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Este es el día, el último que me mojo, estoy empapada, mi vestido blanco me queda mu

y bonito, la tarde tiene un color amarillo, ese color que sólo se ve a las 6 de la
tarde y no en otra parte del día, pero llueve muy fuerte.
-Es hora, Segismundo, vamos a embarcarnos, el lago está cerca, ya falta poco.
-Tengo las botas llenas de barro, Allegra, te digo que esta es una mala idea.
-Se que llueve, pero verás que cuándo estemos flotando la lluvia se irá.
-Allegra, podemos esperar otro día, tal vez un clima mejor nos aliente a llegar más
lejos, la verdad me da mucho miedo navegar así.
-No puedo esperar otro día, durante todos estos años he vivido posponiendo las hecho
s más relevantes.
-Allegra esto lo haces por voluntad propia. ¿O no?
-Segismundo, sabes que he vivido alejada, de casi todo, siempre me han dicho que
estoy loca, mis padres me mandaron a este lugar sólo para que no les diera proble
mas.
-Creo que llegamos, tuviste razón, la lluvia cesó.
Mis botas están mojadas y llenas de barro, Allegra luce muy emocionada porque ya e
stamos en el bote. No sé a dónde vamos a llegar.
Tengo frío, tiemblo y estoy muy mojada, el viento no para de soplar, pero no tengo
miedo, me siento bien, navegamos hacia aguas profundas.

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