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Los 144 caracteres que tanto dan que

hablar
Un servicio de microblogging es una aplicación web que permite
insertar mensajes reducidos, a modo de posts de un blog, con un
límite de alrededor de 144 caracteres -el tamaño aproximado de
una página de SMS- y con una elevada frecuencia de actualización.

Sin embargo, la singularidad del microblogging no se desprende de


la obviedad de su denominación, sino de su condición multi-
dispositivo. Mucho más que un blog en tamaño reducido, ya que la
forma de postear no sólo es vía web, sino simultáneamente, vía
email, telefonía móvil y mensajería instantánea.

De tal modo, puede definirse el microblogging como el fenómeno


que se produce al combinar un blog, una red social y acceso al
mismo desde dispositivos móviles. El concepto que tiene algo más
de un año de existencia, estalló en los últimos meses de la mano de
Twitter, el pionero y más popular servidor de microblogging, que se
mantiene en los puestos más altos de Technorati.

Gorjeos en la web
“Twitter” se caracteriza por la elementalidad, tanto en el diseño
como en la usabilidad y en el concepto. Surgido de Obvius
Corporation -compañía cuyo lema es “Somos obvios”- y
desarrollado por Biz Stone y Evan Williams (cofundador de
Blogger), ya tiene sus competidores, entre los que se encuentran,
Jaiku,Pownce y Yappd.

Por su sencillez de uso y su capacidad de convocar seguidores a


los ʻtwittersʼ (gorgeos o trinos de pájaro en castellano) que el
usuario va publicando, su influencia en la red, puede ser
incalculable. De allí que genere desde resistencias hasta abiertos
rechazos, que se escudan tras el cuestionamiento de la vacuidad de
contenidos.

El análisis del fenómeno “microblogging”, conduce inevitablemente,


a la toma de posición frente al debate que se establece, ante las
nuevas prácticas comunicacionales de los usuarios de internet.

El mundo en un móvil
Dice Jyri Engeström, uno de los fundadores de Jaiku, que el éxito
de todas las grandes redes sociales de Internet ha sido encontrar la
manera de crear objetos sociales de uno u otro tipo.

Enrique Dans describe a Twitter como “la comunicación rápida en


estado puro; con la inmediatez del SMS pero enormemente versátil
tanto en soporte como en formato”. El éxito de esta innovación
radica en su capacidad de atrapar el “minuto a minuto”, de dar un
cauce al streaming de la vida, las relaciones y el pensamiento de
sus usuarios.

Tal como señalan Tomi T. Ahonen y Alan Moore en su libro


“Communities Dominate Brands”, la sociedad en red está en un
proceso de transición hacia la era en la que todos estaremos
permanentemente “conectados”. Lo escencial del microblogging se
basa en una nueva forma de conectividad, que no requiere estar
online, frente a la PC.

En tal sentido, el futuro de estas plataformas es el móvil o más bien,


los usuarios móviles. Como señala Álvaro Andoin, las nuevas
generaciones preferirán el teléfono al PC, “estar accesibles” a “tener
acceso”, compartirán de manera instantánea y sobre todo,
preferirán el Messenger, el SMS o los microblogs antes que las
llamadas de voz.

La Web 3.0 ya está llamando


La Web 2.0 se caracteriza por captar los contenidos generados por
los usuarios para compartirlos en la Red, posible a partir de la
adopción de los accesos de banda ancha. El próximo paso, el de la
Web 3.0, dependerá de la adopción de los accesos de banda ancha
inalámbrica, combinados con las nuevas redes sociales móviles.

Según Sterling Market Intelligence y Opus Research, el número de


usuarios de Internet a través de móviles se triplicará; de los 32
millones actuales pasará a 110 millones de personas en 2011. El
éxito viral de Twitter y sus clones, adelanta esta tendencia y alienta
la creación de otras comunidades formadas por gente en
movimiento e intercomunicada minuto a minuto.

Más allá de las interpretaciones y cuestionamientos que genere el


fenómeno del microblogging, la puerta abierta por Twitter y sus
sucedáneos está estrechamente relacionada a nuevos modos de
organización social emergentes. Se empieza a hablar de
LifeStream, una forma más tangible de entender cómo cada
persona puede “ser un medio”, enviando destellos multilineales de
sentido a su red.

Según Pablo Mancini, Fundador de Tuitiar, Comunidad Twitter


Argentina, “El fenómeno que materializan estos servicios toman
otras dimensiones cuando pensamos las aplicaciones como
herramientas colectivas, (des)organizacionales y sobre redes;
porque tienden el puente entre compartir y coproducir, entre
consumo par a par y producción par a par, entre sujetos colectivos y
redes sociales.”
La redistribución del poder en la red
David Coleman hace una comparación entre comunidades online y
redes sociales. En términos generales, las comunidades tienen una
estructura vertical, están basadas en un lugar, son centralizadas,
controladas por un moderador y guiadas en base a un tópico
específico; mientras que las redes sociales tienen una estructura de
base, están basadas en la gente, son descentralizadas y
contextualizadas.

Las aplicaciones Twitter, sin lugar a dudas, complejizan la red y sus


usos pueden generar una nueva versión de los medios, configurar
una nueva lógica, modificar en última instancia, la arquitectura de la
red, que en definitiva es su política.

Lo cierto es que la influencia unidireccional se ha ido para siempre y


la lógica y el lenguaje de los nuevos medios encuentran un
engranaje mucho más poderoso en las redes distribuidas. Esto es lo
que lleva a Mancini a afirmar que estas aplicaciones se llevan
mucho mejor con el futuro de las redes que con el presente de la
blogósfera.

Por su parte David de Ugarte, señala que cabe destacar el papel


vertebral que el blog ha jugado en la socialización de la tecnologías
distribuidas y, por tanto, en las demandas triunfadoras en la red.

El link que parecía evidente e inmediato entre redes sociales y


móviles ha necesitado pasar por el blog para construirse. De Ugarte
agrega que la lógica de la web 2.1 sobrepasa al “yo pienso” original
del blog para incorporar tanto el “nosotros hacemos” como el lugar
social y territorial. Una lógica que lleva de forma directa a entender
la emisión continua en el espacio (movilidad) y en el tiempo (twitteo)
.
Conclusión:
Para quienes se escandalizan con el fenómeno Twitter y cuestionan
la falta de contenidos , cabe esta reflexión de Pablo Mancini:
“Twitter revive los peores prejuicios que hace unos años tenían
como objeto a los blogs y ahora, parece, a los chats distribuidos.

Aún con sobredosis de gerundios y función fática del discurso,


Twitter sobrevive y crece. ¿Por qué? Porque la potencia es el
formato, la arquitectura y no el contenido. La arquitectura de la red
cala más hondo que los contenidos que circulan por ella.

La arquitectura de la red es su política y eso es algo que la política


elitista sobre contenidos -moderna, nada posmo, verticalista e
idealista- no comprende porque piensa en viejo. Twitter es un
emergente minúsculo de la era de la fluidez, 140 caracteres de la
desinvención de la modernidad. Cuando nos molesta -a todos nos
pasó- es porque nos transforma. Relájate y goza.”


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