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HISTORIA DE ROMA

ORÍGENES DE ROMA: FUNDACIÓN Y LEYENDA


Fundación histórica
En la era neolítica, algo así como 5,000 años antes de que Roma existiera, la península itálica estaba poblada por los
ligures al norte y los sículos al sur (gente con cabeza en forma de pera, que vivían en cavernas o en cabañas
redondas construidos con estiércol y fango, domesticaban animales y se alimentaban de caza y pesca).
Aproximadamente 2,000 años a.C. se registraron movimientos migratorios de pueblos arios, indoeuropeos
procedentes de Rusia, que penetraron en la región mediterránea. Éstos se distinguían de los habitantes originales,
porque eran pastores, tenían un sistema patriarcal y la costumbre de incinerar a sus muertos.
Hacia los años 1200-1100 a.C. Italia sufre una nueva invasión de pueblos arios, procedentes del norte de
Europa que se establecen al norte de Italia.
Es probable que de entre algunos pobladores de la península se estableciera una coexistencia basada en el
mestizaje y el intercambio comercial, mientras otros se mantuviesen aislados, tal es el caso de los sículos en Sicilia,
así como la expulsión de los ligures hacia la parte norte de los Apeninos. Hacia el año 1000 a.C. los nuevos visitantes
fundaron muchas ciudades, entre las que destaca la de Albalonga, capital de Lacio.
Poco después, cerca de los 1,000 años a.C., Italia sufrió una nueva invasión, la de los ilirios, así como la de
los tirrenos o etruscos.
Por último, a partir del año 800 a.C., se inicia al sur de Italia la colonización griega.

Así encontramos en el siglo VIII a.C. a pueblos distintos de los cuales destacan:
a) Latinos: ramificación de los umbríos que habitaban la colina del Palatino.
b) Sabinos: de origen indoeuropeo, habitantes de la colina Quirinal.
c) Etruscos: ocupaban la región norte del río Tíber.
Se dice que la población romana nació de la fusión de estos tres pueblos y se puede fechar la fundación de Roma el
21 de abril de 743 a.C. Es una ciudad levantada sobre la colina Palatino, que se fue extendiendo después hasta
ocupar las seis restantes, por lo que se le denominó “la ciudad de las siete colinas”.

Fundación legendaria
Eneas, sobreviviente de la guerra de Troya llegó a la península itálica donde se casó con Lavinia, hija del rey de Lacio.
Su hijo Ascanio funda la ciudad de Alba-Longa, en donde reina, después de algunas generaciones, su descendiente
Numitor. El hermano de éste, Amulio, lo derroca, mata a sus hijos y manda a su hija Rhea Silvia a servir como
sacerdotisa de Vesta (diosa de la familia y el hogar).
El dios Marte se enamora de Rhea Silvia y la fecunda. El producto de esta unión son Rómulo y Remo. Amulio
manda que sean arrojados al río Tíber, pero el sirviente los abandona en una cesta a la orilla del río. Una loba
(prostituta mujer de un pastor) los encuentra y los amamanta. Al crecer derrocan a Amulio y reponen a Numitor el
trono y deciden irse a fundar una ciudad.
El 21 de abril de 753 a.C. Rómulo mediante el fratricidio se convierte en el primer rey de Roma; después de
una acalorada discusión para determinar cuál de los dos había de gobernar, decidieron que las eñales divinas
indicarían quién debía ser el gobernante. Remo recibió los augurios de seis buitres anunciándole su reinado, pero
Rómulo lo superó por una visión de 12 aves, alegando por ello mayor derecho. Remo, envidioso, quiso demostrarle
su superioridad insultándolo en público y saltando el muro que su hermano había construido. Rómulo, encolerizado,
se abalanzó sobre su hermano y lo mató al tiempo que exclamaba: “así perezca todo el que se atreva a saltar mis
murallas”.

PANORAMA DE LA MONARQUÍA
Durante la época monárquica, Roma, como todo pueblo que se empieza a desarrollar, estaba formada por
mercaderes, comerciantes, pequeños granjeros y agricultores, que ocupaban una reducida extensión territorial, con
una economía fundamentalmente agrícola.
Como el suelo de Roma era poco propicio para la explotación rural, los romanos tuvieron actividades de tipo
comercial, aun antes de que el crecimiento de la ciudad lo hiciera necesario, con el objeto de importar los granos
para el consumo local.
A Rómulo se le atribuye la creación del Senado, la publicación de leyes como la del matrimonio y la
fortificación del monte Palatino como lugar religioso, así como la organización de la propiedad.
Numa Pompilio, de carácter pacífico, organiza la religión, mediante el establecimiento de colegios
sacerdotales y la construcción de templos, así como las prácticas ceremoniales; corrige el calendario, al aumentar los
meses de enero y febrero.
Tulio Hostilio se distinguió por sus conquistas, a él se le atribuyen las primeras organizaciones militares.
Anco Marcio ensanchó la ciudad de Roma y la fortificó. Fundó la colonia romana del puerto de Ostia, dando
como resultado que Roma se extendiera hasta el mar. Fue el último rey latino.
Tarquino Prisco se destacó por haber sido un rey guerrero y constructor, sobre todo en materia urbana; y
construyó el sistema de cloacas y desagüe de la ciudad. Trata de resolver el conflicto originado por las dos clases
sociales que existían en Roma sin conseguir su propósito.
Servio Tulio se distinguió por implantar una reforma en la que divide la población urbana en cuatro tribus, y
establece un censo con fines económicos y militares, lo que dio como consecuencia el nacimiento de los comicios
por centurias y por tribus.
El último rey fue Servio Tulio, déspota y opresor del pueblo, enemigo del Senado, que al tratar de modificar
las costumbres sociales; incrementa el odio que el pueblo sentía por él; el pueblo y el Senado lo expulsan de Roma
cambiando el régimen y enterrando con ello, la monarquía.
En esta época, Roma se caracteriza por estar organizada en forma monárquica y la sociedad dividida en dos
clases, patricios y plebeyos; la religión goza de gran poder, la jurisprudencia está en manos de pontífices, el derecho
público se vincula con el privado, la fuente del derecho es la costumbre, su interpretación es estricta y el
procedimiento civil estaba integrado por las acciones de la ley.

PANORAMA DE LA REPÚBLICA
La ciudad de Roma seguía dependiendo fundamentalmente de la agricultura, con base en la pequeña propiedad
privada; en materia urbanística no había progresado mucho, dos calles principales la dividían en cuatro barrios, las
guerras cada vez más lejanas despoblaron el campo, y surgió el latifundismo y el proletariado de la ciudad.
En cuestión económica el impuesto personal, las rentas producidas por las tierras de Italia y los tributos eran
ingresos importantes para el Estado.
Sin embargo, con el lujo y los progresos, se agravan los problemas de índole político-social, por cuestiones
agrarias como las de los hermanos Tiberio y Cayo Graco, quienes pretendieron llevar a cabo una reforma agraria en
donde se proponía redistribuir la tierra y abolir el proletariado dando a cada familia una propiedad territorial,
limitando las concesiones al máximo en el ager publicus, y la venta del trigo por el Estado a precios populares;
propuestas que por el error de Tiberio de presentarlas autoritariamente ante el Senado fueron rechazadas y
acusaron a su autor de ambiciones dictatoriales.
Posteriormente, su hermano Cayo ocupa el puesto de tribuno, crea nuevas colonias agrícolas en la Italia
meridional y en África, le fija al trigo la mitad del precio del que tenía en el mercado, se gana la voluntad de los
soldados al equipararlos a expensas del Estado y pretende extender la ciudadanía a todos los hombres libres de la
península, originando una guerra civil que durará aproximadamente 100 años, en la que se da una lucha cada vez
mayor entre los aristócratas y los demócratas.
Por otro lado, las ambiciones políticas de Cayo Mario (plebeyo y representante del partido demócrata) y
Lucio Cornelio Sila (lugarteniente de Mario, de origen aristócrata, representante del Senado, reinstaló la oligarquía
senatorial), que fueron determinantes en esta guerra en donde Sila venció a sus opositores, tomó la capital y se
declaró dictador, imponiéndose durante los siguientes 10 años, en un Senado aristocratizado.
Los aliados se sublevan en las provincias, por lo que el Senado envía a un protegido de Sila, Pompeyo, a
sofocar las rebeliones y a afianzar el dominio romano. En su ausencia, surgió la rebelión de los gladiadores y los
esclavos comandados por Espartaco, quien fue vencido por el ejército romano al mando de M. Licinio Craso.
Craso y Pompeyo, que habían alcanzado fama y poder, se asociaron y el Senado los nombró cónsules
contando con el apoyo de los más ricos (caballeros).
En virtud de que Pompeyo marchó a una nueva campaña a la conquista de Mesopotamia y permaneció en
aquellas regiones mucho tiempo, el Senado aprovechó la ocasión para nombrar cónsul a Marco Tulio Cicerón,
famoso orador, abogado, escritor admirado por el pueblo de Roma; su gobierno fue criticado por un grupo de
inconformes presididos por Catilinia, a quien Cicerón desenmascaró en sus maniobras haciéndolo huir de Roma.
Al regreso de Pompeyo del Oriente, cargado de triunfos y riquezas, los cónsules de Roma eran Craso y Julio
César y como la situación política se encontraba en crisis se pensó que la solución sería que gobernaran los tres;
habiéndolo aprobado el Senado se formó el primer triunvirato.
Craso, a quien le había tocado el gobierno de la provincia de Oriente muere en batalla. César en cambio
alcanza importantes victorias en las Galias.
A la muerte de Craso y aprovechando la ausencia de César, Pompeyo trata de quedarse solo con el poder,
pero al enterarse César de ello prepara una ofensiva con el objeto de eliminar a Pompeyo quien huye a Grecia y es
derrotado en la batalla de Farsalia, huyendo después a Egipto, donde es asesinado por orden del rey Ptolomeo,
crimen que César condenó destituyéndolo y proclamando soberana a Cleopatra, hermana del rey depuesto.
César demuestra que no solamente era un hábil militar sino un gobernante capaz, mejorando la República y
alcanzando extraordinaria fama, por lo que envanecido por su poder y grandeza pensó en hacer proclamar jefe
vitalicio de Roma, pero un grupo de enemigos, entre los que se contaba Bruto (hijo bastardo de Julio César), lo
asesinan en el 44 a.C., año en que se reinician las guerras civiles y se va provocando el advenimiento de un nuevo
período constitucional, el Imperio. Con el objeto de vengar la muerte de César se forma un segundo triunvirato
integrado por Marco Antonio, Lépido y Cayo Octavio, quienes rivalizan por el predominio del poder.
Octavio vence a sus compañeros y conquista la amistad del Senado y la admiración del pueblo. En el año 27
a.C. se marca el inicio del período imperial al serle concedido a Octavio el título de Augusto (majestuoso,
omnipotente).
En esta época encontramos una organización en forma de magistraturas; fusión de las clases sociales; nace
la primera ley escrita (Ley de las XII Tablas); surge el derecho honorario, se seculariza el derecho, se da una gran
expansión romana por medio de las conquistas (Roma sostuvo importantes guerras llamadas Púnicas en contra de
Cartago en las costas mediterráneas de África, hoy Túnez, en las que los romanos obtuvieron el predominio del
Mediterráneo. La lucha comprendió la crisis en la que Aníbal pudiendo haber tomado Roma, decidió saquear la
campiña italiana).
La política internacional y la administración del Estado estaban en manos de los senadores, los cuales
aprobaban las leyes y las designaciones de los magistrados.
La historia política de este período se caracteriza por el conflicto patricio-plebeyo durante las guerras de
conquista que los romanos emprendían en Italia y el Mediterráneo. El culto seguía siendo politeísta, pero se inicia ya
la influencia de las religiones orientales, particularmente el monoteísmo ético de los hebreos.

Conflicto patricio-plebeyo
Debido a que sólo los patricios tenían el derecho de participar en asignaciones de territorio conquistado, y a que las
constantes guerras en las que tenían obligación de participar los plebeyos les impedía dedicarse al cultivo de las
tierras, éstos requerían préstamos para poder iniciar nuevamente su cultivo, y cuando no podían cumplir con las
obligaciones contraídas perdían su libertad.
El no beneficiarse en lo personal de estos éxitos militares los llevó a protestar contra tales injusticias, por lo
que decidieron organizarse, en el año 494 a.C. se retiran de la ciudad, situándose en el monte Aventino o Sacro a
tres millas de Roma.
Como los patricios necesitaban de ellos, tanto para la consecución de sus guerras como para mantener la
cohesión social, buscaron un arreglo; les concedieron el nombramiento de dos magistrados plebeyos
(posteriormente aumentaron a cinco y más adelante a diez) que velaran por sus intereses y que recibieran el
nombre de tribunos de la plebe.
Dentro de sus facultades se encuentran las de defender a los plebeyos contando con el derecho de veto,
respecto de todo acto emanado de los órganos públicos de Roma que pudiera perjudicar los intereses de la plebe.
Para poder cumplir con su misión fueron declarados sacrosantos o sea inviolables, es decir que a la persona
que atentara contra ellos para tratar de impedir su acción, podía dársele muerte impunemente.
Su instauración permitió la organización de la plebe dentro de la ciudad y a sus reuniones se les llamó
Concilia Plebis.
Con el fin de garantizar el auxilio de los plebeyos se les concedió la Coercitio, mediante la cual podían
multar, arrestar e imponer penas capitales incluso a los magistrados del Estado.
Posteriormente la Ley Canuleya les autorizó el matrimonio justo entre patricios y plebeyos, y a partir de
entonces se incorporan poco a poco en las diferentes magistraturas, hasta que a mediados del siglo III a.C.
desaparee la distinción de estas dos clases sociales.
PANORAMA DEL IMPERIO
En la primera época que es el principado, Roma había evolucionado de manera importante, sus relaciones con otros
pueblos y culturas había modificado su estructura social. Al entrar en contacto con el mundo griego se había llevado
a cabo un proceso importante de helenización, con un notorio desenvolvimiento en su civilización.
El exceso de riquezas y lujos la transforman a fines de la República en una ciudad corrompida con rasgos de
deterioro importante.
Sus conquistas le permitieron desarrollar el comercio convirtiéndola en una sociedad de economía
mercantilista. Surge una potente clase capitalista, “los Equites”, en tanto que las clases medias se empobrecen.
Este periodo inicia en el año 27 a.C. con Octavio, hijo adoptivo de Julio César. Por razones políticas,
Octavio hizo subsistir las instituciones republicanas, pero sucesivamente las fue desplazando y adquiriendo
diferentes poderes.
En los dos primeros siglos del principado surge un florecimiento económico, intensificándose la industria. En
el primer siglo se desarrollaron las ciudades en Italia y las provincias, así como los grandes latifundios en la
península, lo que trajo como consecuencia la decadencia de la agricultura itálica; comienza el incremento de la
pequeña industria y comercio, además de crearse una nueva clase, donde destacan principalmente los libertos
enriquecidos; se inicia una disminución de mano de obra esclava por falta de conquistas, provocándose así, la crisis
económica y social de la esclavitud.
En el segundo siglo del Imperio se consolida la figura del emperador. Es la época de la dinastía de los
Antoninos, quienes proporcionan tranquilidad a Roma.
Sin embargo a la muerte de Alejandro Severo los problemas internos se agravan, al grado que se comete el
error de permitirle al ejército intervención política, cambiando a los emperadores cada vez que así lo deciden y en el
último siglo del principado Roma vive una época de anarquía militar con las consabidas características: crisis social y
económica, acompañadas de descenso en la natalidad y desmoronamiento cultural que van a proporcionar el
surgimiento de una nueva fase política llamada Imperio absoluto.
En la época del Imperio absoluto, Roma atravesaba por una aguda crisis económica, social y política, bandas
de forajidos asolaban su territorio, devastando sus campos y ciudades.
Guerras civiles destruyen el Imperio, los soldados exigen mayores remuneraciones y si no son obedecidos
sustituyen a los emperadores.
El emperador Dioclesiano elegido por las tropas, logra someter al ejército al poder imperial, reformando
administrativa y constitucionalmente el territorio. Persuadido de la gran extensión del Imperio, comparte sus
funciones gubernamentales. Asimismo acabó con la distinción de las provincias establecidas en el principado y las
hizo depender todas del emperador.
El emperador Constantino traslada la capital del Imperio a Bizancio, quien reconoce oficialmente el
cristianismo mediante el Edicto de Milán, en el que se concede libertad de culto y se permite el establecimiento de
la iglesia.
El emperador Teodosio repartió el Imperio entre sus hijos Arcadio (parte Oriental) y Honorio (parte
Occidental).
En el año de 476 cae el Imperio Romano de Occidente. Siendo algunas causas de la decadencia romana:
desaparición de la aristocracia, empobrecimiento de la agricultura, devaluación de la moneda romana, desaparición
del oro, amenazas en las fronteras por parte de los bárbaros, población indiferente a la situación imperante,
demasiada burocracia, influencia del cristianismo, declinación de las artes y las letras, entre otros.

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