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Siguiendo los preclarisimos ejemplos de San Pablo, a quien urgía la caridad de Cristo, que día y
noche le consumía el cuidado y solicitud por las Iglesias que él había fundado, Nos, también, a
quien la Providencia Divina ha constituido Padre de muchas gentes, ponemos todo nuestro
empeño en proveer a la comodidad y utilidad de cada una de las Iglesias. Por lo cual, como
nuestro venerable hermano Humberto Mozzoni, Arzobispo titular de Side y anteriormente Nuncio
Apostólico de la República Argentina, después de haber oído a la Conferencia Episcopal Argentina,
propusiera que, desmembrados algunos territorios se erigiese con ellos una nueva Prelatura, Nos,
aprobando todo esto y supliendo el consentimiento de todos aquellos que tienen o presumen
tener algún derecho sobre este particular, con Nuestra autoridad apostólica decretamos lo
siguiente:
Separamos de la Arquidiócesis de Salta los territorios de las Parroquias de Cafayate, San Carlos y
Molinos; de la Arquidiócesis de Tucumán el territorio que comprende la Parroquia de Amaicha del
Valle; y, finalmente, de la diócesis de Catamarca los territorios de las Parroquias de Santa María y
Antofagasta de la Sierra, y con todos estos territorios constituimos una nueva Prelatura que será
llamada de Cafayate, y se ha de circunscribir a los límites actuales que hemos nombrado tomados
en su conjunto.
Los límites de esta nueva Prelatura serán: al nordeste la Arquidiócesis de Salta; al sureste la
Arquidiócesis de Tucumán; al sur la Diócesis de Catamarca; y al oeste la República de Chile.
La sede prelaticia de esta Iglesia será Cafayate; en el templo curial de esta ciudad, dedicado a Dios
en honor de la bienaventurada Virgen María, bajo el título del “Sacratísimo Rosario”, se pondrá la
cátedra, dando a este sagrado recinto los derechos que son propios de tales templos.
En lo que se refiere al régimen de esta Prelatura, administración, elección del Vicario Capitular –
sede vacante- y otros asuntos semejantes, obsérvese fiel y religiosamente lo que prescriben los
sagrados cánones.
Por lo demás, a la vez que la nueva Prelatura quedará constituida por la presentación de estas
letras, los Sacerdotes que tengan beneficio y oficio en su territorio, adscríbanse a la misma como
clero propio; los demás clérigos y seminaristas a aquella en que legítimamente moren.
Finalmente las Actas y Documentos de la nueva Sede, referentes a personas y cosas, sean
prontamente enviadas a la Curia de la misma y allí religiosamente custodiadas.
Todo esto lo llevará a su cumplimiento nuestro venerable hermano Lino Zanini, Arzobispo titular
de Adrianápolis y actualmente Nuncio Apostólico en la República Argentina, o aquel a quién él
delegare. Cumpliendo esto, levántense Actas y envíense copias fieles a la Sagrada Congregación
Pro Episcopis.
Queremos que esta Constitución sea eficaz ahora y en el futuro sin que obste nada, aun digno de
especial mención, en contrario.
Dado en Castelgandolfo, junto a Roma, el día o del mes de Septiembre del Año del Señor 1969,
séptimo de nuestro Pontificado.