Está en la página 1de 3

c 



 

c
V V 26/12/2006

Un vídeo muestra a unas personas que recorren lentamente, en fila india, un


camino cubierto de nieve. Se oye un disparo; la primera persona cae. Se oye una
voz en O  "Les están matando como perros". Otro disparo, y cae otro cuerpo al
suelo. Un soldado chino de uniforme vuelve a disparar su rifle. Un grupo de
soldados examina los cuerpos caídos. ?

÷stas imágenes las captó, en las cumbres del Himalaya, un miembro de una
expedición alpinista que asegura que se topó por azar con la matanza. ÷l vídeo se
vio por primera vez en la televisión rumana, pero captó la atención mundial cuando
se colocó en YouTube, la popular página web de vídeos compartidos. Los grupos de
derechos humanos explicaron que los muertos eran un grupo de refugiados
tibetanos en el que había monjes, mujeres y niños. Según el gobierno chino, los
soldados habían disparado en defensa propia cuando alrededor de 70 refugiados
les atacaron. ÷l vídeo hace que cueste mucho aceptar esa explicación. ÷l embajador
estadounidense en China se apresuró a presentar una protesta formal por el trato
dado por China a los refugiados.

Bienvenidos al efecto YouTube. ÷s el fenómeno que consiste en que diversos


fragmentos de vídeo, a menudo producidos por personas que actúan por su cuenta,
se difunden rápidamente y a todo el mundo gracias a páginas de vídeos
compartidos como YouTube, Google Video y otras. Cada día se cuelgan 65.000
nuevos vídeos. ÷n su mayoría son frívolos, producidos por y para los adolescentes
que constituyen el grueso de los visitantes de la página. Pero hay algunos serios. ÷n
YouTube se ven vídeos realizados por terroristas, grupos de derechos humanos y
soldados de ÷stados Unidos en Irak. Algunos muestran incidentes que tienen
consecuencias políticas o documentan tendencias importantes, como el
calentamiento global, la inmigración ilegal y la corrupción. Algunos vídeos revelan
verdades. Otros difunden desinformaciones, propaganda y mentiras descaradas.
Todos forman parte del efecto YouTube.

Hace quince años, el mundo se asombró ante el legendario "efecto CNN". Se creó la
expectativa de que los ojos impasibles de las cámaras de televisión, fuera del
alcance de los censores, iban a llevar más responsabilidad y transparencia a los
gobiernos y el sistema internacional. Una expectativa que, en cierto sentido, quedó
satisfecha.

Desde los primeros años noventa, hubo fraudes electorales que salieron a la luz
cuando podían haber permanecido ocultos, revueltas democráticas que recibieron
inyecciones de energía, hambrunas que se contuvieron y guerras que empezaron o
terminaron gracias al efecto CNN. Ahora bien, el efecto YouTube va a ser todavía
más intenso. Aunque la BBC, la CNN y otras cadenas internacionales de noticias
cuentan con miles de periodistas profesionales, nunca serán tan omnipresentes
como millones de personas con un teléfono móvil capaz de grabar una escena en
vídeo. Gracias a su ubicuidad, el mundo pudo presenciar una matanza en un paso
de montaña a 6.000 metros de altura.

÷ste fenómeno se amplifica gracias a una doble cámara de eco. ÷l primer eco se
produce cuando las cadenas de televisión convencionales reproducen el vídeo
colocado en la red. ÷l segundo, cuando los instantes televisivos, incluso los más
pasajeros, adquieren una presencia permanente gracias a los @ O o a los
activistas que los vuelven a distribuir en páginas web como YouTube. Los activistas
están comprendiendo el poder que tienen, como testimonio insuperable, los vídeos
producidos por particulares y difundidos a través de la red. Witness.org provee de
cámaras de vídeo a personas en zonas de conflicto para que puedan grabar y
denunciar las violaciones de los derechos humanos. Los organismos de vigilancia
electoral graban elecciones. Hasta los terroristas islamistas se han adaptado a esta
tendencia. Al Qaeda ha creado una unidad especial de producción de medios
llamada  @ (La Nube), que cuelga habitualmente sus vídeos en internet, con
la esperanza justificada de que los grandes medios de comunicación y otras páginas
web los reproduzcan.

÷l efecto YouTube ha tenido otras consecuencias ambiguas. Ahora resulta más


difícil saber a quién creer. ¿Cómo sabemos que lo que vemos en un vídeo colocado
por un "ciudadano periodista" no es un montaje? ¿Cómo estamos seguros, por
ejemplo, de que el vídeo aparecido en YouTube de unos soldados estadounidenses
aterrorizados, que lloraban por su vida mientras les disparaban, se rodó en Irak y
no fue una escena preparada en otro lugar para manipular la opinión pública? Las
más de 86.000 personas que lo vieron en los diez primeros días de su presencia en
la red no lo sabrán jamás.
Los gobiernos ya están sintiendo las presiones del efecto YouTube. ÷l ÷jército de
÷stados Unidos ordenó hace poco a sus soldados que dejaran de colgar vídeos en la
red. ÷l gobierno de Irán limita la velocidad de conexión para restringir la capacidad
de sus ciudadanos de ver vídeos en internet. ÷stas medidas no han impedido la
proliferación en la web de vídeos filmados por soldados estadounidenses en Irak ni
que los iraníes habilidosos vean las imágenes que deseen. Y, aunque Pekín ha
conseguido censurar eficazmente hasta ahora los contenidos que llegan a sus
ciudadanos, todavía no ha sido capaz de evitar que aparezcan en la red cada vez
más vídeos de rebeliones campesinas. A largo plazo, todos esos esfuerzos censores
fracasarán.

÷n cuanto a fiarnos de lo que vemos en internet, lo bueno es que el efecto YouTube


ya está creando una fuerte demanda de guías fiables: individuos, instituciones y
tecnologías en los que podemos confiar para que nos ayuden a discernir las
verdades de las mentiras. ÷s importante, porque la posibilidad de contrarrestar los
inconvenientes del efecto YouTube nunca surgirá de la intervención oficial. Los
mercados y la democracia son mucho más eficaces a la hora de filtrar lo bueno de lo
malo en el confuso tsunami de vídeos que nos llegan a través de internet. Los
millones de @ O que se dedican sin cesar a observar, comprobar los datos y
denunciar los errores son un ejemplo poderoso de lo que puede hacer "la sabiduría
de las multitudes". ÷s cierto que los mercados y las democracias, muchas veces,
fracasan o decepcionan. Pero la apertura que promueven estas fuerzas políticas y
económicas cuenta hoy con una tecnología tan omnipresente como nosotros.

OO O 

 O
O O   
O @ 
   @ O  O     O  
 

También podría gustarte