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LAS GRANDES REVOLUCIONES CIENTÍFICAS

La expresión Revolución científica es un concepto de la epistemología y la historia


de la ciencia acuñado por Thomas Kuhn en la obra La estructura de las
revoluciones científicas.

El concepto kuhniano de revolución científica implica una especial relación entre


las condiciones socioeconómicas y el entorno intelectual, y se entiende como el
momento en que la producción científica deja de reproducir los esquemas de la
denominada ciencia normal y se produce un cambio de paradigma científico.

Son cada uno de los periodos históricos en que se ha producido uno de esos
cambios. Cada una de ellas surgió y se concentró especialmente en determinadas
disciplinas científicas, aunque también trajeron consecuencias para las demás:

 Revolución copernicana, en astronomía y física, desde Nicolás Copérnico


(De revolutionibus, siglo XVI) hasta Isaac Newton (finales del siglo XVII; la
importancia de Newton en la aceptación del nuevo paradigma y su fijación
hace que se suela hablar de él como paradigma newtoniano). El filósofo e
historiador de la ciencia Alexandre Koyré propuso el término revolución
astronómica para este proceso.
 Revolución darwiniana, en biología y ciencias de la Tierra, desde Charles
Darwin (El origen de las especies, 1859). También suele denominarse
revolución evolucionista.
 Revolución einsteniana, en física, desde Albert Einstein (artículos de 1905).
También suele denominarse revolución relativista.
 Revolución indeterminista, que no se refiere al indeterminismo filosófico
opuesto al determinismo, sino a la indeterminación: la superación de la
concepción mecanicista o determinista de la ciencia, sobre todo a partir de
las tres famosas construcciones teóricas de los años veinte y treinta del
siglo XX debidas a Heisenberg, Schrödinger y Gödel, sobre la
indecidibilidad, el principio de incertidumbre, la indiferencia y la
imposibilidad de eludir la interferencia del experimentador u observador y
de la experimentación u observación sobre el hecho experimentado u
observado.
LA ILUSTRACION

La Ilustración fue un movimiento cultural europeo que se desarrolló –


especialmente en Francia e Inglaterra– desde principios del siglo XVIII hasta el
inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante
los primeros años del siglo XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad de
disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII
es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces.

Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la


ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La Ilustración
tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales de la época.
La expresión estética de este movimiento intelectual se denominará
Neoclasicismo.

Desde Gran Bretaña, donde algunos de los rasgos esenciales del movimiento se
dieron antes que en otro lugar, la Ilustración se asentó en Francia, donde la
anglofilia fue difundida por Voltaire, y produjo aquí su cuerpo ideológico, el
enciclopedismo, y sus más representativas personalidades (Montesquieu, Diderot,
Rousseau, Bufón, etc); también dio sus frutos, en ocasiones más o menos
autónomamente, pero en la mayoría de casos dependientes de Gran Bretaña y,
sobre todo, de Francia, en otras zonas europeas (Países Bajos, las penínsulas
italianas e ibérica, el conglomerado germánico, Polonia, Rusia, Suecia, etc.) o en
sus colonias americanas; frutos condicionados por el grado de desarrollo
ideológico y sociopolítico adquirido en el momento de lanzamiento de la nueva
ideología y por el proceso interno seguido a lo largo de su desenvolvimiento.

La Guerra de Independencia de los Estados Unidos

Fue un conflicto que enfrentó a las trece colonias británicas originales en América
del Norte contra el Reino de Gran Bretaña. Ocurrió entre 1775 y 1783, finalizando
con la derrota británica en la batalla de Yorktown y la firma del Tratado de París.

Durante la guerra, Francia ayudó a los revolucionarios estadounidenses con


tropas terrestres comandadas por Rochambeau y por el Marqués de La Fayette y
por flotas bajo el comando de marinos como Guichen,de Grasse y d'Estaing.
España, por su parte, lo hizo inicialmente gracias a Bernardo de Gálvez y de forma
abierta a partir de la batalla de Saratoga, mediante armas, suministros y abriendo
un frente en el flanco sur.
Las colonias británicas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el
primer sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación, los
Estados Unidos de América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias que
propugnaban la igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a partir de
oleadas de colonos inmigrados, y no existían en ella los rasgos característicos del
rígido sistema estamental europeo.

En las colonias del sur (Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia) se
había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros) que
explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la población
estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos.

Los antecedentes a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos se


remontan a la confrontación franco-británica en Norteamérica y a las
consecuencias de la Guerra de los Siete Años.

REVOLUCION FRANCESA

Una revolución, que es un cambio de clase dirigente, puede ser consecuencia de


un fracaso de los dirigentes: de excesos de injusticias, miseria o derrota militar.
Más algunas de las revoluciones son desencadenadas por la dimisión de una
aristocracia que no cree ya en sí misma ni en sus propios derechos. En 1788,
Francia era el Estado más poderoso de Europa. Tenía veintiséis millones de
habitantes, o sea un 16% de la población total del continente, en una época en la
que Gran Bretaña contaba con apenas doce millones y Prusia ocho. Francia
acababa de ganar la guerra de América; su prestigio militar y naval no había sido
tan grande jamás.

Las victorias de los ejércitos revolucionarios serían debidas no sólo a la admirable


energía del Comité de salud pública, sino a la fuerza latente de la nación y a los
instrumentos legados por el antiguo régimen.

Sin embargo Francia rebosaba descontento, y su gobierno había perdido toda


autoridad, porque la antigua constitución ya no funcionaba.

¿Podía el rey convocar a los Estados Generales? Sí, pero desde 1614 no los
había convocado. ¿Podía el Parlamento hacer respetar la costumbre? Sí, pero el
parlamento se había convertido en defensor de los privilegiados. La nación no era
disconforme a la monarquía. Era la monarquía quien en otro tiempo, había
reformado los abusos y dominado a los señores feudales y quien había hecho la
unidad de Francia.

El país ponía toda la esperanza en el Rey, a condición de que el Rey tomara


partido por el país.

El feudalismo había dejado a las parroquias y las aldeas más libertad que los
Intendentes. La gabela, la taille y demás impuestos eran pretexto para una
constante fiscalización, producía horror al campesino francés.

Todos los franceses aclamaban al rey, pero al protector, no al explotador.

Las supervivencias feudales no eran ya toleradas por la opinión pública. La


exención de impuestos había sido antaño otorgada a la nobleza a cambio de sus
servicios militares. Pero hacía ya largo tiempo que el señor no defendía
militarmente sus dominios. Desde que vivía en Versalles, había, incluso, dejado de
administrarlos. En 1789 los nobles ricos y poderosos no residían ya en sus tierras;
los que vivían en ellas eran pobres y despreciados por los Administradores. En
Inglaterra, los grandes señores, los jefes políticos del país, colaboraban con la
burguesía. En Francia muchos burgueses eran más ricos que los gentileshombres;
habían leído los mismos libros y recibido la misma educación; las dos clases
usaban el mismo vocabulario y hablaban sin tasa de la “sensibilidad” de “virtud”;
más a pesar de esta identidad ideológica; subsistía entre ellos una profunda
desigualdad social, que ya no era aceptada.

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