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Y Yo Soy La Vida

Un día fabrique en mi mente el sueño de una noche. Buscaba algo que me diera
una ilusión y te encontré a ti. Fue como buscar entre muchas estatuas y encontrar
a la que tuviese vida. Como buscar entre las tinieblas y encontrarte a ti; a la que yo
fabrique en mi mente, el sueño de una noche. “Mi vida” A la que yo fabrique en mi
imaginación; la vida soñada, te puse nombre, figura y genio. Te hice como yo quería
que fueras; pero solo eras humo en un espacio estrecho que al menor descuido
escapo por la ventana.

En el cuerpo las penas son grandes. En el alma no se sienten. Cuando las cosas
del mundo se miran con los ojos; las del alma no se escuchan. Eres como una caja
de regalo, bonita por fuera y nada por dentro. Vacía de alma y pensamiento.
Te tome en mis manos y te acepte en mi corazón. Fuiste un calvario en mis
sufrimientos y fuiste una cruz. Tu indiferencia las espinas, los clavos tus insultos
y en las cuestas de la vida yo cargaba con mi cruz y esa cruz eras tú. Te llevaba
en el cuerpo, en el alma y pasamiento; buscando refugio donde mi alma
esperaría el turno a una nueva vida.

A nacido en mi alma un nuevo pensamiento. Ahora entiendo que soy libre.


Mi alma se baño y se limpio de algo que en otros tiempos era desconocido.
El gozo inefable lleno mi corazón. El amor envolvió mi alma. Todo fue hecho
nuevo como al principio; para convertirse en amor. Cuando la tristeza me visite
la despediré diciendo: Yo soy el amor, la fe y la esperanza.

Un día me fui a recorrer el mundo de los placeres temporales, dejando todo atrás
mi patria, mi familia y quizás mi porvenir. No sabía que el ser pobre e ignorante
eran piedras de tropiezo. La ambición entro y los consejos se fueron por atrás.
No estaba consciente que el hombre pone y Dios dispone y luego viene el diablo
Y todo lo descompone. Me tire en los brazos del placer sin saber lo que hacía.
Mi vida se volvió un infierno, no había lugar donde la desgracia no atacara.

Después vino la luz y me toco el corazón. En casa no hay enemigos. Vuelve al rebano
Oveja perdida y me volví hacia adentro, de donde nunca debí haber salido. El don
de la vida, no la consideres poca cosa. La vida no entiende el lenguaje del mundo.
No habla con palabras, las palabras mienten con falsos conceptos. Cosas que no
siento salen de mi boca; porque el corazón ante todo es engañoso.

Felicidad sonante tempestad en el alma. Motivo de alegría y no de tristeza.


Dejan ver los ojos una bella representación de la felicidad. El poder de amar
y de sonar con la vida que siempre ha estado adentro y que nunca se ha ido.
Solo se cree que se va. ¡No! Solo se ensucia y no se siente.
Tenia una flor en la mano, no supe porque la corte. Solo pensé en arrancarla
para después tirarla o que alguien la recogiera. Un día la vi en un jardín, pero
al entrar al jardín, todas las flores se marchitaron, menos la que un día arranque,
pero al arrancarla se seco en mis manos.

® Antonio Ranguel

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