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ESCUELA POLITECNICA NACIONAL

ADMINISTRACIÓN GENERAL
NOMBRE: Gonzalo Constante F.

FECHA: 26 de Octubre, 2010

TEMA: Ensayo sobre el éxito, la fama y la felicidad.

¿Vuelven el éxito y la fama una utopía a la felicidad?

¿Cuándo el éxito y la fama nos alejan del camino a la felicidad?

Hoy en día se puede apreciar con algo de objetividad como el resultado de la


ambición desmedida y la codicia de muchas personas de tener fama, éxito, dinero
y poder los ha desligado de su camino en busca de la felicidad. Pues el éxito y la
fama pueden ser un instrumento para que una persona pueda vivir de aquello que
es su vocación pero en el momento que se convierte en el objetivo de sus vidas se
convierte definitivamente en una trampa y se convierte en un enemigo de si
mismo. Es importante saber diferenciar a la fama, el dinero y la felicidad porque si
bien es cierto pueden tener alguna relación no necesariamente son consecuentes
entre sí.

El éxito es cualquier situación en la que uno llega a pensar que ha logrado lo que
quería desde cosas muy simples hasta propósitos que pueden ser un punto de
cambio en nuestras vidas. Es conveniente destacar que la felicidad del éxito no
está en el final sino en lo que se va sembrando en el camino, el esfuerzo
necesario para llegar a cumplir con un objetivo, ya que el éxito no es el dinero ni
la fama sino en hacer lo que nos gusta y sentirnos bien con nosotros mismos sin el
afán de que todo nuestro esfuerzo sea reconocido. Pues el peligro del éxito puede
ser el conseguirlo pues cuando se consigue todo cabe la posibilidad de la
necesidad de nuevas metas y en esa búsqueda se puede terminar haciendo cosas
muy ajenas a nuestros ideales.

La necesidad de las personas de ser famosos, está ligada a la auto exigencia de


escapar del anonimato porque socialmente se considera a esto como fracaso y la
sociedad se encarga simplemente de premiar a quien “salió de las sombras”. En
muchas ocasiones la fama nos da una supuesta sensación de seguridad cuando
realmente es una condena voluntaria al miedo permanente al fracaso, a la
vulnerabilidad de nosotros mismos. La fama bien encaminada nos puede convertir
en personas muy competitivas, lo que nos lleva a siempre plantearnos nuevos
objetivos, a ser ambiciosos, pero esta nos puede desatar envidia, celos, vanidad y
sobre todo egoísmo y aislamiento sicológico.

Por otro lado la felicidad es algo mucho más complejo aunque no más difícil de
alcanzar al ser famoso o tener éxito en la vida. En muchas ocasiones la felicidad
está ligada en desarrollar ciertas habilidades, cualidades o virtudes, en el hecho
de tener equilibrio de nuestras vidas, de reafirmar nuestra personalidad a través
de las experiencias, de disfrutar de nuestra propia compañía. Esto nos puede
llevar a pensar que la felicidad es una utopía cuando en realidad se trata de
librarse de la trivialidad y banalidad de lo material de la vida. El problema del
camino en “búsqueda de la felicidad” es que depende de cada persona que puede
ser largo y dificultoso puede ser sencillo e igualmente satisfactorio.

Tanto el éxito como la fama pueden ser instrumentos para llegar a la felicidad
siempre y cuando estén bien encaminados, que no se tornen una obsesión, que
disfrutemos todo el camino para cumplir nuestras metas porque tanto el éxito
como la fama nos vuelven más vulnerables, generan en nosotros miedos pero si
ante todas las cosas tenemos como prioridad las cosas que nos hacen felices
vamos a valorar todo el esfuerzo por sobrepasar las adversidades. La felicidad
empieza con la paz interior, el equilibrio de nuestras acciones y
consecuentemente con valorar las cosas por su verdadero valor.

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