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SPAN 6711
Profesor Carlos Cabrera
23/07/10
Los usos correctos e incorrectos de las preposiciones
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Isabel Bohrer
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Profesor Carlos Cabrera
23/07/10
también aparecen en la prensa española (680-681). Hay casos en los que es claramente
incorrecto el uso de “de que” (véase ejemplos 4, 5), mientras que en otros casos es
simplemente preferible la opción sin la preposición “de”, como por ejemplo con el verbo
“avisar” (682-683). Como causas del dequeísmo, Torrego menciona (1) la analogía entre
verbos con un mismo significado pero con diferentes regimenes sintácticos, (2) la sinonimia
entre cuando se usa verbo+sustantivo o adjetivo y verbo simple y (3) la ultracorrección, es
decir que uno usa “de que” pensando que es necesario cuando no lo es (690-691).
Por el otro lado existe el queísmo. El queísmo es la supresión de la preposición de
delante de la conjunción que (694; véase ejemplo 5). Puede aparecer con verbos, adjetivos,
locuciones preposicionales tanto como verbales. Sus causas se atribuyen (1) a la economía
lingüística, es decir usar solo una preposición en vez de dos, (2) la fonética sintáctica, el
hecho de suprimir “de” cuando la consonante está entre vocales (3) la analogía con verbos que
a lo mejor tienen un significado parecido pero un régimen distinto, y también (4) la
ultracorrección, que elimina la preposición de por miedo del dequeísmo (695-696). Aparte del
fenómeno del queismo, hay otros supresiones incorrectas de “de” que no son antes de “que”
(véase ejemplo 6). Un ejemplo que menciona Torrego sería “*depende para qué…” que
debería ser “depende de para qué…” (696).
Otro error común son los anglicismos, como por ejemplo el uso de “sobre” para decir
la hora, el uso de “hacia” como traducción literal de “toward” o el uso de “versus” para decir
“frente a” (720, 709, 729; véase también ejemplos 7, 8). Estos usos se consideran
simplemente incorrectos, mientras que otros usos que vienen del anglicismo pueden dar lugar
a ambigüedades. Esto es el caso con el uso de “en” por “dentro de”, y para evitar estas
ambigüedades, se debe evitar (705).
Generalmente, se prefiere la economía lingüística. Por ejemplo, el uso de “por” se
considera superfluo con algunos verbos para decir “durante” (716; véase ejemplo 9 para otro
uso superfluo de “por”). De mismo modo, el uso de “entre” es redundante con palabras como
“interrelacionado” (709). Sin embargo, no se aceptan supresiones, como “*pa” en vez de
“para”, lo que uno suele escuchar sobre todo en la lengua hablada y ocurre también con otras
preposiciones (véase ejemplo 2). De modo parecido, en la lengua hablada o a veces también la
escrita, ya es común no usar la preposición “a” con naciones o ciudades que no empiecen por
articulo, por ejemplo “*visitaré Roma”, mientras que la RAE exige el uso de a: “Visitaré a
Roma” (658-659).
Existen entonces usos que son definitivamente incorrectos, pero también hay casos en
los que “lo correcto” no es tan claro. Por ejemplo, en el caso de las locuciones, algunos se
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abusan, como “a nivel de” (720). En estos casos, cuando la locución no es explícitamente
incorrecto, no ha de censurarse tanto su uso sino que su abuso (725; véase también ejemplo
11). También hay casos, como los anglicismos mencionados arriba, que no son incorrectos
pero pueden dar lugar a ambigüedades. Un uso común de éstos sería “a por”, que para no
causar ambigüedades debería evitarse (661).
Aparte de los usos incorrectos y los que se deben evitar, merece señalar que sí hay
casos en los que algunas preposiciones son intercambiables. El mismo significado puede
mantenerse alternando el complemento directo y el complemento de régimen, tanto como en
la alternancia del sujeto y del complemento de régimen (739-741).
Sin embargo, esto no siempre es el caso y puede haber significados diferentes usando
diferentes preposiciones. Es decir, no es que una preposición sea incorrecta en sí, pero que el
uso de una preposición en vez de otra determina el significado. Por ejemplo: querer un hijo no
equivale querer A un hijo.
Por último, existen las diferencias entres las regiones hispanohablantes. No solo están
las diferencias entres las regiones de España y por ejemplo los “galicismos admisibles”, sino
que también las diferencias con America (730). Hay casos menos graves, como por ejemplo el
hecho de que en America se suele decir “a la mañana” en vez de “por la mañana” (736).
Expresiones no cultas como “jugar tenis” en vez de “jugar al tenis” simplemente se deben
evitar. El significado se entiende en este caso, pero puede haber otros en los que el significado
es diferente entre España y America. Esto ocurre, por ejemplo con “hasta”, y puede dar lugar
a ambigüedades o equivocaciones (710-711).
Como todo esto muchas veces es una cuestión de contexto, conviene ahora dar algunos
ejemplos. Así no describimos la gramática como si estuviéramos en un laboratorio.
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Ejemplos de usos incorrectos de las preposiciones
3. “Yo recuerdo de que hubo una época que todas llevaban velos porque simplemente era
moda.” 6
Escrito por una mujer del Magreb, esta frase representa un ejemplo del uso incorrecto de de y
más específicamente, de dequeísmo. Como explicado arriba, el dequeísmo es “el uso de la
preposición de delante de la conjunción que cuando sintácticamente aquélla no es exigida”
(677). Mientras que el verbo acordarse se puede usar con de que (“me acuerdo de que…”), en
el caso de recordar se dice “recuerdo que…”. La prueba se puede hacer sustituyendo la
oración subordinada (en esta frase “hubo una época que todas llevaban velos porque
simplemente era moda”) por un pronombre o grupo nominal, por ejemplo “eso”. De ahí, se ve
que es imposible; no se dice “Yo recuerdo de eso” sino “Recuerdo eso”. Por consiguiente, una
versión correcta sería “Yo recuerdo que hubo una época en la que todas llevaban velos
porque simplemente estaba de moda.” 7
8. “el lugar más acertado para llevar a la práctica la manifestación de las fallas, yace en
mi actitud hacia el prójimo.” 12
Nos encontramos aquí con otro anglicismo, la traducción de “hacia” como “toward” (709).
Esta traducción literal frecuentemente debería ser o “ante”, “con” o “para con”. En este caso,
sería mejor decir “mi actitud con el prójimo”.
10. “Hace algunos días hice referencia sobre el concepto de las palabras claves en este
artículo, por lo que hoy publico una lista con doce consejos para tener presentes en la
elección de dichas palabras” 14
Se trata aquí de un uso incorrecto de sobre. Cuando hacer referencia significa hacer una
alusión, se usa a (719). Es decir, tendría que ser “hace algunos días hice referencia a…”
10
http://www.youtube.com/watch?v=682iHA9ubgw&feature=related
11
http://www.letra-canciones.es/paul-mccartney/miscellaneous/silly-love-songs
12
http://www.kabbalah.info/es/leccion-diaria-de-cabala/videoclips-leccion-matinal/2667-la-
falla-y-la-reparacion-en-mi-actitud-hacia-el-projimo
13
http://www.losviajeros.com/foros.php?p=1404179
14
http://www.seocharlie.com/blog/eleccion-de-palabras-clave
15
http://www.americanprogress.org/issues/2010/05/economia_renovable.html
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La locución en base a “no está bien formada” y en vez de ella, uno debería usar formas como
“basándonos (basándose) en, sobre la base de, en relación con, por etc.” (721-722). Por
consiguiente, una mejor forma aquí sería: “una economía basándose en energía limpia y
renovable.”
Conclusión
16
http://www.canariasahora.es/opinion/5712/
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APENDICE:
Resumen de los conceptos teóricos del Nuevo Manual del Español Correcto
¿Qué caracteriza una preposición? Las preposiciones, una clase cerrada de palabras, se
caracterizan en primer lugar por ser átonas; es decir, en el discurso, no funcionan
independientemente, sino que dependen de palabras tónicas. Como elementos regentes, las
preposiciones forman parte de construcciones (o sintagmas) preposicionales. En estas
construcciones, la preposición representa un enlace, mientras que la otra parte de la estructura
se llama el término. Así, las preposiciones hacen que el termino depende de, o está
subordinado a, la parte de la frase que no está gobernada por la preposición.17 En el caso de
oraciones subordinadas, las preposiciones dependen del uso de la conjunción que, lo que en
oraciones de infinitivo no es necesario. Pero hay preposiciones que no pueden encabezar
oraciones subordinadas: ante, bajo, contra, durante, entre, mediante, hacia y tras. Por
consiguiente, estas preposiciones no usan la conjunción que. Sin embargo todas los
preposiciones tienen la posibilidad de tener como término un relativo (por ejemplo, para los
cuales). Actualmente, las preposiciones usan las formas pronominales ti y mi, excepto en el
caso de según y entre, donde se puede usar tu y yo.18 Por último, las preposiciones pueden (a)
tener un significado único, (b) tener un significado vago que se determina en el contexto, o (c)
no poseer un significado y representar solo un índice de función.
¿Cuáles son las preposiciones? Habiendo establecido las características esenciales de
las preposiciones, merece destacar éstas mismas:
a, ante, bajo, con, contra, durante, de, desde, en, entre, hacia, hasta, mediante, para,
por, sin, sobre, tras.
En tiempos antiguos, se incluían también cabe (= junto a) y so (= bajo, debajo de), pero hoy
en día son arcaicos. Por otro lado, durante y mediante se incluyen más recientemente en la
lista de preposiciones porque son átonas, funcionan con un término y con pronombres
relativos. También puede haber palabras que funcionan como preposiciones en algunos
contextos, lo que puede ser el caso con vía, donde y cuando. Semejantemente, hasta se
considera preposición en casos como “hasta mañana” y adverbio cuando significa “incluso” o
“también”. Palabras como excepto, salvo, incluso y menos (cuando significa “aquellas”), no
17
En este aspecto, las preposiciones se distinguen de las conjunciones coordinantes que no
crean una relación de dependencia o subordinación sintáctica.
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No todos los libros de gramática están de acuerdo que según y entre funcionan como
preposiciones autenticas, sobre todo porque las preposiciones no funcionan con sujeto y
también porque una preposición debería llevar formas pronominales como mi, ti no yo, tu.
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se consideran preposiciones porque no se pueden combinar con relativos. Finalmente, hay que
mencionar que pro, una preposición latina, puede actuar como preposición en español.
También puede haber agrupaciones de preposiciones, como por ejemplo para con. Sin
embargo, estas agrupaciones no deben confundirse con otras estructuras sintácticas. Por
ejemplo, en la frase “eso depende de a quién se lo digas”, la a es el interrogativo quién, y toda
la parte “a quién se lo digas” representa el término de la preposición de. También es
importante notar que no todas las preposiciones se pueden agrupar, como se demostrara en los
ejemplos abajo.
Además de las agrupaciones, existen cadenas de palabras que corresponden a una
preposición, lo que se llama locuciones preposicionales. Normalmente, una locución
preposicional tiene un sustantivo, adjetivo o adverbio, y acaba con una preposición. Un
ejemplo sería a base de. En casos más raros, una locución no acaba con una preposición,
como por ejemplo no obstante. Funcionando como preposiciones, las locuciones
preposicionales también (1) se combinan con nombres o pronombres, (2) usan que cuando
funcionan con un verbo en forma personal, y (3) se combinan con relativos.
Hay que diferenciar entres las locuciones preposicionales y otras secuencias
gramaticales. En primer lugar, existen las semilocuciones como al lado de. Estos todavía
pueden funcionar con posesivos o demostrativos, por ejemplo a mi lado. En segundo lugar,
están las locuciones conjuntivas. Estas usan preposición + nombre + preposición en una
secuencia que no es compatible con nombres o pronombres (por ejemplo: a fin de que / *a fin
de eso). Las locuciones conjuntivas usan que. Y por último, destacan los grupos adverbiales.
Un grupo adverbial se distingue por el hecho de que, cuando se elimina la preposición, el
adverbio sigue siendo autónomo. Por ejemplo, además de no es una locución preposicional,
sino un grupo adverbial; sigue operando independientemente (además de trabajar estudio ->
además, estudio).