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Mi Dios, tu me conoces Entiendes desde lejos mi pensar Adviertes mi andar y mi reposo Conoces todos mis caminos Y pues aún

no está la palabra en mi voz Y tu la sabes Delante y detrás, tu me rodeaste Pusiste sobre mi tu amor Grande eres, y no lo puedo comprender Adonde me iré de tu espíritu Adonde huiré de tu presencia Porque si fuera a los cielos, te hallaré Y si tomara las alas del alba te encontraré Aunque habitara, en el extremo del mar Tu mano me guiará Con migo estará...

¿A dónde iré lejos de Ti?

Salmo 139

Señor, tú me examinas y conoces, sabes si me siento o me levanto. Tú conoces de lejos lo que pienso

Tú sabes si camino o si me acuesto. Tú conoces bien todos mis pasos.

Aún no está en mi lengua la palabra y ya, Señor, te la sabes toda.

Me estrechas detrás y delante, y colocas tu mano sobre mí.

Tanto saber me sobrepasa. Es sublime, y no lo abarco.

¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? Si subo a las alturas, allí estás Tú, si bajo a los abismos de la muerte, allí también te encuentro. Si vuelo hasta el filo de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, también allá tu mano me conduce y me tiene tomado tu derecha.

Si digo entonces: ¡Que me oculten, al menos, las tinieblas y la luz se haga noche en torno mío!...

Ni la tiniebla es oscura para ti, y la noche es luminosa como el día.

Tú, Señor, has creado mis entrañas, me has tejido en el seno de mi madre. Te doy gracias por tantas maravillas

Admirables son tus obras y mi espíritu bien lo sabe

Mis huesos no escapaban de tu vista cuando yo era formado en lo oculto, o cuando era bordado en lo profundo de la tierra.

Tus ojos ya veían mis acciones, que ya estaban escritas en tu libro.

Mis días estaban modelados, escritos todos en tu libro, sin faltar uno.

¡Tus pensamientos, Dios, cuánto me superan!

¡Qué impresionante es su conjunto!

Si me pongo a contarlos son mas que las arenas....

Cuando me despierto aún estoy contigo .

Examíname, Señor, mira mi corazón, ponme a prueba y conoce mi inquietud;

fíjate si es que voy por mal camino y condúceme por el camino eterno.

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