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DEVELACIÓN DEL AGUIJÓN DE P AVLO

“Para no estar de orgulloso por la experiencia de las develaciones, un aguijón me fue dado
en la carne, un mensajero [acusatorio] de HaSatán, para reprenderme, para no estar de
orgulloso.
A causa de esto, tres veces le rogué a ‫יְ הֹוֶּ ה‬ que me quitara el aguijón [de mi ojo
izquierdo], pero él me dijo:

“¿No te es suficiente mi gracia? [Mira] que la fortaleza [del hombre] se perfecciona con la
adversidad."

2da Carta de Pavlo a los Corintios 12: 7-9

En estos recientes días he estado combatiendo contra tres apostatas del camino de
rectitud, contra tres trinitarios opositores de la sana toráh, uno llamado Juan Salas de la
capital del Perú, un tal Juan Patzan de Guatemala, y el otro un tal Juan Morales de Venezuela, a
los cuales he reprendido en el nombre glorioso de nuestro señor Yehoshúa el Mesías, pues
estos tres hijos de la apostasía, del trinitarismo, me han acusado de no haber recibido el Rúaj,
a mi Richard Sabino (Kowahuitl) que soy un simple goi, hijo de padre nayarita y de madre
istmeña, ambos militares del Ejercito Mexicano, pero cuyo bisabuelo mío, por parte materna,
era un sefaradita que vino de España a México de apellido Luis que significa Levi en hebreo y
cuyo nombre era Máximo, siendo su descendencia los Luis de Oaxaca, ayer en la noche del
martes 21 de septiembre del 2010 el Rúaj en visión me ha mostrado lo que era el Aguijón de
Pavlo, la espina que lo atormentaba.

En la noche al momento de acostarme, el Rúaj me develó en visión el aguijón que


sufría Pavlo en su carne, no porque yo lo haya pedido, sino por voluntad del Rúaj, su oftalmía
crónica que padecía Pavlo, estaba en su ojo izquierdo, un tic nervioso en su parpado superior
y en su ceja, masajeándoselo constantemente con la región palmar inferior de su mano
izquierda, subiéndolo posteriormente hacia ese lado de su frente, esto me fue develado en
visión y no por conjeturas intelectuales de pastores evangélicos que nunca han recibido el
Rúaj. Se me mostro a un Pavlo de alrededor de unos 50-55 años, antes de que lo encerraran,
sentado en una mesa pensativo y preocupado, masajeando su ojo izquierdo con la izquierda, y
al mismo tiempo con la derecha escribiendo una carta que no pude reconocer, su cara era
delgada, refinada y alargada, su piel era blanca, tenía una barba blanca, calvo de la parte
superior de su cabeza, y el pelo de su nuca todavía mayormente negro que blanco, cabello y
barba cortos, recortados de acuerdo a la norma de estética grecorromana, dejando ver sus
mejillas y pómulos libres de pelo, su nariz judía era grande y recta, alargada apuntando hacia
la tierra, la punta de su nariz redonda, los ojos de Pavlo eran aceitunados, verde oscuro, y sus
pestañas espesas como tipo árabe.

Muchos trinitarios, tanto católicos como protestantes, presumen de defender el


evangelio de Pavlo, pero nunca lo han visto por gracia del Rúaj, porque en sus inmersiones no
desciende el Rúaj, porque su inmersión solamente ha quedado al mismo nivel del perdón de
los pecados que realizaba Yohannan el Inmersor, el precursor de Yehoshúa el Mesías.

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