana y en las páginas del diario
ganaba en la noticia su voz la actualidad
y por todas las veredas, variados comentarios
desprendía el canillita, pregonando en la ciudad

-Se revelan campsinos, ante hechos arbitrarios


y con sed de justicia, reclaman dignidad-
El eco vagabundo, se fue en alas del viento
y el majestuoso grito, fue sol de libertad

Se quedó entre las ramas invisibles de los tiempos


y en el bronce de la historia, tu nombre brillará
derrotada la injusticia y los blancos documentos,
un sol de tierra tuya, los campos cubrirá
>
Y el que hizo posible tan loable misión:
el líder, el mártir, el buen confesor,
el amigo del explotado campesino,
murió como mueren, los grandes de estirpe,
dejando en la obra, un signo de honor

Se regó la tierra, en la caliente sangre


mancha roja, sobre aquel Rosario
y tristemente, se apagó la tarde
con manos callosas de puños cerrados

No pudieron, callar sus palabras


No pudieron, callar sus razones
y en su voz, quedó defendida
la justa dignidad del hombre
>

Se terminó de imprimir en el mes de


Marzo de 1991 en Imprenta Belgrano
Belgrano 345 – Alcorta, Santa Fe
>

(Contratapa)

El riguroso trajín de la historia, dejaría para


siempre plasmado en el severo trato de los hechos;
conocidos como, "EL GRITO DE ALCORTA"
el honroso titulo de:
CUNA DE LA EMANCIPACIÓN AGRARIA ARGENTINA

I S.B.N. 950-43 3388-5

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