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Losnuevosromanticos
Losnuevosromanticos
perros románticos
(Muestra de la poética joven mexicana)
Diego Lazarte
www.ohcultos.com
ediciones digitales
Diego Lazarte
los nuevos
perros románticos
(Muestra de la poética joven mexicana)
Las batallas en el desierto
(Muestra de la poética joven mexicana)
©Diego Lazarte
© www.ohcultos.com
ediciones digitales
Revista de Arte y cultura
Colección Poesía Escrita
Primera edición, 2010
Diego Lazarte
Villa Coapa-Coyaocán,
10 de Septiembre del 2010.
Luz Prieto
Nació cuatro días antes de un eclipse solar bajo el
signo de cáncer, un tres de julio de
milnovecientosnoventayuno, en la capital de
México. En un lugar simétrico por tanto edificio y
donde no había saltamontes. Estudia
comunicación, en la Universidad Autónoma de
Aguascalientes, participa en una investigación sobre
lo simbólico de los zoomorfismos en el español y en
un observatorio de medios masivos. Le gusta leer en
las madrugadas. Además de que su nombre es un
oxímoron su actividad preferida, es ver películas y
analizarlas. Comenzó a escribir desde que se dio
cuenta que todo a su alrededor era nombrado con
una concepción personal y tenía que decirlo a los
otros; tiene publicaciones en revistas
independientes y suplementos culturales.
El aire se le ha acabado
ya no puede soplarle a los rehiletes
Sus brazos
se estiran
cuando toma a los globos de helio por su hilo
El niño en mi mente
juega a ser una hoja en blanco
I
Después de las tormentas
las islas a lo lejos son más nítidas.
Cuando despertemos solos,
los cangrejos hermitaños
serán nuestra caligrafía.
II
Para que no te vayas
te rodearé de agua.
Nos enviaremos cartas
cuando el viento doble las palmeras
y las sílabas comiencen el oleaje migratorio.
III
Somos islas:
palabras en el diccionario;
peces bajo el arrecife y la gramática.
Más abajo, en lo profundo,
somos la misma tierra, el mismo magma
de cartografías indecisas.
Se detienen
a esperar
que pase el autobus.
II
(PSIQUE)
Me soñé dormido
en tus sueños
calando tu honda enredadera
de pronto
me estrechaste con el pensamiento
y fui títere de tu memoria
cuando germine
despertaremos.
(FIN DE AÑO)
De semblante idéntico
al de ayer:
la banqueta destrozada por la raíz de un árbol
la vieja casa de enfrente de insospechados ecos
los postes y la calle
la fuente y las palomas que en ella se bañan
o no les importa
o nadie se tomó la molestia de avisarles
qué día es hoy.
(OTOÑO)
Separarse
olvidar
no se trata de cerrar el libro proclive a ser reabierto
se trata de arrancar de raíz la página indeseada
a veces quizá indeseable
aunque quede el vestigio desgarrado
de lo que allí existió
se trata
en fin
de sumergirse en el rigor horizontal
que exige la poesía volcada en el
papel
y no volver — también quizá —
hasta ya
muy entrada
la vida.
III.
Niño de sal
I.
Mi madre es como un perro rabioso
queriendo morder y destrozar
mi alma con sus rabiosas palabras
a mi
la benjamina
la enferma
la tonta
la rosa que no tiene pétalos sólo espinas
Así es mi madre
- ¿Verdad que sí doncella negra?-
Ni siquiera ha de imaginar
que orino miedo por las noches
pensando qué pasará cuando ella muera
Ella sólo piensa “Dios mío Dios mío ¿porqué me
habrás dado
por hija a esta estúpida
maldita
malditita
malditilla
pendejuela?”
I.
Me miro en el espejo
me pongo mi vestido negro y
prendo un ramo de rosas amarillas
al lado opuesto al corazón.
Me miro en el espejo
pero esa que veo, ya no soy yo.
La imagen que se me devuelve
ha visto profundamente la oscuridad de la luna.
Para esa yo,
dejó de existir el sol.
¡Adiós!,
grito desde la ventana
del hotel Hampshire
¡Adiós!
El largo viaje ha comenzado.
III
De regreso a casa
los recuerdos se estrellan
en los muslos de la tarde.
Las luces de los semáforos
iluminan en todas direcciones
para que tengamos la oportunidad
de recomenzar el olvido.
XVI
Marilyn Monroe
a punto de matar al presidente
Un cuerpo es la sal,
el arrecife, las jaurías
marítimas del tacto,
la poca luz.
a partir de un verso
de José Eugenio Sánchez
Al margen:
“¡Yo te envidio, oh pedazo de alcornoque
Flotando a merced del agua, a merced de los vientos
Sin saber jamás lo hondo que es el mar!”
Yo habría escrito:
cada vez que hago una pregunta
el mundo se colapsa
mi rostro endurecido
mi piel ceniza
y ha pasado bajo mis narices
tan natural como un río
garza blanca
vuela sobre mí
pósate en mi pecho
déjame verte una vez más
antes que tus notas se levanten
como una parvada de palomas
Al margen:
“Nada de pájaros
La risa de esa mujer es la única verdad.”
[III]
Llevo tantos días en este hotel que ya puedo
orientarme de noche con las luces apagadas. En
realidad no es tan difícil como parece: un hotel es lo
más parecido a una palabra deshabitada: los turistas
nunca utilizan los muebles del cuarto salvo algún
cajón, sólo para olvidar objetos importantes y decirse:
“¿Para qué lo guardé ahí en primer lugar?”
Alex Alejandro
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