Está en la página 1de 5

POLSKA

Memoria de mi
intercambio clínico.
María del nuevo García.

Cuando comprobé que el número de destinos que quedaba


entre los que escoger el día en que se realizó el sorteo (va a
hacer ahora un año) era tan pequeño, y que todo el mundo
declinaba la oferta de irse a cualquiera de ellos me sentí
afortunada, más que nada porque ya pensaba que no
quedaría nada para mi, ahora echo la vista atrás y me alegro
de haber seguido el consejo de una chica que estaba a mi lado
en el momento preciso de elegir y que me susurro al oído: no
te lo pienses, Polonia es muy buen destino, la gente vuelve
muy contenta.

Ahora puedo jurar que llevaba muchísima razón, quienquiera


que fuese le doy las gracias.

La ciudad que me tocó en suerte para el intercambio resultó


no ser tan mala y triste como la pintaban: Katowice, en la
región de Silesia, al sur del país, concretamente la capital de
dicha región y antigua Stalingrado. El mes: Septiembre. El
servicio en el hospital: Cirugía de transplantes.

Así pues compré mi billete una vez supe la fecha exacta: 31


de agosto, después de mirar varias compañías y comparar,
Wizzair era la más económica, además de ofrecer un vuelo
directo Madrid-Katowice que dura unas tres horas y media. Al
llegar, una estudiante polaca me vino a recoger en coche, lo
cual fue algo estupendo ya que era cerca de medianoche.

EL ALOJAMIENTO Y LAS COMIDAS:


Durante todo el mes estuve alojada en una residencia para
estudiantes de medicina muy cercana a la universidad.
Compartía habitación con otra compañera. El sitio no estaba
tan mal, algo descuidado, mobiliario en no muy buen estado,
pero suficiente para dormir y pasar algún que otro rato. Había
muy buen ambiente y contábamos con frigorífico, microondas
y baño , que compartíamos con otras dos chicas que estaban
en una habitación contigua. También disfrutamos de conexión
a internet, todo gratuito.

En cuanto a las comidas, he de decir que sus horarios son


bastante distintos a los nuestros, así como los platos que
cocinan. Comíamos en una cantina al lado de la residencia. El
almuerzo corría a cargo de IFMSA. Las cenas y desayunos,
corrieron por nuestra cuenta. Comíamos arroz con verduras,
fajitas, pasta y algún que otro plato típico suyo, como puré de
patata con huevos y una ensalada de pepino con salsa. Lo que
más me sorprendió fue que uno de los platos fuese crepes con
mermelada de fresa y una salsa de queso, ya que para mí eso
sería más una merienda que un almuerzo…de cualquier modo
me lo comí…Si preferías otra cosa podías tener la suerte de
que te lo cambiaran o podías pagarlo tú.

EL HOSPITAL:
Mi experiencia no pudo ser mejor. Resultó ser cirugía general
más bien, aunque también vimos un par de trasplantes. Los
médicos fueron muy amables con nosotras. Nos dejaban
participar en las intervenciones, nos enseñaron a lavarnos y
vestirnos, y a movernos por el quirófano. Nos explicaban todo
como buenamente podían, ya que algunos podían manejarse
muy bien en ingles y otros no, pero todos lo intentaban.
Vimos intervenciones de cirugía vascular como por ejemplo
endarterectomías, safenectomiás ó bypass ; Vimos también
un trasplante de riñón y otro de hígado, entre otras muchas
cosas. Tuvimos bastante libertad para asistir según el horario
que se ajustara mejor a las actividades de ocio, aunque bien
es cierto que otros compañeros no tuvieron la misma suerte,
y sus médicos no les dejaban ni respirar…Yo asistí bastante,
creo recordar que solo falté dos ó tres días, ya que me resultó
muy útil además de entretenido. Aprendí mucho. Fue genial.

EL PROGRAMA DE OCIO:
No se podía pedir más, sencillamente estoy muy agradecida a
todas las personas de allí que se ofrecieron a acompañarnos
en viajes y excursiones, fiestas y demás actividades, No sé
exactamente cuantos amigos hicimos en total, pero más de 30
seguro…

Vivíamos en la misma residencia todos los que compartíamos


intercambio. Estrechamos lazos muy rápidamente, hicimos
piña y hacíamos casi todo juntos. Éramos como una gran
familia internacional formada por: una española, tres
italianos, tres egipcios, dos portuguesas, un jordano y una
chica de Ghana. Todos dominaban el idioma en mayor o menor
medida.
Cada fin de semana realizábamos un viaje a una ciudad
dentro de Polonia.En concreto visitamos tres: Cracovia,
Varsovia y Wroclaw. En principio pensábamos ir a una zona de
montaña preciosa: Zakopane pero finalmente se canceló por
el mal tiempo. En cada ciudad dormíamos en un albergue
juvenil o un hostal, a precios mínimos, porque allí es todo
baratísimo, y con baratísimo quiero decir una noche de hostal
con desayuno por 8 euros…Viajabamos en tren o autobús,
también a muy bajos precios.En cada viaje nos acompañó
gente distinta, siempre amables, alegres y con una sonrisa
para ofrecernos. Siempre preocupados porque todo saliera
bien, porque estuviésemos contentos.Organizaban cada viaje
a la perfección,se encargaban de reservar el hostal y el
transporte y nos ayudaban con cualquier problema. Salieron a
discotecas y pubs con nosotros, bailaron, rieron y caminaron
hasta acabar muertos de cansancio para que no quedara un
solo rincón por visitar.

Fue un programa muy amplio y prácticamente no nos quedaba


tiempo libre para aburrirnos, porque también entre semana,
por las tardes, se organizaban muchas actividades: bolera,
cine, restaurantes, clubs, bares etc.

Otra de las excursiones que realizamos fue a Auschwitz,


impresionante, cuanto menos, no se puede explicar con
palabras, es algo que hay que ver…

En general puedo decir que me ha parecido


una de las mejores experiencias que he vivido.
Practicas inglés, conoces el ambiente
hospitalario de un país extranjero, conoces
gente, lugares, tradiciones y una cultura
distinta a la tuya. Yo estoy feliz de haber
tomado la decisión hace un año, porque ha
sido realmente maravilloso, y, desde luego, os
animo a todos a probar suerte, porque merece
la pena.

También podría gustarte