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Descripción

Juan Palao García

Taller de Redacción

Anclaje: Una muerta

Reformulación: cuerpo inerte

Partes:

cabello, cara, ojos, nariz, boca, oídos, piel,


brazos,codos,manos,anetbrazos.dedos,uñas,bellos,pechos,costillas,arrugas,
piernas, rodillas, pies, ropa.

Propiedades:

Estatura: 1. 65

Edad: 65 años

Sexo: mujer

Tono de piel: moreno

Color de cabello: negro, oscuro, lacio, canoso.

Lugar en donde se ubica: habitación de departamento.

Tipo de ropa: informal.

Asociación:

Con frío, viento, piedra, animal muerto, lluvia, costal de alimento, costal de
semillas, hielo, zombie.

Enmarque situacional: un individuo entra a una habitación desgastada de un


departamento únicamente iluminada por tenue luz que se filtra a través de la
cortina, al abrir la puerta lo primero que observa es a una mujer tirada en el suelo,
se da cuenta que la mujer está muerta.
Una muerta

Cuerpo inerte

hace apenas un día ese cabello se movía lentamente alrededor de las orejas y el
cuello de esta mujer, esta mañana rodea la cabeza esparcida en el suelo a
manera de abanico, el polvo se filtra por entre sus mechones haciéndolo ver un
poco más gris de lo que ya se ve sin que se distingan en si los cabellos blancos
por completo, se difuminan a lo largo de la cabellera como lo habían
acostumbrado hacer desde que tenía treinta años, el cuerpo yace tirado en ese
suelo frío que nunca agrado al que lo veía, amarillezco, opaco, sucio, un mosaico
cuadriculado por el que no pasaba nadie más que ella, Guadalupe, que solía
caminar sobre él descalza, ignorando las pequeñas piedras que le ocasionaban
dolor en la planta de sus pies. En este suelo está tirada en una posición de alguien
que acaba de tropezar e intentó levantarse, esas manos arrugadas y manchadas
se ven abiertas tocando de manera uniforme el suelo, los brazos tensos dan la
impresión de que sigue imprimiendo fuerza para levantarse, los numerosos bellos
exentos de canas que lo cubren por sobre todo el antebrazo conservan una capa
de fino polvo que se sostiene fácilmente entre cada uno de ellos debido a que se
encuentran un tanto erizados, esta posición engañosa deja mostrar la mayor parte
de ese pequeño cuerpo, jorobado, casi deforme, e igual de odioso para la mayoría
que el suelo sobre el que está tendido. Sus piernas se encuentran flexionadas una
sobre la otra, apenas cubiertas por el camisón de franela que la viste, un camisón
rosado desgastado con puntos blancos que acostumbraba vestirla durante sus
noches y cortos ratos de sueños, ese camisón deja ver arrugas que nadie conoce
ni se imagina, flexiones en la piel abultadas en la parte anterior de las rodillas, en
los tobillos, sobre la que se desenvuelven venas moradas y verdes oscuras y
gordas, arrugas cubiertas de los mismos bellos que cubren sus brazos, cubiertas
también de manchas moradas y rojizas que llegan hasta los pies descalzos
mostrando extrañamente una piel que contradice lo anterior, tersa y lisa. El
camisón se enreda a la mitad de sus muslos dejando ver la imagen anterior al
mismo tiempo que presume una de sus clavículas, imagen que complementa de
manera perfecta el hecho de que esté muerta, haciendo una referencia inmediata
a su esqueleto. Siguiendo por la línea que se marca arriba de la clavícula se
encuentra otra serie de arrugas que se acomodan caprichosamente de forma
circular, toda la piel tiene una consistencia rígida que se puede observar desde
lejos, se forma un collar debajo de ese cuello corto y frío cuya función actual se
reduce únicamente a mantener unida la cabeza envuelta entre cabellos fríos
arrojados al suelo, cubren, por suerte para el espectador, una expresión extraña
del momento en el que murió, revelando las causas y el dolor que sintió al
transformarse su cuerpo en uno inerte.

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