Está en la página 1de 2

Cuando es una cuestión que se refiere al cuerpo, escucha al cuerpo.

Cuando es una cuestión que


concierne al pensamiento, proyectos, ideas, sueños, lógica, razón, escucha a la mente. Cuando es
una cuestión que se refiere a tu totalidad escucha al corazón.

Los corazones humanos muchas veces actúan como cárceles cuando han sentido los
rasguños de la incomprensión humana, pero si es triste contemplar la ignorancia de los
hombres, mas triste es observar corazones encarcelados. Quita las cadenas de tu corazón,
vuelve a encender la antorcha del amor y entrégalo a cuanto ser encuentres a tu paso,
porque debes saber que el amor es para el hombre, lo que el agua es para las plantas, es la
vida, es la energía y es el motor de la existencia.

Rendirse a la vida

. Todo el universo es una unidad cósmica. Tú no estás aislado; no eres como una isla. Estás
conectado; estás enraizado en el océano de la existencia tal como una ola.

A menos que esto se sienta muy profundamente, nadie podrá entrar en el éxtasis total de la
existencia; porque si crees que tú estás separado no podrás unirte, si crees que tú estás
separado no podrás rendirte. Si sientes que tú no estás separado, la rendición se vuelve
fácil; sucede. Si sientes que eres uno con la vida, puedes confiar en ella. Entonces no hay
temor. Entonces podrás morir en ella con felicidad, con éxtasis. Entonces no hay temor a la
muerte.

Siempre que hay alegría sientes que viene de fuera. Te has encontrado a un amigo y, desde
luego, parece que la alegría viene de tu amigo, del hecho de verle. Esto no es cierto. La
alegría siempre está dentro de ti. Tu amigo sólo es un detonante de la situación. Ha ayudado
a que salga tu alegría, te ha ayudado a que veas que está ahí. Y esto ocurre no sólo con la
alegría, sino con cualquier sentimiento: con la ira, con la tristeza, con la miseria, con la
felicidad; en una palabra, con todo. Los demás sólo hacen que expreses lo que está
escondido en ti. No son las causas, no están causando nada dentro de ti. Lo que quiera que
esté ocurriendo, te está ocurriendo a ti. Siempre ha estado allí. Lo único es que este
encuentro con tu amigo se ha convertido en un estímulo por el que ha aflorado lo que
estaba escondido, ha salido de sus recónditos orígenes, se ha hecho aparente, manifiesto.
Cuando esto ocurra, permanece centrado en el sentimiento interior y entonces tendrás una
actitud distinta hacia todo en la vida.

Haz esto incluso con las emociones negativas. Cuando estés enfadado, no te centres en la
persona que lo ha provocado. Mantenle en la periferia. Simplemente fúndete con tu enfado.
Siente el enfado en su totalidad, permite que ocurra dentro de ti. No racionalices. No digas
que tal persona lo ha generado, no la condenes; solamente ha sido un detonante de la
situación. Y siente agradecimiento hacia ella, porque ha ayudado a que algo que estaba
escondido salga al descubierto. Ha acertado en algún punto donde había una herida oculta.
Ahora lo sabes; por tanto, conviértete en esa herida.

Con cualquier emoción, ya sea negativa o positiva, usa esto y se producirá un gran cambio
en ti. Si la emoción es negativa, te librarás de ella al ser consciente de que está en tu
interior. Si la emoción es positiva, te convertirás en la propia emoción. Si es alegría, te
convertirás en alegría. Si es enfado, el enfado se diluirá.

ENFOCARSE

Cuando “tomas una decisión” acerca de algo, pones en movimiento al universo. Ciertas
fuerzas más allá de tu capacidad de comprensión – mucho más sutiles y complejas de lo
que podrías imaginar – participan en un proceso cuyas intrincadas dinámicas se está ahora
empezando a entender.

Estas fuerzas y este proceso son todos partes de la extraordinaria red de energías
interactivas que comprenden la totalidad de la existencia que llamamos vida.

Establece un juicio y un solo propósito acerca de una situación. Y no distraigas tu mente


hasta que lo hayas convertido en una realidad. Mantente enfocado. Permanece concentrado.

Esto es lo que significa ser firme. Si eliges algo, elígelo con todo tu poder, con todo tu
corazón. No seas apocado. ¡Sigue adelante! Sigue acercándote. Apégate a tu determinación.

No aceptes un “no” como respuesta.

También podría gustarte